C¨®mo se prepara un c¨®ctel de frutas del desierto
La chef Gloria Pidal vive en una furgoneta en Baja California y comparte en este v¨ªdeo c¨®mo elaborar un combinado a base de pitayas salvajes que recolecta, lima y mezcal
Cuando era peque?a y llegaba el oto?o, mi padre nos despertaba a mi hermano y a m¨ª en horario militar para ir a buscar setas. El bosque al que ¨ªbamos era secreto de Estado y comenz¨¢bamos con nervios por encontrarlas para terminar con un fest¨ªn culinario.
Desde que vivo en el desierto, las pitayas han sustituido esa tradici¨®n. Paisaje opuesto, pero sensaciones similares. En la pen¨ªnsula de la Baja California, el oto?o me recuerda que es tiempo de ¡°ir a las pitayas¡±. Cubo, cuchillo, pinzas y sobre todo guantes, ya que esta deliciosa fruta se protege de sus agresores con imponentes pinchos. Estas p¨²as afiladas no son adornos estramb¨®ticos, sino el resultado evolutivo de lo dif¨ªcil que es sobrevivir en el desierto. Ya lo tienen bastante duro con la escasez de agua como para encima tener que pelear con los p¨¢jaros.
Su sabor es delicioso, tiene una pulpa jugosa de color tinto intenso y peque?as semillitas negras en su interior. Dicen que salv¨® a muchos navegantes del escorbuto, y era comida muy apreciada por los nativos.
La lima potencia su sabor de la misma manera que el desierto potencia las ganas de tomar un mezcal al atardecer. Y as¨ª es como naci¨® este c¨®ctel. El desierto te ense?a a apreciar cada cosa, concentra los sabores y los aromas, pero siempre en peque?as cantidades. Solo lo logran los que fueron lo suficientemente fuertes para ganar la batalla a los elementos.
Hoy en d¨ªa, los psiquiatras no paran de hablar de que el gran problema de nuestra era es sobre todo el exceso de dopamina indiscriminada, de miles de colores, cientos de caras, miles de im¨¢genes a las que nos exponemos por culpa de las pantallas. Quiz¨¢s este c¨®ctel sea una buena terapia para salir de eso, adentrarte en el desierto, sentir la soledad, afinar los sentidos para apreciar las peque?as cosas, sufrir para conseguir un objetivo y culminar tom¨¢ndote una Mezcalita de pitaya salvaje como recompensa en un para¨ªso solo para quien sabe apreciarlo.