La falta de ayudas municipales lastra la retirada del amianto en las viviendas de Madrid
El coste de la obra impide a los vecinos de Ciudad Lineal, Fuencarral-El Pardo y Vic¨¢lvaro deshacerse de la sustancia cancer¨ªgena que cubre sus tejados de uralita
En la azotea de uno de los bloques del barrio de San Pascual, en el distrito de Ciudad Lineal, hay un cartel que recomienda llevar mascarilla. No es por la covid, sino por la presencia de una sustancia cancer¨ªgena que preocupa a los residentes: ¡°Al pisar el suelo se levanta mucho polvo y puede contener amianto¡±. Desde all¨ª se observan los tejados repletos de placas de uralita. Son tres mancomunidades que suman 582 viviendas, construidas en 1981. Cuarenta a?os despu¨¦s, los vecinos intentaron acogerse al plan del Ayuntamiento para recibir las ayudas para rehabilitar los edificios. Pero les faltaba un a?o para cumplir la antig¨¹edad requerida para conseguir la cuant¨ªa m¨¢xima. Algunos de ellos han ido poniendo parches al problema en los ¨²ltimos a?os. ¡°Hemos tenido que ir reparando el tejado con tela asf¨¢ltica y pintura por nuestra cuenta¡±, comenta el vecino Pedro Garc¨ªa, de 73 a?os.
Para ser declarada zona de especial transformaci¨®n urbana y obtener el 75% de la subvenci¨®n (10.000 euros por vivienda), la edificaci¨®n deb¨ªa ser anterior a 1980, seg¨²n el Plan Rehabilita Madrid de 2020. ¡°Aunque nosotros lo quitemos, si en el barrio hay m¨¢s tambi¨¦n nos afecta porque las esporas se extienden y lo respiramos todos¡±, a?ade el madrile?o. El piso de Garc¨ªa se encuentra en una de las comunidades afectadas, que salvaguarda un patio central circular, atestado por malas hierbas y grafitis que decoran las paredes de cemento. ¡°Con el 40% de ayudas en este barrio la gente no se puede pagar la obra¡±, explica Garc¨ªa, que junto a sus compa?eras de la asociaci¨®n vecinal recorre el barrio portal por portal con el fin de averiguar d¨®nde hay uralita. Durante meses de mapeo, explican que han surgido nuevos casos que no ten¨ªan controlados. Como el de Nuria Serrano, de 41 a?os, que explica su resquemor: ¡°Queremos deshacernos de la uralita porque afecta a nuestra salud¡±.
¡°Te da miedo que cause un c¨¢ncer¡±, lamenta Mar¨ªa Jes¨²s Pe?a, de 55 a?os, que vive en un cuarto piso con su marido y sus dos hijos, sobre el t¨®xico que ti?e su tejado. La madrile?a pidi¨® presupuesto a una empresa especializada para quitarlo en su edificio: 42.000 euros. Pero ni ella ni sus vecinos pod¨ªan desembolsar el dinero para aprobar la derrama, ya que muchos de ellos son pensionistas.
La escasez de recursos para financiar el desamiantado se extiende a otros distritos de la capital. Una situaci¨®n similar viven en el Poblado Dirigido de Fuencarral, que cuenta con un centenar de viviendas con uralita construidas en los a?os cincuenta. Fernando Mart¨ªn, presidente de la Asociaci¨®n Familiar Ur, explica que, al vivir en una zona protegida, los tr¨¢mites administrativos para conseguir las ayudas se complican: ¡°Es muy caro hacer las cosas aqu¨ª. Si alguien ha hecho una ventana m¨¢s grande y t¨² quieres acceder al plan, como tienes que pedir permiso, te exigen que vuelvas a cambiar la dimensi¨®n de la ventana¡±. Y alerta de que se trata de un problema de salud p¨²blica porque las fibras de los tejados se est¨¢n deteriorando.
¡°La uralita de las planchas de fibrocemento, que se colocaron hasta los a?os ochenta, empieza a rajarse. El polvo cancer¨ªgeno se escapa y t¨² lo respiras. Es ahora cuando empieza a ser un aut¨¦ntico peligro. Hay barrios en el que la uralita es visible en las fachadas y otros que tienen amianto en las bajantes de los edificios, que est¨¢ m¨¢s extendido y es m¨¢s dif¨ªcil de detectar. Ser¨ªa muy necesario tener un mapa y un diagn¨®stico para poder operar¡±, explica Vicente P¨¦rez, responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que lleva reclam¨¢ndolo desde 2018. Ante la ausencia de datos oficiales que registren el n¨²mero de viviendas con uralita en la capital, la organizaci¨®n recoge los reclamos de los vecinos que quieren deshacerse del t¨®xico que cubre sus casas. A las de Ciudad Lineal y Fuencarral, se suman otras 180 en Vic¨¢lvaro, seg¨²n los residentes.
En estos bloques, levantados en la calle de Villablanca hace tres d¨¦cadas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA), hay placas de uralita que est¨¢n agujereadas. ¡°El problema es que la incidencia de c¨¢ncer en estas viviendas es muy alta. Y sigue creciendo. No tenemos manera de demostrar que hay una relaci¨®n directa con el amianto, pero es evidente que es uno de los factores que est¨¢ agravando la situaci¨®n¡±, denuncia Jes¨²s Mar¨ªa P¨¦rez, de 64 a?os. El vecino cuenta que en 2019 se lleg¨® a un acuerdo con la gerencia del organismo para llevar a cabo una obra de sustituci¨®n de los tejados.
Tres a?os despu¨¦s, no se han acometido ninguna de las actuaciones prometidas. ¡°Hace un mes tuvimos una reuni¨®n con ellos y quedamos en que nos mandar¨ªan el presupuesto. Pero ya no nos fiamos. Cada vez que hay un cambio de gerencia, hay que empezar de cero¡±, se queja el residente. Ahora, est¨¢n a la espera de la redacci¨®n del proyecto para pedir las subvenciones al Consistorio: ¡°No se ha podido solicitar porque no est¨¢ en marcha el proyecto de rehabilitaci¨®n¡±.
Aunque no existe un plan espec¨ªfico para el desamiantado de viviendas, las comunidades de vecinos pueden solicitar subvenciones para acometer obras de rehabilitaci¨®n. Desde el ?rea de Vivienda avanzan que tienen actuaciones previstas tanto en el barrio San Pascual como en el Poblado Dirigido de Fuencarral para final de mandato. ¡°En Vic¨¢lvaro depender¨¢ de las solicitudes que haya en la convocatoria 2022 porque en las anteriores no hubo ninguna¡±, explica una portavoz. Tampoco hay un registro que permita esclarecer los datos de desamiantado por distritos hasta la fecha. Pero, seg¨²n el Consistorio, la uralita se ha retirado en 3.000 viviendas con las subvenciones del Plan Adapta en dos a?os. Del Metro a los colegios p¨²blicos de Madrid, la preocupaci¨®n por la uralita se extiende hasta meterse dentro de las casas de los vecinos de los barrios madrile?os, que esperan subvenciones para deshacerse de la sustancia cancer¨ªgena que tienen encima.
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