Los 33, el nuevo local de tapeo a la brasa con esencia uruguaya en Madrid
El restaurante, fruto de la uni¨®n entre Charr¨²a y El Viajero, tiene tres espacios con una cuidada decoraci¨®n y una carta que fusiona las cocinas de Espa?a y Uruguay donde reina s¨¢ndwich mixto ¨²nico
Todo comenz¨® con un s¨¢ndwich mixto hecho a la parrilla en una playa de Uruguay. ¡°Fue hace tres a?os comiendo en un chiringuito el d¨ªa despu¨¦s de mi boda¡±, cuenta Ignacio Juanvelz, propietario del restaurante Charr¨²a de Madrid junto a Rodrigo Marchal y socios de Los 33 (plaza de las Salesas, 9). ¡°Aquella tarde nos tomamos el mejor mixto de nuestra vida y, con la emoci¨®n, hablamos de traerlo a Madrid y montar un bar de tapeo a la brasa con esencia uruguaya¡±, a?ade Ignacio Ventosa, otro de los socios. De aquella conversaci¨®n ha surgido este nuevo y acogedor local del barrio de Justicia en el que tambi¨¦n est¨¢ detr¨¢s Sara Aznar, de El Viajero. ¡°Mi madre es de Uruguay y en los noventa puso un puesto de carne uruguaya en el mercado de la Cebada¡±, cuenta Sara. ¡°Entonces no se entendi¨® el concepto y cogi¨® el edificio de enfrente para abrir una parrilla y dar a conocer esta cultura¡±, a?ade. As¨ª comenz¨® El Viajero en La Latina, establecimiento declarado Patrimonio Cultural de Madrid, con una de las terrazas m¨¢s bonitas de la ciudad y capitaneado por Sara desde hace a?os.
Tres espacios muy cuidados
Los 33 no se llama as¨ª por su n¨²mero de socios. ¡°Son los miembros de la cruzada libertadora de Uruguay en los territorios que antes eran de Brasil y las 33 revoluciones por minuto del vinilo, otra pata importante del proyecto¡±, explica Juanvelz. Cuenta con tres ambientes: la entrada est¨¢ presidida por una barra y mesas altas, la segunda zona es un sal¨®n abierto de mesas bajas, y la ¨²ltima ¡ªla ¨²nica que admite reservas llamando al 914 997 258¡ª es un espacio ¨ªntimo situado frente a una parrilla en el que se puede disfrutar del espect¨¢culo del fuego. Las tres ¨¢reas comparten carta (de comida y bebida) y est¨¢n envueltas por un ambiente sonoro impecable. Ventosa viene del mundo de la m¨²sica, los vinilos que pueblan las estanter¨ªas son suyos, y se ha hecho con equipos de gran calidad de los a?os sesenta para lograr que todo suene bien. ¡°Es una manera de entender la m¨²sica y de escucharla como entonces. No quer¨ªamos que fuera una pose, sino una realidad¡±, asegura.
La mayor¨ªa de los platos guardan una relaci¨®n entre Espa?a y Uruguay. En los entrantes hay empanaditas de entra?a cortada a cuchillo (cuatro unidades por 7,50 euros), una tortilla Salesas con cebolla y huevos de Cobardes y Gallinas (8 euros) o unas endivias a la parrilla con crema de queso manchego (8 euros). Existe un apartado para comer con las manos, pensado para compartir, donde no falta el s¨¢ndwich hecho a la parrilla que inspir¨® el proyecto. Lleva prosciutto fino, queso Havarti y mantequilla (12 euros para dos personas o 7 euros media raci¨®n), y no defraudar¨¢ a los amantes de este emparedado. Tampoco el chivito uruguayo, una especie de pepito de solomillo, lechuga, tomate, prosciutto, queso Havarti y huevo (15 euros), ni el chorip¨¢n (10 euros). Este ¨²ltimo es un brioche tostado a la brasa con el famoso chorizo de Charr¨²a, lechuga y salsa criolla. ¡°Mi padre era carnicero en Uruguay¡±, cuenta Juanvelz. ¡°Me traje su receta del chorizo y logr¨¦ que un carnicero de Galicia la replicara cuando abr¨ª mi primer restaurante en A Coru?a. Desde entonces solo me ha tra¨ªdo satisfacciones y hasta Dabiz Mu?oz me pidi¨® su receta¡±, dice emocionado. ¡°En mi familia somos de un pueblo en mitad de la nada y es bonito ver c¨®mo ha llegado aqu¨ª algo que cre¨® mi padre¡±, dice Juanvelz.
En la secci¨®n dedicada a la parrilla, a la que ir¨¢n incorporando cortes de carne distintos, destacan las mollejas de ternera (14 euros) o la entra?a de Angus (18 euros), con guarniciones como el boniato asado (5 euros). Y para finalizar, qu¨¦ mejor que hacerlo con uno de sus c¨®cteles de autor. Los crea con acierto Nahuel Gallardo al mezclar ingredientes de las dos culturas gastron¨®micas predominantes en Los 33 y se pueden tomar durante toda la jornada en cualquiera de los espacios. En la parte de abajo, de camino al precioso ba?o (en el que hay que detenerse para observar el lavabo en una pieza de madera, obra, como todo el proyecto, del arquitecto Jon Albistur), se pasa por las dos cavas de vinos en las que guardan las m¨¢s de cien referencias de la carta, muchas de ellas por copas, de origen argentino, uruguayo, chileno o espa?ol.
La decoraci¨®n c¨¢lida mimada al detalle, el mobiliario Darro (reediciones de Machado-Mu?oz), la m¨²sica, las velas y la luz natural que envuelve el ambiente acompa?an a un equipo entregado que defiende esta propuesta culinaria sencilla, de buen producto y fuego, con una cocina ininterrumpida, aunque la carta var¨ªe entre horas. ¡°Queremos sumar al barrio y nos parec¨ªa importante no cerrar la cocina para que la gente la encuentre abierta cuando necesite venir a disfrutar¡±, dice Sara. El d¨ªa que inauguraron termin¨® tocando Jorge Drexler en familia, qu¨¦ no suceder¨¢ en el futuro.
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