El ¡®Pinar de los Belgas¡¯: ?dos pol¨ªticas de conservaci¨®n enfrentadas?
Este monte de Rascafr¨ªa est¨¢ a punto de ser incluido en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, pero el debate ser¨¢ c¨®mo hacerlo
Tras la compra por parte el Estado en 2021 del monte Cabeza de Hierro o Pinar de los Belgas, en Rascafr¨ªa (Madrid), el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica ha confirmado, despu¨¦s de largos estudios t¨¦cnicos, la idoneidad de incluirlo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su entorno inmediato. El debate que seguramente se va a abrir en estos momentos es c¨®mo hacerlo. El organismo aut¨®nomo de Parques Nacionales, entidad propietaria del monte, quiere incorporarlo siguiendo la misma v¨ªa utilizada en 2013 para incluir el colindante monte de Valsa¨ªn, en San Ildefonso (Segovia), tambi¨¦n de su propiedad.
Esta f¨®rmula consiste en la aplicaci¨®n de la figura denominada ¡°¨¢rea de especial protecci¨®n¡±, que permite la continuidad de la explotaci¨®n forestal tradicional (no admitida por el plan director de la red) sin menoscabo de la protecci¨®n que garantizan los Parques Nacionales. De esta forma se incorporar¨ªan al parque las zonas altas del Pinar de los Belgas no maderables (un 25% de sus 2.016 hect¨¢reas de superficie), acogi¨¦ndose el resto bajo esta figura que permite el aprovechamiento maderero.
La Comunidad de Madrid, por su parte, quiere incorporar al parque nacional la totalidad del monte a costa de suprimir su explotaci¨®n centenaria, lo que puede sonar bien a o¨ªdos del conservacionismo, aunque la realidad es m¨¢s compleja. Y es que un riesgo que hoy amenaza a nuestros bosques, colateral a la crisis clim¨¢tica, es el deterioro o el abandono de la gesti¨®n forestal, cuyos costes econ¨®micos se han disparado hasta dejar de ser rentable en muchos montes privados. El aprovechamiento maderero tradicional, hoy muy restringido por condicionamientos ambientales, es una forma de gesti¨®n sostenible en estos grandes pinares colindantes.
Pero como la gesti¨®n de los montes p¨²blicos es competencia de las comunidades aut¨®nomas, que son las que marcan las l¨ªneas de las distintas pol¨ªticas forestales regionales, los l¨ªmites administrativos pueden dificultar la conjunci¨®n de criterios de protecci¨®n en ecosistemas forestales compartidos. La inclusi¨®n total del Pinar de los Belgas en el parque nacional conllevar¨ªa diferentes modelos de gesti¨®n para estos dos montes tan pr¨®ximos e interconectados ecol¨®gicamente, con el consiguiente riesgo de discrepancias t¨¦cnicas y pol¨ªticas entre administraciones, adem¨¢s de la p¨¦rdida de empleo rural en el entorno y la desaparici¨®n de valores culturales en el espacio protegido. No todo puede destinarse al turismo en el parque nacional, como parece querer vender pol¨ªticamente el gobierno madrile?o con esta y otras ampliaciones previstas¡
El gran Pinar de los Belgas es de importancia estrat¨¦gica por su funci¨®n protectora de los recursos h¨ªdricos y la biodiversidad, y la mejor garant¨ªa para su conservaci¨®n es incluirlo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama siguiendo los mismos criterios aplicados en el pinar hermano de Valsa¨ªn, con el que comparte territorio, orograf¨ªa, historia, valores naturales, paisaje y cultura forestal.
Julio V¨ªas es ambientalista y profesor universitario
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