Los Flaming Lips inventan el disco gominola

La ida de olla naci¨® en la cabeza de Wayne Coyne, l¨ªder de la reputada banda estadounidense, que ya en diciembre se manifestaba aburrido por completo con el tradicional formato de los ¨¢lbumes de 12 canciones y anunciaba delirantes experimentos como ¨¦ste. Tras mostrar en Twitter varios prototipos de calaveras, uno de ellos con vagina incluida, Coyne present¨® la 'Gummy Song Skull' la semana pasada en Los ?ngeles, Austin y Dallas.

El artefacto consiste en una memoria USB que flota dentro de m¨¢s de tres kilos de gominola en forma de cr¨¢neo humano. Se supone que te tienes que comer a mordiscos la chucher¨ªa para llegar al pendrive, o directamente destriparla. A pesar de lo ef¨ªmero de la Gummy Song Skull, y de que las canciones ya circulan por Internet, los 30 ejemplares que Coyne puso a la venta volaron, y eso que costaban 150 d¨®lares (unos 100 euros) cada uno. En estos momentos ya se subastan en eBay por el doble. Se supone que hay 470 ejemplares m¨¢s, pero a¨²n no se han distribuido.

Seg¨²n ha declarado el cantante a la revista 'Billboard', la megagominola est¨¢ relacionada simb¨®licamente con el primer EP que public¨® la banda en 1984, en el que ya aparec¨ªa una calavera, y con su renovaci¨®n de contrato con la multinacional Warner. "Es como si dij¨¦ramos 'ey, somos nuestra propia discogr¨¢fica otra vez', aunque sigamos con Warner. Tenemos la libertad de andar jodiendo, y eso es lo que ellos quieren que hagamos porque saben de qu¨¦ van los Flaming Lips". No contento con la calavera, Coyne ha dicho que el grupo planea lanzar flexidiscos en cajas de cereales y m¨¢s nuevas canciones dentro de una r¨¦plica del propio cantante en gominola... a escala real.

?Marcar¨¢n estas extravagancias el futuro de la industria discogr¨¢fica? Muy probablemente no, aunque funcionar¨¢n como reclamo para ultrafans, quedar¨¢n como objeto de coleccionista y servir¨¢n para mostrar la cara m¨¢s creativa -o chiflada, seg¨²n como se mire- del grupo.

A lo que s¨ª parece apuntar la calavera es a la tendencia creciente de mezclar la m¨²sica con nuevos ingredientes, entre ellos la comida. Puede que sea mera casualidad, pero a la vez que los Flaming Lips lanzan sus chucher¨ªas, blogs como Food is the New Rock o Pop Culture Cooking triunfan, se publican libros de cocina 'metalera', abren helader¨ªas punk y los festivales de rock y gastronom¨ªa proliferan -el de Jamie Oliver es en julio en Londres, y el del bajista de Blur, Alex James, en Oxfordshire en septiembre. Definitivamente, es la hora de la cocina pop.