¡®Vintage¡¯, rural e irresistiblemente sencilla: por qu¨¦ nos obsesionan las tazas de acero
La vajilla esmaltada con el canto azul ha vestido la entra?able rutina familiar pre-Instagram de las cocinas espa?olas. Hoy el peltre se reivindica como uno de los materiales omnipresentes del momento por su funcionalidad, sostenibilidad y un toque de nostalgia
¡°Recuerdo cuando de peque?os mis hermanos y yo pon¨ªamos la mesa en casa de mi abuela, colocando sobre el mantel de cuadros los platos ¨¢mbar de Duralex¡±, dice Carlos L¨®pez, profesor de Historia del Arte y especialista en restauraci¨®n. Aquel ritual semanal ¡ªque interrump¨ªa moment¨¢neamente el visionado del cap¨ªtulo de Los Caballeros del Zodiaco con un alborotado trasvase de cacharros entre el comedor y la cocina¡ª educ¨® de manera subliminal la relaci¨®n de toda una generaci¨®n con los objetos cotidianos. En muchos casos, el v¨ªnculo con aquellos aparejos se extingui¨®, dejando no m¨¢s que un feliz recuerdo, ya borroso, a la par que se pasaba de El Barco de Vapor a Anagrama. En otros, como le ocurri¨® a este historiador del arte, fue el detonante de un afecto incondicional hacia el dise?o dom¨¦stico m¨¢s modesto. Porque la belleza de lo cotidiano no est¨¢ en las cosas, sino sobre todo en la mirada y en el modo en que nos relacionamos con ellas.
La taza donde m¨¢s de una generaci¨®n ha tomado el ColaCao al regresar del colegio goza hoy de un explosivo resurgir. Es sobria, humilde, minimalista, discreta, irresistiblemente sencilla. De acero inoxidable esmaltado al horno con polvo de vidrio, de color blanco tiza brillante y con el canto pintado de azul. Hoy, su principal virtud no es su durabilidad, ni su naturaleza irrompible, ni su car¨¢cter higi¨¦nico ¡ªhay punteros materiales tecnol¨®gicos que superan estas cualidades¡ª. No se puede meter en el microondas. Si se da un mal golpe, el esmalte puede desconcharse. Pero hay algo que hace a esta taza deseable, y es su capacidad de remover los fotogramas ¨ªntimos m¨¢s entra?ables de la memoria sentimental. Porque igual que el silencio o la lentitud, la nostalgia es un valor en alza.
Regreso al futuro
Falcon Enamelware, firma que ha equipado la vida hogare?a brit¨¢nica desde 1920, es el fabricante pionero en Europa de utensilios de peltre, como tambi¨¦n se conoce a esta cer¨¢mica esmaltada. En su factor¨ªa pr¨®xima a la ciudad de Birmingham produce desde hace un siglo un surtido cat¨¢logo de piezas de menaje: vasos, platos, cazos, cuencos, tazas y fuentes para hornear el popular pie, el pastel de hojaldre con variados rellenos. En la d¨¦cada de los ochenta, la marca guipuzcoana Ibili lanz¨® una l¨ªnea de menaje de acero esmaltado que produce en su f¨¢brica de Bergara. La versatilidad es uno de los grandes atributos que la firma vasca destaca de su l¨ªnea Blanca, disponible en pr¨¢cticamente cualquier ferreter¨ªa en Espa?a. ¡°Tiene un aire vintage, rural y campestre, pero tambi¨¦n sabe vestirse de etiqueta en las mesas de los restaurantes m¨¢s chic de las ciudades¡±, afirman en Ibili.
Recientemente, el encarecimiento de los aranceles por el Brexit ha favorecido la entrada en escena de nuevos proveedores europeos, como los alemanes M¨¹nder-Email, que con un escaparate m¨¢s ecl¨¦ctico (tienen jaboneras, embudos, espumaderas, mantequilleras, hueveras, palmatorias, accesorios para el jard¨ªn¡) se han hecho con parte del mercado de importaci¨®n que antes copaba el ilustre y cada vez m¨¢s caro peltre brit¨¢nico.
En la cocina, en el comedor, en el ba?o, en la terraza, para ir de acampada o de p¨ªcnic, para salir al jard¨ªn, al borde del mar o a la mesa de muchos de esos restaurantes buenos-bonitos-baratos, el peltre ha pasado de equipar la rutina familiar y modesta de cada d¨ªa a reivindicarse como uno de los materiales omnipresentes del momento. La generaci¨®n de nost¨¢lgicos que ya han cumplido los 40 lo abrazan. Sus hijos y sobrinos, tambi¨¦n.
El encanto de lo aut¨¦ntico
?Por qu¨¦ hoy aquella taza irrompible donde nos tom¨¢bamos el ColaCao y aquel plato con una sonoridad inimitable donde nuestra abuela bat¨ªa los huevos gustan tanto? En primer lugar, porque est¨¢n bien concebidos. ¡°Los objetos dom¨¦sticos hablan de los rituales, del tiempo, de lo cotidiano¡ Cuando se dise?an bas¨¢ndose en la experiencia, en la funcionalidad y en la ergonom¨ªa, su dise?o ser¨¢ perdurable por mucho tiempo¡±, explica B¨¢rbara Pierpaoli, docente de Historia del Dise?o de Mobiliario y Decoraci¨®n en el Stituto Europeo di Design (IED). ¡°Igual que las vajillas de vidrio templado de Duralex, la yogurtera de vasitos de Moulinex, los juegos de caf¨¦ de opalina trasl¨²cida de Arcopal, las porcelanas de Bidasoa o las jarras de aluminio anodizado de Manufacturas Met¨¢licas Madrile?as, las piezas de acero esmaltado en blanco con el canto azul me resultan mentalmente reconfortantes porque aportan a mi hogar el encanto aut¨¦ntico de una est¨¦tica cotidiana atemporal¡±, dice por su parte Carlos L¨®pez, el historiador del arte que es tambi¨¦n un avezado cazatesoros de piezas vintage de principios del siglo XX.
¡°Hoy en d¨ªa el concepto de dise?o est¨¢ relacionado no solo con la apariencia o las prestaciones, sino tambi¨¦n con los valores¡±, argumenta Pierpaoli. Un buen objeto de dise?o cobra sentido cuando es ¨²til y cuando satisface el desempe?o de una funci¨®n sin perder de vista el bienestar humano y ambiental. Con sus l¨ªneas minimalistas y atemporales, el humilde peltre es un referente de funcionalidad y elegancia. ¡°Nos habla de la sencillez, un valor en alza que conecta con la idea de sostenibilidad. Porque el buen dise?o es aquel que resuelve necesidades y, al mismo tiempo, respeta el medio ambiente. El buen dise?o debe ser social y ambiental¡±, a?ade la docente del IED. Este vaso fue concebido con criterios, sobre todo, pr¨¢cticos, para tener una utilidad en la vida dom¨¦stica diaria. En su gestaci¨®n no hubo vocaci¨®n art¨ªstica, y, sin embargo, hoy es una pieza con valor est¨¦tico e incluso antropol¨®gico que merece por derecho propio formar parte de la cultura del dise?o.
Flechazo intergeneracional
Esa b¨²squeda de la sostenibilidad con decisiones meditadas como evitar el pl¨¢stico a toda costa ha hecho que muchos j¨®venes que apenas han cumplido los veinte conecten instant¨¢neamente con el centenario peltre. El acero esmaltado pertenece al pasado, al presente y al futuro. Es m¨¢s que un dise?o est¨¦tico: es tambi¨¦n una elecci¨®n ¨¦tica. Pero, sin duda, el elemento que mejor explica esta conexi¨®n es la nostalgia. ¡°La nostalgia de quienes, de repente, al entrar en nuestra tienda, se topan con ese plato donde su abuela bat¨ªa los huevos o con el cazo donde calentaban el caf¨¦ con leche en la casa del pueblo¡±, cuenta Mar¨ªa Rosa Amor, fundadora del proyecto de objetos cotidianos Casa Gonz¨¢lez & Gonz¨¢lez. El encari?amiento de quienes frecuentan este encantador ultramarinos del barrio madrile?o de Salesas con el peltre que les retrotrae a su infancia es sincero, instintivo. ¡°?Igual que ese plato hab¨ªa uno en la cocina de mis abuelos!¡±, es algo que se ha escuchado en Casa Gonz¨¢lez & Gonz¨¢lez m¨¢s de una vez.
¡°No tengas nada en tu hogar que no tenga un uso o que no creas que es bello¡±, proclam¨® William Morris, artesano polifac¨¦tico y padre del movimiento Arts and Crafts, las artes y los oficios artesanales. Lo dijo en 1880 durante una conferencia que titul¨® La belleza de la vida. En los ¨²ltimos 60 a?os, el fen¨®meno del consumismo de masa nos mueve tristemente a la contra del planteamiento sensato de Morris, provocando, adem¨¢s, un uso excesivo de recursos naturales y la generaci¨®n de residuos dif¨ªcilmente reciclables. Por eso un vaso dise?ado hace un siglo que puede durar eternamente y que hoy luce m¨¢s deseable que nunca es capaz de transmitir tantas cosas. Pragmatismo, elegancia, inteligencia conceptual, amor por la naturaleza y respeto al trabajo bien hecho son algunas de las que se pueden degustar bebiendo de ¨¦l a sorbos pausados.
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