Concha, una comerciante de barrio, asesinada a pu?aladas en el mostrador de su tienda en Tirso de Molina
La polic¨ªa investiga el asesinato de una vendedora due?a de un negocio de toda la vida en Lavapi¨¦s con el atraco como principal hip¨®tesis. Varios testigos aseguran haber visto a un hombre salir corriendo en direcci¨®n a Atocha
![Patricia Peir¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff3eeddbb-0f5a-4d32-b038-2282541fd0f3.jpg?auth=5ba93abeac077f43d0c75d9611b48febce8934508a7b23285c754a0a1ca1a46f&width=100&height=100&smart=true)
Concha ten¨ªa 61 a?os, estaba detr¨¢s del mostrador de su tienda en la plaza de Tirso de Molina desde hac¨ªa m¨¢s de dos d¨¦cadas y este lunes a la una y cuarto de la tarde, 15 minutos antes de echar el cierre para irse a comer, ha muerto apu?alada. Todav¨ªa se desconoce qui¨¦n o qui¨¦nes han perpetrado el asesinato de la comerciante ni cu¨¢les son los motivos, aunque todo apunta a un atraco que ha acabado de la peor forma posible. Varios testigos que estaban en ese momento en la plaza, a cinco minutos de la Puerta del Sol, aseguran haber visto huir a un hombre hacia la zona de Atocha o Lavapi¨¦s, mientras la v¨ªctima lograba andar unos pasos hacia la salida de la tienda y se pon¨ªa la mano en el abdomen.
Alberto Loranca, vecino de la plaza, le hab¨ªa comprado una pajarita hac¨ªa solo una semana. Es m¨²sico y siempre acud¨ªa a Concha para que le recomendara camisas y complementos para sus actuaciones. As¨ª, en esa relaci¨®n de cliente y comerciante de toda la vida, charlaban de los problemas que se acumulaban en la plaza desde hac¨ªa tiempo. Tirso de Molina se ha convetido en un punto habitual de personas sin hogar y tambi¨¦n de drogodependientes. No es el primer homicidio ni la primera pelea que se desata en este punto, aunque siempre hab¨ªan quedado excluidos los comerciantes y los turistas, hasta ahora. ¡°Aqu¨ª, en el parque infantil que hay justo delante de la tienda, siempre se quedan bebiendo de madrugada y lo dejan todo sucio¡±, se?ala Loranca mientras mira hacia la tienda de Concha, a¨²n sin creer lo sucedido. Ese parque infantil ha servido este lunes para sujetar el cord¨®n policial que se ha mantenido durante varias horas.
Faltaba poco para que echara el cierre cuando un hombre ha entrado en la tienda y le ha asestado varias pu?aladas en el abdomen. Seg¨²n varios testigos ella ha conseguido salir hasta detr¨¢s del mostrador mientras el atacante ha escapado en direcci¨®n a Atocha o Lavapi¨¦s. Un chico con cascos que pasaba por ah¨ª ha sido el primero que ha visto a la mujer ensangrentada y ha comenzado a gritar pidiendo ayuda a la vez que ha intentado detener al agresor. Toni, otro testigo, ha visto salir al hombre huyendo y ha marcado el 091. En ese momento, Cristian, un camarero que trabaja en un bar cercano, se ha asomado y ha visto a la se?ora herida y a la viandante pidiendo auxilio. ¡°Entonces yo he salido corriendo y he parado a una patrulla para decirles que hab¨ªan herido a una mujer en una tienda¡±, explicaba minutos despu¨¦s, en un descanso. La v¨ªctima hab¨ªa recibido varias cuchilladas profundas en el abdomen. Los polic¨ªas han comenzado con las maniobras de reanimaci¨®n, que han continuado los sanitarios del Samur, pero debido a la p¨¦rdida de sangre ha sido imposible salvar su vida. Una testigo de lo sucedido asegura que el atacante llevaba una camisa de cuadros y sangre en los pantalones. Son los investigadores del grupo V de homicidios los que se han hecho cargo de la investigaci¨®n.
Seg¨²n fuentes cercanas a la familia, Concha era madre de dos hijos y estaba a punto de ser abuela por primera vez. Hab¨ªa comentado con muchos de sus allegados su intenci¨®n de jubilarse dentro de poco,. Su tienda Viste Bien es uno de esos locales de barrio de los que cada vez hay menos en el centro de Madrid, en cuyo escaparate se pueden ver camisas, corbatas, pajaritas y que est¨¢ especializado en uniformes de trabajo como camarero o cocinero, entre otros. ¡°Era muy trabajadora, siempre con una sonrisa en su tienda, estaba muy ilusionada con ser abuela¡±, contaba una amiga de la mujer que se ha acercado al negocio al conocer la noticia.
Solo unos minutos despu¨¦s del crimen, su marido y varios allegados han acudido al lugar y han permanecido junto al cord¨®n policial mientras la polic¨ªa tomaba huellas, realizaba el reportaje fotogr¨¢fico de la escena y buscaba entre las papeleras y jardineras de la plaza el arma homicida. ¡°Estamos todav¨ªa en shock, preferimos no decir nada porque a¨²n no nos lo creemos¡±, ha comentado escuetamente una familiar.
Varios vecinos se quejaban esta tarde de que la plaza se ha convertido en un foco de atracci¨®n de problemas y episodios violentos. A finales de octubre, un hombre de 24 a?os fue apu?alado por otros dos, por un asunto de drogas. Esa misma escena se repiti¨® en mayo, cuando dos chicos de 25 a?os tambi¨¦n tuvieron que ser hospitalizados por diversas pu?aladas en una reyerta en la plaza. No hay que irse tan lejos. Maribel, la conserje de un bloque de viviendas cercano al negocio, relataba esta tarde que hace dos d¨ªas un hombre entr¨® en el portal e intent¨® atracarla en su garita. ¡°Me empuj¨® contra la pared y me dijo que le diera lo que ten¨ªa, yo consegu¨ª meterle en un cuarto y llamar a la polic¨ªa¡±, explicaba la trabajadora. ¡°Esto aqu¨ª es el pan de cada d¨ªa, hay algunos que pasan droga y se colocaban justo en el parque delante de la tienda. Es que es alucinante, estamos a cinco minutos de la plaza Mayor¡±, contaba una colega de la conserje, que trabaja en otro bloque de la plaza.
Un camarero de uno de los bares cercanos, que prefiere no dar su nombre, explica que hace unos meses tuvo un encontronazo con uno de ¡°los habituales¡± de la plaza porque estaba molestando a unos clientes. ¡°Sac¨® una navaja y tuvimos que llamar a la polic¨ªa¡±, se?ala. El trabajador tambi¨¦n comenta que son comunes los robos de los m¨®viles al descuido. Alberto Loranca, el cliente habitual de Concha se lamentaba del abandono de esta zona: ¡°Est¨¢n dejando morir esto para que nos vayamos todos los vecinos y esto se llene de pisos tur¨ªsticos, como pas¨® en la plaza de Santa Ana¡±.
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