La Ciudad de la Justicia de Madrid, una oportunidad para la transparencia

Hist¨®ricamente, los concursos p¨²blicos han desempe?ado un papel fundamental en la configuraci¨®n de paisajes arquitect¨®nicos e identidades culturales. Uno de los ejemplos m¨¢s obvios ser¨ªa Barcelona, donde desde finales del siglo XIX contribuyeron de una manera decisiva a la transformaci¨®n de la ciudad. La arquitectura p¨²blica encarna f¨ªsicamente la identidad y las aspiraciones de una ciudad; su papel es polifac¨¦tico y abarca aspectos funcionales, est¨¦ticos y simb¨®licos.

Los edificios p¨²blicos, como lo son los juzgados, los ayuntamientos y los centros culturales, act¨²an como puntos focales de la vida c¨ªvica, proporcionando espacios f¨ªsicos para la justicia, la administraci¨®n y las comunidades. Su dise?o y ubicaci¨®n contribuyen al tejido urbano. Adem¨¢s de influir en el flujo de personas y de veh¨ªculos, la arquitectura p¨²blica a menudo sirve como punto de referencia y refuerza la imagen de una ciudad.

Si nos centramos en el tema que nos ocupa, abundan los ejemplos de edificios emblem¨¢ticos que, adem¨¢s de ser el punto focal del sistema judicial, son s¨ªmbolos de una buena gobernanza democr¨¢tica. Pero, contrariamente a los dise?os tradicionales de los tribunales que enfatizaban la autoridad, la monumentalidad y la importancia de la justicia en la sociedad, los enfoques modernos hacen hincapi¨¦ en la transparencia, la eficiencia y el dise?o centrado en el ciudadano.

Basta con echar un vistazo a la geometr¨ªa del Palacio de Justicia en Brasilia (1963, Oscar Niemeyer), la arquitectura brutalista de la Corte Suprema en Canberra (1980, EMTB), el Palacio de Justicia en ?msterdam (1998, Claus en Kaan Architecten) que parece flotar sobre el agua o las torres doradas del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (2008, Dominique Perrault).

En Espa?a, edificios como el Palacio Judicial en C¨®rdoba (2017, Mecanoo Architecten & AYESA), el Palacio de Justicia de La Rioja en Logro?o (2016, Pesquera Ulargi Arquitectos) o el Palacio de Justicia en Ciudad Real (2006, Guillermo V¨¢zquez Consuegra) y la aclamada ciudad de Justicia de Barcelona proyectada por el premio Pritzker David Chipperfield tras un concurso de arquitectura en 2008 se inscriben en la misma senda; son ejemplos de edificios p¨²blicos que estimulan la innovaci¨®n arquitect¨®nica y el di¨¢logo cultural y judicial.

Recientemente, la Comunidad de Madrid ha vuelto a agilizar el pol¨¦mico proyecto de La Ciudad de la Justicia. Una vez terminado, se espera que m¨¢s de 30.000 personas hagan un uso diario de entre 10 a 13 edificios. El nuevo complejo judicial no solo estar¨¢ al servicio de los ciudadanos, sino que transformar¨¢ por completo el d¨ªa a d¨ªa de los que all¨ª trabajen, aglutinando todos los edificios que ahora se encuentran diseminados por Madrid.

As¨ª, acoger¨¢ a 5.000 funcionarios y servir¨¢ de lugar de trabajo para centenares de fiscales, magistrados y letrados. Suponiendo que el proyecto vaya a dar prioridad a las necesidades y derechos de los ciudadanos, la Ciudad de la Justicia de Madrid deber¨¢ convertirse en una pieza central del desarrollo comunitario y la gobernanza democr¨¢tica. En este sentido, ser¨ªa deseable que se integrara bien en el tejido urbano y reflejara el patrimonio arquitect¨®nico y las aspiraciones de una ciudad en auge, como lo es ahora Madrid.

Desde los inicios de la civilizaci¨®n hasta los centros c¨ªvicos contempor¨¢neos, los palacios de justicia siempre han sido s¨ªmbolos como parte visible del sistema jur¨ªdico de un pa¨ªs, una regi¨®n o una ciudad, tanto en las ciudades romanas como en la tradici¨®n jud¨ªa. Son edificios profundamente entrelazados con los entornos urbanos y los ciudadanos.

Al cuestionar esta relaci¨®n, los arquitectos pueden dise?ar los juzgados como espacios din¨¢micos e inclusivos que fomenten el compromiso c¨ªvico y el di¨¢logo. La integraci¨®n de los juzgados en desarrollos de uso mixto, la activaci¨®n de los espacios p¨²blicos y el fomento de la sostenibilidad pueden potenciar su papel como hitos c¨ªvicos.

Ese es el enfoque que adoptamos cuando dise?amos el nuevo Palacio de Justicia de Jerusal¨¦n, articulado en torno a dos bloques: un z¨®calo a modo de fachada continua a la calle que crea una sensaci¨®n de transparencia y que contiene las funciones p¨²blicas comunes (secretar¨ªas de los distintos tribunales, biblioteca, cafeter¨ªa, etc.), junto al bloque compuesto por los diferentes edificios del tribunal que de ¨¦l se derivan.

Bajo nuestro punto de vista, la transparencia como hilo argumental en todo el proyecto es esencial. Tanto en lo que se refiere al propio complejo, como al proceso de selecci¨®n de los responsables de su concepci¨®n y ejecuci¨®n. En el dise?o, fachadas transparentes, espacios p¨²blicos visibles y v¨ªas de circulaci¨®n claras que ayuden a desmitificar y modernizar los procesos judiciales pueden fomentar la confianza p¨²blica y la comprensi¨®n del sistema judicial, habida cuenta de que los tribunales deben reflejar los principios de apertura, responsabilidad e imparcialidad a trav¨¦s de su arquitectura.

En cuanto al proceso de selecci¨®n, sin duda, los concursos de arquitectura nacionales o internacionales supervisados por prestigiosos jurados profesionales ofrecen una plataforma ¨®ptima para ideas innovadoras y garantizan que el dise?o final refleje las diversas necesidades y aspiraciones de la comunidad. Al implicar a los arquitectos, las partes interesadas y el p¨²blico en un proceso de dise?o colaborativo, los concursos promueven la excelencia, la transparencia y la responsabilidad en la arquitectura, en este caso de un elemento tan crucial para Madrid y en nuestra sociedad como son los tribunales, que deben encarnar los principios de accesibilidad, transparencia e igualdad ante la ley.

Esperemos que el nuevo proceso de licitaci¨®n propuesto por la Comunidad de Madrid valore que las empresas licitantes propongan en sus ofertas trabajar con equipos de arquitectos de primer nivel nacional e internacional con experiencia en edificios similares, de tan profundo calado p¨²blico, importantes para las generaciones actuales y venideras.

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