Crece el reto de transportar los gigantes e¨®licos por carretera
El traslado e instalaci¨®n de los aerogeneradores, progresivamente m¨¢s voluminosos, supone un desaf¨ªo log¨ªstico y de costes cada vez mayor
Salvados los obst¨¢culos administrativos, llevar un aerogenerador de la f¨¢brica al terreno elegido para su puesta en marcha es una operaci¨®n log¨ªstica bastante delicada que en los ¨²ltimos a?os se ha complicado a¨²n m¨¢s por la demanda de m¨¢quinas m¨¢s altas y potentes para generar m¨¢s electricidad. En la ¨²ltima d¨¦cada, el di¨¢metro medio de los rotores ha pasado de los 90 metros a los 172 metros, casi el doble, indican en la firma Vestas. En cuanto a la potencia, desde Siemens Gamesa apuntan que lo normal hoy en d¨ªa son turbinas terrestres de m¨¢s de 4 MW e incluso de m¨¢s de 5 y 6 MW en algunos proyectos. En offshore, donde la altura no es un problema, se est¨¢n instalando aparatos de 13-15 MW y se espera que en los pr¨®ximos a?os se alcancen los 20 MW, informan en AEE.
As¨ª que mover estos mastodontes por carreteras de monta?a sinuosas y con pendientes muy pronunciadas ¡°requiere una atenci¨®n especial y, en ocasiones, puede llegar a convertirse en un proyecto complementario¡±, confirman fuentes de Iberdrola. La adversidad es mayor cuando la ruta exige atravesar cruces con l¨ªneas de media tensi¨®n, n¨²cleos de poblaci¨®n con calles estrechas, zonas boscosas o puentes antiguos que requieren de alguna intervenci¨®n o, incluso, la construcci¨®n de un desv¨ªo para evitarlos.
La aparici¨®n en 2019 de Blade Lifter, un elevador hidr¨¢ulico que permite transportar las palas en posici¨®n inclinada sobre un tr¨¢iler de 10 ejes, ha aliviado el problema. El sistema puede levantar las torres hasta unos 65 grados e incluso girarlas para evitar el efecto vela del viento. Iberdrola ha utilizado este m¨¦todo para llevar palas de 70 metros de alto a parques en una zona monta?osa de Grecia.
Eneko Sanz, director general de Nabrawind, se?ala que este avance ha retrasado el desarrollo de componentes modulares, que se puedan transportar por partes y armar en el destino, aunque la tendencia va en esa direcci¨®n. Ya en 2017, General Electric lanz¨® una turbina de 5,3 MW con aspas articuladas, mientras que Vestas present¨® en abril de este a?o un modelo de 7 MW con una g¨®ndola que se puede llevar al terreno dividida en tres m¨®dulos.
El peso de la log¨ªstica en los costes de un proyecto e¨®lico var¨ªa dependiendo de d¨®nde se instale la infraestructura, si en tierra o mar adentro. Un informe del Laboratorio Nacional de Energ¨ªa Renovable ¡ªun centro de investigaci¨®n patrocinado por el Departamento de Energ¨ªa de Estados Unidos¡ª ¡°hace una buena aproximaci¨®n¡± al desglose de gastos de cada tipolog¨ªa, comenta Eneko Sanz, de Nabrawind.
Distribuci¨®n del presupuesto
El reporte muestra que en e¨®lica terrestre la fabricaci¨®n de todos los componentes representa el 70% del coste total, mientras que el de la instalaci¨®n ronda el 30%. En offshore, el estudio diferencia entre fija y flotante. As¨ª, cuando la turbina est¨¢ cimentada en el fondo marino, la manufactura supone ¨²nicamente el 35%. El resto son gastos asociados a la financiaci¨®n y, principalmente, al transporte y la instalaci¨®n.
En las plataformas flotantes, ¡°por tratarse de una tecnolog¨ªa menos madura, los costes de instalaci¨®n todav¨ªa son mayores¡±, explica Sanz. De ah¨ª que solo el 25% del presupuesto se vaya en la fabricaci¨®n de los equipos y la base se lleve el 37% del capital. ¡°No obstante, es de esperar que conforme se vayan optimizando estas nuevas tecnolog¨ªas y reduciendo el precio m¨ªnimo al que se necesita vender la energ¨ªa para garantizar la rentabilidad del parque, el propio aerogenerador recobre importancia¡±, sostiene.
F¨¢bricas cercanas
Ignacio Mora, de Vestas, se?ala que el despliegue masivo y global de la e¨®lica marina requerir¨¢ tener m¨¢s f¨¢bricas cerca de las zonas m¨¢s activas, para evitar largos desplazamientos en barcos de gran calado que prev¨¦n tambi¨¦n ser¨¢n un elemento escaso, por lo que ¡°se necesita cerrar acuerdos con sus fabricantes lo antes posible¡±.
Sven Seifert, director de log¨ªstica de Siemens Gamesa, coincide en que la e¨®lica marina requiere de elevadas inversiones en buques, adem¨¢s de infraestructuras portuarias, almacenes y espacios de premontaje. Por eso, el grupo tiene f¨¢bricas de aspas y g¨®ndolas offshore en puertos como el de Le Havre, en Francia.
Arduos permisos para circular
Ni el tamaño de los componentes, ni las limitaciones de gálibo, las excesivas pendientes o los reducidos radios de giro de las carreteras. La mayor dificultad que se están encontrando los promotores de parques eólicos para llevar los aerogeneradores hasta los emplazamientos es la burocracia. Por su dimensión y peso, el transporte de las palas, góndolas y torres requiere de un permiso de circulación emitido por la Dirección General de Tráfico (DGT), previo informe vinculante del titular de la vía, que normalmente es la Dirección General de Carreteras (DGC). Un trámite “rutinario y sencillo” que, según la Asociación Empresarial Eólica (AEE), está tardando entre tres y cuatro meses, “lo que puede conllevar retrasos en la construcción y el riesgo de que se agoten los plazos de conexión a la red”.
Carlos Arenal, ingeniero de proyecto del departamento técnico de la AEE, explica que la DGC impone a los transportistas requerimientos “desproporcionados y que exceden sus competencias, hasta tal extremo que resultan imposibles de cumplir”. Desde el Ministerio de Transportes aseguran que la DGC resuelve todos los expedientes dentro del plazo legal, que es de tres meses, y que no hay un informe pendiente que haya agotado este plazo.
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