El ¡®nuevo Miami¡¯ de empresarias latinas para el Madrid pijo: manualidades y vino (o cerveza)

Madrid es la casa de los hispanoamericanos. Hay incluso quien la llama la nueva Miami porque cada vez se escuchan m¨¢s acentos del espa?ol. A estas alturas, para nadie es un secreto que la capital est¨¢ de moda entre los latinos y que, en los ¨²ltimos a?os, la ciudad se ha llenado de inversi¨®n extranjera. Los latinoamericanos han atra¨ªdo, a su vez, a muchos de sus amigos y familiares, que han migrado en el ¨²ltimo a?o huyendo de la situaci¨®n pol¨ªtica de sus pa¨ªses y en busca de una mejor calidad de vida. Las redes de apoyo dentro de la comunidad les han permitido crecer y emprender en la ciudad. De ah¨ª ha nacido una nueva tendencia que ha dado un oficio a muchos de ellos: emprendedores latinos que han creado negocios de manualidades para los madrile?os m¨¢s adinerados y que se han hecho virales gracias al poder de las redes sociales. La f¨®rmula es muy diferente a lo conocido hasta ahora.

Todo comienza con una publicaci¨®n en Instagram. En ella se vende una novedosa experiencia relajante que combina dos cosas: una manualidad, inserte aqu¨ª cualquiera de las m¨¢s populares, desde crear una cer¨¢mica hasta pintar un cuadro, pasando por hacer una vela o un taller de bordado. El segundo elemento es el alcohol: vino o cerveza ilimitados.

Sus creadoras tienden a pensar que, con alcohol, el taller siempre sale mejor y que sus clientas reciben la experiencia relajante que se les ha prometido. Ninguno de estos talleres es una clase magistral de ninguno de los oficios mencionados, por lo que no se requiere ninguna experiencia previa ni titulaci¨®n. Vender una actividad en la que uno de los objetivos es declarar la guerra a la monoton¨ªa y el aburrimiento de tener que hacer siempre el mismo plan en Madrid es la clave del ¨¦xito de estos negocios.

Aunque existen decenas de emprendimientos de manualidades en Madrid, cada vez m¨¢s tienen en com¨²n que est¨¢n siendo organizados por mujeres latinas y emprendedoras que, gracias a sus redes de apoyo, sus redes sociales y las colaboraciones que han conseguido con los locales en donde hacen las experiencias, han podido tener un proyecto propio en un pa¨ªs que no es el suyo. Todas ellas tuvieron que renunciar a dedicarse a su carrera, pero en crear experiencias han encontrado una forma de conectar con otras mujeres, mayor¨ªa abrumadora en estos talleres, que buscan otras formas de divertirse en una ciudad en donde a veces parece que el ¨²nico plan es sentarse en una terraza durante horas.

Detr¨¢s de uno de los emprendimientos m¨¢s populares est¨¢ Adrienne Sitzer, de 39 a?os. Su negocio se llama Tu arte y Tu vino y, como explica su nombre, la experiencia consiste en hacer un taller de dos horas en la que los asistentes pintan un cuadro con un profesor que los va guiando en la clase mientras toman vino y amenizan la jornada, con un m¨²sico en vivo.

Este negocio no es un emprendimiento de Sitzer, sino una marca registrada en Venezuela de la cual ella es la CEO en Espa?a. ¡°En una visita que hice tuve la oportunidad de participar en uno de los eventos que ofrecen y llegu¨¦ a tal punto total de desconexi¨®n que vi el potencial que ten¨ªa para traerla a Madrid y ofrecer a los participantes la oportunidad de vivir ese momento de la misma manera que lo viv¨ª yo¡±, afirma Sitzer.

Y as¨ª lo hizo. Aunque, antes de encontrar este proyecto, prob¨® muchos otros trabajos en el rebusque, como se llama en muchos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica a la b¨²squeda de modos alternativos de ganarse la vida, al que muchas veces se ve sometido el migrante. ¡°Hace parte de la vida del expat [por expatriado, como prefieren llamarse a s¨ª mismos muchos migrantes para distanciarse de la carga negativa que, en determinados ambientes, puede tener de la palabra inmigraci¨®n] que tiene que reciclarse y reinventarse cuantas veces sea necesario para sobrevivir¡±, resume la venezolana, que dej¨® su pa¨ªs en el 2011 por la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica que atraviesa.

Sitzer tiene los derechos para explotar la marca en Espa?a y ha hecho colaboraciones con diferentes restaurantes de la capital, que le ceden el espacio para la actividad. Por el momento, el proyecto no es rentable, por lo que no es su principal fuente de ingresos. ¡°Estoy en la curva de crecimiento, espero que en un tiempo pueda vivir de ello, mientras tanto disfruto de organizar los talleres¡±, asegura. El perfil de personas que asisten son un 95% mujeres j¨®venes que van en grupos de amigas. El precio del taller es de 37 euros.

Para la empresaria, el que exista una red de venezolanos le ha ayudado mucho que su negocio crezca en Madrid. ¡°Siempre llego con mi carta de presentaci¨®n, que es que mi marca est¨¢ registrada en Venezuela, y eso lo aprecian mucho aqu¨ª, eso no creo que ocurra mucho en otros lugares¡±, afirma, para recalcar que, entre latinos, siempre se ayudan.

La red de apoyo latina en Madrid

Con esto coincide la venezolana Mar¨ªa de los ?ngeles Romero, de 31 a?os, fundadora de Norali Concept, un emprendimiento que empez¨® como un e-commerce de productos de barro en Chile, donde estuvo viviendo siete a?os antes de llegar a Madrid. Para Romero, esa experiencia fue un trampol¨ªn para llegar a Espa?a. ¡°Sent¨ªa que culturalmente no hac¨ªamos match con la ciudad, en cambio, en Madrid tenemos familia y apoyo¡±, afirma.

Romero ahora se dedica a crear talleres de Barro y Birra con su prima Mar¨ªa Jos¨¦ Mora, de 29 a?os, en los que los asistentes pueden crear sus propias piezas de cer¨¢mica y pintarlas con picoteo y cerveza. El precio del taller, de tres horas, son 50 euros. Las experiencias se hacen en el restaurante La Pen¨²ltima de Chamber¨ª porque un primo de Romero forma parte de la sociedad del bar. ¡°Tener esta red de apoyo me ha impulsado y me motiva cada d¨ªa. Han sido un pilar fundamental, sin ellos esto no se hubiese dado como ha funcionado a d¨ªa de hoy¡±, admite.

Cuando Romero lleg¨® a Chile, fue mucho m¨¢s dif¨ªcil porque no conoc¨ªa a nadie. En Madrid, es distinto, las redes de apoyo suponen un aliciente cada vez m¨¢s grande para los latinos que est¨¢n pensando hacia donde migrar. Lo mismo le ocurri¨® a Sarahi Teixeira, de 28 a?os, cuando sali¨® de Venezuela hacia Argentina. Despu¨¦s de ver que la econom¨ªa del pa¨ªs no le iba a permitir crecer y fundar su propio negocio, decidi¨® atravesar el charco y aterrizar en Madrid. No se equivoc¨®: ha podido cumplir su sue?o. Salpicarte es un emprendimiento que ofrece la experiencia de ir a pintar un cuadro salpicando pinturas a la pared mientras que toma una bebida. El precio de la actividad son 35 euros.

¡°En Argentina trabajamos en todo lo que iba saliendo, pero al final no funcion¨® y nos vinimos a Espa?a a ayudar a un familiar a montar un local de poke. Ese negocio tuvo que cerrar en pandemia y ah¨ª encontramos este local y decidimos lanzarnos a emprender por nuestra cuenta¡±, cuenta Teixeira, que asegura que la comunidad venezolana est¨¢ muy orgullosa de los esfuerzos de sus compatriotas fuera de su pa¨ªs. Su negocio propio es tan rentable que est¨¢n pensando en buscar un local m¨¢s grande y ampliar el espacio debido a la demanda que reciben los fines de semana. ¡°Todo ha sido por el alcance de las redes. Todav¨ªa me sorprendo de la cantidad de gente que viene por TikTok¡±, cuenta.

Este tambi¨¦n ha sido el caso de la chilena Nicole Newman, de 37 a?os, que, en busca del calor y de algo m¨¢s latino, lleg¨® a Espa?a desde Holanda, a donde hab¨ªa migrado inicialmente con su pareja. ¡°Lleg¨® la pandemia y ah¨ª tomamos la decisi¨®n de irnos a Espa?a en busca de amigos y familia¡±, asegura. Una Navidad, la suegra de Newman le regal¨® un kit de bordado y se volvi¨® su principal afici¨®n en un momento en el que no sab¨ªa a qu¨¦ dedicarse. Hab¨ªa estudiado Dise?o industrial y el arte siempre le hab¨ªa llamado la atenci¨®n.

Poco a poco, fue subiendo sus proyectos a sus redes, donde r¨¢pidamente empezaron a contactar con ella para ver si pod¨ªa dar cursos. Ah¨ª naci¨® P¨¦cora Craft, un proyecto que consiste en dar clases de diferentes t¨¦cnicas de bordado en Madrid y Valencia. Las clases mensuales van desde los 96 hasta los 280 euros. ¡°Aqu¨ª, la mayor¨ªa de la gente que viene son migrantes, como yo, que buscan adem¨¢s de aprender un nuevo oficio, crear lazos, amigos y redes en un pa¨ªs extra?o¡±, cuenta, para recalcar la importancia de estos espacios de confianza para la comunidad migrante en Madrid.

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