Ensalada de tomate, garbanzos y anchoas

Para tomar un comida completa y sabrosa no hace falta calzarse un chulet¨®n con patatas fritas. Hay platos verduleros con la misma potencia de sabor y la misma capacidad de dejar pl¨¢cidamente satisfechos nuestros est¨®magos, y que encima son m¨¢s sanos y baratos. Suelto esta perorata porque me sorprende la cantidad de gente que me escribe diciendo que la comida vegetariana les resulta "sosa", cuando no tiene por qu¨¦ serlo en absoluto.

Este plato no es vegetariano -lleva unos animalitos llamados anchoas-, pero el 90% de sus ingredientes no tiene ni pap¨¢s ni mam¨¢s. Para m¨ª es casi casi la ensalada perfecta: elementos chillones como el salaz¨®n y las aceitunas se contraponen a otros m¨¢s suaves como los garbanzos y el queso fresco, mientras el tomate pone la frescura l¨ªquida. Se le puede a?adir cebolla si se quiere, pero para mi gusto no la necesita porque el conjunto ya es basante alegre de por s¨ª. Si se busca un plato m¨¢s contundente, basta con subir la proporci¨®n de garbanzos respecto a la de tomate. Ah, y es perfecta para llev¨¢rsela en el tupper al trabajo (poni¨¦ndole la sal y el aceite en el ¨²ltimo momento).

Yo la hice con unos tomatitos enanos buen¨ªsimos que venden en el Mercado de la Libertad de Barcelona, pero antes de usar cherrys de pl¨¢stico de supermercado, recomiendo tomate normal y corriente. Aunque la aut¨¦ntica diferencia en esta ensalada la marcan los garbanzos: si son cocidos en casa o comprados en cocedero a granel, el placer se multiplica respecto a los rebotantes de bote.