La rosa ¡®Mutabilis¡¯, el misterio de una flor que cambia de color
Es complicado describir su belleza porque los tonos de sus p¨¦talos muestran diferentes tonalidades que van del amarillo p¨¢lido al rojizo y cambian con el paso de los d¨ªas. Si acerc¨¢ramos la nariz a su corola, disfrutar¨ªamos de un aroma sutil y delicado
El mundo de la rosa es tan rico como laber¨ªntico. Los or¨ªgenes de muchas variedades de la reina de las flores se enrevesan como una mara?a de hilos con los que hubiera jugado un gato. Con la rosa que nos ocupa, la Rosa chinensis ¡®Mutabilis¡¯, la madeja sigue enredada, y no deja vislumbrar claramente su procedencia. Los expertos devanaron algo, y han llegado a la conclusi¨®n de que su origen podr¨ªa estar en China, como indica su propio nombre.
El salto a su cultivo en Europa es algo m¨¢s complejo, y requiere seguir la pista de esta rosa en el hemisferio sur. Parece ser que los colonos franceses la cultivaban en la isla de la Reuni¨®n, de donde pas¨® a florecer tambi¨¦n en Madagascar. En 1894 ya hay datos del cultivo de la rosa ¡®Mutabilis¡¯ en el norte de Italia, concretamente en el lago Mayor y en el de Como, donde se comercializaban en viveros de la zona. De all¨ª viajar¨ªa por todo el continente europeo, y en 1916 alcanz¨® Gran Breta?a.
Es complicado describir la belleza de una flor como esta, cambiante. Y lo es porque, literalmente, sus p¨¦talos mudan de un color a otro con el paso de los d¨ªas. La rosa ¡®Mutabilis¡¯ es un compendio de distintos tonos c¨¢lidos en una misma planta. El paisajista Manuel G¨®mez Anuarbe cultiva desde hace muchos a?os esta variedad en su jard¨ªn alqu¨ªmico en Ucl¨¦s (Cuenca), y nos describe la maravilla de los cambios de color de su flor: ¡°Nada mejor que las plantas muestran el cambio constante que experimentan tanto el universo como nosotros mismos. La rosa ¡®Mutabilis¡¯ lo hace de una manera mucho m¨¢s expl¨ªcita. No solo se transforman sus tallos y sus hojas al crecer, sino que las flores de una misma planta tienen distintos colores. Incluso en cada flor se muestra la metamorfosis con diferentes tonalidades que van del amarillo p¨¢lido al rojizo¡±. Eso es lo que se observa en sus flores, que cuando abren tienen un color amelocotonado con toques amarillentos, que evoluciona al rosa para terminar en los rosas y m¨¢s tarde en los rojizos, antes de dejar caer los p¨¦talos. Manuel describe otra curiosa caracter¨ªstica: ¡°Sus p¨¦talos van desprendi¨¦ndose del c¨¢liz, apenas se ha producido la floraci¨®n, como si quisiera prevenirnos de la brevedad de la vida. Eros y Th¨¢natos triunfando al un¨ªsono¡±.
Si acerc¨¢ramos la nariz a su corola, disfrutar¨ªamos de un aroma sutil y delicado. Su floraci¨®n se alarga durante meses y meses, en primavera, verano, oto?o¡ e incluso invierno. Matilde Ferrer, obtentora de rosas en su vivero valenciano de Rosas Ferrer, se sorprendi¨® al respecto con una escena ¨²nica: ¡°Un 30 de diciembre vi un arbusto de rosa ¡®Mutabilis¡¯ cubierto por el hielo y la nieve en R¨ªmini (Italia). No olvidar¨¦ que segu¨ªa florecida y llena de hojas¡±. Esto nos habla de la fortaleza de un rosal vigoroso, capaz de alcanzar los dos metros, y sin grandes problemas, ni de plagas ni de enfermedades.
Matilde contin¨²a enumerando las bondades de esta planta: ¡°Hace una gran masa, y adem¨¢s de resistente es muy f¨¢cil de mantener. Casi no hace falta podarlo. Basta con un peque?o recorte a mitad de enero para igualarlo, en el caso de que lo necesitara¡±. En esta tarea anual de mantenimiento es de agradecer que la rosa ¡®Mutabilis¡¯ no cuente con muchas espinas, y que tampoco sean de las m¨¢s feroces.
Como buen rosal refloreciente o remontante, se ve favorecido por un buen abonado que reponga sus energ¨ªas, o se ver¨¢n mermadas por su incansable actividad. Y, muy importante, el riego, ¡°que ha de ser en profundidad¡±, como recomienda Matilde. En cuanto a su reproducci¨®n, esta experta cultivadora y amante de las rosas anima a esquejarla sin dudar: ¡°Enra¨ªza muy bien a partir de febrero, cuando comienza a haber una luz m¨¢s intensa¡±.
Con esta rosa llena de cambios, de misterios y de belleza, no es dif¨ªcil que aflore la poes¨ªa. Entonces, a Manuel le viene a la memoria Federico Garc¨ªa Lorca, ¡°y es que parece que su poema de La rosa mudable, que aparece en Do?a Rosita la soltera, est¨¦ dedicado a ella¡±.
Cuando se abre en la ma?ana, / roja como sangre est¨¢. / El roc¨ªo no la toca / porque se teme quemar. / Abierta en el mediod¨ªa, / es dura como el coral. / El sol se asoma a los vidrios / para verla relumbrar. / Cuando en las ramas empiezan / los p¨¢jaros a cantar / y se desmaya la tarde / en las violetas del mar, / se pone blanca, con blanco de una mejilla de sal. / Y cuando toca la noche, / blando cuerno de metal, / y las estrellas avanzan / mientras los aires se van, / en la raya de lo oscuro / se comienza a deshojar.
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