Solo Ayuso resiste a la vor¨¢gine de la pol¨ªtica en Madrid
De Pablo Iglesias a Roc¨ªo Monasterio, pasando por ?ngel Gabilondo o Ignacio Aguado, la pol¨ªtica auton¨®mica se ha convertido en una trituradora de l¨ªderes desde que la baronesa lleg¨® por primera vez al poder, en 2019
¡°Muchas gracias, presidenta¡±. Las tres ¨²ltimas palabras de Roc¨ªo Monasterio como portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid quedan grabadas en el diario de sesiones con el peso de las rendiciones. Isabel D¨ªaz Ayuso, que es la receptora del agradecimiento, ya se barrunta que su antigua socia de la extrema derecha va a unirse a la decena de pol¨ªticos de otras formaciones que han dejado la pol¨ªtica regional desde que ella lleg¨® al poder por primera vez, en 2019. Y as¨ª ocurre: tras desvelar EL PA?S que Santiago Abascal la ha defenestrado como presidenta de Vox Madrid, Monasterio dimite como diputada, y engrosa la lista de portavoces v¨ªctimas de la trituradora en la que se ha convertido la pol¨ªtica regional, hasta donde llegaron y se fueron primeros espadas (Pablo Iglesias, ??igo Errej¨®n, o ?ngel Gabilondo); aspirantes que apuntaron a volar alto (Ignacio Aguado, la propia Monasterio); y una ristra de pol¨ªticos achicharrados por el d¨ªa a d¨ªa de una regi¨®n que el PP gobierna por algo desde hace un cuarto de siglo (Alejandra Jacinto, Clara Serra, Isabel Serra, Hana Jalloul...).
¡°A mi juicio, la raz¨®n esencial es que no hay pol¨ªtica madrile?a aut¨®noma¡±, argumenta el polit¨®logo Pablo Sim¨®n sobre el car¨¢cter nacional de todo lo que ocurre en la escena regional. ¡°Todos han muerto (Cs) o se han marchado a Europa o [a la pol¨ªtica] nacional¡±, sigue. ¡°Un PP hegem¨®nico hace muy dif¨ªcil que germine una oposici¨®n visible¡±, sostiene sobre los conservadores que, desde 1995, han vivido de mayor¨ªa absoluta en mayor¨ªa absoluta en Madrid salvo en la primera etapa de Ayuso (2019-2023) y en la de Cristina Cifuentes (2015-2018), y que han creado un ecosistema medi¨¢tico, econ¨®mico y social mimetizado con sus intereses. ¡°Al final, la tentaci¨®n de saltar es grande¡±.
Esos ascensos elegidos de motu proprio son, sin embargo, la minor¨ªa. Est¨¢ el de M¨®nica Garc¨ªa, que pas¨® de portavoz de M¨¢s Madrid a ministra de Sanidad. O el de ??igo Errej¨®n, que dej¨® la Asamblea para ser candidato a la presidencia del Gobierno de M¨¢s Pa¨ªs, y que ahora es portavoz de Sumar en el Congreso. Pero la mayor¨ªa de los pol¨ªticos que han abandonado el Parlamento regional, fueran de Ciudadanos, del PSOE, o de Podemos, lo han hecho porque su proyecto pol¨ªtico parec¨ªa agotado, sobre todo tras coincidir con el de D¨ªaz Ayuso, una pol¨ªtica que ha pasado de cosechar la primera derrota del PP en unas auton¨®micas madrile?as desde 1987 (fue segunda en 2019) a gobernar con mayor¨ªa absoluta (desde mayo de 2023).
¡°Quiz¨¢ el nivel de expectaci¨®n y de presi¨®n medi¨¢tica hace que los partidos sean impacientes y ansiosos y decidan ir cambiando todo el rato¡±, analiza Juan Lobato, el l¨ªder del PSOE, que ha visto c¨®mo su partido se llenaba de rumores sobre su propia continuidad como candidato a las elecciones de 2027. ¡°Y evidentemente se demuestra que es un error grave¡±, recalca. ¡°Solo mostrando seriedad y compromiso con tiempo se puede generar confianza en la ciudadan¨ªa¡±.
En el PP, claro, ven las cosas de una manera mas descarnada. ¡°?Desesperaci¨®n?¡±, se pregunta, con iron¨ªa, una fuente del n¨²cleo duro de la presidenta regional sobre las razones que puedan explicar todas esas salidas.
¡°Errej¨®n y Gabilondo caen porque huyen¡±, opina otro colaborador que cuenta con la confianza de la baronesa. ¡°Monasterio y Clara Serra, porque las echaron los suyos¡±, sigue. ¡°Y a Pablo Iglesias y Alejandra Jacinto, la gente¡±, a?ade. ¡°La realidad es que todo aquel que defienda o justifique a [Pedro] S¨¢nchez en Madrid, cae. Ayuso tiene un apoyo mayoritario, es evidente, porque la mayor¨ªa se identifica con su visi¨®n, su proyecto... y respalda su defensa frente a los ataques de S¨¢nchez¡±.
Pero ni todas las salidas tienen que ver con Ayuso, ni tienen la misma casu¨ªstica, aunque el desgaste que implica medirse con la baronesa y su mayor¨ªa absoluta es grande.
As¨ª, Isa Serra renunci¨® al esca?o que le correspond¨ªa como diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, y con ¨¦l a la portavoc¨ªa que previsiblemente hubiera ocupado en la C¨¢mara, porque estaba pendiente de que el Tribunal Supremo confirmara (como as¨ª ocurri¨® luego) la condena a 19 meses de prisi¨®n que le impuso el Tribunal Superior de Madrid por su participaci¨®n en los incidentes que rodearon a un intento de desahucio en 2014. Por su parte, Pablo Iglesias ni recogi¨® su acta como representante de los morados tras fracasar en el intento de construir una mayor¨ªa de izquierdas alternativa a la de D¨ªaz Ayuso. Jacinto no logr¨® el esca?o como candidata de Podemos en 2023. Y Hana Jalloul protagoniz¨® una etapa de interinidad, reconstruyendo poco a poco el PSOE desde la debacle de las elecciones de 2021 con Gabilondo y hasta las primerias que supusieron la llegada de Lobato.
Lo que es seguro es que Ayuso ha devorado tambi¨¦n a todos sus enemigos internos en el PP (de Pablo Casado a Teodoro Garc¨ªa Egea, pasando por ?ngel Garrido), y que ha intentado patrimonializar este balance como el reflejo de su poder y de su tir¨®n entre los electores. Desde el primer d¨ªa y buscando obtener un r¨¦dito electoral.
As¨ª reaccion¨® al anuncio de que Iglesias dejaba la vicepresidencia del gobierno de coalici¨®n con el PSOE para ser candidato de Podemos en las auton¨®micas adelantadas de 2021: ¡°Espa?a me debe una, hemos sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa¡±.
Y as¨ª coment¨® unos meses despu¨¦s que el fundador de la formaci¨®n morada dejara la pol¨ªtica activa por el fiasco electoral: ¡°Espa?a me debe dos¡±.
Desde entonces, la lista de portavoces de la oposici¨®n triturados por el d¨ªa a d¨ªa de la pol¨ªtica madrile?a no ha dejado de crecer. Eso ha dificultado que se cimente un proyecto alternativo al de Ayuso. O que se visibilice un liderazgo que rivalice con el suyo. Dicho de otra forma: la lista de bajas de portavoces en la Asamblea de Madrid no puede darse por cerrada.
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