El jurado encuentra culpables del homicidio de San Blas a los autores materiales, pero exonera al excu?ado que plane¨® el asalto
El veredicto encuentra al ide¨®logo del golpe para quedarse con la recaudaci¨®n del que fuera su familiar, responsable de un intento de robo y su pena m¨¢xima no llegar¨¢ a dos a?os de prisi¨®n
El jurado popular ha considerado culpables de homicidio e intento de robo con violencia a los dos autores materiales del crimen de San Blas, en el que muri¨® un hostelero madrile?o en 2020. Los responsables de quitar la vida a Juan Miguel B. son Jos¨¦ Ram¨®n, el que apu?al¨® en el cuello a la v¨ªctima y Manuel, el otro hombre que particip¨® en el asalto. Sin embargo, el jurado exonera del delito de homicidio a David, el ide¨®logo del plan y excu?ado del hostelero, y apunta que solo es autor de un delito de robo con violencia en grado de tentativa. El fallo le¨ªdo este mi¨¦rcoles en la Audiencia Provincial de Madrid no considera probada la alevos¨ªa, es decir, la falta de posibilidad de defensa de la v¨ªctima, algo que habr¨ªa elevado la pena de los culpables, al calificar el crimen como asesinato.
Ante este dictamen, la fiscal y las acusaciones particulares que representan a la familia han solicitado para Jos¨¦ Ram¨®n 17 a?os de prisi¨®n; para Manuel, 15; y para David, la pena de un a?o y diez meses de c¨¢rcel. La defensa de Manuel ha pedido para su cliente una condena de ocho a?os y medio de c¨¢rcel, mientras que la de Jos¨¦ Ram¨®n ha solicitado una pena de 13 a?os y nueve meses de reclusi¨®n. La letrada de David, el ide¨®logo del asalto ha pedido para su patrocinado una condena de un a?o de c¨¢rcel.
El 8 de marzo de 2020 Juan Miguel B. sali¨® con su mujer del bar que regentaban en el barrio madrile?o de San Blas despu¨¦s de una larga jornada de trabajo. En el bolso de ella iba la cuantiosa recaudaci¨®n de aquel d¨ªa, en el que acogieron a los aficionados del Atl¨¦tico de Madrid antes del partido de ese d¨ªa y celebraron dos cumplea?os. Cuando estaban aparcando dos encapuchados se colocaron en las ventanillas de los asientos delanteros. Uno de ellos le advirit¨® a la mujer: ¡°No salgas o te rajo¡±. Mientras que el otro acuchill¨® al hostelero con una pu?alada que le alcanz¨® la aorta y que result¨® mortal de necesidad. Los servicios de emergencias no tuvieron opci¨®n a reanimarle.
La investigaci¨®n fue particularmente complicada por la fecha en la que sucedi¨®, pocos d¨ªas antes del estado de alarma, y por la ausencia de pruebas f¨ªsicas. La polic¨ªa no hall¨® huellas, ADN, grabaciones de c¨¢maras de seguridad ni el arma homicida. Tampoco hab¨ªa m¨¢s testigos que la pareja del fallecido, que estaba en shock cuando sucedi¨® todo y no acert¨® a reconocer a sus agresores. Ni siquiera el m¨®vil estaba claro, pues los atacantes hab¨ªan escapado del lugar sin llevarse ni un euros de sus v¨ªctimas.
Despu¨¦s de meses de complicadas pesquisas en medio de la pandemia y decenas de interrogatorios, las sospechas del Grupo V de Homicidios se centraron en David, el excu?ado de Juan Miguel, antigua pareja de la hermana de la mujer de la v¨ªctima. Diez meses despu¨¦s del asesinato y despu¨¦s de cuatro tomas de declaraci¨®n en la polic¨ªa, David confes¨® haber sido ¨¦l quien hab¨ªa encargado el asalto a dos conocidos con el objetivo de robarles. Dio el nombre de sus supuestos compinches y detalles de c¨®mo hab¨ªan preparado el golpe, que result¨® fatal, y aleg¨® que el motivo era su dependencia a las drogas y la necesidad de conseguir dinero. Manuel, uno de los ya condenados, cont¨® en el juicio que David le hab¨ªa propuesto dar un ¡°palo f¨¢cil¡± y que fue ¨¦l quien contact¨® con Jos¨¦ Ram¨®n, experto en artes marciales, por si la v¨ªctima se resist¨ªa.
El veredicto considera que no qued¨® probado que el excu?ado proporcionara a los asaltantes los cuchillos que portaban en el momento del atraco y apunta a que tan solo dio informaci¨®n sobre la v¨ªctima y su itinerario. La magistrada dictar¨¢ la sentencia en las pr¨®ximas semanas. Los autores materiales han vuelto a prisi¨®n despu¨¦s de escuchar el veredicto, mientras que David se ha marchado por su propio pie, como el resto de d¨ªas que ha durado la vista oral.
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