Las 200 hect¨¢reas de historia maderera y agr¨ªcola en Madrid que pueden convertirse en complejo tur¨ªstico
El Ayuntamiento de Rascafr¨ªa, antes gobernado por el PP y ahora por Vox, aprob¨® en abril un cambio en el plan urban¨ªstico para permitir el uso hostelero en un paraje de alto valor ambiental
La localidad de Rascafr¨ªa est¨¢ a hora y veinte en coche de Madrid. Hacia el norte. En el municipio, que linda con Castilla y Le¨®n, viven unas 1.730 personas y es conocido y visitado ¨Dcada vez m¨¢s¨D por varias cosas: sus piscinas naturales, que triunfan en verano; un monasterio del siglo XIV; o la monta?a m¨¢s alta de la Sierra de Guadarrama. Un paraje muy verde, de tradici¨®n ganadera y donde abundan pastos y cultivos. Tambi¨¦n fue una zona de importante explotaci¨®n maderera, por la cercan¨ªa del conocido popularmente como Pinar de los Belgas (debido al origen de sus propietarios), donde se construy¨® un aserradero, ya cerrado. El terreno est¨¢ calificado como suelo no urbanizable y protegido por su valor hist¨®rico, cultural y paisaj¨ªstico, por lo que no se permiten usos que alteren su estado natural. Tampoco construir edificaciones. O as¨ª hab¨ªa sido hasta ahora.
El Ayuntamiento aprob¨® el pasado abril ¨Dentonces gobernaba el PP, ahora lo hace Vox¨D un cambio en las normas urban¨ªsticas, que afectan a 200 hect¨¢reas de la zona. El ¨¢rea abarca parte del casco urbano y la periferia del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, donde se incluyen el pinar y el aserradero. La modificaci¨®n, que todav¨ªa requiere el visto bueno ambiental y de la Comunidad de Madrid, ampl¨ªa los usos autorizados en la zona: deportivo, forestal, cultural, tur¨ªstico y hostelero. Tambi¨¦n se permiten ¡°los establecimientos de turismo rural en edificaciones rurales tradicionales rehabilitadas¡±, como la f¨¢brica de madera, o rehabilitarlas ¡°para su conservaci¨®n, incluso con destino residencial y hostelero¡±, seg¨²n la memoria del nuevo plan.
En el texto, se justifica el cambio por ¡°razones de inter¨¦s p¨²blico¡±, porque la ordenaci¨®n est¨¢ ¡°obsoleta¡±. La normativa se aprob¨® en 1985 y, seg¨²n el Ayuntamiento, ¡°no permite responder a las necesidades actuales de dinamizaci¨®n del entorno del parque nacional ni de preservaci¨®n y puesta en valor de los elementos de valor arquitect¨®nico existentes¡±. Al permitir nuevos usos, el Gobierno local pretende ¡°posibilitar una oferta tur¨ªstica ordenada y de calidad¡±.
El nuevo alcalde, ?scar Robles (Vox), recuerda por tel¨¦fono que la propuesta de cambio es heredada del anterior equipo de gobierno (PP). Es la primera vez que el partido de ultraderecha presenta candidatura en este municipio y es el ¨²nico de la Comunidad donde fueron la fuerza m¨¢s votada. Sus listas acumularon el 31,26% de los votos (298), desbancando al PP, que obtuvo el 19,3% (184). El resultado es que Vox lidera la corporaci¨®n municipal con tres de los nueve concejales que forman el Ayuntamiento. El resto del pleno lo componen el Partido Popular con dos ediles, el PSOE con otros dos, y dos formaciones independientes con un esca?o cada una.
Robles insiste en que con el cambio urban¨ªstico no se plantea una recalificaci¨®n ¨D¡±como denuncia el movimiento ecologista¡±¨D y en que todav¨ªa debe pasar por varios filtros antes de aprobarse definitivamente. ¡°Evidentemente, es una zona de influencia, pero solo se va a poder rehabilitar y actuar sobre los edificios. En el entorno est¨¢ prohibid¨ªsimo y este Ayuntamiento lo respeta. Fuera de lo que es el aserradero, nada¡±. El primer edil a?ade que la nueva corporaci¨®n municipal ¡°no va a conceder licencias en terreno no urbanizable¡± a nadie, pero s¨ª ¡°ayudar a conservar en uso de la serrer¨ªa¡±.
Mar¨ªa ?ngeles Nieto, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n, opina que estas explicaciones son meros eufemismos. ¡°Se introducen una serie de usos que no son los que corresponden a un suelo no urbanizable de y especial protecci¨®n como este. En el fondo de la propuesta subyace la intenci¨®n de convertir en hotel el aserradero¡±, se?ala. El documento del Ayuntamiento s¨ª incluye una ¡°propuesta de turismo rural¡±: cinco de los edificios de la serrer¨ªa, cu¨¢ntas habitaciones habr¨ªa en cada uno, cu¨¢ntos hu¨¦spedes albergar¨ªan y tambi¨¦n el n¨²mero de empleados. ¡°Como urban¨ªsticamente no se pueden cambiar a capricho los usos de una parcela, lo hacen en todo el sector donde se incluyen las edificaciones. Lo justifican diciendo que es para conservarlas¡±, a?ade la activista.
El aserradero es propiedad de la Sociedad An¨®nima Belga de los Pinares del Paular, una empresa familiar que adquiri¨® la titularidad del monte Cabeza de Hierro, conocido popularmente como el Pinar de los Belgas, en el siglo XIX para la explotaci¨®n maderera. Durante d¨¦cadas, la industria y la demanda de materia prima no pararon de crecer en la zona y en otras localidades de la regi¨®n. Tras la crisis de 2008 ¨Den la que el sector de la construcci¨®n se vio especialmente afectado¨D, la actividad de la serrer¨ªa fue decayendo hasta el cierre. En su p¨¢gina web, la compa?¨ªa admite que la subsistencia del pinar supone ¡°un reto¡± y que ¡°la oferta queda abierta a empresas y particulares interesados en adquirir una propiedad¡±. Este peri¨®dico ha intentado contactar con la empresa, pero no ha obtenido respuesta a la publicaci¨®n de esta informaci¨®n.
En 2021, el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica, liderado por Teresa Ribera, compr¨® el Pinar de los Belgas por 18,9 millones de euros, pero no el aserradero. Uno de los motivos de la compra ¨Dtras a?os de idas y venidas, e intentos fallidos para que la Comunidad de Madrid adquiriera el terreno¨D fue que el paraje alberga una de las mejores representaciones de pino silvestre de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y se ha convertido en un para¨ªso para el buitre negro, especie protegida. ¡°Cuando se quedaron con el edificio ya saltaron las alarmas. Para qu¨¦ quiere la empresa el aserradero si ya no tienen el pinar. Que ah¨ª se permita un uso tur¨ªstico, con edificaciones, aparcamientos y accesos lleva al deterioro de la zona como tal¡±, comenta Nieto.
Adem¨¢s de un posible complejo tur¨ªstico en el aserradero, el plan del Ayuntamiento proyecta ¡°granjas escuela¡±, ¡°centros de interpretaci¨®n¡±, ¡°centros ecuestres¡±, ¡°instalaciones desmontables tipo invernadero y an¨¢logos¡± o ¡°eventos temporales y ferias relacionados con la actividad forestal¡±. Julio V¨ªas, ambientalista y profesor de la materia en la Universidad Aut¨®noma, trabaj¨® en el pinar de joven y considera que estos cambios favorecen la masificaci¨®n tur¨ªstica. ¡°Es una de las principales amenazas en la zona de la sierra. Rascafr¨ªa es uno de los puntos m¨¢s tur¨ªsticos de la Comunidad de Madrid, se forman atascos enormes y no tiene sentido impulsarlo m¨¢s¡±, se?ala.
V¨ªas califica de ¡°aberraci¨®n¡± el plan, aunque defiende que es necesario darles vida al aserradero y a los terrenos colindantes, que se est¨¢n perdiendo por falta de uso: ¡°No puede quedar abandonado, claro, pero deben impulsarse los usos tradicionales, como el ganadero. Son los que han conformado el paisaje y deben primar sobre el inter¨¦s tur¨ªstico¡±.
El paraje que rodea al pinar y el aserradero est¨¢ en la lista de los 100 paisajes culturales de Espa?a, elaborada por el Ministerio de Cultura, pero solo una de las edificaciones es considerada Bien de Inter¨¦s Cultural: el monasterio de Santa Mar¨ªa del Paular, declarado monumento protegido en 1876 y parte del ¨¢rea que entra en el plan del Ayuntamiento.
Junto al cambio de normativa, el anterior Gobierno municipal cre¨® un cat¨¢logo propio de bienes protegidos, para incluir la finca de la serrer¨ªa. Le otorga el nivel m¨¢s bajo de protecci¨®n ¨Del ambiental A4¨D, que permite pr¨¢cticamente todo tipo de obras sobre los inmuebles, incluido el aumento de altura. ¡°La ley dice que se podr¨¢ modificar el uso hostelero y residencial de edificaciones de valor patrimonial, por eso lo meten. Necesitan que tenga ese valor para carg¨¢rselo despu¨¦s, porque si no no pueden acogerse a la norma. Es perverso¡±, concluye Nieto, de Ecologistas en Acci¨®n.
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