El sur del sur de Madrid tambi¨¦n existe y est¨¢ en Toledo: Sese?a, de fracaso urban¨ªstico a ciudad dormitorio con 30.000 madrile?os
El barrio residencial del Qui?¨®n, donde El Pocero proyect¨® construir una ciudad de 13.000 viviendas y que fue imagen del estallido de la burbuja inmobiliaria, resurge tras la llegada de miles de familias expulsadas del cintur¨®n sur de Madrid
Solo una mente fara¨®nica puede imaginar construir delante de un desierto flanqueado por un vertedero de neum¨¢ticos una puerta de seis metros de altura fabricada con m¨¢rmol macizo, so?ar decorarla con letras de oro para ponerle el nombre de su mujer y pensar que ser¨¢ buena idea. Esa mente llamada Francisco Hernando, al que Espa?a conoci¨® como Paco el Pocero, confes¨® en sus memorias que un d¨ªa lleg¨® con su coche de alta gama al secarral de Sese?a y camin¨® y camin¨® hasta que, ¡°con una puesta de sol incre¨ªble¡±, con el ¡°Gran Madrid¡± en el horizonte, se dijo as¨ª mismo en voz alta: ¡°Paco, ?Te ha llegado la hora de hacer una ciudad! Ser¨¢ la obra de tu vida: La ciudad de Francisco Hernando. ?Ser¨¢ el remate a tu biograf¨ªa!¡±.
El 21 de septiembre de 2007, el megal¨®mano Paco el Pocero inaugur¨® el Qui?¨®n, un complejo de 13.000 viviendas en medio de la nada que ¨¦l hab¨ªa vislumbrado como la ¡°¨²ltima¡± ciudad de Madrid, a pesar de pertenecer a Toledo. Fue una fiesta en la que hubo marisco, vino y jam¨®n, que se anim¨® con conciertos de Falete y Andy y Lucas. El famoso proyecto de Sese?a, ¡ªun rotundo fracaso inmobiliario y el m¨¢ximo exponente de la burbuja que estall¨® en Espa?a a principios de 2008¡ª, se ha reactivado en los ¨²ltimos dos a?os hasta el punto de que, hace tres meses, las gr¨²as, los andamios y los obreros volvieron a aparecer por el Qui?¨®n para levantar un gigantesco auditorio y rematar un bloque de viviendas que se qued¨® a medias y que est¨¢ previsto se entregue en 2026.
En este momento, las viviendas de esta ciudad dormitorio se han llenado de madrile?os expulsados del cintur¨®n sur de la comunidad. Las cifras hablan de unas 5.000 familias, 12.000 empadronados y 16.000 residentes en este espacio impersonal en medio de la nada. En Sese?a, al igual que en el resto del pa¨ªs, los precios de alquiler y venta han vuelto a dispararse. El municipio, a 40 kil¨®metros de Madrid, ten¨ªa una poblaci¨®n en el a?o 2007 de unos 12.000 habitantes. Desde esa fecha, cuando se inaugur¨® el Qui?¨®n, la cifra ha aumentado hasta los 29.000 en 2024, registrando un repunte de 2.000 personas entre 2022 y 2023, cuando se vendieron muchos de los pisos vac¨ªos de la ciudad de Francisco Hernando en diferentes promociones.
¡ªEl Pocero fue un crack. Sus sue?os al fin se han cumplido¡ª, dice Razvan Stoian, de 28 a?os.
Razvan es un joven nacido en Ruman¨ªa que lleg¨® siendo ni?o a Valdemoro y se mud¨® al Qui?¨®n en 2021 junto a su mujer y su hija reci¨¦n nacida. Primero vivieron de alquiler y luego, en 2023, compraron un piso de dos habitaciones con piscina y plaza de garaje por 120.000 euros que ahora podr¨ªa vender por 160.000. ¡°Es el momento de que nuestros sue?os tambi¨¦n se hagan realidad¡±, asegura Stoian, que acaba de abrir hace tres semanas junto a Sara Rivas, su esposa, de 29 a?os, la inmobiliaria Nexo Inmobiliario.
Desde su oficina, en una esquina de la calle de Sorolla, donde no hay carteles luminosos porque ¡°se tarda m¨¢s en ponerlos y quitarlos que en vender un piso¡±, Stoian cuenta c¨®mo, a su manera, ¨¦l tambi¨¦n tuvo una visi¨®n de negocio como la de El Pocero. Fue el d¨ªa en el que desde la antigua agencia inmobiliaria donde trabajaba se meti¨® a Idealista y vio que de las 180 casas que hab¨ªa a la venta en el municipio de Sese?a, el 80% estaban gestionadas por agencias de fuera. ¡°El objetivo es hacernos con ese mercado. El primer d¨ªa, el 16 de septiembre, ya vendimos la primera casa y ahora llevamos ocho m¨¢s. Esa era la expectativa que ten¨ªamos para los nueve primeros meses. Esto es un fil¨®n¡±, afirma.
Paco el Pocero lleg¨® a Sese?a para hacer historia y Razvan Stoian lo ha hecho para ofrecer los precios m¨¢s competitivos del mercado. Su af¨¢n es ponerse a la cabeza de los agentes del lugar. ¡°Somos los que menos te vamos a cobrar¡±, reza su eslogan. ¡°El mercado est¨¢ en un momento muy dulce. En el Qui?¨®n lo que hay son viviendas de lujo a un precio asequible en comparaci¨®n con la Comunidad de Madrid. Es aqu¨ª y es ahora para nosotros. Creo que no nos hemos equivocado de negocio¡±, comenta Stoian, cuyos clientes responden uno tras otro a un perfil que se asemeja al suyo: parejas de unos 30 o 35 a?os con intenci¨®n de formar una familia y que mantienen su trabajo en Madrid.
En el gimnasio Fit & Fullness, las m¨¢quinas de musculaci¨®n est¨¢n llenas de vecinos que vienen al Qui?¨®n a dormir y poco m¨¢s. H¨¦ctor Ceballos, por ejemplo, un colombiano de 41 a?os que moldea sus cu¨¢driceps levantando 100 kilos en su d¨ªa libre. De mi¨¦rcoles a domingo trabaja como recepcionista en un hotel pr¨®ximo al Bernab¨¦u, lo que le implica m¨¢s de cuatro horas diarias de transporte p¨²blico entre la ida y la vuelta. El autob¨²s que comunica con Madrid tiene una frecuencia de una hora y acostumbra a los retrasos.
¡°Este es un curioso lugar. Vine desde Colombia directo, por unos amigos. A veces me parece que estoy como atrapado y, aun as¨ª, me gusta¡±, afirma entre serie y serie. A su lado, Christian Garrido, de 35 a?os, profesor de Educaci¨®n Primaria en un colegio de Santa Eugenia (Vallecas), realiza unos ejercicios de abdominales antes de dar una clase de bachata. Seg¨²n dice, lleg¨® hace tres a?os tras comprarse un ¨¢tico por 100.000 euros. ¡°Aqu¨ª todo funciona menos la sanidad. Solo hay un ambulatorio¡±, apunta.
Para los nuevos inquilinos, el gran h¨¢ndicap hoy en d¨ªa es la cobertura sanitaria. El hospital m¨¢s pr¨®ximo a la ciudad de Francisco Hernando est¨¢ a cuatro kil¨®metros, en Valdemoro. Sin embargo, la gente empadronada en el Qui?¨®n no puede acudir all¨ª porque le corresponder¨ªa el de Toledo, a 55 kil¨®metros. Por esta raz¨®n, mucha gente no cambia su censo, o al menos no en el m¨¦dico u hospital, donde si no avisas sigue apareciendo que vives en Madrid. As¨ª ha hecho Garrido, natural de Villaverde, quien antes de venir aqu¨ª busc¨® alternativas m¨¢s cercanas en Legan¨¦s, Fuenlabrada o Alcorc¨®n.
¡°Todos venimos por el dinero, porque es lo que nos podemos permitir. Esto es lo m¨¢s barato. Un piso como el m¨ªo en Valdemoro te costar¨ªa 200.000 euros, en Pinto ser¨ªan 250.000 y en Villaverde estar¨ªa por 300.000. Somos los expulsados de all¨ª, aunque realmente aqu¨ª nadie piensa que vive en Toledo, piensa que este es un nuevo barrio de Madrid, entre Aranjuez y Valdemoro¡±, explica. ¡°Para m¨ª, dar el pelotazo ser¨ªa conseguir plaza en uno de los colegios del Qui?¨®n y quitarme de esa media hora en coche todos los d¨ªas¡±, declara. Adem¨¢s de los dos centros educativos p¨²blicos de Primaria, en 2017 se inaugur¨® el colegio diocesano Karol Wojtyla, que es privado-concertado y alberga a m¨¢s de 500 alumnos.
Quienes llegaron primero a la ciudad de Francisco Hernando en 2007, unos 3.600 vecinos, pagaron hasta 250.000 euros por un piso de m¨¢s de 100 metros cuadrados. Desde entonces, los precios han sido una monta?a rusa, s¨ªntoma de las distintas fases que ha vivido el enclave. El valor de las viviendas cay¨® hasta los 60.000 euros en 2010, y los bancos, que se hab¨ªan cobrado las deudas de El Pocero con pisos ¨DSantander, Popular, Caja del Mediterr¨¢neo y Novacaixa Galicia¨D intentaban quit¨¢rselos de encima como pod¨ªan al tiempo que fijaban un alquiler barat¨ªsimo de menos de 300 euros.
As¨ª, se produjo un efecto llamada para personas humildes de clase trabajadora a quienes la crisis econ¨®mica ahogaba en Madrid. Con ellos lleg¨® tambi¨¦n gente con un perfil marginal y conflictivo que gener¨® un ambiente enrarecido en Qui?¨®n, que todav¨ªa conservaba un aspecto desolado por momentos. ¡°Ahora todo eso ha vuelto a cambiar. Con alquileres de 850 euros, esos inquilinos m¨¢s humildes se marchan a otros pueblos de Toledo y lo que viene es gente de clase media con trabajos estables. Es, digamos, una limpia¡±, cuenta Jos¨¦ N¨²?ez, de 58 a?os, un conocido empresario de la zona y due?o de dos bares.
N¨²?ez asegura que conoci¨® a Paco el Pocero, que fragu¨® cierta amistad con ¨¦l y que, entre paseo y paseo por el Qui?¨®n, a Francisco Hernando le gustaba comer el men¨² del d¨ªa en su establecimiento. ¡°Al final el hombre lo ha llenado. Est¨¢n llegando franquicias, eso significa que hay gente suficiente. Se han adjudicado cinco farmacias y un estanco. Esto va para arriba¡±, remarca.
N¨²?ez lleg¨® a Sese?a como ¡°refugiado del bum inmobiliario¡± en 2008. El hombre dice de s¨ª mismo que es un ¡°emprendedor nato a la vieja usanza¡± y confiesa que cuenta con ¡°partidarios y detractores¡± en el vecindario, por eso de que ¡°la gente quiere que te vaya bien, pero no mejor que a ellos¡±. Ahora, viendo c¨®mo est¨¢n las cosas, se le cae la baba contemplando los solares vac¨ªos donde espera que pronto se vuelva a edificar. ¡°En el momento que el Ayuntamiento renuncie a la deuda de El Pocero ¡ªunos 150.000 euros por parcela¡ª esto vuelve a explotar¡±, sostiene.
¡ªY a ti, ?te gustar¨ªa meterte a constructor?
¡ªPor supuesto. Hacen falta figuras que impulsen el pa¨ªs. Paco el Pocero fue el ¨²ltimo de una generaci¨®n de visionarios que se hicieron a s¨ª mismos. Yo me acuerdo mucho de Ruiz Mateos o Jes¨²s Gil. Claro que me gustar¨ªa ponerme a construir, aunque hace falta mucho dinero. Por ahora voy a instalar el segundo cajero del barrio en mi bar.
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