El hombre detenido por matar a la comerciante de Tirso de Molina tiene al menos 13 antecedentes policiales
La c¨¢mara de la tienda fue fundamental para identificar al autor, un delincuente habitual del centro de Madrid, y a la otra presunta implicada, que se qued¨® vigilando en la puerta
Jes¨²s M. estaba en el punto de mira de la polic¨ªa desde el mismo d¨ªa del crimen de Conchi, la due?a de un establecimiento textil en la plaza madrile?a de Tirso de Molina acuchillada en su tienda este lunes. En el local hab¨ªa c¨¢maras que registraron la agresi¨®n y en las que se ve la escena de forma clara y n¨ªtida. Tanto, que los investigadores tuvieron r¨¢pido el nombre de un sospechoso encima de la mesa. En la grabaci¨®n se ve c¨®mo el atacante clava un objeto afilado a la v¨ªctima de 61 a?os en repetidas ocasiones. Tambi¨¦n se observa a una mujer que facilita el atraco, que abre la puerta y que se queda en el exterior. Los detenidos son delicuentes habituales de la zona. ?l cuenta con al menos 13 antecedentes policiales a sus espaldas por robos, lesiones y quebrantamientos de condena. Los investigadores creen que v¨ªctima y detenidos se conoc¨ªan del barrio.
No solo la c¨¢mara de la tienda les registr¨®, tambi¨¦n fueron de ayuda otros dispositivos urbanos en un barrio fuertemente vigilado como es el centro. Fuentes policiales apuntan que los dos se cambiaron de ropa y regresaron a un hostal a 200 metros de la tienda de Conchi con el ¨ªnfimo bot¨ªn que obtuvieron de su golpe. Ambos fueron detenidos este martes, 24 horas despu¨¦s del asesinato, en las inmediaciones del hostal, en la calle Atocha. Los dependientes de un bar observaron c¨®mo los polic¨ªas met¨ªan en sendos coches a los dos presuntos culpables sin ofrecer resistencia. ?l, de oscuro, ella, con mallas deportivas y melena rubia rizada. Los dos son espa?oles, son pareja, de 58 a?os ¨¦l y 56 ella. Jes¨²s M. naci¨® en la Comunidad de Madrid. Su primer ingreso en prisi¨®n data de 2004, el ¨²ltimo, de 2012. Una detenci¨®n en tiempo r¨¦cord que pone nombres y apellidos a los presuntos autores de un crimen que ha conmocionado a los vecinos de la plaza Tirso de Molina, donde Conchi era muy querida.
La v¨ªctima era una de las comerciantes hist¨®ricas de la zona. Llevaba tras el mostrador de su negocio Vistebien desde hac¨ªa tres d¨¦cadas. Seg¨²n cuentan algunos de sus amigos como S. a ella no le preocupaba en exceso la inseguridad de una plaza en la que trabajaba casi siempre sola y muchas veces con la puerta abierta. ¡°Muchos d¨ªas ten¨ªa que recoger los vasos de la puerta de la tienda de los que hacen botell¨®n aqu¨ª por la noche¡±, se?ala esta allegada. Todas las personas consultadas que la conocieron recalcan que estaba feliz por su pr¨®xima jubilaci¨®n y que le encantaba la ropa. Su negocio estaba especializado en prendas de caballero y uniformes. Conchi era la modista que hab¨ªa elaborado, por ejemplo, los trajes de la chirigota de Madrid, un grupo musical que esta semana la recordaba en una publicaci¨®n y mostraba la creaci¨®n que hizo para ellos. Alberto Loranca, un vecino de la plaza que es m¨²sico, tambi¨¦n acud¨ªa regularmente a comprarle ropa para sus actuaciones.
Los investigadores de homicidios bajaron el lunes sobre las nueve de la noche las persianas del negocio de Conchi, cuando acabaron con la inspecci¨®n ocular, la toma de huellas, el reportaje fotogr¨¢fico y tras recoger las im¨¢genes de la c¨¢mara de seguridad. El presunto culpable estaba cerca y ellos no iban a tardar en cazarlo. Desde entonces las persianas no han vuelto a subirse y la entrada se ha llenado de flores y velas como homenaje a la v¨ªctima de un robo frustrado. Un homicidio por unos pocos euros.
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