¡°Ver, o¨ªr y callar¡±, as¨ª era el mundo del matrimonio detenido por maltratar a sus ocho hijos en Madrid
La investigaci¨®n judicial recoge que ver la tele, leer un libro o abrir una cuenta en redes sociales eran motivo de castigo por parte del padre. La madre solicita que se retire la orden de alejamiento de su marido
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La investigaci¨®n judicial sobre el matrimonio detenido en el municipio madrile?o de Colmenar Viejo por el maltrato de sus ocho hijos contin¨²a y prosigue la toma de declaraciones de testigos y v¨ªctimas. Las pesquisas dibujan c¨®mo los menores viv¨ªan en un mundo de ¡°ver, o¨ªr y callar¡± en el que hab¨ªa que ¡°aguantar¡±, como manifiesta uno de los testigos a los que se ha tomado declaraci¨®n. El progenitor contin¨²a con su trabajo en el hospital Gregorio Mara?¨®n mientras espera a que el juez decida sobre la petici¨®n de retirada de la orden de alejamiento por parte de la madre, que ha negado ser v¨ªctima de violencia machista.
D. y M. se conocieron hace 16 a?os en una cl¨ªnica de Aravaca en la que ¨¦l trabajaba como m¨¦dico y ella como administrativa. Seg¨²n fuentes cercanas a su entorno, ¨¦l se separ¨® en esa ¨¦poca y comenzaron su relaci¨®n. ?l tiene 56 a?os y procede de Salamanca y ella 44 y es de Madrid. Su n¨²mero de colegiado m¨¦dico pertenece a esta provincia castellana en la que contin¨²a buena parte de su familia. Desde que se casaron, ella abandon¨® su puesto de trabajo y tuvieron un hijo pr¨¢cticamente cada a?o. La mayor¨ªa naci¨® en el centro en el que trabaja su marido desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Conforme m¨¢s hijos ten¨ªan, m¨¢s habitual era o¨ªr a D. comentar que con tanta familia era muy dif¨ªcil llegar a fin de mes.

Su vida salt¨® por los aires cuando a principios de abril se hizo p¨²blica su detenci¨®n y la de su esposa por el supuesto maltrato de sus ocho hijos y la retirada de la patria potestad de todos ellos. La comunicaci¨®n de la Guardia Civil hablaba de faltas constantes a clase, justificadas con la firma de los padres, un ambiente extremadamente insalubre en el chalet en el que resid¨ªan y castigos que consist¨ªan en encerrar a los menores.
De la investigaci¨®n actual se deduce que el centro escolar fue el primero que detect¨® que algo iba mal. Seg¨²n la instrucci¨®n, el colegio llev¨® en marzo a una de las ni?as a ser inspeccionada a un centro m¨¦dico para analizar sus heridas despu¨¦s de que ella expresara su temor por volver a casa con asignaturas suspendidas. All¨ª descubrieron hematomas y una brecha. Los responsables escolares trasladaron sus sospechas a la Guardia Civil, coincidiendo con una visita de agentes del cuerpo a uno de los colegios de los menores para hablar sobre los peligros de la violencia y las bandas latinas.
Fue una guardia civil la que escuch¨® los hechos que relataba la menor y se puso en marcha la investigaci¨®n que concluy¨® con el traslado de los menores a un centro de acogida y la detenci¨®n de los progenitores solo unos d¨ªas despu¨¦s. Los ni?os llegaron a su nuevo hogar temporal en un minib¨²s en el que los m¨¢s peque?os se pusieron a cantar. No era la primera vez que el padre era denunciado por maltrato familiar, aunque el caso se hab¨ªa archivado sin condena. Fuentes de servicios sociales explican que lo habitual cuando se retira la patria potestad es contactar con la familia extensa para comprobar si alguien se puede hacer cargo de los ni?os, pero, en este caso, al ser ocho, puede ser ¡°m¨¢s complicado¡±. Todos los familiares con los que ha contactado este peri¨®dico han permanecido en silencio o incluso aseguran no conocer al matrimonio.
La madre ha pedido que se levante la orden de alejamiento que impide que su marido se acerque a ella y ha asegurado que no se siente una mujer maltratada. ¡°Su versi¨®n es que los ni?os han empezado a fantasear, que les han convencido los amigos y han exagerado la situaci¨®n¡±, adelantan fuentes jur¨ªdicas, que tambi¨¦n avanzan que los progenitores presentar¨¢n documentaci¨®n pericial psiqui¨¢trica que corrobora su versi¨®n.
La televisi¨®n estaba prohibida para los menores, que incluso eran agtredidos si se les descubr¨ªa vi¨¦ndola, seg¨²n la investigaci¨®n. Fuentes cercanas a la familia aseguran que D. hab¨ªa comentado en varias ocasiones que hab¨ªa prohibido tajantemente la televisi¨®n en su casa porque solo ¡°contaba mentiras¡± y no quer¨ªa que los ni?os vieran ¡°cosas raras¡±. ¡°Esta decisi¨®n se hizo firme despu¨¦s de la pandemia¡±, comenta el entorno del matrimonio a este peri¨®dico. ?l, fiel aficionado del Real Madrid, s¨ª que sol¨ªa ver los partidos de su equipo. La instrucci¨®n refleja numerosas escenas de maltrato en las que ¡°¨¦l se cabreaba y ya, a rezar¡±, explicaba uno de los ni?os a los investigadores. Los testimonios recabados apuntan que eran los hijos mayores los que se convert¨ªan en la diana habitual de los enfados del progenitor.
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Otro de los motivos de ira de D. eran las redes sociales. Cuando descubri¨® que dos de las ni?as hab¨ªan abierto una cuenta, explot¨®. En otra ocasi¨®n la furia del padre se desat¨® cuando una de las hijas llev¨® a casa el libro que le hab¨ªa prestado una amiga, tanto que lo rompi¨® y le prohibi¨® leer si no aprobaba todas las asignaturas. Seg¨²n ¨¦l, conten¨ªa escenas ¡°porno¡±. El libro, El reino de los malditos, pertenece a una trilog¨ªa de fantas¨ªa muy popular entre adolescentes.
Los hijos mayores declarar¨¢n en una c¨¢mara Gesell, un espacio judicial especialmente acondicionado para menores. Se trata de una sala en la que se cita al menor junto a un psic¨®logo y, separados por un espejo, en otra sala, se encuentran los abogados, el juez y el fiscal. En los procesos en los que est¨¢n involucrados menores, se utiliza esta declaraci¨®n como prueba preconstituida, es decir, que despu¨¦s no ser¨¢ necesario que vuelvan a dar su testimonio en un futurible juicio para evitar la revictimizaci¨®n.
Numeroso material m¨¦dico
En la casa se encontr¨® tambi¨¦n algo que los agentes no esperaban: numeroso material m¨¦dico. ¡°Sobre todo batas y ropa m¨¦dica, pero tambi¨¦n medicamentos y mascarillas¡±, apuntan fuentes de la Guardia Civil. Estas mismas fuentes aseguran que la cantidad era ¡°muy elevada¡± y que estaba en pal¨¦s. Los agentes dejaron este material precintado dentro de la casa a la espera del avance de la instrucci¨®n. La misma casa a la que M. regres¨® a vivir despu¨¦s de la detenci¨®n y en la que mantiene las persianas bajadas todo el d¨ªa. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que la pareja est¨¢ valorando mudarse de ese chalet en el que viven de alquiler y que la Guardia Civil describi¨® como lleno de suciedad, con alg¨²n resto de v¨®mito, un microondas en p¨¦simas condiciones y uno de los ba?os inutilizado. La casa tambi¨¦n ten¨ªa agujeros en las paredes y montones de ropa por todas partes. Los ni?os dorm¨ªan en una habitaci¨®n con dos literas y una cama.
Sanidad confirma que el expediente de investigaci¨®n por el supuesto hurto ya est¨¢ abierto y se ha designado a un profesional que lo dirigir¨¢, pero que por el momento no ha comenzado porque est¨¢ pendiente del juzgado de instrucci¨®n. Profesionales del centro confirman que no han sido solicitados para ninguna entrevista al respecto.
Adem¨¢s de su trabajo en el Gregorio Mara?¨®n, el hombre tambi¨¦n trabaj¨® ocasionalmente en el sector privado, en concreto en cl¨ªnicas en la zona de Sanchinarro, Vallehermoso y Chamber¨ª, aunque las dos empresas que gestionan esos centros confirman a este diario que ya no existe relaci¨®n laboral con el m¨¦dico y que se trat¨® de momentos ¡°muy puntuales¡±. El doctor tambi¨¦n cubri¨® guardias en el hospital del Tajo, en Aranjuez, en un momento en el que hab¨ªa escasez de profesionales en ese centro y pagaban el doble que en otros hospitales, seg¨²n confirmaron fuentes sindicales. ¡°Desde el principio comentaba que iba fatal de dinero, que ten¨ªa muchos hijos y que necesitaba hacer muchas horas para llegar a fin de mes¡±, cuenta un profesional que le trat¨® brevemente por un asunto sindical, una afirmaci¨®n que confirman otros facultativos consultados.
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