?Cu¨¢l es tu instrumento de cocina favorito?
Lo confieso: soy adicto a los instrumentos de cocina. Aunque no sepa qu¨¦ hacer con ellos, aunque no me los compre porque son caros o aunque sean decididamente in¨²tiles, me encanta mirarlos, toquetarlos y conocer a fondo sus maravillosas prestaciones. Como me huelo que muchos de vosotros ah¨ª afuera compart¨ªs este vicio nefando, me gustar¨ªa pediros que me cont¨¦is cu¨¢l es vuestro trasto favorito, aquel del que no os separar¨ªais aunque os ofrecieran 25 paquetes de Ariel a cambio. Y que me envi¨¦is una foto del mismo (pod¨¦is salir con ¨¦l si quer¨¦is). Mi correo es elcomidista@gmail.com; por favor poned en el asunto "Instrumento favorito" que si no me hago un l¨ªo con el Al¨® Comidista. Tambi¨¦n pod¨¦is publicar la imagen en Twitter con el hasthag #nosinmitrasto, compartirla en el canal de Comida y bebida de Eskup o en el Facebook del Comidista.
Con los mejores montar¨¦ una entrada en la que yo tambi¨¦n hablar¨¦ de mi artilugio favorito. ?Y a qu¨¦ viene todo este l¨ªo? Pues a que el domingo publiqu¨¦ un reportaje en El Pa¨ªs Semanal sobre gadgets de cocina, en el que varias personas relacionadas con la gastronom¨ªa contaban sus grandes amores en este campo. Aqu¨ª os lo dejo para ir abriendo boca.
NO SIN MI BATIDORA
El flechazo se produce cuando los vemos en la tienda. Al principio nos dejamos fascinar por su aspecto f¨ªsico, y luego la relaci¨®n se normaliza atendiendo m¨¢s a los aspectos pr¨¢cticos. La convivencia con ellos puede ser dif¨ªcil, sobre todo si son un poco raritos. Y la ruptura, si llega, es un drama.
As¨ª son la relaciones con nuestros instrumentos favoritos de cocina, parecidas de alguna forma a las amorosas. Nadie que frecuente los fogones puede negar haber querido a su cuchillo cebollero, a la cazuela que hace tan bien los garbanzos o al molde de horno en el que los pasteles salen perfectos. Ahora bien, con la abundancia nos hemos vuelto promiscuos, y tendemos a enamorarnos de nuevos artefactos cada vez m¨¢s bonitos, tecnol¨®gicos, espec¨ªficos y, en muchas ocasiones, in¨²tiles.
La oferta actual de instrumental para cocinar es apabullante. Los gadgets culinarios, que antes s¨®lo se vend¨ªan en ferreter¨ªas y grandes almacenes, han invadido nuevos territorios como el dise?o y la decoraci¨®n, e incluso han pasado a ser protagonistas de tiendas especializadas. El fen¨®meno se alimenta, c¨®mo no, de la fiebre por la gastronom¨ªa que ha vivido Espa?a en los ¨²ltimos a?os. ¡°Los cocinillas se est¨¢n especializando y ya no se conforman con el cuchillo mellado que utilizaban sus padres en casa¡±, explica Marta Miranda, autora del blog Deliciosa Miranda. ¡°Quieren cocinar con un punto profesional, y las firmas se han puesto las pilas para ofrecerles desde un juego de cuchillos ultras¨®nico hasta un molde dise?ado exclusivamente para hacer macarons¡±.
Las tendencias que mueven el mundo de la cacharrer¨ªa son diversas, y a veces est¨¢n marcadas por cambios sociales. ¡°La gente quiere cocinar y comer m¨¢s sano cada d¨ªa, pero le falta tiempo para poder hacerlo. Por eso triunfan los cortadores de frutas y verduras variados, as¨ª como utensilios para cocinar al vapor¡±, asegura Xavier Gener, propietario de la tienda barcelonesa Gadgets Cuina. ¡°El mundo del tupper, por otro lado, ha sido impulsado por la crisis. Y por ¨²ltimo, funcionan bien los utensilios para pasteler¨ªa, por moda y porque son perfectos para introducir a los ni?os en la cocina y hacer una actividad con ellos¡±. ¡°Tambi¨¦n nos est¨¢ tentando mucho lo tecnol¨®gico¡±, a?ade Miranda. ¡°Hay muchos Adri¨¤s en bata y zapatillas que se lo pasan bomba con sus deshidratadoras y m¨¢quinas para cocinar al vac¨ªo¡±.
La aparici¨®n de nuevos materiales, como la silicona, o de electrodom¨¦sticos todopoderosos, como la thermomix, han cambiado para siempre el arsenal de nuestras cocinas. Y ya no nos conformamos con que los instrumentos funcionen, sino que les exigimos atractivo est¨¦tico. Sin embargo, la comparaci¨®n de la oferta actual con la del pasado suscita debate: unos creen que los trastos modernos est¨¢n a a?os luz en rendimiento, mientras que otros a?oran la solidez y duraci¨®n de los antiguos.
¡°Es un tema muy sensible¡±, reconoce Jorge Ib¨¢?ez, de la tienda online Cuisine Paradiso. ¡°Por un lado, ahora se puede fabricar con m¨¢s calidad que nunca por los materiales y las herramientas de los que se dispone. Esto tiene un coste que se repercute en el producto, pero hay quien disfruta comprando una pieza que sabe que durar¨¢ a?os y envejecer¨¢ con dignidad. Al mismo tiempo existe una feroz batalla por el precio: hay quien lo prioriza, no le da importancia a la calidad y cuando el producto se rompa, comprar¨¢ otro nuevo y barato¡±.
Para no naufragar, en el sector recomiendan apostar por unos b¨¢sicos s¨®lidos. ¡°Un par de buenos cuchillos, tabla, esp¨¢tulas o cucharas de calidad, pinza, mandolina y sart¨¦n¡±, enumera Ib¨¢?ez. ¡°Y si la econom¨ªa lo permite, una cocotte. A medida que cocinemos m¨¢s nos ir¨¢n saliendo nuevas necesidades e iremos incorporando utensilios mas espec¨ªficos¡±. No debemos olvidar que lo barato puede salirnos caro. ¡°Para tener una buena sart¨¦n o un buen cuchillo hay que aflojar el monedero¡±, opina Marta Miranda. ¡°Siempre he huido de los ofertones, y cuando he sucumbido, esos cacharros no me han durado nada¡±.
En el momento actual del instrumental culinario, en el que hay artefactos para casi todo, quiz¨¢ lo m¨¢s dif¨ªcil sea resistirse a los caprichos in¨²tiles. Esos que cuando los encontramos nos parecen el invento del siglo y luego acaban criando polvo en un caj¨®n o un armario. ¡°No existe demasiada locura¡±, niega Xavier Gener. ¡°En tiempos de crisis se impone la racionalidad m¨¢s absoluta del consumidor¡±.
Sin embargo, el cocinillas que no haya comprado alg¨²n gadget absurdo, que tire la primera piedra. ¡°Utilizo casi todo, pero el sif¨®n de espumas, la fondue y el molde para hacer nidos de patata no tienen nada que envidiar al conde de Montecristo¡±, confiesa Marta Miranda. ¡°Aprovechando el boom gastron¨®mico se est¨¢n vendiendo muchas chorradas. Lo s¨¦ porque yo he comprado varias¡±, secunda la bloguera Sandra Mangas. ¡°De la compra que m¨¢s me arrepiento es de una Chef 2000 que en teor¨ªa hace de todo. Con este robot parece que vas a tener Argui?ano en casa cocinando pero en versi¨®n mejorada, sin chistes malos. Al final no es m¨¢s que una olla a presi¨®n que cuesta 1.000 euros, con un recetario de recetas inventadas que nunca salen bien. La uso solo para hacer lentejas. Las lentejas m¨¢s caras del mundo¡±.
Ana L¨®pez de Lamadrid: "La 'tourniquette' es mi primer recuerdo culinario'
Los trastos para cocinar no s¨®lo viven en las casas, sino tambi¨¦n en las canciones y en la memoria. El favorito de Ana L¨®pez de Lamadrid aparece en un tema del escritor y m¨²sico franc¨¦s Boris Vian, La complainte du progr¨¨s. ¡°La canci¨®n, que trata del amor y el desamor, y de c¨®mo los instrumentos de cocina intervienen en el paso de uno a otro, habla de una tourniquette para hacer la vinaigrette¡±. La propietaria del restaurante Igueldo en Barcelona sigue usando la batidora manual para ese mismo cometido, tal y como hac¨ªa cuando era peque?a en la cocina de su madre. ¡°Es mi primer recuerdo culinario. Era lo ¨²nico que me dejaba hacer¡±, afirma.
Este dinosaurio de los gadgets ha ca¨ªdo en tal desuso que resulta dif¨ªcil encontrarlo en las tiendas. ¡°Ten¨ªa el antiguo de mi abuela, pero este, que es nuevo, lo tuve que encargar a un fabricante de San Sebasti¨¢n. Me cost¨® 11 euros¡±. L¨®pez de Lamadrid adora este artilugio tanto como su Thermomix, de 35 a?os de edad y heredada de su madre. ¡°Los instrumentos antiguos son mucho m¨¢s duraderos. Ahora parece que hacen las cosas para que se estropeen pronto¡±.
Juan Echanove: ¡°A m¨ª me entierran con esta olla¡±
La olla favorita Juan Echanove est¨¢ consagrada a una sola actividad: cocinar alubias de Tolosa. ¡°Las guisa sola¡±, asegura el actor, gourmet y presentador junto a Imanol Arias del programa Un pa¨ªs para com¨¦rselo. La cazuela, de la marca francesa Le Creuset -¡°el Rolls Royce de las ollas¡±- es un regalo del tambi¨¦n presentador, cocinero y trag¨®n David de Jorge. ¡°Para m¨ª, que David te regale una olla es como que Messi te regale un bal¨®n¡±, declara con entusiasmo. Echanove no se deshar¨ªa de la cazuela por una versi¨®n moderna de la misma, ni aunque tuviera mejores prestaciones: ¡°Ni de co?a. A m¨ª me entierran con la Le Creuset. Y fuera de temporada la dejo que hiberne hasta el a?o que viene¡±.
El actor, que se autodefine como ¡°enfermo de los aparatos y acumulador compulsivo de gadgets de cocina¡±, prefiere gastar una cantidad importante de dinero en un buen instrumento ¡°que muchas no importantes en algo mediocre¡±. Aunque reconoce, eso s¨ª, haber picado con trastos in¨²tiles: ¡°Un pelador de guisantes y habas que compre en Ja¨¦n y que era un timo absoluto, y una heladera dom¨¦stica que nunca he utilizado¡±.
Sergio y Javier Torres: ¡°Queremos a la Gastrovac porque cost¨® mucho inventarla¡±
Hace ya m¨¢s de un lustro, los hermanos Torres tuvieron una hija a la que llamaron Gastrovac. El feliz alumbramiento se produjo en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, donde Sergio pas¨® tres a?os trabajando con un equipo de dietistas y f¨ªsicos para dar con esta especie de olla m¨¢gica. ¡°A trav¨¦s de una bomba de vac¨ªo extrae todo el aire del interior. Sin ¨¦l, el agua hierve a partir de 35 grados, y conseguimos cocer a muy baja temperatura, sin p¨¦rdida de vitaminas y de carotenos, y sin cambios en la estructura celular del alimento¡±, explica Sergio.
Las verduras y los pescados son los alimentos para los que la suelen utilizar Javier y ¨¦l en su restaurante de Barcelona, Dos Cielos. ¡°Tambi¨¦n permite hacer impregnaciones en fr¨ªo: pones una manzana en un alm¨ªbar de vainilla o de ron, y lo sometes todo al vac¨ªo. Al restablecer la presi¨®n normal, hace efecto esponja y la manzana chupa todo el l¨ªquido, pero su textura crujiente se conserva¡±. A pesar de su precio (unos 3.000 euros), la Gastrovac ha sido un ¨¦xito en el mundo de la alta cocina, y ya se vende en m¨¢s de 150 pa¨ªses. ¡°Le tenemos cari?o porque cost¨® mucho esfuerzo inventarla¡±.
Sandra Mangas: ¡°La rasqueta es un trozo de pl¨¢stico, pero imprescindible¡±
Los instrumentos m¨¢s valiosos no tienen por qu¨¦ ser los m¨¢s caros. La rasqueta de panadero de Sandra Mangas cost¨® menos de dos euros, pero la autora del blog La Receta de la Felicidad dif¨ªcilmente podr¨ªa pasar sin ella. ¡°No es m¨¢s que un trozo de pl¨¢stico, pero imprescindible si vas a trabajar con masas de pan y boller¨ªa: sirve para mezclar los ingredientes sin pringarte los dedos, para separar la masa del bol sin desgarrarla y sin que pierda aire, para cortarla en porciones y para despegar los restos que quedan pegados a la superficie de trabajo.... Encima es sencill¨ªsima de limpiar y casi no ocupa espacio¡±.
Mangas, que con cierta verg¨¹enza confiesa poseer ¡°un aparato para sacar punta a las zanahorias, un molde para dar forma de coche a los huevos cocidos y otro para darles forma de pez¡±, ha adquirido otras rasquetas en materiales m¨¢s profesionales, pero nunca tan satisfactorias como la de pl¨¢stico. ¡°Hoy en d¨ªa la fidelidad es un concepto que s¨®lo se ve en los equipos de sonido, pero no la cambiar¨ªa por nada. No se le puede pedir m¨¢s¡±.
Angelita Alfaro: ¡°Mi rodillo y yo somos almas gemelas¡±
No hay m¨¢s que ver c¨®mo lo acaricia para entender que lo de Angelita Alfaro y su rodillo es una aut¨¦ntica historia de amor. La presentadora de Canal Cocina y autora de 14 libros culinarios lo tiene desde que hace 50 a?os, cuando se lo regal¨® en su boda una hermana de su madre. ¡°Es de madera maciza, y nunca he encontrado uno mejor. Me regalaron uno muy moderno en un sitio en el que di una charla, pero no me mola. Este va donde yo quiero. Ya me conoce, y yo a ¨¦l. Somos como dos almas gemelas¡±.
Tras hacer con ¨¦l mantecados, hojaldre, empanadas o huevos en servilleta, lo cuida limpi¨¢ndolo con un pa?o y unt¨¢ndolo con un poco de aceite. Aunque los expertos dicen que no hay que lavar los rodillos con agua, Angelita reconoce que lo ha hecho durante muchos a?os. ¡°Es de ley y lo aguanta todo¡±. A la riojana y pamplonica de adopci¨®n le encantan los instrumentos de cocina, pero no muestra entusiasmo por algunas novedades de los ¨²ltimos tiempos. ¡°A los moldes de silicona no les encuentro la gracia. Se me desmayan. Prefiero los de aluminio: los bizcochos tienen m¨¢s sabor de madre¡±.
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