Operaci¨®n Campamento: hay alternativa
Los terrenos de Campamento son p¨²blicos y creemos que deben serlo para siempre, como forma de garantizar que no se especula con ellos ni con las 10.700 viviendas que all¨ª se levanten
La aprobaci¨®n, en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid de septiembre, del primer paso hacia la Operaci¨®n Campamento nos ha tra¨ªdo una cierta sensaci¨®n de ¡®d¨¦j¨¤ vu¡¯. Esto ya lo hemos visto hace veinte y treinta a?os ante otros desarrollos urbanos y sabemos c¨®mo acaba: el anuncio de la construcci¨®n de promociones de compraventa de miles de pisos ¨Dmuchos ¡°con alg¨²n tipo de protecci¨®n¡±¨D que iba por s¨ª sola a solucionar el problema de la vivienda dista mucho de la realidad de hoy en un Madrid en crisis habitacional. Y nos obliga a pensar si es el destino que queremos para esos dos millones de metros cuadrados de suelo p¨²blico o si, por el contrario, toca hacer las cosas de otra manera.
Por eso, M¨¢s Madrid vot¨® en contra, frente al PP, PSOE y VOX. Porque, a diferencia de otras grandes operaciones urban¨ªsticas condicionadas por los derechos adquiridos de propietarios privados de suelo, el 93% de los terrenos de Campamento son p¨²blicos y creemos que deben serlo para siempre, como forma de garantizar que no se especula con ellos ni con las 10.700 viviendas que all¨ª se levanten. Ni el mal menor ni hacer pasar la inercia o la resignaci¨®n por pragmatismo son una opci¨®n cuando estamos ante la ¨²ltima gran reserva de suelo p¨²blico de la ciudad.
El Ministerio de Vivienda y Agencia Urbana y el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida insisten en que el 60% de vivienda ser¨¢ ¡°protegida¡±, pero no mencionan que la normativa auton¨®mica permitir¨¢ descalificar esa protecci¨®n en quince a?os, o que el 40% restante podr¨¢ ser desde el primer momento objeto de negocio de promotores privados a precio de mercado (que no es, precisamente, asequible) porque nada garantiza lo contrario en el proyecto que est¨¢ sobre la mesa.
Pero Campamento tambi¨¦n puede ser el paradigma de un nuevo modelo de pol¨ªtica de vivienda. Para ello, apostamos por impulsar un parque p¨²blico de 4.000 viviendas en alquiler barato promovidas y gestionadas por la administraci¨®n, m¨¢s otras 4.000 igualmente en alquiler asequible a cargo de cooperativas y entidades sociales, y 2.600 promovidas por operadores privados, manteniendo la titularidad p¨²blica del suelo.
Es una alternativa viable: suelo 100% p¨²blico siempre y 75% de oferta de alquiler barato. Y es una oportunidad que tiene SEPES, el organismo p¨²blico dependiente del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana propietario de los suelos, de acercar nuestro pa¨ªs a modelos exitosos en la protecci¨®n del derecho a la vivienda emblem¨¢ticos de la socialdemocracia europea, como el de Viena. De momento, lejos de ello, la ministra responsable ha llegado a referirse a la vivienda en alquiler como ¡°una condena¡±.
De igual forma, el dise?o urban¨ªstico que plantea el Ayuntamiento de Madrid para ese entorno est¨¢ en las ant¨ªpodas del urbanismo moderno y sostenible. En lugar de plantear la creaci¨®n de un barrio a escala humana donde se priorice el transporte p¨²blico y la accesibilidad peatonal, se apuesta por el absoluto protagonismo del coche y una trama urbana poco compacta.
Estamos a tiempo de hacer las cosas de otra manera. La impaciencia por ejecutar lo que ha estado bloqueado m¨¢s de quince a?os no puede ser un ¡®todo vale¡¯. Pero incluso con este planeamiento aprobado, hay margen de mejoras que se pueden tener en cuenta.
El liderazgo p¨²blico en la promoci¨®n de vivienda, la colaboraci¨®n con organizaciones sociales y cooperativas, la participaci¨®n activa de entidades p¨²blicas de pr¨¦stamo como el ICO y el blindaje del suelo p¨²blico con medidas como el derecho de superficie marcan el camino a seguir. La Operaci¨®n Campamento puede ser el giro de tim¨®n que necesitan las pol¨ªticas de vivienda en Madrid. ?Y si, en lugar del ¡®d¨¦j¨¤ vu¡¯, miramos al futuro?
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