Isabel Pantoja, en el Orgullo de Madrid: ¡°Vuestro orgullo es mi orgullo. Yo soy una m¨¢s de ustedes¡±
La artista, de 65 a?os, recoge el premio de Mister Gay ante miles y miles de personas que esperaron su actuaci¨®n durante m¨¢s de dos horas en la plaza de Espa?a

Pues ya estar¨ªa. El p¨²blico corea: ¡°Ay, ay, ay, Pantoja es lo que hay¡±. Otra vez, que es viernes: ¡°Ay, ay, ay, Pantoja es lo que hay¡±. Pues no. Isabel Pantoja Mart¨ªn ¨Dqui¨¦n iba a ser, Maribel en la intimidad¨D ha puesto patas arriba a la plaza de Espa?a de Madrid seis meses despu¨¦s de su reinauguraci¨®n. A su manera, claro. Dos horas despu¨¦s de lo previsto. Todo tiene una explicaci¨®n en este Orgullo, menos lo de la bandera de arco¨ªris colgada del Palacio de Cibeles. ¡°La Pantoja no sale ahora¡±, explica un organizador entre las bambalinas del escenario a eso de las diez de la noche, ¡°porque es mucho l¨ªo por el tema de sonido y el desfile de Mister Gay; lo mejor para todos es que ella salga al final, y hable¡±. Vaya nochecita de viernes. ?Qu¨¦ pasar¨¢, qu¨¦ misterio habr¨¢? El p¨²blico sigue a capela: ¡°Se me enamora el alma, se me enamora¡±. Una presentadora, para seguir con la espera, va con todo. No es para menos. La Pantoja vuelve a Madrid 1.000 d¨ªas despu¨¦s de su lleno en el Wizink. ¡°Venga, marinero de luces¡±. El p¨²blico responde:
Silencio.
Si hay que animar al pueblo con la espera, qu¨¦ mejor que otra estrella eurovisiva de este 2022. La de Rumania, con letra en ingl¨¦s, pero con un toque espa?ol clave: ¡°Hola, mi bebebe, ll¨¢mame, ll¨¢mame¡±. La Pantoja sigue sin responder. Anuncios en el escenario: ¡°Disfruta con responsabilidad¡±. El p¨²blico, en fin, se impacienta. ¡°?Isabel, Isabel!¡±. La gala Mister Gay sigue. M¨¢s retraso. Una violinista aparece con un vestido negro en las escaleras.





¨D?Sale ahora?¨D
¨DS¨ª. Nos hab¨ªan dicho que a la una, pero salimos ya¨D.
M¨¢s m¨²sicos. Son 19 en total. Son las 0.13. El presentador comienza a repasar la historia de la cantante. ¡°Subi¨® por primera vez a los siete a?os¡±. El p¨²blico responde: ¡°Ehhh¡±. Pantoja sigue sin salir. ¡°Es la artista m¨¢s querida por el colectivo LGTBI de este pa¨ªs. Por eso, es m¨¢s que merecedora del premio Mister Gay¡±. De pronto, aparece el hermano de la cantante, Agust¨ªn, camisa blanca, pantal¨®n vaquero. Se coloca en la mesa de mezclas con la mano en la perilla. No quiere fallos de ¨²ltima hora. Un v¨ªdeo con un peque?o repaso a la vida de la Pantoja aparece en el pantall¨®n del escenario. De fondo: ¡°Esta es mi vida...¡±. Ya s¨ª. Un t¨¦cnico con cascos de piloto de avi¨®n grita:
¨D?Un minuto!¨D.
Los fot¨®grafos se agolpan. Ah¨ª est¨¢. Ataviada con un traje negro, emocionada, con unos dientes blancos brillant¨ªsimos. Toma la palabra: ¡°Much¨ªsimas gracias a todos. Agradeceros que est¨¦is aqu¨ª desde hace tantas horas. Os he estado viendo desde la habitaci¨®n. He estado emocionada. Hace muchos a?os que me quer¨ªan entregar este premio. Por muchas cosas no fue posible. Hoy se ha hecho realidad¡±. El p¨²blico estalla: ¡°Isabel, Isabel¡±. Ella responde: ¡°No sab¨¦is lo que se siente. Yo soy una m¨¢s de ustedes. Por y para siempre. Cuidaros para siempre¡±. El presentador dice: ¡°Isabel, has venido a recoger un premio¡±. Ella saca la artista que lleva dentro. Se gira. Mira a la mesa con cara de matar a alguien: ¡°Rever, dame m¨¢s rever aqu¨ª arriba¡±. Y sigue: ¡°Me hac¨¦is llorar. Vuestro orgullo es mi orgullo. Sin vosotros, esta que est¨¢ aqu¨ª, no estar¨ªa de pie. Este colectivo lo llevo en mi alma desde que comenc¨¦ a cantar. Es ¨²nico. Por y para siempre¡±.
Cuenta la leyenda que en la finca m¨¢s famosa de Espa?a ¨Dahora envuelta en herencias envenenadas¡ª hay una televisi¨®n que emite 24 horas v¨ªdeos de Isabel Pantoja en una habitaci¨®n. No es Telecinco, que, dicho sea, ya tarda en a?adir un canal as¨ª en Mitele Plus. La f¨¢bula, dicen los que saben, son v¨ªdeos de YouTube en bucle. La parcela de Cantora ¨Dque deber¨ªa ser declarada Parque Nacional, como escribi¨® un d¨ªa Boris Izaguirre en este peri¨®dico¨D emitir¨¢ tarde o temprano en sus pantallas su discurso de esta noche en la semana del Orgullo. M¨¢s a¨²n, como ha sido. Dicho de otra manera: pa?cantora hoy, ella.
Y sale a cantar. Suena enamorarse y se me enamora el alma, que el p¨²blico corea como propia. Buena voz. Est¨¢ en forma. ¡°Gracias a mi hermano, a mi peluquero, a mi maquillador. Gracias a mis clubes de fans, os mando todo mi amor y cari?o¡±. Pantoja, tras las dos canciones, dice: ¡°Tengo que hacer un gui?o a las personas que me tratan bien, a las que me tratan bien. Quiz¨¢ no pegue, pero se la dedico con todo mi coraz¨®n a mi genio y mi hermano del alma Juan Gabriel: ¡°Perdona si te hago llorar, perdona si te hago sufrir, pero es que no est¨¢ en mis manos, me he enamorado, me he enamorado, me enamor¨¦...¡±. Y as¨ª, queda inaugurada la plaza de Espa?a seis meses despu¨¦s.
Dos horas antes, eso s¨ª, Marta Ramos, tirantes negros, bandera de arco¨ªris como una superhero¨ªna, y Aidan Romero, de 16 a?os, anillo en la nariz y pelo corto, dicen que han venido a ver a la Pantoja. La juventud del TikTok pantojeando. Ah¨ª queda eso. Otra historia, claro, es cu¨¢ndo supieron qui¨¦n era la Pantoja. ¡°Pues hace unos d¨ªas y ayer [por este jueves] nos pusimos a escucharla hasta las cinco de la ma?ana¡±. Romero, sonriente, es un poco m¨¢s precisa. ¡°La conocemos de S¨¢lvame, que mi madre lo ve todos los d¨ªas. Hoy me ha dicho que, como ven¨ªa a verla, puedo llegar tarde a casa¡±.
¨D?Una canci¨®n de Pantoja?¨D.
¨DLa del velero ese¨D.
Qu¨¦ es eso de Marinero de luces. Nadie duda ya de que ese barco velero cargado de sue?os se llamar¨¢ desde el 8 de julio de 2022 ¡°la del velero ese¡±. De espaldas a la gran estatua de Miguel de Cervantes, todo est¨¢ a reventar. Miles, miles de j¨®venes, madres, adolescentes, maridos, parejas, matrimonios, abuelos, amigos, muchas pandillas rodeando bolsas de hielo con alcohol como las m¨ªticas hogueras en la playa, botellones, muchos botellones, olor a cerveza caliente ¨Duna cosa es que la Pantoja salga a hablar y otra esperar a que hable¨D banderas arco¨ªris, m¨¢s banderas arco¨ªris, fuegos artificiales rosas amarillos, blancos, verdes como estrellas fugaces. Nochecita de verano en Madrid con brisa.
En una esquina del escenario y con mascarillas ¨Dprobablemente los ¨²nicos de toda la plaza¨DJos¨¦ Cobo, de 62 a?os, que tiene un brazo como la pierna izquierda de Roberto Carlos, y Paloma P¨¦rez, de 62, con unos ojos azules brillant¨ªsimos, se han venido desde Ponferrada solo para ver a Pantoja. ¡°Me encanta, me encanta la Pantoja¡±, cuenta ella. Cobo escucha, pero dice con las manos que ahora habla. Pantoja tendr¨¢ su familia dividida, pero se habla poco de las que mantiene unidas. ¡°Le encanta, le encanta¡±, dice Cobo, ¨Dque ahora hace un movimiento de cuello de estos que parten nueces¨D ¡°la del moreno baila y la del marinero de luces¡±. Es decir, la del velero ese.
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