Las personas mayores abren la puerta a la ciudad para todos
Una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida exige comodidades adaptadas a sus necesidades
Pr¨¢cticamente uno de cada cinco espa?oles tiene m¨¢s de 65 a?os. En 11 ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes, esa cifra supera el 25%. No ha hecho m¨¢s que crecer, y m¨¢s que lo seguir¨¢ haciendo: en 2020, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica esperaba que para 2050 un 31,4% de los residentes en Espa?a superase los 65 a?os. Y la mayor¨ªa (la inmensa mayor¨ªa) vivir¨¢ en ciudades. Antes que cualquier otra cosa, esto es un triunfo. ¡°El envejecimiento de la poblaci¨®n y la urbanizaci¨®n son la culminaci¨®n de un proceso exitoso de desarrollo humano en el ¨²ltimo siglo¡±, celebra un informe de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. ¡°Vivir m¨¢s es el fruto de mejoras cr¨ªticas en la salud p¨²blica y en los est¨¢ndares de vida¡±. Pero enseguida alerta: ¡°Tambi¨¦n es uno de los grandes desaf¨ªos de este siglo¡±.
Conforme las ciudades espa?olas vayan envejeciendo, tambi¨¦n se har¨¢n necesarios servicios e infraestructuras pensados y adaptados para esa poblaci¨®n. ¡°La infraestructura social comunitaria es el m¨¢s fundamental y a la vez el m¨¢s complejo sistema de apoyo a las personas mayores de una sociedad¡±, apunta un informe de FP Analytics para el lobby de mayores estadounidense AARP. ¡°Puede entenderse como el tejido conectivo de una sociedad: les da acceso a los recursos necesarios y provee oportunidades para un envejecimiento saludable y activo¡±.
En realidad, construir infraestructuras pensando en la gente mayor en la pr¨¢ctica implica construir infraestructuras pensando en todo el mundo. ¡°Los mayores no son un grupo homog¨¦neo; la diversidad de los individuos se incrementa con la edad¡±, apunta el informe de la OMS. ¡°Deber¨ªa ser normal en una ciudad para todas las edades que el entorno, tanto el natural como el construido, se anticipe a encontrarse con usuarios de diferentes capacidades en lugar de dise?arse para la m¨ªtica persona ¡°promedio¡± (l¨¦ase joven). Una ciudad ha de ser acogedora para todos y no solo para los mayores¡±.
Las implicaciones son m¨¢s complejas, adem¨¢s. ¡°Las familias en su conjunto sufren menos estr¨¦s cuando las personas mayores tienen el apoyo comunitario y los servicios sanitarios que necesitan¡±, contin¨²a el informe de la OMS. ¡°Toda la comunidad sale ganando con la participaci¨®n de la gente mayor, y la econom¨ªa local se beneficia de su presencia como consumidores¡±.
Los espa?oles son muy conscientes del envejecimiento de la sociedad y de sus desaf¨ªos. Seg¨²n un estudio del CIS de 2019, m¨¢s de un 90% de los encuestados hab¨ªa o¨ªdo hablar del tema. La llegada en 2020 de la covid-19 a nuestras vidas no ha hecho sino reforzar esa percepci¨®n. ¡°La pandemia ha puesto de relieve numerosas oportunidades para hacer avanzar el sector de salud y asistencia social¡±, apunta un informe del University College de Londres. ¡°Las comunidades se han acercado y se han unido para darse apoyo. Esto, a su vez, ha aumentado la conciencia de las desigualdades (incluidas ¨¢reas como la salud, el acceso a los espacios verdes y la inclusi¨®n digital)¡±.
Sin embargo, la Estrategia Nacional sobre el Reto Demogr¨¢fico solo hace una referencia tangencial al papel de las infraestructuras para hacer de las ciudades un lugar de acogida mejor para la poblaci¨®n m¨¢s envejecida. El informe de FP Analytics divide en tres los elementos clave de esta infraestructura social: accesibilidad, participaci¨®n y asistencia.
Los lugares en los que se vive
La infraestructura de accesibilidad se encuentra, sobre todo, en los espacios que utilizan para vivir y para moverse, empezando con la primera: entrar y salir de casa. A pesar de que Espa?a tiene m¨¢s de un mill¨®n de ascensores, el mayor parque de Europa (y una de las mayores proporciones por habitante del mundo), siguen existiendo alrededor de 1,2 millones de edificios multiplanta sin ascensor: adem¨¢s, de los que s¨ª lo tienen, entre un 30% y un 40% (seg¨²n datos de la patronal ?FEEDA) no cumple las condiciones m¨ªnimas de accesibilidad.
Y las consecuencias de esas dificultades se hacen notar. ¡°Hay en Espa?a 2,5 millones de personas con movilidad reducida, de las que 100.000 nunca o casi nunca salen de sus domicilios¡±, explican desde el Grupo Orona, especializado en ascensores. La rehabilitaci¨®n de viviendas (dotada con 6.820 millones de euros) es uno de los puntos fuertes del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia, y, aunque el peso de la inversi¨®n europea busque la eficiencia energ¨¦tica, la accesibilidad es tambi¨¦n uno de los objetivos.
¡°La teleasistencia ha de ser m¨¢s que un sistema de alarmas¡±, explica por tel¨¦fono Eduardo Ruiz, director de desarrollo de negocio de Ilunion Sociosanitario. ¡°Cada vez se van a utilizar m¨¢s medios tecnol¨®gicos para monitorizar el estilo de vida y ver las pautas de comportamiento, lo que sumado a la inteligencia artificial ha de permitir ser proactivos y no reactivos para dar acompa?amiento sin perjudicar a la privacidad¡±.
Sobre todo, ha de hacerse sencillo para el usuario. Uno de los grandes debates de nuestro tiempo es c¨®mo la digitalizaci¨®n est¨¢ dejando atr¨¢s a mucha gente mayor, que no tiene ni la capacidad ni el tiempo de adaptarse a las nuevas tecnolog¨ªas: la banca es el ¨²ltimo ejemplo. ¡°Hay que integrarlo todo de forma que, sea una emergencia o sea otra cosa, para el usuario tiene que ser el mismo bot¨®n: nosotros somos los que tenemos que distinguir¡±, indica Ruiz.
La ciudad adaptada para los mayores tambi¨¦n ha de prestar atenci¨®n a los espacios para moverse. ¡°Aunque son el 15% de los conductores, representan el 28% de los fallecidos en accidente de tr¨¢fico¡±, apunta Luis Ba?¨®n, profesor de Ingenier¨ªa e Infraestructuras de los Transportes de la Universidad de Alicante. ¡°Hay que tener en cuenta que el envejecimiento implica un cambio en la capacidad de reacci¨®n, y las enfermedades de visi¨®n y de audici¨®n. Todo esto hace que el entorno urbano se perciba de otra manera. Como peatones, que son los usuarios m¨¢s desprotegidos, representan el 70% de los fallecidos. Y dado que, como colectivo, son los que m¨¢s tienden a desplazarse a pie, es ah¨ª donde habr¨ªa que centrar el tiro¡±.
Aunque Ba?¨®n apunta que, en Espa?a, hoy en d¨ªa son muy escasas las estrategias de dise?o e infraestructura urbanos espec¨ªficas para el problema del envejecimiento, las respuestas no son muy distintas de las necesarias para una movilidad segura en general. Como apunta Juli¨¢n Reina, concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Ferrol (A Coru?a): ¡°Lo que tratamos de impulsar es la transformaci¨®n de los espacios p¨²blicos para todas las personas, y esto es algo que beneficia sensiblemente, seguramente m¨¢s, a nuestros mayores¡±. Ferrol es la ciudad espa?ola de m¨¢s de 50.000 habitantes con un mayor porcentaje de poblaci¨®n mayor de 65 a?os.
¡°Hay medidas que son de caj¨®n, pero que no siempre se aplican: ampliar las aceras, incrementar la visibilidad, que los pasos est¨¦n siempre iluminados y bien despejados¡±, explica Ba?¨®n. En el caso de los sem¨¢foros, no solo se trata de dar m¨¢s tiempo a los peatones, tambi¨¦n es una buena idea incluir un reloj temporizador para ayudar al viandante a saber cu¨¢nto tiempo tiene que esperar¡±. A las personas mayores les conviene una ciudad predecible y bien se?alizada, especialmente para las cosas que temporalmente cambian sus rutas. ¡°Las obras ya son laber¨ªnticas para cualquiera, imag¨ªnese para una persona mayor¡±, se?ala Ba?¨®n.
Pero no solo se trata de ocuparse de los peatones. Unos 1,27 millones de espa?oles mayores de 65 a?os ten¨ªan un permiso de conducir en vigor en 2020, casi el 11% del total. ¡°Los m¨¢s mayores tienden a conducir de forma m¨¢s segura de lo que se suele creer¡±, apunta un informe de la OCDE. ¡°Tienen menos accidentes, tanto en proporci¨®n a su n¨²mero como al n¨²mero de habitantes. Lo m¨¢s preocupante es su fragilidad y, consecuentemente, su vulnerabilidad¡±. ¡°La normativa podr¨ªa tener en cuenta estas necesidades y hacer paneles m¨¢s legibles y con letras m¨¢s grandes¡±, apunta Ba?¨®n. ¡°Pero lo realmente importante es el mantenimiento y la conservaci¨®n: que las zonas peligrosas, como los cruces y las paradas de autobuses, est¨¦n bien iluminadas, que todo est¨¦ bien cuidado y visible¡±.
Deporte y salud
Otra de las respuestas m¨¢s visibles de los poderes p¨²blicos a una poblaci¨®n cada vez m¨¢s mayor es un aumento de las instalaciones deportivas p¨²blicas que permiten hacer ejercicio a los adultos, que complementan y en algunos casos sustituyen a los viejos parques infantiles. ¡°Hay equipamientos pensados para adultos sanos y j¨®venes¡±, explica por tel¨¦fono Sonia Agapito, directora comercial de Industrias Agapito, uno de los mayores fabricantes de estos aparatos en Espa?a. ¡°Los mayores necesitan aparatos espec¨ªficamente dise?ados para ellos, para que puedan hacer ejercicio de una forma adaptada a su condici¨®n f¨ªsica. Ahora estamos con dise?os que desarrollen el trabajo f¨ªsico y mental, para ayudar a prevenir o retrasar los efectos de enfermedades como el Alzheimer¡±.
Las instalaciones deportivas son solo uno de los espacios en los que una poblaci¨®n cada vez m¨¢s mayor buscar¨¢ pasar el tiempo. Los estudios apuntan que la mayor¨ªa de los espa?oles quiere envejecer de la forma m¨¢s activa e independiente posible. Centros de d¨ªa, centros culturales y residencias son las distintas opciones para permitir a los mayores disfrutar de una vida saludable y socialmente plena.
Solo durante la primera mitad de 2021 se invirtieron 4.000 millones de euros en el sector de las residencias, seg¨²n un estudio de la consultora Savills. El mercado es tremendamente variado dependiendo de la edad y el grado de dependencia, pero, como explica Roberto Campos, director general de Avintia Inmobiliaria, ¡°en todos los casos la humanizaci¨®n va a ser un factor com¨²n y fundamental. El modelo est¨¢ cambiando con respecto al tradicional, con unidades de convivencia, peque?as y m¨¢s asimiladas a un entorno de hogar y no institucionalizado¡±.
El mercado tambi¨¦n est¨¢ pidiendo tener en cuenta las necesidades de aquellos que envejecen estando toda la vida solos. ¡°De hecho, creo que son conscientes de su necesidad de autonom¨ªa antes, saben que tienen que buscarse una soluci¨®n de forma prevista y es m¨¢s f¨¢cil llegar a ellos¡±, apunta Campos. ¡°La demanda tambi¨¦n est¨¢ potenciando diferentes modelos de negocio: el build to rent (viviendas construidas para ser alquiladas): de menor tama?o y en las que las personas conservan su total independencia, con el dise?o de zonas comunes espec¨ªficas que favorezca la relaci¨®n entre los vecinos¡±.
Buenas pr¨¢cticas en el resto del mundo
La Organización Mundial de la Salud tiene una Guía de ciudades acogedoras para la gente mayor (Global Age Friendly Cities, en inglés) en la que se incluyen diferentes aspectos de la vida urbana que las ciudades deberían tener en cuenta a la hora de diseñar, reformar y mantener sus espacios públicos.
En los espacios exteriores, cosas como la limpieza y el nivel de ruido son fundamentales, pero también lo son los espacios verdes, los lugares para descansar y los aseos públicos. Muchas ciudades, con la ambición de impedir que haya gente viviendo en la calle, han adoptado una política de reducción o incluso eliminación de esta clase de espacios; cada vez más ciudadanos van a requerirlos de nuevo.
Cosas tan sencillas como las aceras, que sean suficientemente anchas para que quepa una silla de ruedas, que no deslicen y que tenga bordillos accesibles, son cosas que hacen la diferencia en la calidad de vida.
El transporte público es una de las herramientas más importantes para una vejez activa. Más que el precio (aunque muchas ciudades ofrecen el transporte con fuertes descuentos o incluso gratuitamente para los mayores), lo que interesa a los ciudadanos de edad es un servicio frecuente, predecible y que los lleve a donde necesitan ir sin complicaciones, con conductores que tengan en cuenta sus necesidades a la hora de hacer su trabajo: en ciudades como Río de Janeiro, las personas mayores prefieren el taxi al autobús porque temen caerse. En algunas ciudades como Portage la Prairie (Canadá), la comunidad se organiza para facilitar el transporte de las personas mayores a donde necesitan ir.
Ofrecer actividades de ocio orientadas específicamente a la gente mayor tiene sus dificultades. En algunos países, la necesidad de asegurar a los participantes obliga a tasas de inscripción excesivamente altas para los presupuestos de los pensionistas. Las actividades educativas suelen ser muy populares.
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