Divorcio del sue?o: ?Qu¨¦ es mejor, dormir juntos o separados?
Tener habitaciones separadas, como antiguamente hac¨ªan las clases altas, o compartir cama solo los fines de semana son nuevas formas de interpretar el deber conyugal de compartir lecho; que ya no es una obligaci¨®n, sino una opci¨®n
Cuenta una historia oriental que un luchador de sumo muy reputado y que acumulaba muchos trofeos se cas¨® con una joven y empez¨® a dormir con ella en la cama matrimonial. Tras uno o dos meses, el deportista empez¨® a sufrir una transformaci¨®n. Se sent¨ªa cansado, sin fuerzas, cada vez le costaba m¨¢s entrenar y empez¨® a perder en los torneos. Acudi¨® al m¨¦dico que, tras varias sesiones en las que lo examin¨® cuidadosamente y estudi¨® su caso a fondo, lleg¨® a la conclusi¨®n de que la p¨¦rdida de energ¨ªa proced¨ªa de dormir acompa?ado. Inconscientemente, el luchador de sumo, que no quer¨ªa aplastar a su delicada y peque?a esposa, limitaba los movimientos que hac¨ªa dormido y que le ayudaban a relajarse y a descargar tensiones. As¨ª, se le prescribi¨® que, despu¨¦s de mantener relaciones sexuales con su mujer, cada c¨®nyuge durmiera en camas separadas. Tras seguir estos consejos, recuper¨® su energ¨ªa y volvi¨® a ser el gran luchador que siempre hab¨ªa sido.
Dormir juntos o separados empieza a ser tema de debate entre las parejas, que ya no se ven obligadas al deber conyugal de compartir cama. Especialmente, si se ha pasado la fase de enamoramiento, si la pareja ha alcanzado ya la edad madura, con lo que la conciliaci¨®n del sue?o se vuelve un asunto cada vez m¨¢s delicado, o si las costumbres nocturnas de ambos son incompatibles. Pero, partiendo de que la salud es lo primero, ?qu¨¦ es mejor para un sue?o reparador?, ?dormir solo o acompa?ado?
En principio, si de lo que se trata es de dormir y no de tener sexo (cosas muy distintas), lo ¨®ptimo ser¨ªa contar con el mayor espacio posible. Una cama para uno solo en la que no haya barreras ni bultos en nuestro camino hacia el descanso, pero no siempre es as¨ª. ¡°Existen muchos estudios que demuestran el beneficio emocional de dormir acompa?ado. C¨®mo el abrazo o el contacto f¨ªsico con el otro favorecen el sue?o y la producci¨®n de serotonina y dopamina¡±, sostiene la neur¨®loga Cristina Guijarro, responsable del departamento de Neurolog¨ªa de la Cl¨ªnica DKF, en Madrid, y especialista en trastornos del sue?o. ¡°Pero, adem¨¢s¡±, contin¨²a, ¡°el contacto estrecho con el otro, a todos los niveles, piel y ¨®rganos genitales, beneficia a nuestra microbiota intestinal, que se recambia y enriquece; y a nuestro sistema inmune, que debe trabajar y ponerse en funcionamiento para neutralizar todo tipo de microorganismos no deseados. Evidentemente, esto funciona si en la pareja hay atracci¨®n, afecto, confianza. Es como los ni?os peque?os, que cuando duermen con sus padres se sienten seguros y protegidos¡±.
El sue?o tiene varias etapas, algunas m¨¢s din¨¢micas que otras. ¡°En la primera fase del sue?o el cuerpo no est¨¢ relajado, sino que hace unos movimientos fisiol¨®gicos, totalmente normales, excepto en aquellas personas que tienen alguna patolog¨ªa, como el llamado trastorno de movimientos peri¨®dicos de las piernas. En la fase REM, sin embargo, hay relajaci¨®n muscular pero mucha actividad cerebral. Es cuando aparecen los sue?os¡±, apunta esta neur¨®loga.
Si nos movemos cuando dormimos, la ecuaci¨®n de m¨¢s espacio igual a mejor sue?o no parece descabellada. Sin embargo, Guijarro argumenta que tener una cama king size no garantiza, necesariamente, que se vaya a dormir mejor que la pareja protagonista de la serie Cu¨¦ntame, en su estrecho y casi claustrof¨®bico lecho matrimonial. ¡°Dir¨ªa que es algo cultural. Hay tribus que duermen en peque?as hamacas, colgados de los ¨¢rboles. A lo largo de la historia los lechos han variado. Algunas camas eran realmente estrechas, y no por eso la gente dorm¨ªa peor. Es cuesti¨®n de acostumbrarse; aunque claro, el que duerma en cama grande, si luego se le pasa a una peque?a, pues lo va a notar¡±. Seg¨²n apunta, el sue?o reparador depende m¨¢s bien de lo que se llama la higiene del sue?o: ¡°Una serie de condiciones necesarias para un buen descanso que, b¨¢sicamente, son: oscuridad, silencio, una temperatura adecuada, tirando m¨¢s a fresca que a caldeada. Adem¨¢s de no comer ni hacer ejercicio antes de ir a dormir; ni beber mucho, porque nos despertaremos para ir al ba?o¡±.
?Ser¨¢ que nos queremos menos?
Sara, 44 a?os, Madrid, viv¨ªa hasta 2021 con una pareja con la que ya no est¨¢, y dorm¨ªan en habitaciones separadas. Por aquel entonces, ella era defensora ac¨¦rrima del sleeping apart together o de lo que se ha dado en llamar ¡°divorcio del sue?o¡±. ¡°Nos era muy dif¨ªcil dormir juntos; pero esto empez¨® ya antes de dejar de tener relaciones sexuales. Recuerdo que ¨ªbamos a un hotel y pod¨ªamos tener sexo, pero luego, a la hora de dormir, se hac¨ªa complicado conciliar el sue?o juntos, por eso sol¨ªamos pedir habitaciones de dos camas. ?l fue el que propuso dormir en habitaciones separadas (afortunadamente el piso nos lo permit¨ªa) y a m¨ª, al principio, me sent¨® mal (?Ya no me quiere!), pero luego respir¨¦ aliviada. Cuando por fin nos separamos, yo segu¨ªa con mi s¨ªndrome de pernoctar sola hasta el punto de que, si ten¨ªa alguna relaci¨®n espor¨¢dica, me era dif¨ªcil compartir luego el lecho si se quedaba a dormir. Pensaba que estaba condenada a pasar las noches en soledad, hasta que conoc¨ª a mi actual pareja. Como por arte de magia, todas mis man¨ªas e incomodidades desaparecieron y ahora dormimos siempre juntos, abrazados. Me encanta levantarme y tener a alguien al lado; o despertarte, descubrir que el otro tambi¨¦n est¨¢ despierto, y tener una charla transcendental en mitad de la noche¡±. La conclusi¨®n de Sara es tajante: ¡°El cuerpo expresa nuestras emociones mucho antes de que nosotros nos hayamos dado cuenta de ellas. Nos volvemos exquisitos, quisquillosos y antip¨¢ticos a la hora de dormir porque ya no nos gusta la compa?¨ªa. Yo tengo muy claro que en mi caso fue as¨ª¡±.
Parece, pues, que, en parejas bien avenidas dormir juntos refuerza la relaci¨®n y las microbiotas. Otra cuesti¨®n es c¨®mo se pernocta cuando no se tiene ese grado de complicidad o enamoramiento; lo que tampoco indica necesariamente que haya que solicitar el divorcio. En este caso, poner un poco de tierra de por medio al llegar la noche puede evitar problemas en la relaci¨®n. Esta es la conclusi¨®n a la que lleg¨® un estudio, Sleep and Partners Research 2023, llevado a cabo por The Better Sleep Council, que indicaba que, si bien la mayor parte de las parejas sostienen que duermen mejor si lo hacen juntos, una cuarta parte afirma que descansa m¨¢s a solas. Pernoctar juntos puede intensificar los sentimientos de amor y uni¨®n, pero tambi¨¦n puede perturbar el descanso; lo que, a la larga, puede afectar negativamente a la relaci¨®n de pareja.
Dormir juntos, una idea reciente
La realeza y las clases altas de los siglos XVII y XVIII lo sab¨ªan y cada c¨®nyuge ten¨ªa su propia alcoba. Eran las clases bajas las que dorm¨ªan juntas por falta de espacio en las casas. Como consecuencia de las plagas y epidemias que azotaron Europa, para los habitantes del siglo XIX, la higiene se convirti¨® en una prioridad. As¨ª que muchos expertos de aquella ¨¦poca creyeron que la clave para combatir las enfermedades era eliminar la suciedad en los hogares y mantener las distancias para evitar el contagio de los miasmas que emit¨ªan los cuerpos. As¨ª, las camas gemelas se vieron como una visi¨®n de futuro para solucionar estos aspectos en las parejas de clase media.
Pero, la idea sobre el matrimonio cambi¨® despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial o, tal vez, hab¨ªa que repoblar las bajas de los soldados fallecidos y se necesitaba mano de obra. La cuesti¨®n es que dormir separados empez¨® a interpretarse como signo de un matrimonio distante o fracasado; y nadie quer¨ªa dar esa impresi¨®n a sus vecinos cuando se les invitaba a cenar y se les ense?aba la casa. ¡°Todav¨ªa muchas parejas mantienen ese prejuicio¡±, observa Gloria Arancibia Clavel, psic¨®loga y sex¨®loga con consulta en Madrid, ¡°o piensan que durmiendo separados van a perder esa conexi¨®n f¨ªsica y la oportunidad de tener relaciones sexuales. Tal vez esa ¡®relaci¨®n piadosa¡¯ de cuando uno quiere y el otro no, porque est¨¢ muy cansado y al final accede, no sea tan frecuente. Pero, no necesariamente por dormir juntos va a haber una mejor vivencia sexual. A veces es bueno echarse de menos y que la calidad prime sobre la frecuencia. Adem¨¢s, el estar separados puede dar pie a numerosos juegos, visitas o asaltos al lecho del otro¡±.
Para Arancibia todo depende de la las fases de la propia pareja: ¡°Al inicio de una relaci¨®n siempre hay m¨¢s deseo de contacto permanente; pero una buena relaci¨®n de pareja se basa en dos independencias que se unen y negocian cosas. No hay por qu¨¦ soportar ronquidos o determinadas patolog¨ªas que impiden el buen descanso en aras del amor; porque, finalmente, eso va a pasar factura a la relaci¨®n. Hay, adem¨¢s, modalidades intermedias como dormir separados entre semana y juntos las noches del viernes y s¨¢bado, que pueden ser muy interesantes¡±, comenta esta sex¨®loga.
Cristina Guijarro recuerda al refranero que nos avisa: ¡°Dos que duermen en un colch¨®n se vuelven de la misma condici¨®n; lo que no quiere decir que el insomnio sea contagioso, pero no cabe duda de que las perturbaciones en el sue?o de uno afectan al compa?ero de cama¡±. Tambi¨¦n se dice que c¨®mo pasemos la noche determinar¨¢ c¨®mo va a ser nuestro d¨ªa. Hay, pues, que buscar el men¨² nocturno que m¨¢s se adapte a las necesidades y apetencias; y no olvidar que tambi¨¦n se puede tener sexo a la luz del d¨ªa.
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