¡®Time Out¡¯ encumbra a Carabanchel como el ¡°tercer mejor barrio del mundo¡± ante la incredulidad de sus vecinos
El elogio de la revista elude los problemas del distrito, rebosante de galer¨ªas de arte, pero con falta de m¨¦dicos, inversi¨®n p¨²blica y acceso a la vivienda
Hacer barrio detr¨¢s de la M-30 es una osad¨ªa que Carabanchel quiere cometer. La explosi¨®n de galer¨ªas de arte, residencias estudiantiles, salas de ensayo para bandas y una agenda cultural variada y de calidad, han puesto el foco sobre este distrito obrero de Madrid, que ha llegado a ser nombrado como ¡°el tercer mejor barrio del mundo¡±, por la famosa revista Time Out. Tal elogio despierta la incredulidad de algunos vecinos, que constantemente se manifiestan en las calles para demandar m¨¢s m¨¦dicos, seguridad, inversi¨®n p¨²blica y mejor acceso a la vivienda.
Carabanchel ha sido hist¨®ricamente una cantera de artistas e inspiraci¨®n de m¨²ltiples obras, desde su anexi¨®n a Madrid en 1948. All¨ª han nacido escritores y cineastas como Lorenzo Silva o Achero Ma?as; y han crecido c¨¦lebres personajes como Manolito Gafotas, de la pluma de Elvira Lindo. A partir de 2019, cuando Sabrina Amrani abri¨® la primera galer¨ªa, han sido las artes pl¨¢sticas las que han encumbrado al distrito como un referente cultural.
Los artistas comenzaron a llegar atra¨ªdos por el m¨®dico precio del alquiler, la cercan¨ªa con el centro y las naves de gran tama?o que encontraron en este sector industrial. Han tejido una red que conforman m¨¢s de 40 estudios, talleres de artesan¨ªa y espacios expositivos. Otros creadores que ya viv¨ªan hace a?os en el barrio, convirtieron sus casas en galer¨ªas. Carbanchel comenz¨® a minarse de bodegas con lienzos, esculturas e instalaciones.
Los espacios art¨ªsticos encajaron en un barrio obrero, en el que sobran los talleres de coches, carpinter¨ªa y metalurgia, que demandan materiales muy similares a los que se necesitan para montar una exposici¨®n. Fer Franc¨¦s, fundador de Veta ¡ªuna de las galer¨ªas m¨¢s reconocidas del distrito¡ª se?ala que sus proveedores ¡°son los vecinos del barrio¡± y pone como ejemplo a la f¨¢brica textil Anto?ita Jim¨¦nez, en su misma calle, a la que compran las lonas y telones que usan en las exhibiciones, o a Patanel, la f¨¢brica de cerveza del barrio, que contribuye en las inauguraciones de las muestras. ¡°Incluso tienes sitios para comprar m¨¢rmol. Es como un sue?o para los escultores¡±, afirma Franc¨¦s. Esta simbiosis entre galeristas y comerciantes locales tambi¨¦n la atestigua el artista cubano, Carlos Garaicoa, de la galer¨ªa Elba Ben¨ªtez, quien deriva ocasionalmente ¡°algunos trabajos de pintura¡± al taller automotriz de los Hermanos Gonz¨¢lez, que est¨¢ cruzando la calle.
Garaicoa ha trasladado su estudio desde el centro de Madrid hasta el n¨²mero 62 de la calle de los Hermanos del Moral en el barrio Opa?el, uno de los siete de Carabanchel. ¡°Ahora pago la mitad de lo que pagaba en el centro, por un espacio tres veces mayor¡±, compara el artista, desde su nave de 300 metros, adornada con obras de gran formato. ¡±Los artistas necesitamos grandes espacios y en el centro no los hay¡±, concluye.
Muchos artistas y residentes llegaron a Carabanchel huyendo de la gentrificaci¨®n, un problema que incluso aqu¨ª ha empezado a perseguirlos. El precio de alquiler en este distrito ¨Del m¨¢s poblado de Madrid con 262.339 habitantes¨D ha alcanzado casi los 14 euros por metro cuadrado, lo que supone un incremento del 11% respecto al a?o anterior, seg¨²n idealista, aunque la propiedad de este portal de referencia inmobiliario pertenece al fondo de inversi¨®n brit¨¢nico Oakley Capital, que a su vez es el due?o de Time Out.
Varios vecinos han manifestado su incredulidad ante el art¨ªculo de la revista. ¡°No nos gusta eso de que vamos a ser el nuevo Brooklyn, ni esas tonter¨ªas¡± se?ala Mar¨ªa Oca?a, residente del barrio y trabajadora en una de las galer¨ªas de arte. La joven, de 27 a?os, considera que estos art¨ªculos ¡°pueden romantizar una realidad que no es¡± y sospecha de una intenci¨®n oculta tras esta publicaci¨®n de subir los precios de alquiler.
La revista Time Out elige los mejores barrios del mundo con base en una encuesta a sus lectores. La publicaci¨®n ha precisado a EL PA?S que este a?o han participado 21.000 personas de todo el mundo, aunque desconocen si quienes votaron han visitado el barrio, ¡°ya que solo se les pregunta por su barrio favorito de cada ciudad¡±. Time Out ha resaltado por correo que el resultado es sometido a una ¡°curaci¨®n editorial¡±, aunque ha evitado responder qu¨¦ criterios tiene en cuenta el comit¨¦ encargado de enlistar el ranking.
El verdadero Carabanchel
Este jueves, al menos 80 personas protestaban frente al centro de salud de Abrantes, que sirve de referencia a 30.000 carabancheleros. Esa tarde deber¨ªan haber estado ocho m¨¦dicos de asistencia primaria de turno, aunque en realidad no hab¨ªa ninguno. El centro ha perdido m¨¢s del 60% de su plantilla en los ¨²ltimos tres a?os.
Jorge Aranda, miembro de la asamblea popular de Carabanchel, afirma que ¡°la gente lleva m¨¢s de 16 a?os esperando un hospital¡±, desde la campa?a electoral de 2007, cuando Esperanza Aguirre prometi¨® construir uno en el predio de la antigua c¨¢rcel de Carbanchel. ¡°Algunas personas tienen que ir al 12 de Octubre o al hospital cl¨ªnico San Carlos¡±, a 13 kil¨®metros al norte, ¡°lo que dificulta el traslado de adultos mayores¡±, comenta el l¨ªder vecinal. En ese momento, un hombre que ha salido del Abrantes le transmite su angustia por una prueba de colon por la que tendr¨¢ que esperar m¨¢s de un mes. ¡°Cuando vemos que es de los mejores barrios del mundo, pero lo contrastas con los problemas reales, sabes que quieren vender una imagen irreal del distrito¡±, se?ala Aranda.
Sobre la precariedad sanitaria, el concejal de Carabanchel, Carlos Izquierdo (PP), afirma que ¡°todos los vecinos tienen un centro de atenci¨®n sanitaria que est¨¢ perfectamente atendido¡± y sobre el centro de salud de Abrantes estima que ¡°cumple con los requisitos establecidos¡±. El edil considera que el aumento del precio del alquiler ¡°es una buena noticia para los vecinos de Carabanchel, porque su casa se revaloriza¡±. En cuanto a los residentes que viven de alquiler, se?ala que ¡°siempre pueden elegir si irse al centro o a otro municipio que est¨¢ m¨¢s alejado y es mucho m¨¢s barato¡±.
El buque insignia del distrito tampoco ha sido motivo para que la administraci¨®n ponga los ojos all¨ª. Los galeristas demandan m¨¢s presencia del Gobierno, no ya para aportar al crecimiento de estos espacios, sino para capitalizar la curiosidad art¨ªstica que est¨¢ brotando en los ni?os y j¨®venes. El estallido cultural de Carabanchel ha sido una sucesi¨®n de esfuerzos privados, por amor al arte y sin ning¨²n impulso por parte del Ayuntamiento. Izquierdo, defiende que la actual administraci¨®n est¨¢ ¡°trabajando de la mano con las galer¨ªas y tiene muchos proyectos para el arte en Carabanchel¡±, aunque no especifica cu¨¢nto presupuesto se destinar¨¢, ni si abrir¨¢n centros de formaci¨®n para j¨®venes o cu¨¢l es el alcance de esos proyectos.
Los artistas entrevistados para este reportaje no certifican ning¨²n acercamiento del Ayuntamiento. Por el contrario, cada quien, a su manera, exige mayor presencia del Gobierno. Garaicoa, por ejemplo, recalca que ¡°la gente tiene inter¨¦s en el arte, pero eso no basta, hacen falta pol¨ªticas que den m¨¢s accesibilidad¡±, mientras que Franc¨¦s considera que ¡°siempre ha estado el r¨ªo como barrera¡±, en alusi¨®n al abandono gubernamental para los barrios m¨¢s all¨¢ del Manzanares.
La limpieza es otro escollo que afea a Carabanchel. Los distritos del sur de la M-30 reciben menos dinero para este rubro que los barrios c¨¦ntricos, a pesar de tener un ¨¢rea mayor. Carabanchel, Villaverde y Usera cuentan con un presupuesto de 262 millones para limpieza, frente al conjunto de Chamber¨ª, Centro y Tetu¨¢n, que reciben 315 millones, a pesar de que los del sur casi los triplican en superficie. Aranda ha denunciado que esta inequidad en el manejo de los recursos ¡°rompe con el principio de igualdad entre los distritos¡±.
En Carabanchel, el arte brota entre los montones de basura, como si el esfuerzo de la sociedad por dignificar el distrito quisiera imponerse sobre el descuido administrativo. La gentrificaci¨®n, la inseguridad y el desmantelamiento de los servicios p¨²blicos, permanecen aqu¨ª, en el tercer mejor barrio del mundo¡ excepto para sus vecinos.
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