Celer¨ª: El poder de las verduras

?Celer¨ª que te vi? ?Pero esto qu¨¦ es?

Celer¨ª; adem¨¢s de ser el nombre catal¨¢n del apionabo ¨Cun pariente del apio del que se come la ra¨ªz¨C, es un restaurante que acaba de abrir Xavier Pellicer en Barcelona. Resumiendo mucho su biograf¨ªa: Pellicer fue chef de ?bac entre 1999 y 2010 (dos estrellas Michelin) y llev¨® Can Fabes (tres estrellas) tras la muerte del que fue su propietario, Santi Santamaria, un gran cocinero que la l¨ªo parda al acusar a Ferran Adri¨¤ de envenenar a sus clientes.

Mucho rollo con el Pellicer ¨¦ste, pero de la comida, ?qu¨¦?

Ya va, ya va¡­ La carta gira alrededor de varias verduras de temporada que se presentan en tres versiones: vegetariana, vegana y otra para gente despiadada que devora animales, como yo. Vamos, que se trata de una cocina muy sana, ligera, de temporada y proximidad, pero que en malas manos podr¨ªa ser m¨¢s aburrida que celebrar Nochevieja en casa de Mariano Rajoy. Afortunadamente, no es el caso.

Los mejillones escabechados con alcachofas confitadas estuvieron magn¨ªficos: suaves de escabeche ¨Cel mejill¨®n merec¨ªa protagonismo¨C, con las alcachofas al dente y sabrosas.

Me entusiasm¨® la textura y el punto de vinagre de Jerez del gazpacho de remolacha. Tambi¨¦n me puso berraco la col, que asan entera en el horno y complementan con cebolla encurtida para evocar un chucrut. Otro hit de la comida fueron las berenjenas escalivadas con navajas, servidas con un babaganoush tan tremendo que eclipsaba al marisco.

Pero, sin duda, el ejemplo m¨¢s claro del enorme talento que hay en Celer¨ª fueron las jud¨ªas con patatas y rebozuelos. Partiendo de una de las combinaciones culinarias m¨¢s sobadas, Pellicer y su equipo sacaron un plato tan bonito como delicioso.

Por ¨²ltimo, dos semanas m¨¢s tarde sigo enviando wassaps subidos de tono a la torrija con leche de arroz y coco que com¨ª de postre. Todav¨ªa no me ha contestado. Si est¨¢s leyendo esto, torrija, quiero decirte que me gustar¨ªa volver a verte, ir a tomar algo, cogerte de la mano¡­ chuscarte.

Como te invitaron, todo te parece fenomenal. Qu¨¦ jeta tienes¡­

Lo reconozco, me invitaron. Castigadme con cien latigazos, si quer¨¦is. Pero os prometo que mi objetividad no se vio comprometida. Algunos platos me dejaron algo m¨¢s fr¨ªo, como los esp¨¢rragos con ostras. Me pareci¨® que le faltaba ligaz¨®n. Y eso que tanto la cocci¨®n de los esp¨¢rragos como la calidad de la materia prima fue excepcional. Las espinacas con papada me parecieron muy ricas, pero sin sorpresas. Y el tartar de fresas con vinagre bals¨¢mico, en fin, hubiera sido un buen postre si no hubiera aparecido mi querida torrija.

Para torrija la que pillaste bebiendo. ?De vinos, qu¨¦?

Suena muy esnob pero la oferta es muy interesante. Han seleccionado unos cincuenta vinos ecol¨®gicos, biodin¨¢micos y, sobre todo, naturales. Que no es garant¨ªa de nada, pero se alejan del sotacaballorey y siempre est¨¢ bien probar cosas distintas. Y no, no me puse flamenco, s¨®lo tome tres copas. Muy recomendable el blanco de la casa, La Quica.

?Es un sitio bonito?

Es un sitio muy bonito. Han usado madera, hierro y piedra para dar calidez a la sala. La cocina est¨¢ abierta y algunas mesas (para m¨ª, las mejores) son prolongaciones de las superficies de trabajo de los cocineros. Vamos, que puedes ir con la cita m¨¢s aburrida del mundo y distraerte viendo como te preparan la comida.

Si no eres un gastrocanapero como t¨², ?qu¨¦ cuesta comer ah¨ª, en Celer¨ª?

Se puede comer por unos 45€, lo cu¨¢l me parece muy razonable. Adem¨¢s, tienen un men¨² de mediod¨ªa por 22€.

Passatge Marim¨®n 5

08021, Barcelona

Tel. 932 529 594