Las alternativas al ¨¢rbol de Navidad cl¨¢sico: decorar un cactus, la rama seca de un ¨¢rbol de eucalipto o el arbusto del jard¨ªn
La compra masiva de abetos naturales durante las fiestas navide?as resulta poco sostenible, pues la especie sufre y muere con las altas temperaturas que experimentan dentro de los hogares climatizados durante el invierno
Hay muchas personas que prefieren no recurrir a las dos opciones m¨¢s habituales para meter un ¨¢rbol de Navidad en casa. Ambas pueden suponer un dilema para quienes est¨¢n sensibilizados con el respeto y el cuidado de la naturaleza: el t¨ªpico ¨¢rbol de pl¨¢stico o los abetos naturales que se venden ya cortados. Si bien es cierto que tambi¨¦n se compran una gran cantidad de ¨¢rboles navide?os cultivados en maceta, hay que tener en cuenta que muchos de ellos tambi¨¦n mueren al t¨¦rmino de estos d¨ªas de festividad por la calefacci¨®n en el interior de las casas. Varias especies son las que se cultivan para estos cometidos, como la p¨ªcea com¨²n (Picea abies) o el abeto del Ca¨²caso (Abies nordmanniana).
Si no se quiere caer en esos t¨®picos, las alternativas son variadas, casi tantas como la inventiva de cada cual. Una muy accesible es la de cuidar de una planta que sirva para ese fin cuando llegue la Navidad. Gilberto Segovia y su familia cultivan en su casa madrile?a un ficus benjamina (Ficus benjamina): ¡°Hace m¨¢s de veinte a?os que adquir¨ª ese ficus. Para el puente de la Constituci¨®n lo adornaremos con espumillones, una estrella en la punta, algunas bolas, mu?ecos de nieve, elfos¡ Con nuestros hijos tambi¨¦n hemos cogido pi?as de cipr¨¦s (Cupressus sempervirens) y frutos de liquid¨¢mbar (Liquidambar styraciflua) que hemos pintado, y con eso tambi¨¦n adornamos el ¨¢rbol, aparte de con las luces, claro¡±, detalla Segovia. Entre marzo y octubre, esta familia cultiva su ficus en la terraza, para meterlo en el sal¨®n cuando llega el fr¨ªo. Otro ficus, en este caso el famoso ¨¢rbol del caucho (Ficus elastica), es el elegido por Aina Hern¨¢ndez, abogada mallorquina y amante de las plantas y de la literatura: ¡°Voy a ponerle adornos a mi ficus, y ese ser¨¢ mi ¨¢rbol de Navidad. Lo tengo en una maceta, dentro de casa. Le pondr¨¦ bolas y lucecitas led¡±.
Otras plantas caseras se suman a la decoraci¨®n navide?a, como un pino (Pinus sp.) cultivado en maceta por Cris Montes. Esta profesora de Secundaria, una apasionada por las plantas desde peque?a gracias al ejemplo que le inculcaron su madre y su abuela, tiene su ¨¢rbol particular: ¡°Es un pino peque?o plantado en una maceta de barro gigante que tengo en el patio. En Navidad entra en casa para decorarlo con adornos y luces. Lo llevamos haciendo unos ocho a?os junto con mis sobrinos Guille y Nico. Eleg¨ª esa planta porque me recordaba a las pelis de Navidad, donde todo el mundo va a comprar su abeto. Pero as¨ª, yo puedo disfrutar del pino todo el a?o en el patio¡±, explica Montes.
Pero no solo hay hueco para plantas m¨¢s o menos arb¨®reas, sino tambi¨¦n para arbustos, como el romero (Salvia rosmarinus) de Ver¨®nica Pilonieta, una artista de Barcelona que ha elegido esta especie ¡°para que se quede conmigo todo el a?o¡±, atestigua. Otros, como Jer¨®nimo Rom¨¢n, cuida con esmero en su patio sevillano un ¨¢rbol de Navidad de lo m¨¢s especial: un cactus. ¡°Soy un chiflado de las plantas¡±, certifica Rom¨¢n, ¡°mi abuela Carmen, como buena andaluza cuidadora de patios con plantas, me transmiti¨® ese amor y chifladura, bendita ella¡±. La planta elegida por este chiflado para decorar en estas fiestas es ni m¨¢s ni menos que un alfiler de Eva (Austrocylindropuntia subulata): ¡°As¨ª la llamaba mi abuela; hasta ha florecido alegremente. Le voy a poner su espumill¨®n y su buena estrella coron¨¢ndolo¡±, concluye Rom¨¢n.
Otras veces, la planta crece en la tierra del propio jard¨ªn, y, en vez de meterla en casa, se sacan todos los abalorios para engalanarla. Una vez m¨¢s, las posibilidades son infinitas. Ana Jim¨¦nez ha elegido para ello unos magnolios (Magnolia grandiflora), que adorna por estas fechas; ¡°los tengo plantados desde hace unos 23 a?os¡±, asegura. Alba N¨²?ez, divulgadora sobre plantas y naturaleza, se decanta ¡°por decorar alg¨²n arbustillo del jard¨ªn. Este a?o creo que decorar¨¦ una abelia (Abelia sp.)¡±. En cambio, Ruth Sainz elige un abeto muy especial de su casa en Villalba (Madrid): ¡°Tengo un Abies koreana ¡®Silberlocke¡¯ en la entrada de la casa. Realmente, nunca lo he decorado, le planto peque?as plantitas debajo. Como tiene pi?as azules, ¨¦l ya solito se decora. Eso s¨ª, le ponemos luces¡±.
Cristina Albalat, en Sant Quirze del Vall¨¦s (Barcelona), dise?adora de jardines sostenibles, aprovecha sus salidas al bosque con su hijo. ¡°Vamos mirando para encontrar la rama que nos va a hacer de ¨¢rbol de Navidad. En el suelo siempre hay ramas ca¨ªdas, y escogemos una que sea bien ramificada y larga, del tama?o de una persona adulta. En casa la colocamos en un cesto con piedras, para que se sostenga, y a partir de ah¨ª procedemos como con un abeto normal. Yo le digo a mi hijo que nuestro ¨¢rbol es especial. Cuando acaba la Navidad, va a la pila del compost o a la chimenea¡±. Albalat no es la ¨²nica que inculca la sostenibilidad en el seno de su familia, tambi¨¦n lo hace Marisa Culatto, artista canaria afincada en el Reino Unido: ¡°Traemos a casa una gran rama seca del parque en el que vivimos, que tenga muchas ramificaciones, para colocarla con piedras en una maceta, donde la decoramos. Una vez que pasan las fiestas, la rama vuelve a la naturaleza, a continuar su proceso¡±, explica sobre esta manera de cerrar un ciclo respetuoso con el medio ambiente. Algo parecido hace Orlanda Varela, una psiquiatra gallega afincada en Madrid: ¡°Elijo una rama sin hojas de espino albar, que meto en una damajuana, con los adornos colgando¡±. Su decoraci¨®n da como resultado un elegante dise?o minimalista, como un ikebana navide?o.
Estos principios de sostenibilidad ambiental tambi¨¦n los sigue la profesora de Ingl¨¦s Virginia Romano, de San Sebasti¨¢n, una aficionada a los arreglos florales: ¡°Pongo ramas enormes en un jarr¨®n tambi¨¦n enorme, que adorno. Tienen que ser ramas largas y oblicuas, no rectas, para que las figuritas cuelguen. Me gustan mucho las de haya (Fagus sylvatica), que aqu¨ª caen mucho por los temporales¡±. Mabel Pi?eiro elabora en su apartamento vigu¨¦s ¡°un ramo con hojas de eucalipto decorativo (Eucalyptus gunnii) y paniculata (Gypsophila paniculata), del que cuelgo unas bolitas doradas¡±. Una composici¨®n muy equilibrada, sin duda. Francisco D. Curiel, aficionado a la bot¨¢nica, compone en su casa de Pilas (Sevilla) otro arreglo floral: ¡°Tomo varetas de ramas secas y de olivo (Olea europaea) que amasijo, dando una apariencia de arbolito. Aunque no es un ¨¢rbol de porte, es un bonito detalle que colocamos en el zagu¨¢n, decorado con figurillas hechas a mano con arcilla¡±.
Para concluir este itinerario bot¨¢nico navide?o, siempre quedar¨¢ la opci¨®n empleada por Manuel Ledesma, un bi¨®logo que decidi¨® no adquirir m¨¢s ¨¢rboles navide?os en maceta: ¡°Hace tres a?os, lo compr¨¦ en un vivero, y pas¨® la primera Navidad algo estresado, pero sobrevivi¨® dentro de casa. Pasadas las fiestas, lo saqu¨¦ al patio y volvi¨® a coger tono. Pero, cuando lleg¨® el verano, encontr¨® la muerte. Al desnudo, lo vi bello y elegante, as¨ª que lo salv¨¦ de la quema, y en Navidades decid¨ª vestirlo de luces y colgarle unas bolas. Y ah¨ª sigue, contando los d¨ªas para dar alegr¨ªa de nuevo¡±. Que as¨ª sea.
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