Amaia Kids, la marca espa?ola que enamora a Kate Middleton y lidera el auge de la moda infantil ¡®Made in Spain¡¯

Durante las recientes celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, algunos de sus bisnietos fueron protagonistas de multitud de v¨ªdeos y memes que dieron la vuelta al mundo, pero Amaia Arrieta (49 a?os) lo ve¨ªa desde una perspectiva m¨¢s personal. Tanto la princesa Carlota como el pr¨ªncipe Luis, dos de los tres hijos de los duques de Cambridge, llevaron prendas de Amaia Kids, marca creada por Arrieta, donostiarra residente en Londres. Y aunque la firma not¨® un importante pico de inter¨¦s tras el Jubileo, esto es algo a lo que la dise?adora guipuzcoana ya est¨¢ acostumbrada desde hace tiempo.

Todo empez¨® en 2013, cuando alguien del entorno de la familia real brit¨¢nica visit¨® la tienda de Amaia Kids en Londres, en el barrio de Chelsea, para comprar un regalo al reci¨¦n nacido pr¨ªncipe Jorge, pensando que la ropa se ajustaba al gusto de Kate Middleton. Algunas semanas m¨¢s tarde, la propia duquesa de Cambridge apareci¨® por la tienda con su madre Carole. ¡°Nos dijo que acababa de tener un beb¨¦ y pidi¨® que le ayud¨¢ramos a elegir cosas. Me pareci¨® muy fresco¡±, recuerda a EL PA?S Arrieta. Pero eso no se qued¨® en un ¨²nico y puntual encuentro. ¡°Compran de colecci¨®n, pero tambi¨¦n confeccionamos a su medida¡±, explica la empresaria. ¡°Ellos tienen que tener en cuenta muchos factores diferentes y hay veces que es m¨¢s f¨¢cil hacerles la ropa¡±, a?ade. Posteriormente, eso s¨ª, la marca comercializa versiones de esas prendas, lo que le quita exclusividad a la manera de vestir de los pr¨ªncipes. ¡°Son una pareja que, en la medida de lo posible, intenta darle una vida normal a sus hijos y dedicarles tiempo. Lo est¨¢n llevando muy bien y tienen los pies en la tierra¡±, remata la dise?adora.

Amaia Kids naci¨® en la capital brit¨¢nica hace 18 a?os, cuando Arrieta, que por entonces se dedicaba a las finanzas, esperaba su primer hijo. ¡°Trabajaba en banca de inversi¨®n, y le dedicaba muchas horas. Par¨¦ de trabajar en la City, pero necesitaba hacer algo. Durante esos primeros meses compraba todas las cosas de beb¨¦ en San Sebasti¨¢n, y cuando volv¨ªa a Londres mis amigas de otros pa¨ªses me dec¨ªan que les gustaba mucho todo. Una de ellas me propuso que hiciera una venta en casa, y yo respond¨ª que ni loca hac¨ªa una venta estilo tupperwares¡±, recuerda hoy riendo.

Finalmente, termin¨® haciendo caso a sus amigas, y visitando ferias de moda infantil de Valencia, identificando marcas espa?olas para vender en el Reino Unido. M¨¢s adelante se lanz¨® a dise?ar sus propias colecciones. ¡°Empec¨¦ porque no encontraba lo que buscaba. En Londres ten¨ªa cosas muy caras o del otro extremo. Nuestra marca ofrece calidad pero a precios razonables. Burberry o Bonpoint son un 50% m¨¢s caros¡±.

Amaia Kids es la firma pionera del boom de la moda espa?ola para ni?os en todo el mundo. Junto con otras firmas londinenses de origen espa?ol y estilo cl¨¢sico como La Coqueta o Pepa & Co confirman que el Made in Spain de moda infantil es un referente a nivel internacional. Sus colecciones se dise?an en Londres, pero las prendas est¨¢n fabricadas en su totalidad en Espa?a, en talleres de Bilbao, Madrid y Andaluc¨ªa. La idea central es adaptar el estilo espa?ol para los gustos de otros pa¨ªses, alargando los bajos o usando colores diferentes. ¡°Es un proceso muy artesanal. Son talleres peque?os de se?oras con mucha experiencia. Los veo como un tesoro que hay que perpetuar, parte de nuestra herencia que hay que proteger. Nos infravaloramos, y no hace falta irse a ning¨²n otro sitio¡±. Las seis empleadas de su empresa, adem¨¢s de colaboradoras freelance, son mujeres y madres. ¡°Somos muy flexibles. Es importante porque hay mucho talento de mujeres desaprovechado¡±, se?ala Arrieta. Entre sus clientas tambi¨¦n se encuentran Sienna Miller, Adele, Liv Tyler, Kate Hudson, Naomi Campbell, Victoria Beckham o Meghan Markle.

A pesar del ¨¦xito, la empresa ha pasado por alg¨²n bache. Arrieta confiesa que el impacto del Brexit fue tan grande que entonces se plante¨® tirar la toalla: ¡°Ha sido muy duro. Importamos y exportamos mucho y las reglas no estaban nada claras. Me sent¨ªa como en el a?o 2000 con el cambio de milenio, pero entonces al final no pas¨® nada y esta vez s¨ª que pas¨®. Las empresas de transportes cargaban el m¨¢ximo de tasas y aranceles. Lo ten¨ªamos que pagar y luego reclamar. Nuestra colecci¨®n de punto lleg¨® con meses de retraso, ya para las rebajas. Me he peleado, he reclamado y todos, poco a poco, hemos ido aprendiendo. Esta temporada de verano es la primera en la que estamos m¨¢s tranquilos. Ahora las tasas para la clientela europea las pagamos nosotros. Nuestros m¨¢rgenes bajaron, pero nos compensa¡±, explica.

?ltimamente, sin embargo, son todo buenas noticias para ella. El palacio de Buckingham le otorg¨® el pasado 12 de julio un premio en la categor¨ªa de Comercio Internacional para empresas del Reino Unido (Queen¡¯s Awards for Enterprise); en su caso, el galard¨®n ¡ªque le entreg¨® Carlos de Inglaterra¡ª fue por el aumento de sus ventas fuera de pa¨ªs en los ¨²ltimos tres a?os. Las marcas galardonadas por Isabel II pueden usar dicho sello real en sus productos y etiquetas durante cinco a?os. ¡°Ha sido un alegr¨®n y un orgullo, nos ha dado mucho prestigio¡±, asegura. Para decidir qu¨¦ ponerse para la ocasi¨®n, Arrieta pregunt¨® a expertos en protocolo del entorno de la familia real brit¨¢nica. ¡°Decid¨ª llevar un vestido amarillo, y cuando llegu¨¦ el 85% de los invitados eran se?ores de traje oscuro. Pens¨¦ que qui¨¦n me hab¨ªa mandado a m¨ª vestir de ese color, aunque al final recib¨ª muchos cumplidos¡±, comenta.

La marca cuenta con una tienda en Jap¨®n, otra en Londres, y acaba de abrir la segunda en China. En septiembre empezar¨¢n a vender en Espa?a a trav¨¦s de El Corte Ingl¨¦s. ¡°Hemos trabajado muy duro y hemos sido constantes en nuestro estilo y los m¨¢rgenes que sacamos¡±, explica la donostiarra sobre los factores de su ¨¦xito. ¡°Como dice mi abuela, el que tenga tienda que la atienda, y si no, que la venda¡±.