Alerta parejas: llega el periodo posvacacional, el m¨¢s peligroso para la supervivencia de la relaci¨®n
Septiembre y octubre son los meses de m¨¢s trabajo para los terapeutas especializados en relaciones ya que la estrecha convivencia en verano hace aflorar los conflictos cronificados y no resueltos. La escucha activa, la empat¨ªa y la validaci¨®n personal son las habilidades estrella para una uni¨®n feliz
Las vacaciones, el momento m¨¢s esperado del a?o, la tregua al aplastante d¨ªa a d¨ªa, el para¨ªso que por unos breves momentos se cuela en nuestras vidas, pueden ser una trampa mortal para las parejas mal avenidas, que anestesian sus existencias con el trabajo, el chat de padres de alumnos, la vida social y Netflix. Pero cuando todas estas cosas pasan, moment¨¢neamente, a un segundo plano, solo queda un espacio vac¨ªo que amplifica los conflictos, que ahonda en las diferencias y que da cuerda a esos rencores que se niegan a pasar p¨¢gina.
Las vacaciones son la prueba del algod¨®n en la que las parejas felices salen mucho m¨¢s fortalecidas y las enfermas vuelven con heridas de guerra. A veces curables, a veces no. ¡°De hecho, hay un chiste ya muy viejo que dice: ¡®?Las vacaciones bien, o en familia?¡±, cuenta Ra¨²l Gonz¨¢lez Castellanos, sex¨®logo, psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terap¨¦utico A la Par, en Madrid. ¡°Es un momento dif¨ªcil, donde los problemas que se guardaban en la mochila salen a la luz; agravados, a veces, por la convivencia con la familia pol¨ªtica, que siempre es un asunto delicado¡±.
La tolerancia a los problemas o al desastre se reduce considerablemente en las vacaciones, donde todo debe ser perfecto, como en las fotos de Instagram. Es como si, por un momento, olvid¨¢ramos que esas im¨¢genes son, en el fondo, trucadas, llevan filtro y muestran solo la parte menos estropeada de nosotros mismos. Pero, adem¨¢s, como apunta Francisca Molero, ginec¨®loga, sex¨®loga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa, ¡°algunos modelos nuevos de vacaciones fomentan las peleas o los conflictos. Por ejemplo, la moda de las caravanas, con muy poco espacio, sobre todo si se tiene hijos, o el caso de una pareja que vino a consulta. Rondaban los 40 a?os, ten¨ªan dos ni?os peque?os y separaban las tareas al 50%; aunque el ocio lo gestionaban por separado, para tener cada uno su espacio. ?l se iba una semana con sus amigos y ella lo aceptaba, aunque la idea le enfadaba un poco. Generalmente, estas cosas no funcionan porque estaban centrados solo en los hijos y en los quehaceres, y no en su vida de pareja¡±.
Si las vacaciones han sido como una declaraci¨®n de guerra, las parejas pueden volver y esperar a que la rutina y el trabajo amordacen, de nuevo, los conflictos o bien hacerles frente. ¡°En realidad, la gente que acude a terapia de pareja es un porcentaje muy peque?o, porque todav¨ªa hay mucha reticencia¡±, comenta Miren Larrazabal, psic¨®loga cl¨ªnica, sex¨®loga y presidenta de la Sociedad Internacional de Especialistas en Sexolog¨ªa (S?SEX). ¡°Muchas parejas vienen buscando la extremaunci¨®n, para que les confirmes que la relaci¨®n ha muerto y romper as¨ª con la confirmaci¨®n de un profesional. Claro que un terapeuta no aconseja ni decide, su labor est¨¢ en visibilizar la situaci¨®n y que los miembros de la pareja tomen decisiones. Est¨¢n tambi¨¦n los que te confiesan que no creen en la terapia, pero que han venido porque su pareja les ha puesto un ultim¨¢tum (¡¯o vas, o me separo¡¯). Estos son generalmente hombres arrastrados a la consulta por mujeres. Y luego est¨¢n los que realmente creen en nosotros y piensan que podemos ayudarles¡±, apunta Larrazabal.
De una forma u otra, la terapia hace su trabajo. ¡°Yo siempre digo que siempre funciona, ya sea porque ha ayudado a sus integrantes a reconocer que han llegado a su fin, y contribuye a una ruptura menos dram¨¢tica, o porque ayuda a buscar mejores maneras de relacionarse¡±, reconoce Francisca Molero.
Generalmente, llegan a la consulta con demandas y problemas que ellos ya han identificado y que quieren solucionar: ausencia de sexo, infidelidades, p¨¦rdida de confianza, etc¨¦tera. ¡°A veces, no siempre son los que nosotros identificar¨ªamos como los m¨¢s acuciantes, pero la pareja decide qu¨¦ es lo prioritario y todo se planea y se pacta con ellos¡±, afirma Molero.
La comunicaci¨®n es algo b¨¢sico y no siempre es f¨¢cil cuando la relaci¨®n est¨¢ muy deteriorada. ¡°Siempre hablo de la importancia del sexo oral en una uni¨®n¡±, cuenta Ra¨²l Gonz¨¢lez, ¡°refiri¨¦ndome a la capacidad de verbalizar nuestros deseos, quejas, inquietudes y tambi¨¦n de saber escucharlos. Si la comunicaci¨®n no es un problema, lo dem¨¢s son solo dificultades¡±. De hecho, como apunta Larrazabal, ¡°la diferencia entre una pareja que se lleva bien y otra desgraciada no son los conflictos, sino las habilidades para solucionarlos. Y cuando hablamos de habilidades tenemos que saber que siempre se pueden aprender. En terapia ense?amos estrategias de afrontamiento, tanto a nivel cognitivo como a nivel conductual, junto con habilidades de comunicaci¨®n y negociaci¨®n¡±.
Llegados a este punto, la sociedad, la educaci¨®n y la convivencia brindan cursos gratuitos e intensivos de c¨®mo echarle la culpa al otro y sobrevivir en el intento; c¨®mo convertirse en especialista de los defectos ajenos, al mismo tiempo que se desarrolla una ceguera hacia los propios, o c¨®mo sentirse decepcionado porque la pareja no es muy ducha en el arte de leer los pensamientos y no logra anticiparse a nuestros deseos. Esther Perel, psicoterapeuta y escritora belga, especialista en temas de pareja, tiene un v¨ªdeo recomendable en YouTube donde habla de un enfoque distinto: ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil de entender en terapia de pareja es que si quieres cambiar al otro, primero tienes que cambiarte a ti¡±. En ¨¦l la experta propone empezar por preguntarse: ¡°?Soy la pareja que me gustar¨ªa ser? ?Qui¨¦n he sido hasta ahora en mis relaciones? ?C¨®mo me he mostrado?¡±, en vez de enfurecerse porque el otro no est¨¢ hecho a nuestra medida.
Francisca Molero entronca con esta idea y reconoce que uno de los deberes que siempre les manda a sus pacientes es hacer un registro de los comportamientos positivos del otro y de nuestra respuesta hacia ellos. ¡°Esos gestos cotidianos, no siempre apreciados, sobre todo cuando hay conflicto. Creo que es fundamental trabajar en la erotizaci¨®n del buentrato (si existe la palabra maltrato, deber¨ªa existir tambi¨¦n su contrario); en empezar a pensar que el afecto, los cuidados, el cari?o, la empat¨ªa, la comprensi¨®n son cosas muy sexis. La idea de que el seductor siempre era el canalla o el malote empieza a desvanecerse. Un estudio australiano publicado en el Journal of Sex Research apunta que las mujeres tienen m¨¢s deseo si sus parejas comparten las tareas de la casa¡±.
Adem¨¢s de carecer de herramientas para gestionar los problemas, muchas parejas pecan de poner expectativas muy altas en su partenaire. ¡°Buscamos a alguien que lo haga todo bien: que sea buen amante, amigo, compa?ero, padre/madre, que sea guapo, que tenga sentido del humor, el perfecto compa?ero de viaje. Buscamos el amor eterno y pasional y cuando esto se acaba lo vivimos como el mayor de los dramas¡±, se?ala Ra¨²l Gonz¨¢lez. Esther Perel comenta en el mismo v¨ªdeo c¨®mo las parejas se han ido perfeccionando a trav¨¦s de la historia de la humanidad. Lo que empez¨® siendo una mera uni¨®n de supervivencia pas¨® a ser un contrato y luego una relaci¨®n tambi¨¦n emocional. Hemos ido sofisticando el concepto ideal de pareja y ¡°las buenas relaciones de hoy son las mejores de la historia, pero son muy pocas¡±, asegura la psicoterapeuta belga.
?De qu¨¦ se quejan entonces las uniones desafortunadas? ?Cu¨¢les son sus objeciones m¨¢s comunes? Seg¨²n Miren Larrazabal lo que m¨¢s se escucha en la consulta son tres frases ya t¨ªpicas: ¡°mi pareja no me escucha¡±, ¡°no me entiende¡± y ¡°no me valora¡±. ¡°Lo que podemos deducir es que las habilidades estrella para que una uni¨®n sea feliz y duradera son la escucha activa, la empat¨ªa y la validaci¨®n personal¡±, a?ade.
Escuchamos tambi¨¦n ¨²ltimamente esta idea reiterada de que hay que ir a la pareja con los deberes hechos, sin grandes necesidades que cubrir y no buscando en el otro la tabla de salvaci¨®n. Todo correcto, pero, como argumenta Perel, ¡°estoy cansada de eso, de arr¨¦glate a ti mismo primero y luego ve a una relaci¨®n, porque la cosa es interactiva¡±. Crecemos al mismo tiempo que los dem¨¢s nos ayudan a madurar y a reconocernos, y una buena pareja es un gran instrumento para eso. Por el contrario, permanecer en una relaci¨®n en la que ya ha expirado la fecha de caducidad puede llevarnos, como dice Ra¨²l Gonz¨¢lez, ¡°en el mejor de los casos a una situaci¨®n de anodinia, a perder las ganas de vivir e incluso a cuadros de depresi¨®n y ansiedad. Una factura muy cara que no merece la pena pagar¡±.
Rita Abundancia es periodista, sex¨®loga y autora de la web RitaReport.net.
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