Desalojado un grupo de la acampada por Gaza en Madrid tras bloquear la avenida Complutense

Un mes despu¨¦s de que el Bloque Interuniversitario por Palestina instalara un campamento en solidaridad con Gaza en la madrile?a Ciudad Universitaria, la polic¨ªa ha desalojado, por primera vez, a una parte de sus integrantes. Ha sido a las 14.30 de este martes para desbloquear la avenida Complutense, que hab¨ªa sido cortada por un grupo de 150 j¨®venes. Unos 92 manifestantes han sido rese?ados por las autoridades y se exponen a una multa de entre 600 y 30.000 euros por infringir la ley de seguridad ciudadana, seg¨²n ha informado la Polic¨ªa Nacional. Los estudiantes desanclaron una veintena de tiendas de campa?a del c¨¦sped y las movieron a la autov¨ªa, una acci¨®n que ha cortado la circulaci¨®n en ambos sentidos entre las 13.30 y las 15.15. La acci¨®n de protesta se ha producido despu¨¦s de que el mi¨¦rcoles venciera el plazo que dieron los estudiantes a las universidades para que se pronunciaran sobre las peticiones de la acampada. Como no hubo respuesta institucional, los j¨®venes han comenzado una escalada de acciones. Vosotros no cort¨¢is relaciones, nosotros cortamos calles, se le¨ªa en un cartel desplegado en la manifestaci¨®n.

Una hora despu¨¦s del bloqueo, las Unidades de Intervenci¨®n Policial (UIP), m¨¢s conocidos como antidisturbios, llegaron a la avenida Cumplutense en al menos una veintena de patrullas. Un agente se dirigi¨® a los estudiantes, a trav¨¦s del altavoz de uno de los veh¨ªculos: ¡°Les habla la polic¨ªa: desalojen inmediatamente la v¨ªa p¨²blica o la polic¨ªa va a intervenir¡±. Al escuchar estas palabras, los j¨®venes se sentaron en el suelo y comenzaron a cantar Leve Palestina (larga vida a Palestina), mientras se tomaban de los brazos, formando una cadena.

Los agentes cercaron la concentraci¨®n, antes de retirar las carpas y desgranar a sus integrantes. Uno por uno, los manifestantes fueron sacados del grupo, algunos tambi¨¦n fueron requisados e identificados. Los estudiantes se resistieron, dejando caer el cuerpo a merced de la gravedad. El forcejeo provoc¨® que algunas piernas quedaran por encima de las cabezas, rostros sobre el asfalto y un par de zapatos sin piernas, tirados por la autov¨ªa. En algunas ocasiones, han hecho falta hasta cinco agentes para mover a un estudiante.

Blanca Mart¨ªnez, portavoz del Bloque Interuniversitario por Palestina, ha denunciado: ¡°Nos han doblado las mu?ecas, los brazos, nos han dado golpes en la cabeza, nos han metido los dedos en la boca, la nariz y las orejas, incluso cuando est¨¢bamos resistiendo de forma completamente no violenta¡±. Mart¨ªnez ha explicado que algunos de los j¨®venes han resultado heridos. ¡±De hecho, hay algunos que est¨¢n yendo a urgencias para hacer el parte de lesiones y se denunciar¨¢¡°, ha informado la portavoz.

Los manifestantes han ajustado el primer mes pernoctando a la intemperie. Se declaran cansados de cuerpo y mente, despu¨¦s de varios intentos fallidos de presionar a las universidades para que rompan los v¨ªnculos con empresas y universidades asociadas al Gobierno israel¨ª de Benjamin Netanyahu. Por esta raz¨®n, lanzaron el lunes por escrito un ultim¨¢tum a los rectorados, despu¨¦s de que los di¨¢logos con las instituciones acad¨¦micas dejar¨¢n una gran desaz¨®n en el campamento. ¡°El viernes pasado tuvimos una reuni¨®n con los vicerrectores de estudiantes de las seis universidades p¨²blicas madrile?as despu¨¦s de 14 d¨ªas de silencio debido a su negativa de sentarse a negociar. No parece haber voluntad de avanzar en torno a las medidas concretas¡±, se lee en el escrito en el que los j¨®venes daban a las universidades hasta el 5 de junio para que ofrecieran ¡°una respuesta clara¡± a sus peticiones.

¡°Parece que las universidades prefieren evitar decisiones concretas, asumir posiciones equidistantes o buscar eufemismos antes que romper con un estado que masacra personas rutinariamente¡±, se?alaba el Bloque Interuniversitario por Palestina en el escrito, antes de puntualizar: ¡°No hacemos esta acampada para que la universidad finja escucharnos y se lave la cara mientras todo sigue igual¡±.

Los estudiantes han dejado claro desde el inicio su compromiso de no violencia y han hecho de la desobediencia civil su herramienta para alzar la voz. Se han sentado dos veces a la mesa de di¨¢logo, ya que la primera tanda fue suspendida por los vicerrectores despu¨¦s de que los j¨®venes invadieran el Edificio de Estudiantes de la UCM en plena conversaci¨®n.

El Bloque Interuniversitario por Palestina valorar¨¢ en las asambleas de los pr¨®ximos d¨ªas si contin¨²a con la acampada o si se enfoca en otras formas de protesta. ¡°La acampada es un medio, no un fin¡±, aclara Mart¨ªnez antes de puntualizar: ¡°Seguiremos aqu¨ª durante el verano, seguiremos aqu¨ª el curso que viene, seguiremos aqu¨ª hasta que se rompan del todo las relaciones con Israel, tanto de nuestro Estado como de nuestras universidades¡±.

Este s¨¢bado, se unir¨¢n a una concentraci¨®n mundial por Palestina, que tendr¨¢ su sede madrile?a en la Puerta del Sol, a donde acudir¨¢n los manifestantes a las 18.00. Entre tanto, el compromiso adquirido por la acampada sobre mantener el orden en Ciudad Universitaria y cuidar la pulcritud de las fachadas de la Universidad Complutense comienza a diluirse en la impaciencia juvenil.

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