En el coraz車n verde de ?frica, en el interior de la provincia de Kivu, situada al este de la Rep迆blica Democr芍tica del Congo y a tan solo unos kil車metros de Ruanda y Uganda, se encuentra el Parque Nacional de Virunga. Sus 8.000 kil車metros cuadrados comprenden selvas v赤rgenes, volcanes, lagos y extensiones de sabana, todo ello en una combinaci車n absolutamente singular de h芍bitats naturales. El parque, que alberga numerosas especies de plantas y animales, se encuentra en la 迆nica regi車n del mundo en la que se pueden ver gorilas de monta?a en libertad. Fue fundado en 1925, cuando Congo estaba bajo dominio colonial belga, est芍 reconocido como el parque nacional m芍s antiguo de ?frica y la Unesco lo ha incluido en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. Junto con el Amazonas y Borneo, en 谷l crece una de las selvas tropicales m芍s extensas del mundo.
El Parque Nacional Virunga, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, est芍 ubicado en el este de la Rep迆blica Democr芍tica del Congo. Fue establecido en abril de 1925 como el primer parque nacional de ?frica y se hizo famoso por su combinaci車n 迆nica de h芍bitats naturales y vida silvestre. El parque est芍 amenazado debido a la inestabilidad pol赤tica, as赤 como a la presi車n de los grupos rebeldes y la creciente poblaci車n de la regi車n.
El Parque Nacional de Virunga es un ecosistema delicado situado en una regi車n muy compleja. A lo largo de sus l赤mites y en las ciudades vecinas, como Goma y Beni, viven unos cuatro millones de personas, muchas de ellas en la pobreza y soportando una crisis sanitaria. La pobreza se ve agravada por la violencia. Docenas de grupos armados atacan continuamente la zona en un conflicto que comenz車 en 2004 y que, de momento, ha causado al menos 12.000 v赤ctimas, 1,4 millones de desplazados internos y un extraordinario aumento de la mortalidad en la poblaci車n civil debido a causas indirectas.
Cada d赤a, m芍s de 700 guardas del Instituto Congole?o para la Conservaci車n de la Naturaleza trabajan en condiciones extremadamente dif赤ciles, arriesgando la vida para vigilar la tranquilidad del parque y evitar la deforestaci車n y la caza furtiva. Los guardas tambi谷n protegen a los gorilas de monta?a y a las dem芍s especies en peligro, y escoltan y gu赤an a los turistas que visitan la reserva. Este esfuerzo de conservaci車n ha dado sus frutos, y recientemente, la poblaci車n de gorilas de monta?a ha superado los 1.000 ejemplares.
Ser guarda en el Parque Nacional de Virunga es un trabajo peligroso. Desde 2006, m芍s de 150 han muerto en acto de servicio. En junio de 2020, un grupo de rebeldes tendi車 una emboscada a un convoy cerca del pueblo de Rumangabo. Mataron a 12 guardabosques, un conductor y cuatro civiles en uno de los ataques m芍s violentos desde hac赤a a?os. Seg迆n el Bar車metro de Seguridad de Kivu, un proyecto conjunto del Grupo de Estudio sobre Congo y Human Rights Watch, entre 2017 y 2021, se registraron m芍s de 3.750 incidentes en la zona, entre ellos muertes violentas, desapariciones y secuestros a cambio de un rescate. Entre ellos, el 22 de febrero de 2021, el Embajador de Italia en la Rep迆blica Democr芍tica del Congo, Luca Attanasio, su escolta, Vittorio Iacovacci, y el conductor, Mustapha Milambo, fueron asesinados en un ataque a un convoy del Programa Mundial de Alimentos en la carretera que une Goma y Rutshuru.
No obstante, las actividades del personal no se limitan a la protecci車n. Entre ellas se encuentra tambi谷n el fortalecimiento del tejido econ車mico de las comunidades que viven a lo largo de los l赤mites del recinto. La idea es que, si se refuerza la econom赤a local, la explotaci車n ilegal de los recursos del parque, como la tala para crear campos de cultivo o producir carb車n, perder芍 atractivo, y la reserva ser芍 m芍s sostenible.
Para los aproximadamente cuatro millones de habitantes de las zonas que lindan con el parque, la falta de suministro el谷ctrico es uno de los principales problemas que impiden el desarrollo sostenible. Sin electricidad no se pueden procesar almacenar ni procesar los alimentos, no es posible poner en marcha un negocio ni mejorar sectores clave como la sanidad o la educaci車n. Muchos habitantes se ven obligados a cultivar la tierra y a producir y vender carb車n para su propia supervivencia, a veces bajo la presi車n de los grupos armados que proliferan en la zona.
La pobreza, la guerra y la falta de infraestructuras no son los 迆nicos problemas a los que se enfrenta la provincia del parque. A ellos hay que a?adir enfermedades como el sarampi車n y el 谷bola. Entre 2018 y 2020, en Kivu murieron alrededor de 3.000 personas en lo que se ha calificado como el segundo brote de 谷bola m芍s grave jam芍s registrado en el mundo. Los esfuerzos de las autoridades congole?as y de las organizaciones internacionales, con la colaboraci車n del Parque Nacional Virunga, lograron contener la epidemia, y en junio de 2020 se declar車 concluida.
Sin embargo, la alegr赤a dur車 poco: mientras la Organizaci車n Mundial de la Salud confirmaba que la epidemia hab赤a acabado en Kivu, la pandemia de Covid-19 empezaba a propagarse por el mundo y se sumaba a la nueva epidemia de 谷bola en la provincia de ?quateur, en el noroeste de la Rep迆blica Democr芍tica del Congo, donde se prolong車 hasta noviembre de 2020. Seg迆n inform車 la OMS, los sistemas sanitario y log赤stico del pa赤s sufrieron una enorme presi車n.
Seg迆n Global Forest Watch, un observatorio de los bosques del mundo pr芍cticamente en tiempo real creado por el Instituto de Recursos Mundiales, la p谷rdida de bosques v赤rgenes en la Rep迆blica Democr芍tica del Congo se debe sobre todo a la peque?a agricultura, ya que la poblaci車n quema parcelas de selva para ganar tierras de cultivo. A menor escala, pero aun as赤 significativa, el deterioro tambi谷n es consecuencia de nuevas iniciativas comerciales vinculadas a los sectores agr赤cola o minero que ponen en peligro los h芍bitats naturales.
Para protegerse de todo ello, el parque ha creado una asociaci車n p迆blico-privada llamada Alianza por Virunga. El objetivo del plan, puesto en marcha en 2013, es fomentar el desarrollo econ車mico sostenible de las zonas que rodean el parque creando puestos de trabajo y produciendo energ赤a limpia para uso dom谷stico y comercial. Seg迆n Emmanuel de Merode, director del Parque Nacional de Virunga desde 2008, esta es la 迆nica manera de promover la paz y garantizar la protecci車n de la reserva.
"No es f芍cil fijar unas metas precisas para 2030, ya que hay factores impredecibles, como la pandemia de coronavirus que nadie pod赤a prever a principios de 2020", explica De Merode. "Sin embargo, aspiramos a crear 100.000 nuevos puestos de trabajo a lo largo de los pr車ximos a?os. A finales de 2019 ya hab赤amos asistido a la creaci車n de unas 900 peque?as y medianas empresas que funcionan gracias a la electricidad suministrada por las centrales hidroel谷ctricas del parque".
Hasta ahora, la poblaci車n no ha tenido la oportunidad de obtener beneficio econ車mico de la conservaci車n del parque, y la Alianza por Virunga se fund車 con la intenci車n de cambiar la tendencia. "Al crear empleo, apartamos a los nuevos trabajadores de los grupos armados. Calculamos que el 11% de los puestos de trabajo generados por el parque nacional est芍n ocupados por exmiembros de las milicias armadas locales", observa De Merode.
Otros expertos comparten su opini車n. En un estudio publicado por el grupo de investigaci車n en geoinform芍tica de la Universidad Aalborg de Copenhague, Mads Christensen y Jamal Jokar Arsanjani explican que, en la zona de Virunga, la electricidad desempe?ar赤a "un papel importante en la reducci車n de la pobreza y la mejora de la educaci車n y la sanidad p迆blicas". Adem芍s, seg迆n los investigadores, si se pudiese acceder a la electricidad no habr赤a motivo para producir carb車n, una de las principales causas de la deforestaci車n de la zona, y ser赤a posible un desarrollo m芍s compatible con la conservaci車n del parque.
Seg迆n la Organizaci車n de Naciones Unidas para la Alimentaci車n y la Agricultura (FAO por sus siglas en ingl谷s), entre 1990 y 2020 nuestro planeta ha perdido unos 178 millones de hect芍reas de bosque, un 芍rea equivalente m芍s o menos a la superficie de Libia. Los c芍lculos de Global Forest Watch indican que, en 2019, cada seis segundos desaparec赤a una superficie de bosque del tama?o de un campo de f迆tbol. Y aunque la tasa mundial anual de deforestaci車n ha disminuido considerablemente desde 1990 hasta 2020, pasando de 7,8 a 4,7 millones de hect芍reas de bosque perdidas cada a?o, en ?frica la tendencia es la inversa: a lo largo de las 迆ltimas d谷cadas, la tasa ha aumentado de 3,3 millones de hect芍reas anuales en 1990 a 3,9 en 2020.
La selva del Congo es el segundo bosque tropical m芍s grande del mundo. Se extiende por seis pa赤ses de ?frica Central y, junto con el Amazonas y Borneo, se considera uno de los pulmones de nuestro planeta. La cuenca del Congo alberga tambi谷n el mayor complejo de turberas tropicales del planeta. Como ha explicado el equipo del proyecto CongoPeat (Turberas del Congo), dirigido por Simon Lewis, de la Universidad de Leeds, la turba cubre unos 145.000 kil車metros cuadrados, lo que significa una superficie mayor que la de Inglaterra, y retiene unos 30.000 millones de toneladas de carbono, el equivalente a tres a?os de emisiones de gases de efecto invernadero producto de la quema de combustibles f車siles en todo el mundo.
La cuenca del Congo desempe?a un papel fundamental en la lucha contra el calentamiento global. Sin embargo, al igual que otros bosques tropicales, tambi谷n el suyo est芍 amenazado por las actividades humanas, como la agricultura. Seg迆n un reciente estudio por sat谷lite de la zona, entre 2000 y 2014 se perdieron 165.000 hect芍reas de selva, una superficie equivalente a dos veces la de Australia. Los investigadores de la Universidad de Maryland que dirigieron la investigaci車n afirman que, si la tendencia no se invierte, existe el riesgo de que en 2100 la selva del Congo haya dejado de existir.