Petricor: de d¨®nde viene el olor a tierra mojada y por qu¨¦ es m¨¢s potente con las lluvias de verano
Perfumistas y cient¨ªficos han intentado domesticar y encapsular la fragancia h¨²meda y terrosa de las tormentas estivales desde hace miles de a?os porque este aroma penetrante, fresco y reconfortante embriaga todos los sentidos
En 2008, el perfumista Jean-Claude Ellena creaba para Herm¨¨s Un jard¨ªn despu¨¦s del monz¨®n, un perfume cautivador, relajante y fresco que evoca un paisaje rebosante de agua. ¡°La expresi¨®n serena de una naturaleza que renace tras la lluvia¡±, seg¨²n el propio perfumista. La virguer¨ªa t¨¦cnica de encapsular en un frasco el olor de la tierra mojada no era nueva en absoluto. Milenios atr¨¢s, en la India, Om¨¢n y ciertas regiones de Asia y Medio Oriente, m¨¦dicos, monjes, curanderos y ascetas ya formulaban el exclusivo mitti attar ¨Dliteralmente, el perfume de la tierra¨D, una destilaci¨®n de barro seco en aceite de s¨¢ndalo que condensaba el aroma de ese instante en el que las lluvias del monz¨®n caen sobre el suelo seco, revelando en el ambiente la esencia de la tierra h¨²meda cuando el agua le devuelve lo que el sol le ha arrebatado.
Este aroma terap¨¦utico, sensual y evocador se empleaba como remedio curativo, como ofrenda en rituales y tambi¨¦n, c¨®mo no, para acicalar el cuerpo y el interior de palacios y viviendas entre las clases m¨¢s poderosas. Era una fragancia lujosa y de una riqueza arom¨¢tica casi narc¨®tica que exhalaba el aliento ardiente de la tierra ¨¢rida reconfortada s¨²bitamente por un chaparr¨®n.
Los sacerdotes y m¨¦dicos del Medio Oriente a¨²n no lo sab¨ªan; Jean-Claude Ellena, s¨ª. La clave de ese olor a tierra mojada despu¨¦s de la lluvia es un complejo sistema de interacciones que ocurren entre el agua, el suelo y su hueste de microorganismos nativos. Tanto seduc¨ªa la naturaleza de este aroma a cient¨ªficos y perfumistas que desde 1964 el olor a tierra mojada incluso tiene un nombre: petricor. El t¨¦rmino ¨Dacu?ado por los investigadores Isabel Joy Bear y Richard Thomas en un art¨ªculo publicado en la revista Nature¨D proviene del griego petros (piedra) e ichor (el fluido que, seg¨²n la mitolog¨ªa griega, fluye en las venas de los dioses).
¡°El petricor es un olor agradable y fresco que acompa?a a la lluvia. Es una combinaci¨®n de varios elementos: gases atmosf¨¦ricos, mol¨¦culas producidas por bacterias en los ambientes h¨²medos y compuestos org¨¢nicos arom¨¢ticos que se sedimentan en la superficie de arcillas, rocas y plantas¡±, explica Marina Barcenilla, cient¨ªfica, acad¨¦mica que ocupa el sill¨®n rosa damascena en la Academia del Perfume y perfumista independiente.
El aroma se percibe en el ambiente justo antes de que llueva. ¡°Me gusta pensar en este proceso como en un encuentro entre la tierra y el cielo. El aroma se desencadena cuando, instantes antes de llegar la lluvia, el aire saturado de humedad entra en contacto con superficies secas, ya sean tierra, rocas o asfalto. Cantidades microsc¨®picas de esa agua incipiente se infiltran en las superficies liberando las mol¨¦culas arom¨¢ticas. Este proceso se acelera una vez llega la lluvia¡±, detalla Barcenilla.
El olor a tierra mojada es especialmente potente con las lluvias de verano y m¨¢s a¨²n ahora, en momentos de sequ¨ªa ya casi estructural como la que padecemos. En general, cuanto m¨¢s reseco est¨¦ el suelo (bien porque sea verano, bien por la sequ¨ªa), m¨¢s cantidad de aceite vol¨¢til se libera cuando llueve. ¡°La intensidad del olor a tierra mojada depende de la cantidad de compuestos vol¨¢tiles atrapados en la superficie sobre la que cae la lluvia¡±, detalla Barcenilla. Estos compuestos se acumulan durante periodos secos, lo que explica que con las lluvias de verano den lugar a matices m¨¢s saturados.
La esencia del aroma est¨¢ siempre en el paisaje, pero necesita del agua para expresarse. El petricor requiere periodos agostados para que los aceites y mol¨¦culas arom¨¢ticas se acumulen, as¨ª que en un entorno con mucha humedad o durante una estaci¨®n lluviosa su fragancia es menos intensa. El olor del petricor es terroso y h¨²medo, aunque dependiendo del entorno ¨Dde los minerales, las rocas, los microbios, la fauna y la flora presentes en el momento y en el lugar de la lluvia¨D puede tener otros muchos matices: verde, especiado, salado, amaderado, con recuerdos a moho, a minerales, a ozono, a aire fresco o incluso con notas industriales o de asfalto.
Un aroma que crea adicci¨®n
El porqu¨¦ resulta tan placentero y adictivo tiene una explicaci¨®n evolutiva, y es que el olfato de los animales es capaz de captar el olor del petricor en concentraciones muy bajas porque siempre hemos dependido de la lluvia y del agua fresca para sobrevivir. Y este efluvio indica inequ¨ªvocamente a nuestro subconsciente que all¨ª donde est¨¦ el aroma habr¨¢ tambi¨¦n agua, alimento vital.
Por su agradable car¨¢cter limpio y reconfortante, hay muchas fragancias que proponen aromas relacionados con la lluvia y con las sensaciones del olor de la tierra mojada. Para formularlos, se hace uso de geosmina, la mol¨¦cula producida por los microbios presentes en el suelo y que en contacto con el agua destila el aroma del petricor. Para su uso en perfumer¨ªa, esta mol¨¦cula natural se replica mediante bios¨ªntesis en el laboratorio.
Tan cautivador y sugestivo es este fen¨®meno olfativo puro que nace del paisaje y de la tierra misma, que el petricor se ha colado en el imaginario de inspiraci¨®n de creadores de muy diversas disciplinas. Recientemente, los artistas Germain Meulemans y Ana?s Tondeur tomaron muestras de lodos de entre los adoquines de los suelos de Par¨ªs en un intento de destilar desde el arte experimental los aromas ¨ªntimos de la capital francesa. En el mundo de la m¨²sica, la compositora americana Emily McPherson explora las peque?as grandes sutilezas de su entorno inmediato en la sinfon¨ªa Petrichor, dedicada al olor de la tierra mojada. La cient¨ªfica y acad¨¦mica de n¨²mero de la Academia del Perfume Marina Barcenilla ha creado Ground Control, un perfume que rinde homenaje a la Tierra. Su aroma ¨Dun c¨®ctel a base notas de b¨¢lsamo de abeto, ozono, s¨¢ndalo, musgo, resinas y el propio petricor¨D recrea las sensaciones de acogida, bienestar, dicha y confort que tendr¨ªamos al regresar a la tierra tras un largo viaje espacial a millones de kil¨®metros de distancia.
En cualquier lugar del planeta, inhalar el aroma del petricor es como estar en casa. Su fragancia nos hace cerrar los ojos, aspirar hondo, querer estar a¨²n m¨¢s cerca de donde rompe la tormenta y las gotas se estrellan contra el suelo. Porque es bals¨¢mico, porque reconforta, porque de alguna manera nutre y sacia ¨Daunque sea solo durante lo que dura un chaparr¨®n de verano¨D todos los sentidos.
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