?Es buena idea volver con un ex?
La maldici¨®n que dice que segundas partes nunca son buenas puede ser burlada, pero para constituir la excepci¨®n a esta regla hay que retomar la relaci¨®n con los problemas resueltos y el compromiso de no cometer los mismos errores. El peligro de no hacerlo es separarse de nuevo a los dos a?os
¡°Ni contigo ni sin ti¡± parece ser el lema de algunas parejas que se dan una segunda, tercera y hasta cuarta oportunidad. Que confunden gresca con pasi¨®n y que piensan, equivocadamente, que el amor y el sexo tienen superpoderes capaces de cambiar a la gente y las circunstancias. Son las llamadas ¡°parejas yoy¨®¡± que van y vienen, como si no hubiera otros candidatos y fueran ellos los ¨²nicos supervivientes en la faz de la Tierra a una cat¨¢strofe apocal¨ªptica. Jennifer Lopez y Ben Affleck son el ¨²ltimo ejemplo de este tipo de uniones; pero la historia registra otras muchas. Seguramente, la m¨¢s sonada fue la de Elizabeth Taylor y Richard Burton. A pesar de que solo se casaron dos veces, la tumultuosa relaci¨®n dio para mucho en la prensa y hasta en la gran pantalla con la pel¨ªcula ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf? (1968), que narraba las batallas de un matrimonio en permanente pie de guerra, en la que los actores se sab¨ªan de memoria el guion, antes incluso de haberlo le¨ªdo.
Melanie Griffith y Don Johnson se casaron tambi¨¦n dos veces; y las uniones de Miley Cyrus y Liam Hemsworth o la de Gigi Hadid y Zayn Malik se apagaron y resetearon tantas veces que perdimos la cuenta. ¡°Algunas parejas se enganchan a las reconciliaciones y eso puede indicar que no son capaces de avanzar hacia el siguiente nivel de intimidad¡±, se?ala Carme S¨¢nchez Mart¨ªn, psic¨®loga cl¨ªnica y sex¨®loga, responsable del Programa de Violencia de G¨¦nero del Centre de Salut Mental d¡¯Adults (CSMA) de Cornell¨¤ de Llobregat (Barcelona). ¡°El mecanismo es sencillo: para evitar pasar a la fase posterior de la relaci¨®n, la desmontan y vuelven a la casilla cero. Y, de paso, perpet¨²an la emoci¨®n de los primeros tiempos¡±, comenta.
Esa tensi¨®n emocional y sexual que va haci¨¦ndose cada vez m¨¢s incontrolable. Y no solo para los que la viven, sino para los que asisten al desagradable espect¨¢culo. ¡°A menudo, ambos miembros de la pareja hacen que los amigos se posicionen al contarles cosas y darles informaci¨®n cuando est¨¢n enfadados con el otro. Pero, al mismo tiempo, se les exige que no juzguen lo que hacen cuando vuelven juntos¡±, apunta S¨¢nchez. ¡°Por eso, las amistades tambi¨¦n se resienten con estas rencillas y es muy dif¨ªcil que, una vez acabada la relaci¨®n, ambos mantengan amigos comunes. Generalmente, se establecen bandos que apoyan a uno u otro¡±, advierte la experta.
¡°Confundir gresca con pasi¨®n es el patr¨®n de las relaciones t¨®xicas; que combinan grandes dramas y tragedias con reconciliaciones id¨ªlicas, que siempre llegan de la mano del sexo¡±, se?ala la psic¨®loga cl¨ªnica y sex¨®loga Miren Larrazabal. ¡°En este tipo de uniones todo se vive a lo grande; la dicha y la pena. Es un patr¨®n de refuerzo intermitente, aunque el verdadero amor no tenga nada que ver con esto. Hay que tener suficiente inteligencia emocional para saber cu¨¢ndo hay que soltar y cu¨¢ndo hay que luchar por una relaci¨®n; porque tan v¨¢lido es tratar de salvar una uni¨®n que merece la pena como saber abandonar cuando ya no hay remedio¡±, a?ade la tambi¨¦n presidenta de la Sociedad Internacional de Especialistas en Sexolog¨ªa (SISEX) y miembro del Lyx, Instituto de urolog¨ªa y Androlog¨ªa, en Madrid.
Segundas partes sin repetir el mismo guion
Darse otra oportunidad no tiene por qu¨¦ constituir, necesariamente, el error m¨¢s grande a evitar. A veces, puede ser un acierto, siempre que se vuelva con ganas de escribir la historia de otra manera. ¡°No es cierto eso de que segundas partes nunca fueron buenas. A m¨ª, Terminator 2: El juicio final (1991), me gust¨® m¨¢s que la primera pel¨ªcula¡±, comenta Ra¨²l Gonz¨¢lez Castellanos, sex¨®logo, psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terap¨¦utico A la Par, en Madrid. ¡°Lo primero que hago cuando llega una pareja a terapia es preguntarles: ¡®?Por qu¨¦ no os hab¨¦is separado?¡¯. Algunas miran con cara de alivio, son las que vienen para que un profesional les d¨¦ permiso para romper; pero otras muestran una expresi¨®n de terror. Est¨¢n mal, pero nunca se han planteado el fin, nunca dejar¨ªan al otro, porque uno siente que es ah¨ª donde pertenece¡±.
Para Gonz¨¢lez Castellanos, ¡°una relaci¨®n se asienta sobre tres pilares: intimidad, confianza y pasi¨®n¡±, y estos pueden derrumbarse en cualquier momento. ¡°Se dice que una pareja puede romper por ocho causas diferentes: problemas familiares, laborales, religiosos, econ¨®micos, por malos tratos, por discrepancias respecto al deseo de querer o no querer tener hijos; por infidelidades o por problemas sexuales¡±, enumera el experto. ¡°Yo dir¨ªa que los malos tratos son ya palabras mayores, y nadie deber¨ªa volver con un maltratador. Tras esta l¨ªnea roja, es cierto que las infidelidades da?an mucho a la pareja y las diferencias respecto al deseo de tener descendencia tambi¨¦n, pero todo depende de por qu¨¦ se haya roto y de c¨®mo se gestionen los problemas. Siempre se puede intentar de nuevo, pero esto requiere de un acto de contrici¨®n y de una cierta penitencia. Es decir, identificar el problema, ser consciente de la parte de culpa de cada uno, pedir perd¨®n y comprometerse a no volver a repetir el mismo error. Si esto no se hace, la pareja volver¨¢ a tropezar en la misma piedra, una y otra vez¡±, asegura.
Es curioso c¨®mo muchas parejas yoy¨®, al intentarlo por segunda vez, fracasan y se separan a los dos a?os, m¨¢s o menos. Que es lo que les ha pasado a Lopez y Affleck. En opini¨®n de Larrazabal, este es un caso de manual, porque, si se vuelve sin los deberes hechos, el periodo m¨¢ximo que suele aguantar la uni¨®n es de 24 meses, pasada ya la fase de enamoramiento, ese estado irracional y de pasi¨®n intensa. ¡°La vuelta a la convivencia hace que los asuntos pendientes vuelvan a aflorar a la superficie. Realmente, la diferencia entre las parejas felices y las que rompen no son los problemas, sino las habilidades para enfrentarlos. Porque el amor no siempre puede con todo, y los conflictos no se solucionan con una noche de pasi¨®n. Hacen falta habilidades, recursos y estrategias para ponerles fin. Si esto se lleva a cabo, entonces s¨ª que podemos decir que algunas segundas partes pueden ser exitosas¡±, opina.
?Volver por amor, por soledad o por problemas econ¨®micos?
Entre las excusas para retomar una relaci¨®n, el sexo se perfila como una poderosa raz¨®n para rebobinar. La memoria gusta de hacer limpieza y quedarse con lo bueno. Por lo que no es extra?o que tras meses sin actividad sexual la gente tienda a idealizar las t¨®rridas noches con el ex, e incluso a coronarlo con haza?as sexuales que no le corresponden.
Por raro que parezca, los celos son, no pocas veces, otra raz¨®n por la que se busca una segunda oportunidad, por no poder soportar la idea de que la expareja est¨¦ con otra persona. Tambi¨¦n est¨¢ la excusa de los hijos: ¡°Lo hago por ellos¡±. Algo con fecha de caducidad y nada recomendable: ¡°Especialmente si los ni?os ya han pasado por el trauma de la separaci¨®n y se han habituado a su nueva situaci¨®n, porque el mejor modelo que se les puede dar es que vean a unos padres felices o, al menos tranquilos, y no inmersos en constantes batallas¡±, afirma Carme S¨¢nchez.
Las crisis y el miedo asociado a ellas es otro poderoso pegamento, capaz de aglutinar las mil y una piezas de una relaci¨®n que ha perdido todas sus fuerzas en la ardua batalla. ¡°Es muy t¨ªpico volver con el ex en momentos turbulentos¡±, contin¨²a S¨¢nchez. ¡°Se ve en mujeres maltratadas y se vio mucho durante la pandemia, cuando hubo muchas reconciliaciones, porque el peligro nos hace buscar lo seguro o, al menos, lo que conocemos¡±.
Cuando la vuelta no es un clavo ardiendo al que aferrarse, sino una sensaci¨®n de que nos falta algo que perdimos y que queremos recuperar, S¨¢nchez propone lo siguiente: ¡°La clave es quedar con la persona y analizar c¨®mo nos sentimos luego. Porque para que la vuelta funcione debe existir todav¨ªa algo de lo que hab¨ªa cuando empez¨® la relaci¨®n. Me refiero a cosas como la ilusi¨®n, el sentirse bien junto al otro, el divertirse juntos, el compartir cosas y el tener ganas de volverlo a verse otra vez. Si todav¨ªa queda algo de eso, entonces puede que la segunda sea la vencida¡±, afirma la psic¨®loga.
Como sostienen muchos terapeutas, la pareja se lleva todas las cosas que uno no ha podido solucionar en la vida, todo lo que se tiene pendiente; porque la pareja es algo muy ¨ªntimo, donde se proyectan todas nuestras inseguridades. Miren Larrazabal apunta: ¡°Muchos de los problemas de pareja no son sino problemas con uno mismo, que hay que solucionar para que no se repitan, una y otra vez, en nuestras relaciones. A veces la soluci¨®n est¨¢ en uno mismo, no en el otro¡±.
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