Un libro para Ayuso sobre el drama de las familias sin casa por el metro: ¡°Por favor, l¨¦alo¡±
La presidenta recibe en la Asamblea un ejemplar de ¡®Los seres in¨²tiles¡¯, que relata c¨®mo la l¨ªnea 7B ha obligado a desalojar a un centenar de vecinos de San Fernando, a derribar 27 viviendas, y a monitorizar las grietas de cientos de edificios
Es martes, y Juan Lobato, el l¨ªder del PSOE en Madrid, rompe la monoton¨ªa del debate del estado de la regi¨®n con un gesto inesperado. Encaramado a la tribuna, mira a la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, y empieza a enarbolar un libro mientras entona un lamento. ¡°Un afectado por la l¨ªnea 7B de Metro me ha hecho entrega de un libro del que es autor, Los seres in¨²tiles (Amazon), que viene a explicar lo que est¨¢n sufriendo estas familias, algo comparable pr¨¢cticamente con nada, porque la casa en la que han vivido, en la que han nacido sus hijos, en la que han compartido tantas cosas, de repente ha desaparecido¡±, dice. ¡°Y desaparece como consecuencia de una mala gesti¨®n de la Comunidad de Madrid¡±, a?ade. Es la historia novelada de un drama: m¨¢s de 100 personas han tenido que abandonar sus hogares, y se han derribado 27 viviendas, porque la construcci¨®n de la l¨ªnea 7B de metro, en 2007, ha afectado a los cimientos de m¨¢s de 400 edificios distribuidos por once calles de San Fernando de Henares, al Este de la regi¨®n. Ayuso recibe el libro. Y con ¨¦l, una invitaci¨®n personal para que conozca de primera mano la tragedia.
¨D¡°Para Do?a Isabel D¨ªaz Ayuso. Por favor, l¨¦alo. Gracias. Quedo a su total disposici¨®n. Rafael. 12 sept 2022¡±, se lee, escrito de su pu?o y letra por el autor.
El hombre que firma esas palabras espera ahora la llamada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que desde que se empezaron a derribar edificios, y a desalojar vecinos, no ha visitado San Fernando de Henares (40.000 habitantes). Se llama Rafael Luis G¨®mez Herrera. Su formaci¨®n es la de ingeniero aeron¨¢utico. Y su afici¨®n es la literatura. En abril debi¨® abandonar su vivienda. Desde entonces vive alquilado en un piso que le paga el gobierno regional, que a su vez ha proporcionado plaza en un apartahotel a la mayor¨ªa de afectados, que sienten que les han robado la vida.
¡°Lo que quiero es hablar con ella, una comunicaci¨®n, que conozca mi verdad¡±, dice G¨®mez. ¡°No entiendo c¨®mo no ha acudido a evaluar una desgracia provocada por el Metro, c¨®mo no ha venido a San Fernando a ver nuestras miserias, porque verlo es para echarse a llorar¡±, lamenta sobre una cita muchas veces pedida por el alcalde (Javier Corpa, del PSOE) y los vecinos. ¡°En el libro se encontrar¨¢ con sorpresas y verdades¡±, subraya. ¡°Si conociera la trascendencia de todo eso, que es f¨ªsica, porque se hunde el pueblo; y emocional, por la tragedia que vive tanta gente, actuar¨ªa de otra manera¡±, opina. ¡°Creo que no tiene toda la informaci¨®n que tiene que tener¡±.
A casi todos los afectados les une lo mismo. Las grietas que recorren las paredes de sus casas (si es que siguen en pie). Los ruidos nocturnos, como de madera quebr¨¢ndose, que acompa?aban a sus noches. Las puertas y las ventanas descuadradas, e inservibles. Los testigos que miden desde hace a?os el movimiento de sus edificios. La angustia. El miedo. La eterna duda: ?cu¨¢ndo se caer¨¢ esto?
¡°Estamos preocupados¡±, dice el martes Corpa, el alcalde de San Fernando de Henares, en una manifestaci¨®n ante la Asamblea. ¡°Apelo a la responsabilidad de la presidenta, y la invito una vez m¨¢s a que venga a ver el sufrimiento de tantas familias, y el da?o que se ha generado en muchas viviendas, y en espacios p¨²blicos de la ciudad¡±, a?ade. ¡°Son quince a?os de parches y seis presidentes de la Comunidad de Madrid incapaces de solucionar los problemas generados por el Metro¡±.
El germen de esta pesadilla est¨¢ oculto bajo tierra. A las puertas de las elecciones de 2007, Esperanza Aguirre, entonces presidenta regional en busca de la reelecci¨®n, decide construir un hospital con su correspondiente estaci¨®n de metro. Como eso no era lo previsto inicialmente, hay que cambiar el proyecto original, ampliando el recorrido y a?adiendo estaciones. Un error, seg¨²n se descubre un decenio despu¨¦s.
El nuevo trazado es ¡°negativo para todo el proceso patol¨®gico que sobrevino tras la puesta en servicio de la L¨ªnea, encajando el t¨²nel en terrenos m¨¢s problem¨¢ticos que los previstos en el proyecto original¡±, seg¨²n se lee en un informe encargado por el Gobierno y fechado en 2016, al que este diario accedi¨® en aplicaci¨®n de la ley de transparencia. ¡°Posiblemente se dej¨® transcurrir un tiempo excesivo desde que se manifestaron los primeros s¨ªntomas del problema y por ello el proceso de disoluci¨®n y degradaci¨®n del terreno evolucion¨® hacia extremos dif¨ªcilmente reversibles¡±.
Las obras del t¨²nel del metro facilitaron la entrada del agua en el subsuelo. El l¨ªquido contact¨® as¨ª con terrenos solubles, alterando su solidez. El mismo a?o del estreno de la l¨ªnea 7B, 2007, los gestores de la infraestructura conocen que se han detectado ¡°diversas patolog¨ªas en relaci¨®n con una an¨®mala y creciente entrada de agua de elevada conductividad al pozo de bombeo situado entre la estaci¨®n 7 (San Fernando) y 8 (Henares)¡±. Apenas seis meses despu¨¦s, en junio de 2008, otro informe advierte a la Comunidad ¡°del consiguiente riesgo de colapsos en el t¨²nel de metro y las edificaciones del entorno¡±. Y en 2010, cuando los problemas de las casas son a¨²n incipientes, se registra un documento taxativo.
¡°La construcci¨®n del t¨²nel y posterior drenaje comenz¨® a movilizar el flujo de agua subterr¨¢nea y a iniciar un progresivo proceso de disoluci¨®n del terreno, en concreto y preferentemente, de los niveles salinos existentes¡±, se lee. ¡°(¡) En este tipo de terreno, movimiento de agua significa capacidad de disoluci¨®n¡±, subraya, en alusi¨®n a los cambios del subsuelo que afectan al asentamiento de los cimientos de los edificios.
Las consecuencias no afectan solo a los cientos de vecinos con las vidas rotas por las grietas de sus casas, incluidas las 16 familias que esta misma semana han recibido la notificaci¨®n de su desalojo inmediato (para un total de m¨¢s de 60 familias que han abandonado sus hogares). Tambi¨¦n alcanzan a los miles de ciudadanos que quieren usar el metro, porque la circulaci¨®n de trenes por la l¨ªnea 7B se ha interrumpido hasta en nueve ocasiones desde su inauguraci¨®n, hace 15 a?os. As¨ª est¨¢ ahora mismo: sin funcionar, y sumando jornadas a las m¨¢s de 860 que acumulaba sin dar servicio antes de este ¨²ltimo par¨®n.
¡°Ha sido la cr¨®nica de una cat¨¢strofe anunciada, avisada, advertida, y totalmente ignorada, por quienes ten¨ªan que haber actuado en tiempo y forma¡±, lamenta el autor en la introducci¨®n a su obra.
El gobierno asegura que se ha volcado en solucionar el problema: se han invertido m¨¢s de 30 millones de euros en intentarlo, se dar¨¢n las m¨¢ximas indemnizaciones patrimoniales posibles a los afectados, y se corre en el entretanto con todos sus gastos de alojamiento, defienden una y mil veces desde hace meses los portavoces gubernamentales. Pero la realidad es que la desesperaci¨®n cunde entre los vecinos. Decenas de ellos llevan ya un a?o fuera de sus hogares, viviendo de prestado, sin la br¨²jula de las rutinas diarias, lejos de sus familiares, y de los trabajos y colegios que antes quedaban cerca.
La novela que ha recibido Ayuso empieza justo antes de eso. Dos ancianos le cuentan a un periodista durante cuatro d¨ªas el v¨¦rtigo que sienten al tener que abandonar su casa. Un recurso literario que el autor emplea para hacer m¨¢s digestible la ingente documentaci¨®n que maneja sobre el caso.
¡°Ya en noviembre de 2021 empec¨¦ a sacar cosas de mi casa, aunque no me desalojaron hasta abril de 2022: no se pod¨ªa vivir all¨¢¡±, lamenta G¨®mez. ¡°Las puertas y las ventanas no se abr¨ªan, o no cerraban, hab¨ªa ruidos dantescos, se ca¨ªan cascotes¡±, sigue. ¡°Por eso el libro tiene tres vertientes: la literaria; la terap¨¦utica, para poner en orden mi cabeza y los documentos; y la reivindicativa, porque mucha gente no conoce el alcance de esta tragedia¡±.
Ayuso s¨ª. Y ahora m¨¢s: tiene un libro que la interpela directamente. ¡°Se lo llev¨® a casa y lo ver¨¢ con mucho cari?o¡±, dicen en su equipo.
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