El PP pone a prueba el tir¨®n nacional del ¡®efecto Ayuso¡¯ para recuperar terreno en Madrid el 23-J

Mientras corre la cerveza y se sirven tapas gallegas en un restaurante de Chamber¨ª, nada hace sospechar a Isabel D¨ªaz Ayuso lo que est¨¢ por venir. Es 28 de mayo, y la madrugada descubre a la l¨ªder en el Ni subo ni bajo, su bar de referencia, donde sus familiares y amigos han seguido el escrutinio que la corona como presidenta de Madrid con mayor¨ªa absoluta. La vuelta a casa es tard¨ªa. Y el despertar, como una sacudida el¨¦ctrica. Hay elecciones generales en 54 d¨ªas. No hay tiempo para regodearse en el triunfo. El 23 de julio hay examen: se dirime si el efecto Ayuso permite al PP reconquistar para el Congreso el terreno perdido en una circunscripci¨®n clave. Porque en las primeras elecciones generales de 2019, los conservadores cedieron la hegemon¨ªa de la derecha en Madrid frente a Ciudadanos en el Congreso (siete diputados por ocho). Unos meses despu¨¦s, con la repetici¨®n electoral, vieron c¨®mo crec¨ªa Vox. Y como resultado, los siete y 10 representantes obtenidos en esas dos elecciones generales de 2019 son el peor balance del PP en Madrid desde 1982. Una din¨¢mica que el equipo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o aspira a cambiar con la colaboraci¨®n de D¨ªaz Ayuso.

¡°La convocatoria electoral nos ha descolocado a todos los partidos, pero el estado de ¨¢nimo es bueno¡±, afirma un dirigente conservador que cuenta con la confianza de la presidenta regional. ¡°Lo suyo es que pasemos de 10 a 14 diputados como m¨ªnimo, subir tres o cuatro esca?os¡±, a?ade. ¡°Para eso tenemos que buscar un equilibrio entre defender nuestro territorio, y el resultado del 28-M, e ir a otros lugares de Espa?a¡±, sigue sobre la expectativa de que la l¨ªder haga campa?a por todo el pa¨ªs. ¡°Estamos a lo que nos diga la direcci¨®n nacional¡±.

Lejos quedan los a?os dorados del combo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar-Alberto Ruiz-Gallard¨®n, cuando el PP se dispar¨® a los 19 diputados (2000). Tambi¨¦n la ¨¦poca de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, cuando, 11 a?os despu¨¦s, repiti¨® ese resultado. El bipartidismo no es lo que era. Hay votos que se pierden hacia Ciudadanos, aunque cada vez sean menos (52.925 en las ¨²ltimas auton¨®micas). Y Vox busca ahora la f¨®rmula para evitar que el PP crezca a costa de sus representantes, como hizo Ayuso en las auton¨®micas del 28 de mayo.

¡°Pero ya est¨¢ el pescado vendido¡±, se lamenta un pol¨ªtico cercano a la extrema derecha que conoce a la perfecci¨®n a las dos formaciones. ¡°La campa?a afectar¨¢ poco¡±, vaticina. ¡°Ni en Espa?a, ni en Madrid¡±.

La resignaci¨®n del comentario contextualiza una realidad estad¨ªstica. La ¨²ltima vez que hubo elecciones generales, en Madrid 887.474 personas votaron al PP con Pablo Casado como candidato. En contraste, la ¨²ltima vez que hubo elecciones auton¨®micas en Madrid, 1.599.186 votaron al PP con D¨ªaz Ayuso como aspirante. Y dos a?os antes, tambi¨¦n con ella al frente, lo hicieron a¨²n m¨¢s: 1.631.608. Son 711.712 y 744.134 votos de diferencia, respectivamente. Datos que ahora sirven para calcular los objetivos del partido, y que el 23-J medir¨¢n la distancia que separa a Pablo Casado de N¨²?ez Feij¨®o, al PP de Madrid descabezado de hace cuatro a?os, del que ahora preside D¨ªaz Ayuso, y al momento pol¨ªtico que viv¨ªa Espa?a en 2019 del que se vive en el presente.

Mantener ese caudal de votos fluyendo en favor de Feij¨®o es ahora la misi¨®n de Ayuso, que se ha convertido en la l¨ªder regional conservadora m¨¢s votada en t¨¦rminos absolutos del ¨²ltimo ciclo electoral, por delante incluso de Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente de Andaluc¨ªa con mayor¨ªa absoluta (1.589.272). Frenarlo es el objetivo de sus rivales regionales. Porque si hay un lugar en el que ahora mismo se siente fuerte Sumar, la plataforma de Yolanda D¨ªaz, es en Madrid, donde M¨¢s Madrid logr¨® el 28 de mayo 620.631 votos, y Podemos 161.032. Ninguno de los partidos que se han sumado al proyecto de la vicepresidenta del Gobierno ha logrado una cosecha parecida a esos 781.663 votos conjuntos en su circunscripci¨®n en los recientes comicios: por ejemplo, Comprom¨ªs lleg¨® a los 350.000 en la Comunidad Valenciana.

¡°No hay fronteras, no estamos aislados, ni se puede mirar hacia otro lado ni estar de espaldas a la realidad¡±, razona una fuente con galones del partido de M¨®nica Garc¨ªa para explicar que la organizaci¨®n se implique en el 23-J tras hacer campa?a durante el 28-M como un partido regionalista centrado ¨²nica y exclusivamente en Madrid. ¡°Estamos activados, y vamos a aportar lo mejor que tiene el partido, que son sus bases, y sus ideas¡±.

Para el PSOE la situaci¨®n es m¨¢s complicada. El 28-M le dej¨® sin cumplir el objetivo de recuperar la hegemon¨ªa de la izquierda y el liderazgo de la oposici¨®n, aun en manos de M¨¢s Madrid, y con un resultado que en n¨²mero de votos deja a los socialistas de Madrid por detr¨¢s de los de la Comunidad Valenciana, Catalu?a o Andaluc¨ªa.

¡°Hubi¨¦ramos esperado recuperar la segunda posici¨®n, pero las circunstancias han sido un poco jodidas¡±, reconoce un veterano socialista. ¡°Hemos pagado la parte del efecto gobierno, y de Podemos, much¨ªsimo¡±, a?ade en referencia a las pol¨¦micas que han rodeado al Ejecutivo de coalici¨®n. ¡°Y M¨¢s Madrid ha estado al margen de ese desgaste. Eso s¨ª, el efecto visual de la subida de esca?os [de 24 a 27] es importante¡±.

Quedan apena un mes para los comicios. No han pasado m¨¢s que 15 d¨ªas desde las auton¨®micas. Con la resaca de ese esfuerzo bien presente, para bien y para mal, los partidos preparan a sus organizaciones para la batalla por La Moncloa.

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