La comunidad musulmana en Madrid no tiene un lugar donde enterrar a sus muertos
El cementerio de Gri?¨®n era el ¨²nico que estaba disponible para ese rito, pero lleg¨® a su capacidad m¨¢xima en febrero
Houssain Achluch, de 41 a?os, natural de Torrej¨®n de Ardoz, enterr¨® a su prima en diciembre. Recostaron su cad¨¢ver hacia la derecha, como manda la fe musulmana, lo envolvieron en pa?os blancos y pegaron su cuerpo a la tierra, mirando a La Meca. Pero en Marruecos, donde hab¨ªa nacido, pese a que hac¨ªa muchos a?os que esa ya no era su tierra. Donde hubiera querido descansar estaba exactamente a 1.300 kil¨®metros al norte. El lugar donde creci¨®, residi¨®, trabaj¨® y tribut¨®: Madrid. Tambi¨¦n donde siguen haci¨¦ndolo sus tres hijos de 8, 11 y 13 a?os. Pero sus restos fueron enviados sin remedio a Marruecos. Desde febrero, la comunidad musulmana de la capital no tiene un lugar donde enterrar a sus muertos. Y estos d¨ªas, mientras esperan a que las autoridades abran un hueco para ellos entre promesas rotas, se preguntan si hasta despu¨¦s de la muerte seguir¨¢n siendo ¡°ciudadanos de segunda¡±. ¡°Somos madrile?os y no pedimos ning¨²n privilegio, pedimos el mismo derecho que cualquier otro ciudadano¡±, se queja Achluch.
El ¨²nico cementerio musulm¨¢n municipal disponible hasta ahora en la Comunidad de Madrid estaba en Gri?¨®n, a 40 minutos de la capital. Desde diciembre, el Ayuntamiento de ese municipio, con el que este peri¨®dico ha tratado de contactar sin ¨¦xito, advirti¨® de que ya solo ten¨ªan sitio para neonatos y ni?os. Dos meses despu¨¦s, echaron el cerrojo hasta la pr¨®xima ampliaci¨®n. En los cementerios de las comunidades colindantes carecen de espacios y muchos no aceptan a quienes no est¨¢n empadronados.
La soluci¨®n que se propuso en 2016 para Madrid fue habilitar 10.000 metros cuadrados en el cementerio municipal de Carabanchel, pero la concesi¨®n a¨²n no ha llegado. En 2022, Ram¨®n Silva, concejal del Grupo Municipal Socialista de Madrid y secretario del grupo, volvi¨® a reavivar la petici¨®n, que fue aprobada a pesar de las abstenciones del Partido Popular y Ciudadanos y el voto en contra de Vox.
Achluch relata que las semanas posteriores al fallecimiento de su prima fueron complicadas y ¡°muy duras de afrontar¡±. Por un lado, ten¨ªan que consolar y cuidar a tres menores de edad y, por otro, ten¨ªan un cad¨¢ver al que no pod¨ªan dar sepultura. ¡°No nos comunicaron que en Gri?¨®n ya no hab¨ªa sitio. Cuando nos enteramos me acord¨¦ del espacio cedido en Carabanchel y llam¨¦ a la Empresa Municipal de Servicios Funerarios. La ¨²nica soluci¨®n que nos daban era trasladarla al Cementerio Musulm¨¢n. ?Qu¨¦ se nos ha perdido a nosotros en Valencia?¡±, reclama visiblemente enfadado.
Imag¨ªnatelo. Tu madre se muere y estas dos semanas en el limbo, sin saber qu¨¦ va a pasar con ellaHoussain el Gharrafi Achluch, pariente de una repatriada
El cuerpo de la prima de Achluch estuvo dos semanas sin enterrar. Primero en una nevera, luego en la mezquita de la M30 para lavarlo, seg¨²n indica la religi¨®n, y, finalmente, volvi¨® a la nevera, a la espera de tramitar el papeleo para poder repatriarla a Marruecos. ¡°Imag¨ªnatelo. Tu madre se muere y est¨¢s dos semanas en el limbo, sin saber qu¨¦ va a pasar con ella¡±, exclama Achluch.
La repatriaci¨®n cuesta unos 3.000 euros m¨¢s, adem¨¢s de los gastos de enterrar al difunto. Por ese motivo, casi nadie pudo seguir a la prima de Achluch hasta Marruecos. ¡°Uno de sus hermanos s¨ª pudo ir, pero tuvo que costearse ¨¦l el billete. Adem¨¢s, como ya hab¨ªan pasado dos semanas desde su muerte, los familiares no ten¨ªan permiso en el trabajo¡±, aclara.
Ahora que ella est¨¢ en Marruecos, su primo est¨¢ preocupado por el futuro de sus sobrinos. Al estar a m¨¢s de 1.300 kil¨®metros y ellos ser menores de edad, no van a poder ir al cementerio a llorarla, ni siquiera a hablar con ella y mantener el v¨ªnculo con una madre que se fue demasiado pronto. ¡°?No es ya suficientemente traum¨¢tico que la hayan perdido?¡±, se lamenta.
Un d¨ªa de estos se mueren tres o cuatro personas y no tenemos d¨®nde enterrarlosPresidente del Centro Cultural Isl¨¢mico de Legan¨¦s
La familia de Achluch tendr¨¢ que viajar hasta Marruecos si quieren visitar la tumba de su prima. As¨ª como otras muchas tendr¨¢n que desplazarse a Valencia. Algunos ni siquiera barajar¨¢n la opci¨®n de la repatriaci¨®n por falta de ingresos o porque las condiciones de seguridad del pa¨ªs de destino lo compliquen todav¨ªa m¨¢s. Mientras tanto, solamente en la ciudad de Madrid hay 14 cementerios municipales para el resto de habitantes no musulmanes.
¡°Muchos quieren ser enterrados en Espa?a y muy pocos son los que quieren ser repatriados, principalmente por lo dif¨ªcil y costoso de ser enterrado ah¨ª¡±, explica un responsable del Centro Cultural Isl¨¢mico de Legan¨¦s, que prefiere no dar su nombre. En cuanto a la concesi¨®n del espacio en Carabanchel, manifiesta tener ¡°muchas incertidumbres¡± porque a¨²n no saben nada. ¡°Un d¨ªa de estos se mueren tres o cuatro personas y no tenemos d¨®nde enterrarlos¡±, se lamenta.
El parche que ha tenido que poner la comunidad isl¨¢mica son las huchas comunitarias, en las que los miembros pagan cuotas anuales que oscilan entre 25 y 60 euros, dependiendo de si es una sola persona o una familia entera. Con ese dinero se repatria al difunto o se entierra en otra comunidad. Aun as¨ª, si son m¨¢s de cinco entierros seguidos, la hucha no puede hacerse cargo de los costes, enfatiza el director del centro.
Un problema que se pod¨ªa prever
En 2015 se podr¨ªa prever la falta de espacio. En Espa?a hay m¨¢s de dos millones de musulmanes y por aquel entonces solamente hab¨ªa 22 camposantos con un lugar reservado para el culto musulm¨¢n en un pa¨ªs con 8.131 municipios. Debido a la escasez de espacio, los cementerios fueron aumentando y en 2020, el n¨²mero ascend¨ªa a 35. Sin embargo, al tener que hacer frente al aumento de muertes debido a la covid-19 y el cierre de fronteras, los cementerios volv¨ªan a quedarse sin sitio.
El Gobierno de Manuela Carmena ya advirti¨® en 2016 de que 309.469 personas de toda la regi¨®n madrile?a no iban a poder enterrar a sus seres queridos. Adem¨¢s, aunque la capacidad m¨¢xima del cementerio de Gri?¨®n se alcanz¨® en diciembre de 2022, ya en junio resultaba complejo encontrar sitio, cuenta otra afectada que prefiere el anonimato. Su hermano, que falleci¨® el pasado a?o, se encuentra ¡°en los laterales. Entre el muro y lo que es la peque?a mezquita, donde apenas quedaba espacio¡±, explica por tel¨¦fono.
Llama much¨ªsimo la atenci¨®n que no se resuelvan situaciones tan graves como no tener d¨®nde caerte muertoMaysoun Douas, concejala de M¨¢s Madrid
Maysoun Douas, de 40 a?os y procedente La Elipa, actualmente es concejala de M¨¢s Madrid y ha acompa?ado a muchos miembros de la comunidad musulmana hasta Gri?¨®n. Ella misma tuvo que hacer la peregrinaci¨®n al cementerio para enterrar a su padre. Sentada en la cafeter¨ªa de un hotel cercano a la estaci¨®n de Atocha, la concejala explica la importancia de solucionar cuanto antes este vac¨ªo de la Administraci¨®n. ¡°Es una necesidad, no solo de Madrid ciudad, sino tambi¨¦n de la Comunidad y otras provincias que no tienen cementerios musulmanes¡±, reitera. Sin embargo, ¡°despu¨¦s de la aprobaci¨®n, no ha habido demasiados avances¡±, a?ade Ram¨®n Silva, portavoz del PSOE, a trav¨¦s del tel¨¦fono.
La libertad religiosa recoge el derecho a recibir sepultura digna sin discriminaci¨®n. Hoy me salgo de mis competencias habituales para defender un tema que me apela a t¨ªtulo personal, el DERECHO de cesi¨®n de espacios de enterramiento isl¨¢mico en cementerios municipales. pic.twitter.com/8Bx0CVnRiq
— Maysoun Douas (@MayDouas) July 20, 2022
El problema se encuentra en un callej¨®n sin salida. La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid (EMSF) y la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a (CIE) en la capital ¡ªel ¨®rgano representativo de las comunidades religiosas isl¨¢micas¡ª son quienes llevan la negociaci¨®n. Sin embargo, los cambios constantes de la junta directiva de la CIE y la necesidad de ponerse de acuerdo con todos los Centros Culturales Isl¨¢micos de Madrid, hacen que el proceso avance lentamente, asegura una portavoz de la de EMSF. Douas, que sigue muy de cerca el proceso, no ha podido ponerse en contacto con la CIE y sigue esperando a que la empresa municipal le env¨ªe el proyecto de Carabanchel.
¡°Llama much¨ªsimo la atenci¨®n que no se resuelvan situaciones tan graves como no tener d¨®nde caerte muerto¡±, sentencia tajantemente Douas, que en un intento desesperado de cambiar la situaci¨®n ha lanzado una campa?a de firmas. Mientras tanto, madrile?os como Houssain Achluch deben buscar alternativas para dar sepultura a sus seres queridos, a la vez que sienten que tienen que pelear por encajar sus ra¨ªces en Espa?a hasta despu¨¦s de la muerte.
Un problema m¨¢s all¨¢ de la Comunidad de Madrid
El problema de los cementerios musulmanes no es exclusivo de la Comunidad de Madrid. Tan solo hay 35 designados en todo el país, algunos son únicamente parcelas dentro de un cementerio cristiano. Tenerife (Canarias), Andalucía, la Región de Murcia, Cataluña o Valencia, entre otras, también deben afrontar la carencia de espacio.
Salah Al Ali es el presidente de la comunidad musulmana en Santa Cruz de Tenerife. En una llamada telefónica explica que hasta 2007 no había ningún espacio designado para este tipo de enterramientos. Se cedió una parcela con capacidad para 25 o 30 sepulturas en el cementerio municipal de Santa Lastenia que a partir de 2010 se comenzó a llenar. En 2018 se solicitó la adecuación de otra parcela, también dentro del cementerio. Sin embargo, la cesión no se pudo hacer al lado de la zona ya habilitada por un problema con una galería de agua subterránea. Finalmente, se concedió un espacio justo enfrente que aún está en obras. “Si todo sale bien, nos harán entrega de ella el mes que viene”, dice Al Ali.
En el cementerio de Jerez de la Frontera la situación no es mucho mejor. Hakim Abou Shariff fue el responsable del camposanto durante muchos años, explica en una llamada telefónica. Estuvo al frente del acuerdo al que llegaron con el ahora exalcalde Pedro Pacheco para la cesión de una parcela en el cementerio cristiano. No muy grande, 300 metros cuadrados. “Ahora están negociando para ampliar porque de verdad que no queda mucho sitio”, se lamenta Shariff. También añade que además de enterrar a los jerezanos, también son responsables de las inhumaciones de Cádiz y “por humanidad” aceptan a personas de fuera de la región.
El cementerio de San Fernando, Sevilla, también cuenta, al igual que el de Griñón, con los fallecidos de la Guerra Civil, específicamente de las tropas del General Gonzalo Queipo de Llano. En noviembre de 2022, la delegación de Presidencia y Hacienda publicaron la licitación del contrato para aumentar la capacidad del cementerio en un plazo de cinco meses. A unos 30 días de que acabe el tiempo, el portavoz del cementerio informó de que continúan esperando a que dicha ampliación se lleve a cabo. Y añade que ya no hay espacio alguno en San Fernando, que “todo está lleno”.
El cementerio Alsalam, en Valencia, es un centro privado que tiene flexibilidad en cuanto a capacidad, aclara Lara Cohen, portavoz del centro. Aparte de este centro, también tienen el Parque de la Paz, que cuenta con una trayectoria de 32 años. Aquí se realizan inhumaciones de personas de diferentes credos, pero al hablar con la comunidad musulmana vieron que no iba a ser posible adaptar este cementerio a sus necesidades. Por ello, hace dos años y medio crearon el Cementerio Alsalam. Cohen explica que creían que esto iba a ser algo que se quedase entre las fronteras de la Comunidad Valenciana; sin embargo, solamente el 30% de los enterramientos son de personas intracomunitarias y el 70% restante es del resto de España. En cuanto la covid-19, a diferencia de muchos cementerios, ellos no tuvieron problemas de espacio y fue el momento en el que se dieron a conocer. “Muchas familias me han dicho que si nos hubiesen conocido antes no hubiesen repatriado a sus familiares”, asegura Cohen, emocionada. Alsalam se adapta a los requisitos del cliente y hay opciones de sepultura perpetua o por cinco, 10 o 20 años. El único requerimiento que tienen es que el fallecido debe ser musulmán y, por tanto, debe estar registrado como tal. “El proyecto es a largo plazo, tenemos espacio para los próximos 50 años. Actualmente, tenemos un 15% del terreno ocupado”; aclara la portavoz en una llamada telefónica.
En la Región de Murcia, el cementerio municipal Nuestro Padre Jesús, en Espinardo, hay un terreno cedido a la comunidad musulmana. Este año se terminarán de construir 69 fosas nuevas, lo que deja el camposanto con un total de 166 sepulturas. En 2020, la Comunidad Islámica de España comunicó que la parcela estaba completa y no se podía enterrar a nadie más. Esta es la única que hay en la Comunidad. Molina de Segura, a unos 12 kilómetros de la capital, está en proceso de construir una zona destinada a los difuntos de credo musulmán, mientras que Cartagena y Águilas negocian con la comunidad islámica para habilitar los suyos.
En 2020, debido a la covid-19, el Ayuntamiento autorizó la creación urgente de dos nichos con capacidad para 12 personas en el cementerio municipal Sant Feliu de Guixols, Girona, según explica también el equipo de Maysoun Douas, que comenzó en febrero a recabar información de diferentes comunidades. Este espacio se ha quedado ya obsoleto y la comunidad musulmana de la localidad denunció en 2022 que llevan desde entonces para que les habiliten un espacio en el cementerio municipal. También indicaron que desde que hicieron la solicitud, y les ofrecieron unos terrenos en el Cementerio Nuevo, no ha habido avances.
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