Dos delincuentes habituales del centro de Madrid, detenidos por matar a Conchi, la comerciante de Tirso de Molina
La polic¨ªa ha arrestado un d¨ªa despu¨¦s del crimen a un hombre de 58 a?os y a una mujer a pocos metros del lugar en el que se produjo el homicidio
El presunto asesino de Conchi, la comerciante de la plaza madrile?a de Tirso de Molina asesinada este lunes en su comercio, ha sido detenido un d¨ªa despu¨¦s del homicidio, muy cerca del lugar del crimen. El grupo V de Homicidios tambi¨¦n ha arrestado a una mujer supuestamente implicada en los hechos y que tambi¨¦n estuvo en la tienda. Ambos son espa?oles, nacidos en los a?os 1965 y 1967, respectivamente. La detenci¨®n se ha producido en la calle Atocha, muy cerca de la plaza y el lugar por el que los testigos aseguran que escap¨® el hombre al salir de la tienda. Fuentes policiales indican que ambos tienen numerosos antecedentes por robos con violencia y lesiones y que son delincuentes habituales de la zona Centro.
Este lunes, poco antes de la una y cuarto de la tarde, unos minutos antes de que la comerciante cerrara la tienda para irse a comer, lleg¨® al negocio una mujer acompa?ada por un hombre. Seg¨²n fuentes policiales, la ahora detenida conoc¨ªa a la v¨ªctima. Estas mismas fuentes explican que una c¨¢mara graba c¨®mo ella es la que abre la puerta y el hombre entra con un arma blanca en la mano con la intenci¨®n de atracar a la tendera y arrebatarle lo que tuviera en la caja. Los investigadores creen que lo m¨¢s probable es que el plan consistiera en que ¨¦l ejecutaba el robo mientras ella permanec¨ªa en la entrada vigilante a cualquier imprevisto. Dentro de la tienda, sucedi¨® lo peor. Comenz¨® un forcejeo entre el atracador y la v¨ªctima y este acab¨® asest¨¢ndole al menos tres pu?aladas. Antes de salir, el atacante, alto y espigado seg¨²n varias descripciones, cogi¨® lo que pudo de la caja y sali¨®. En la puerta, relatan varios testigos, vacil¨® durante unos segundos sobre qu¨¦ direcci¨®n tomar y acab¨® escapando en direcci¨®n a Atocha, donde hoy ha sido detenido junto a su supuesta compinche, una mujer rubia de pelo rizado.
Seg¨²n cuentan los allegados de Conchi, la mujer ten¨ªa previsto jubilarse en agosto. De hecho, ya no ped¨ªa g¨¦nero porque estaba acabando con sus existencias. Su establecimiento estaba especializado en uniformes de trabajo y ropa de caballero. Ella era la due?a de este negocio que regentaba desde hac¨ªa d¨¦cadas en este local con alquiler de renta antigua. Un comercio de los de toda la vida. Ten¨ªa dos hijos, y una de ellos estaba a punto de convertirla en abuela. Algunos de sus familiares tambi¨¦n tienen comercios por la zona.
Este lunes, cuando sucedi¨® todo, su marido la esperaba mientras ella se dispon¨ªa a cerrar a mediod¨ªa. Estaba sentado en el parque infantil frente al negocio, en unos asientos que se conocen como muelas por la forma y el color que tienen. Todo sucedi¨® dentro del establecimiento, ni siquiera el marido de la v¨ªctima se enter¨® de lo que estaba pasando porque antes de acceder al interior de la tienda hay un porche con escaparates. El que s¨ª que lo vio fue un chico con gorro y cascos que pasaba por ah¨ª y que lleg¨® a intentar detener al asaltante. ¡°?Le han robado! ?Ella est¨¢ en el suelo!¡±, oyeron decir a este testigo. Conchi perdi¨® mucha sangre en poco tiempo y, a pesar de las maniobras de reanimaci¨®n de la polic¨ªa primero y de los sanitarios del Samur despu¨¦s, fue imposible hacer nada por salvarla. Los agentes trataron de buscar en los momentos posteriores al crimen el arma homicida en las jardineras y el las papeleras del entorno, pero no la hallaron en ninguna.
El lunes por la noche y este martes por la ma?ana, decenas de vecinos, clientes, amigos y conocidos de Conchi le han rendido homenaje en la puerta de su establecimiento, lleno de velas y ramos de flores. Una de las que ha participado en el minuto de silencio de este martes es su amiga S. que tambi¨¦n trabaja en la zona como dependienta: ¡°Era una persona servicial, siempre con una sonrisa, intentando agradar a todo el mundo, estaba feliz porque iba a ser abuela de un nene, y encima estaba contenta porque su pensamiento era jubilarse en breve. Era extraordinaria¡±. Otro de los comerciantes de la plaza F. la recuerda cada ma?ana subiendo la persiana de su tienda, a la que acud¨ªa andando. ¡°Yo llegu¨¦ aqu¨ª hace 28 a?os y ella ya estaba. Esto se ha degradado mucho, no s¨¦ c¨®mo hemos llegado a esta situaci¨®n¡±, se lamentaba. Mariano, encargado de una zapater¨ªa de la plaza, comentaba que Conchi estuvo precisamente en su tienda la semana anterior y que adquiri¨® unos zapatos para su hija. La conserje de un edificio cercano explic¨® que solo cinco d¨ªas antes de este crimen, ella misma fue atracada en su garita.
La detenci¨®n se ha producido a las cuatro de la tarde, 27 horas despu¨¦s de que se cometiera el crimen. Los dos acusados del homicidio han sido esposados en plena calle, a cuatro minutos a pie del lugar en el que presuntamente cometieron el crimen. La toma de huellas, la existencia de im¨¢genes y el relato de los testigos han servido como pruebas para identificar y localizar en tan poco tiempo a los supuestos culpables. Los dos presuntos autores del asalto cuentan con numerosos antecedentes por robos con violencia y con fuerza. No consta que, al menos el detenido, tenga problemas de drogodependencia. Ambos se encuentran ya en las instalaciones policiales donde el grupo V de homicidios les tomar¨¢ declaraci¨®n. Este mi¨¦rcoles pasar¨¢n a disposici¨®n judicial.
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