As¨ª se prepara la inversi¨®n de 330 millones para realojar a casi 2.000 familias de la Ca?ada Real: ¡°Resolver¨¢ el problema¡±
Pese a las dudas de algunos vecinos, cuatro administraciones avanzan este mi¨¦rcoles en un protocolo para cerrar en diez a?os el asentamiento ilegal m¨¢s grande de Europa
Lunes 4 de marzo. Una decena de personas esperan expectantes en la Delegaci¨®n del Gobierno de Espa?a en la Comunidad de Madrid. La confirmaci¨®n de que hay acuerdo se produce cuando la tarde muere y la noche llega: s¨ª, el Ejecutivo regional de Isabel D¨ªaz Ayuso da el visto bueno al protocolo que le compromete junto al Gobierno de Espa?a, y los Ayuntamientos de Madrid y Rivas Vaciamadrid, a invertir 330 millones de euros hasta 2034 para realojar a las miles de personas que viven en la Ca?ada Real, el asentamiento ilegal m¨¢s grande de Europa. El pacto, en el que se debe profundizar durante una reuni¨®n este mi¨¦rcoles, afecta directamente a las entre 1.500 y 2.000 familias censadas en 2011 en esta franja de 16 kil¨®metros que cruza Coslada, Madrid y Rivas Vaciamadrid para llegar hasta Getafe; se abrir¨¢ posteriormente a las personas llegadas tras esa fecha, si cumplen con los requisitos; y ver¨¢ c¨®mo los residentes son trasladados a vivir a todas las zonas de la regi¨®n, sin concentrarlos en promociones espec¨ªficas.
As¨ª resume el potencial del compromiso una fuente que conoce los entresijos de la negociaci¨®n y del protocolo en el que se basar¨¢ un futuro convenio para articular la inversi¨®n: ¡°El acuerdo es el compromiso de resolver de manera definitiva el problema de chabolismo en la Ca?ada. Se garantizan los fondos para que se pueda ejercer el derecho a la vivienda de todas las familias de Ca?ada en el marco m¨¢ximo de una d¨¦cada¡±.
El nuevo protocolo se basa en un borrador de 2022 al que accedi¨® EL PA?S, que ya entonces calculaba ¡°un m¨¢ximo de 1.631 procesos de realojo¡±. Tambi¨¦n, que la inversi¨®n de los 330 millones podr¨ªa ser usada para ¡°el derribo de chabolas, infraviviendas y construcciones ilegales existentes, as¨ª como las actuaciones de rehabilitaci¨®n edificatoria y de reurbanizaci¨®n y regeneraci¨®n urbana¡±. Esa cifra mastod¨®ntica se dividir¨¢ en cuotas de 110 millones de euros por cada uno de los tres niveles de administraci¨®n actuantes, y en proporci¨®n al n¨²mero de familias reubicadas en cada municipio. Y que ¡°el proceso de realojo incluir¨ªa la adquisici¨®n de viviendas, indemnizaciones, acompa?amiento social y otros gastos necesarios y directamente relacionados con estos¡±.
Sin embargo, el anuncio llena de dudas a los habitantes del asentamiento. Primero, porque no tienen claro qu¨¦ pasar¨¢ con quienes no est¨¢n en el censo del 2011 (¡±Se har¨¢ una revisi¨®n de la situaci¨®n de vulnerabilidad, para que no quede nadie fuera, y que se garantice que los nuevos beneficiados no tengan otras propiedades, ingresos, o ayuda de familiares¡±, precisa una fuente conocedora de la situaci¨®n). Segundo, por la incertidumbre que les genera no saber cu¨¢ndo les tocar¨¢ un traslado que puede darse entre 2024 y 2034, ni d¨®nde acabar¨¢n viviendo (¡±tendr¨¢n capacidad de decisi¨®n, se les presentar¨¢n propuestas adaptadas a su realidad laboral y social, y no habr¨¢ promociones especificas para realojos¡±, detalla este interlocutor). Y tercero, porque hay vecinos reacios al traslado, pues se aferran al tejido social que han construido en d¨¦cadas de vecindad en Ca?ada y temen no poder costear los alquileres de las nuevas viviendas (¡±si lo pagan, ser¨¢ simb¨®lico: firmar¨¢n un contrato y tendr¨¢n la vivienda mientras se mantenga su situaci¨®n de vulnerabilidad social¡±). Por eso hay quienes prefieren la legalizaci¨®n de sus hogares y el restablecimiento del fluido el¨¦ctrico: m¨¢s de 4.000 residentes llevan m¨¢s de tres a?os sin luz.
Mar¨ªa L¨®pez, integrante del equipo jur¨ªdico de la Plataforma Luz Ya, se ha enterado del acuerdo por la prensa. Condena que el plan se haya estructurado ¡°totalmente a espaldas de los vecinos y las asociaciones¡±. L¨®pez, que fue una de las representantes que llev¨® hasta Bruselas el reclamo por el restablecimiento de la electricidad en el asentamiento ilegal m¨¢s grande de Europa, considera incongruente ¡°que se hable de soluciones de realojos cuando se est¨¢ expulsando a la poblaci¨®n, cort¨¢ndoles la luz, y haciendo derribos ilegales para legitimar una estrategia de desalojo forzoso¡±. La afirmaci¨®n alude a las viviendas que han sido demolidas, mientras sus habitantes la desocupaban temporalmente. Uno de esos casos, de un hombre que viajo a Marruecos a visitar su familia y encontr¨® su vivienda reducida a escombros, ha derivado en una investigaci¨®n contra al ex alto comisionado para la Ca?ada Real de la Comunidad y el jefe de disciplina urban¨ªstica del Ayuntamiento de Madrid. L¨®pez adem¨¢s subraya que el grueso de las familias ¡°ya han manifestado que no quieren realojos¡±.
En la ma?ana de este martes, un grupo de mujeres atend¨ªa a una clase de convivencia y mediaci¨®n en el centro comunitario del sector cinco de Ca?ada Real. Como no hay luz, la trabajadora social que imparte el curso no ha podido usar el proyector ni encender la calefacci¨®n, aun as¨ª el debate ha estado candente durante toda la lecci¨®n, seg¨²n describen las asistentes. Una de ellas es Basma Taoumi, de 19 a?os. Su familia no quiere optar por el realojo. ¡°Preferimos quedarnos aqu¨ª, pero con luz¡±, se?ala la joven, que se declara felizmente acostumbrada su casa y a su ¡°patio¡±. En Ca?ada han tejido una comunidad, aunque sea entre las tinieblas. Aqu¨ª tienen sus amigos, familiares, el centro a donde acude a formarse. Poco m¨¢s. Solo piden electricidad. ¡°La necesidad de una nevera o un congelador es urgente¡±, se?ala la joven, rodeada de una decena de mujeres que asienten detr¨¢s del hiyab.
Cada cual aporta detalles de su situaci¨®n: ¡°Como no hay luz toca calentar la casa con chimenea y toda la ropa huele a humo¡±, ¡°el hijo peque?o de un vecino casi se muere porque se intoxic¨® con el carb¨®n del generador¡±, ¡°mi casa tiene ba?o, dos habitaciones con sal¨®n y cocina. Es una casa normal y corriente, solo le falta la luz¡±, son algunas de las frases con las que han intentado describir el padecimiento diario de vivir sin fluido el¨¦ctrico.
Siahm Boukhouima, de 45 a?os, tampoco quiere mudarse de Ca?ada, aunque aboga por las vecinas que s¨ª prefieren marcharse. ¡°A la gente que quieren reubicar, denle una luz ¨Dliteralmente¨D mientras los desalojan. Esto es un crimen total¡±, sentencia la mujer. L¨®pez, de la plataforma Luz Ya, reprocha ¡°que se hable de un plazo tan largo sin aportar una soluci¨®n a las situaciones que padecen las personas de Ca?ada Real¡±. A Laura Castillo, residente de 29 a?os, le parece ¡°una soluci¨®n a muy largo plazo¡±, mientras otra vecina del sector seis resalta que ¡°hay familias con enfermos que no pueden esperar¡±. Quienes quieren acogerse al plan de realojamiento, piden m¨¢s detalles de las viviendas ofrecidas para evaluar el impacto de la mudanza. Este mi¨¦rcoles se reunir¨¢ el Comit¨¦ Ejecutivo de la Ca?ada Real para trazar una hoja de ruta que podr¨ªa revelar m¨¢s detalles del anuncio del lunes.
Esta ¨¦poca se sufre particularmente en Ca?ada Real. ¡°Hay muchas dificultades en invierno, porque las placas solares no se llegan a cargar¡±, detalla Taoumi, antes de agregar: ¡°Llevamos m¨¢s de un mes sin encender la nevera, tenemos que comprar un kilo de carne para hacerlo en la misma tarde, porque no podemos guardarla¡±. Estos padecimientos los conoce de sobra Castillo quien ha vivido toda su vida en el sector cinco del asentamiento. ¡°En invierno el fr¨ªo es horrible. No te puedes duchar porque la casa est¨¢ como un t¨¦mpano¡±, resalta esta auxiliar de enfermer¨ªa, quien recuerda las dificultades que tuvo durante su ¨¦poca de formaci¨®n: ¡°Cuando ten¨ªa que estudiar para los ex¨¢menes hasta las 2 o 3 de la madrugada ten¨ªa que hacerlo con una linterna, era muy inc¨®modo¡±.
Pese a las incomodidades, en Ca?ada Real se sienten como en casa. Han plasmado su identidad en algunos murales que llevan frases como: ¡°Estas son nuestras casas¡±, ¡°esto no es un basurero¡±, ¡°luz para la Ca?ada¡±. Algunas de estas afirmaciones est¨¢n traducidas en ¨¢rabe, como muestra de la multiculturalidad de este asentamiento, que en su etapa de mayor ocupaci¨®n alberg¨® ciudadanos de 17 nacionalidades distintas. Algunas como Carolina Fern¨¢ndez, de 79 a?os, han vivido la mayor parte de su vida aqu¨ª. Lleg¨® cuando Ca?ada a¨²n parec¨ªa m¨¢s la v¨ªa pecuaria que siempre fue. Ten¨ªa algunas gallinas y un caballo. ¡°Aqu¨ª nos cost¨® mucho dinero traer la luz. Lo pagamos los vecinos¡±, afirma al frotar el pulgar en el ¨ªndice en recordatorio de la inversi¨®n, antes de se?alar los contadores al lado de su casa, que ahora cumplen una funci¨®n ornamental. ¡°?Qu¨¦ realojo es ese?¡±, pregunta esta mujer que calcula en 400 euros el alquiler social que tendr¨ªa que pagar en una nueva vivienda. ¡°Vamos a recurrir la comunidad europea y a quien haga falta, porque los que vivimos aqu¨ª no somos ningunos muertos de hambre¡±, se?ala, mientras toma el sol en su casa con su amiga Agustina, que tambi¨¦n lleva m¨¢s de 30 a?os en el barrio.
El pacto consensuado por el Gobierno de Espa?a, la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos de Madrid y Rivas-Vaciamadrid contempla una inversi¨®n de 330 millones de euros hasta 2034. No es el primer anuncio en este sentido. En 2017, la Comunidad de Madrid, y los Ayuntamientos de Madrid, Coslada y Rivas firmaron el pacto de la Ca?ada. Un a?o despu¨¦s, destinaron 18 millones para el realojo de 150 familias del sector 6. En 2021, 34 millones para reasentar 160 familias. El ¨²ltimo convenio, antes del anunciado este lunes, se dio en 2023, cuando las administraciones regional y local destinaron 52 millones para trasladar a otras 180 familias. En total, estos acuerdos han brindado una alternativa a m¨¢s de 400 familias en situaci¨®n de grave exclusi¨®n social, seg¨²n un comunicado del gobierno regional.
Pero el nuevo acuerdo debe ser el definitivo, seg¨²n las partes implicadas. Su plan est¨¢ claro, y es expeditivo. Primero, realojar. Inmediatamente despu¨¦s, derribar la vivienda desalojada para que nadie la ocupe de nuevo. Y cuando se vayan vaciando sectores, reconstruirlos con proyectos pendientes como el del bosque metropolitano para que el mayor asentamiento ilegal de Europa no se perpet¨²e y quede en el olvido.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.