Orgasmofobia: el miedo al ¨¦xtasis y a perder el control
La cercan¨ªa a la ¡®petite mort¡¯ puede asustar a algunos, que confunden o malinterpretan sus s¨ªntomas o que evitan abandonarse a las sensaciones. Para remediarlo, los expertos consideran fundamental recuperar la conciencia corporal y mental, entrando en el plano del sentir
El orgasmo es la guinda del pastel del sexo y, aunque no es imprescindible para sentir placer, todos aspiramos a experimentarlo en las relaciones, sobre todo si puede ser de manera sincronizada. El orgasmo que se finge para complacer al otro o para enga?arse a s¨ª mismo. El orgasmo que no se alcanza, como si el cuerpo se negara al gozo pero no al dolor. El orgasmo que, a veces, da miedo, lo que impide que uno se abandone a la petite mort, a lo desconocido, a lo que escapa al control. En cierta manera, el orgasmo es como la libertad. Todos la buscan, se pinta como la felicidad suprema; pero no siempre es f¨¢cil firmar ese contrato ni aceptar los t¨¦rminos que ello implica. Ansiamos ser libres, pero nos dan miedo los pasos que nos conducen a esa libertad que, a menudo, cambiamos por seguridad. Con el orgasmo pasa algo parecido. Por diversas razones, no todo el mundo se atreve a invitar a su ¨ªdolo a casa. ?Y si no le gusto? ?Y si no estoy a la altura? ?Y si, de repente, estoy en una situaci¨®n que no puedo controlar ni manejar?
Est¨¢n las personas que no pueden llegar al orgasmo, que nunca lo han experimentado y no pueden conseguirlo; y est¨¢n las que, por diferentes razones, interrumpen los est¨ªmulos y, en cierta manera, abortan el orgasmo por miedo a perder el control o porque confunden sus s¨ªntomas con algo negativo. En un episodio de la serie Mujeres desesperadas una chica interpreta su llegada al cl¨ªmax como un ataque al coraz¨®n.
No poder llegar al orgasmo y tener miedo de alcanzarlo son cosas distintas. ¡°Pero el resultado es el mismo¡±, se?ala la ginec¨®loga y sex¨®loga Francisca Molero, tambi¨¦n directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa. ¡°El orgasmo es un momento muy vulnerable, en el que el raciocinio no est¨¢ presente durante unos segundos y hay una sensaci¨®n de abandono. Por eso a mucha gente le asustan esas emociones y sensaciones, esa necesaria p¨¦rdida de control¡±.
Identificando el orgasmo
Por muy raro que parezca, la noci¨®n de orgasmo no siempre est¨¢ clara. De hecho, todos hemos o¨ªdo hablar de esas mujeres que no saben responder si han alcanzado el cl¨ªmax o no, si alguna vez han experimentado esa peque?a muerte. ¡°Antes, cuando ocurr¨ªa esto siempre se entend¨ªa que si dudaban era que no; porque es una sensaci¨®n lo suficientemente intensa para saber si se ha experimentado¡±, se?ala Molero. Sin embargo, puede pasar: ¡°Hay personas que identifican y experimentan f¨¢cilmente los cambios fisiol¨®gicos del orgasmo (excitaci¨®n, cambios en los genitales, respiraci¨®n acelerada, contracciones), pero estas sensaciones se quedan en el cuerpo y la mente no las interpreta como un orgasmo. No hay esa conexi¨®n cuerpo-mente, por eso en sexolog¨ªa tenemos el t¨¦rmino orgasto, que se refiere a cuando se llega al umbral de excitaci¨®n y tensi¨®n sexual requerida para el orgasmo de manera mec¨¢nica, pero falta la emoci¨®n y la cognici¨®n¡±.
Hay un t¨¦rmino en psicolog¨ªa que se llama ¡°atribuciones cognitivas¡±, y que se refiere a las explicaciones que hacemos sobre las cosas que nos ocurren de forma relativamente inconsciente. ¡°El orgasmo necesita tambi¨¦n de una atribuci¨®n cognitiva, porque uno puede estar muy excitado, pero si no atribuye esos s¨ªntomas a la excitaci¨®n sexual, no lo va a sentir as¨ª¡±, subraya Miren Larrazabal, psic¨®loga cl¨ªnica, sex¨®loga y presidenta de SISEX (Sociedad Internacional de Especialistas en Sexolog¨ªa). Por ejemplo, los ataques de p¨¢nico no son otra cosa que una interpretaci¨®n err¨®nea de unos s¨ªntomas f¨ªsicos debidos a la ansiedad, seg¨²n explica la experta: ¡°La persona etiqueta esas se?ales como alarma, cree que se va a morir, le viene el miedo y es ah¨ª cuando le entra el ataque de p¨¢nico, el miedo al miedo. De hecho, algunas personas que han sufrido esta experiencia pueden luego interpretar una excitaci¨®n sexual intensa como el inicio de un ataque de p¨¢nico; por eso la anulan y, entonces, no llegan al cl¨ªmax¡±.
El orgasmo es una percepci¨®n subjetiva, que tambi¨¦n puede requerir de un aprendizaje. ¡°El placer se construye y todos tenemos la necesidad de saber c¨®mo es nuestro placer¡±, apunta Molero. Por otra parte, asegura, hay personas que tienen unas perspectivas irreales de lo que es el cl¨ªmax y, cuando les llega, no lo identifican como tal.
Estas falsas ideas, percepciones o miedos en torno al placer supremo no son solo exclusivas de la mujer. El hombre tambi¨¦n cae en esta trampa, propia de tiempos en los que el instinto puede tener reminiscencias inapropiadas. El cuerpo es el objeto de estudio del sexocorporel, un enfoque sexol¨®gico creado por Jean-Yves Desjardins (1931-2011) que parte de la premisa de que todo lo que ocurre en nuestra fisiolog¨ªa tiene su correlaci¨®n en las emociones de las cogniciones. Claude Roux-Deslandes es m¨¦dica, sex¨®loga y disc¨ªpula de Desjardins y vive en Francia, donde pone en pr¨¢ctica y ense?a los principios de esta disciplina. ¡°Tengo el caso de un paciente masculino que evita el orgasmo porque le da miedo su fuerza y teme que, al perder el control, pueda hacer da?o a su pareja o hacerle algo que ella no consienta¡±, comenta Roux-Deslandes. ¡°Otros con problemas de salud pueden temer un ataque card¨ªaco; mientras que para muchas mujeres su peor pesadilla es orinarse cuando tienen un orgasmo. En el fondo, todos estos miedos remiten siempre al temor de perder el control. En estos casos hay que trabajar la falta de conocimiento y entrenar las competencias er¨®ticas y cognitivas. No puede haber tensi¨®n-placer si antes hay tensi¨®n corporal. Hay que aprender tambi¨¦n que para subir al orgasmo no es necesario tanto esfuerzo como la gente se cree. Se trata m¨¢s bien de soltar¡±, argumenta esta sex¨®loga.
Las ¨¢reas del cerebro que registran el placer y el dolor est¨¢n conectadas y, como apunta Roux-Deslandes, a veces ocurre como en los trenes, que toman un desv¨ªo y cambian de ruta. ¡°De hecho, la subida de la tensi¨®n sexual puede, en algunos casos, dar la impresi¨®n de dolor sin serlo; y la descarga org¨¢smica puede ser tambi¨¦n una descarga de emociones. Puede haber sensaci¨®n de vac¨ªo, de tristeza, ensimismamiento, lloro o frustraci¨®n de que el placer dure tan poco¡±, comenta.
Malos tiempos para perder el control
Sin duda, la situaci¨®n social, la cultura o las tendencias de cada momento influyen en el comportamiento sexual y afectivo. ¡°Veo a mucha gente que le cuesta soltar, abandonarse a las sensaciones f¨ªsicas, porque estamos todo el tiempo en la mente, en las ideas, en la ideolog¨ªa y porque el mundo que estamos construyendo es un mundo en el que habr¨¢ que estar cada vez m¨¢s alerta¡±, apunta la sex¨®loga francesa. ¡°Hay muchas mujeres que tienen orgasmos mec¨¢nicos, pero sin la parte emocional; porque lo emocional ya asusta. Nadie quiere implicarse a fondo, por eso tambi¨¦n la moda de los succionadores de cl¨ªtoris, porque se buscan sensaciones m¨¢s externas y no tan profundas¡±, a?ade.
Si el control se sit¨²a en las ant¨ªpodas del placer, el instinto parece vivir tambi¨¦n sus horas m¨¢s bajas. ¡°La sexualidad humana es cada vez menos instintiva¡±, observa Molero, ¡°y yo dir¨ªa que perdemos el instinto a todos los niveles, quiz¨¢s porque nos sentimos menos amenazados f¨ªsicamente y porque buscamos soluciones en f¨¢rmacos (ansiol¨ªticos, antidepresivos), m¨¢s que en nuestras habilidades¡±.
?Tal vez la respuesta a este problema estar¨ªa en involucionar, en volver a nuestra esencia, en simplificarlo todo? En opini¨®n de Molero, necesitamos centrarnos en las sensaciones. Es fundamental recuperar la conciencia corporal y mental, entrar en el plano del sentir. ¡°Para ayudar a ir solt¨¢ndose, sometemos a las personas a diferentes exposiciones controladas y paulatinas, primero de manera individual y luego en pareja¡±, sostiene.
Para Miren Larrazabal, es fundamental cambiar ciertas nociones grabadas a fuego, como la de que perder el control es algo indeseable. ¡°Hay que desterrar esa idea negativa, abandonarse puede ser tambi¨¦n un recurso adaptativo, porque supone relajaci¨®n y aceptaci¨®n. Para las personas que no llegan al orgasmo, por la raz¨®n que sea, el ejercicio fundamental es aprender a soltar, a dejar de controlar, mediante aproximaciones sucesivas¡±. En ese sentido, les proponen diferentes experimentos conductuales para perder el control, como gritar en el campo, bailar como si no hubiera ma?ana o dejarse llevar por el ritmo de la respiraci¨®n.
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