Tres a?os de batalla judicial para desalojar un narcopiso con 100 intervenciones policiales
Los vecinos de un bloque de Lavapi¨¦s y las propietarias del bajo batallan en los tribunales para que desmantelen el punto de venta de droga que cada semana es escenario de peleas y gritos

El pasado 25 de febrero fue la ¨²ltima vez, por ahora, que la polic¨ªa hizo una visita al bajo del n¨²mero 11 de la calle Juanelo de Madrid. En apenas dos a?os, han sido m¨¢s de cien, seg¨²n documentaci¨®n consultada por EL PA?S. ?Qu¨¦ pasa en ese local para que reciba tanta atenci¨®n de los agentes? Seg¨²n atestiguan varias intervenciones policiales y los documentos gr¨¢ficos recabados por los vecinos, se ha convertido en uno de los principales puntos de venta de sustancias estupefacientes del centro de Madrid. Dos procesos judiciales abiertos pretenden conseguir el desalojo, pero por ahora no han dado resultado porque, seg¨²n un fallo judicial, no ha quedado acreditado que haya nadie en el inmueble.
¡°Necesitamos que el local se cierre ya porque ya van tres a?os insoportables. No es una familia que se ha metido ah¨ª porque no tiene d¨®nde ir, es un trasiego constante siempre para cosas malas¡±, expresa con pesar uno de los vecinos, que pide no dar su nombre por motivos de seguridad. Existen abiertos dos procesos judiciales. Uno es el de las propietarias, que han solicitado por v¨ªa judicial el desalojo. Sin embargo, y a pesar de acreditar m¨¢s de un centenar de intervenciones policiales, entre las que hay agresiones sexuales y apu?alamientos, y adjuntar recortes de prensa, entre otros argumentos, la jueza ha considerado que no est¨¢ probado que el inmueble este ocupado ilegalmente. La raz¨®n fundamental es que el servicio com¨²n de notificaciones, trabajadores del juzgado que acuden in situ a entregar un documento, alegaron que el local estaba ¡°cerrado y sin actividad¡±. Es decir, que no encontraron a nadie con quien contactar ni vieron ning¨²n movimiento. Algo que, seg¨²n los residentes y como ha podido comprobar este peri¨®dico, es dif¨ªcil.

El local llevaba vac¨ªo a?os y a mediados de 2021, un grupo de personas lo allan¨® y empez¨® a vivir en ¨¦l. Al principio eran solo unos pocos, pero r¨¢pidamente se fueron instalando m¨¢s y a invadir m¨¢s espacios comunes. Los residentes en el bloque y en las calles aleda?as indican que pronto comenzaron con los ruidos, las molestias y la venta de sustancias. Al principio, seg¨²n explican, trataron de mantener un di¨¢logo con ellos, pero esta comunicaci¨®n se rompi¨® tras algunos episodios violentos. ¡°Hemos tenido que intentar tender puentes hasta que la resoluci¨®n judicial devolviera la propiedad a las due?as. El problema es que tenemos la sensaci¨®n de que hay un trasiego de una veintena de personas y que se usa para narcotr¨¢fico y fiestas, pero nadie con el que dialogar. Hay algunos m¨¢s fijos que se prestan a hablar y que incluso nos han pedido que por favor les cierren ya el local porque ah¨ª va a pasar algo muy grave¡±, argumenta el vecino que prefiere mantenerse an¨®nimo.
Operaci¨®n conjunta de Polic¨ªa Municipal de Madrid y Polic¨ªa Nacional
— Polic¨ªa Municipal de Madrid (@policiademadrid) May 4, 2023
Desmantelado un narcopiso en Lavapi¨¦s dedicado a la elaboraci¨®n, venta y distribuci¨®n de drogas
Detenida una persona e incautadas diversas sustancias y objetos para su fabricaci¨®n#PMM#SeguridadCiudadana pic.twitter.com/KsJw4ekv8G
Ante este panorama y tras innumerables reuniones de escalera sin soluciones, la comunidad de vecinos decidi¨® presentar su propia demanda. La comunidad ha logrado identificar a cuatro de los moradores contra los que dirigirla. ¡°Ha habido familias que se han tenido que ir, personas que no pueden dormir, personas mayores que se van a casa de familiares, vecinas con partes m¨¦dicos de depresi¨®n¡Esta misma semana los obreros no han podido trabajar porque ha habido algunos que segu¨ªan haciendo sus necesidades a trav¨¦s de las ventanas y el ruido no podemos evitarlo, se oyen los gritos, la m¨²sica y las discusiones¡±, enumera el vecino.
En estos tres a?os, los ocupantes del bajo han hecho desaparecer la puerta de acceso al local, y han dejado en su lugar ¨²nicamente una cortina, tambi¨¦n abrieron un hueco entre ese espacio y el patio interior, una zona com¨²n, que empezaron a usar como una extensi¨®n del inmueble, y adem¨¢s abrieron una ventana lateral a la calle a trav¨¦s de la cual, seg¨²n documentos gr¨¢ficos, dispensan la droga. Los vecinos denuncian los malos olores que se acumulan en el patio e incluso los restos de jeringas y otros desperdicios. En las im¨¢genes de una de las ¨²ltimas intervenciones policiales m¨¢s llamativas, el pasado 22 de enero, se observa basura tirada por todo el portal. Tampoco es extra?o encontrar restos de sangre en las escaleras como fruto de agresiones y peleas que se producen en el local y en sus alrededores. ¡°A la polic¨ªa le damos aviso d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n. El mi¨¦rcoles ¡ª22 de enero¡ª hubo una pelea brutal y se llevaron a unos cuantos detenidos, todo el portal qued¨® lleno de sangre y dos cubos de basura abiertos y destrozados en la entrada¡±, resume el afectado.
La batalla judicial para vaciar el que la comunidad ha bautizado como ¡°el supermercado de la droga¡± contin¨²a, mientras el grupo de Whatsapp vecinal contin¨²a acumulando pruebas gr¨¢ficas, y la lista de intervenciones policiales se engrosa d¨ªa tras d¨ªa.
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