?Qui¨¦n invent¨® las galletitas de la fortuna?
Las 'cookies' con mensaje de las pel¨ªculas encierran sorpresas: no son de origen chino sino japon¨¦s, su mayor fabricante est¨¢ en Nueva York... y son completamente in¨²tiles como gu¨ªa vital.
No me pregunt¨¦is por qu¨¦ pero el otro d¨ªa termin¨¦ viendo Freaky Friday, una pel¨ªcula en la que Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis, hija y madre respectivamente, amanecen afectadas por un problem¨¢tico intercambio de personalidades despu¨¦s de un hechizo a trav¨¦s de una galleta de la fortuna. El cine norteamericano nos ha hablado de estos peque?os postres plegados en tantas ocasiones que es sencillo asumir que pronostican con la exactitud de una tarotista de madrugada nuestro futuro, o que nos hipnotizan como una meiga emigrada. Y sobre todo que cualquier chino las hornea para sus comidas familiares de los domingos.
Pero est¨¢bamos equivocados. De hecho, ¡°las galletas de la fortuna descienden de unas galletas similares en Jap¨®n. Estas galletas eran particularmente populares en el ¨¢rea de Kyoto¡±, nos confirma Jennifer 8. Lee, periodista y autora del libro The fortune cookie chronicles, en el que ha rastreado su origen del dulce. Lejos de la creencia popular, "las galletas de la fortuna fueron inventadas por los japoneses, popularizadas por los estadounidenses y consumidas por los estadounidenses".
El misterioso caso de las galletas chinas que no lo son
Ni rastro de China en la ecuaci¨®n. ?Entonces, por qu¨¦ pensamos que las galletas de la fortuna son chinas? "Porque despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial se empezaron a ofrecer en los restaurantes chinos", asegura Jennifer. As¨ª que las galletas de la fortuna se originaron en Jap¨®n del siglo XIX y fueron vendidos en confiter¨ªas japonesas en San Francisco hasta la guerra, cuando empresarios chinos se hicieron cargo del negocio.
En los a?os cuarenta, muchos soldados y marineros acud¨ªan a los restaurantes chinos, fascinados por su exotismo. All¨ª se convencieron de que las cookies formaban parte de la aut¨¦ntica comida tradicional del pa¨ªs, y empezaron a exigir esos dulces cuando volv¨ªan a casa. ?Resultado? En 1950 ya se vend¨ªan en EEUU unas 250 millones de galletas de la fortuna al a?o.
El lugar y momento de creaci¨®n de las galletas de la fortuna lleg¨® hasta el Tribunal de Revisi¨®n Hist¨®rica de San Francisco, convertido en asunto de Estado cuando en 1988 un juzgado reuni¨® de un lado a David Jung, un inmigrante chino de Cant¨®n en Los ?ngeles; y del otro, a un inmigrante japon¨¦s en San Francisco llamado Makoto Hagiwara. El juez dict¨® sentencia a favor del segundo: las galletas de la suerte se hab¨ªan creado oficialmente en San Francisco.
?Y en Espa?a, qu¨¦?
Un simple rastreo telef¨®nico por algunos restaurantes chinos de Madrid confirma r¨¢pidamente que las galletas de la fortuna se han quedado mayoritariamente en el pa¨ªs de la Superbowl. En el restaurante Buen Gusto me dicen que nunca han tenido en su carta galletas de la suerte (aunque normalmente m¨¢s que un plato de la carta son una cortes¨ªa que se ofrece con la cuenta).
En el Restaurante Victoria, m¨¢s de lo mismo, y en el Royal Canton¨¦s, uno de los m¨¢s populares de la ciudad, me dicen al otro lado de tel¨¦fono que: ¡°No tenemos galletas de la fortuna y creo que casi ning¨²n restaurante chino en Madrid las tiene¡±. Desde ¨¦ste ¨²ltimo me redirigen a una tienda en la que puedo encontrarlas, est¨¢ en el madrile?o barrio de Usera y se llama Oriental Delicatessen.
Efectivamente, en una estanter¨ªa del comercio encuentro una caja envasada por Silk Road Fortune Cookies, aunque la principal compa?¨ªa del mundo de galletas de la fortuna est¨¢ afincada en Nueva York y se llama Wonton Food, Inc. Desde su sede se env¨ªan entre 4,5 millones y 5 millones de galletas diarias a restaurantes y cadenas entre Estados Unidos, Canad¨¢, Am¨¦rica Latina y Europa. Es decir, entre 4,5 y 5 millones de mensajitos diarios que ¡°normalmente son escritos por escritores independientes norteamericanos, y no se trata de un empleo a tiempo completo¡±, nos dice Jennifer 8.
Contra todo pron¨®stico, resulta que estos mensajes s¨ª pueden llegar a ser prof¨¦ticos: el 30 de marzo de 2005, 110 jugadores de la loter¨ªa Powerball norteamericana acertaron 5 de los 6 n¨²meros de la combinaci¨®n ganadora del sorteo especial, con los d¨ªgitos "22-28-32-33-39-40". Eran los n¨²meros de la suerte que hab¨ªan le¨ªdo en una galleta de la fortuna de Wonton Food. El premio fue de casi 20 millones de d¨®lares. Se lleg¨® a investigar dentro de la f¨¢brica de Wonton Food pero ninguno de los trabajadores o cualquier otra persona relacionada con la empresa hab¨ªa ganado la loter¨ªa Powerball.
As¨ª que tratando de encontrar alguna revelaci¨®n m¨ªstica sobre mi vida, como el n¨²mero del Euromill¨®n, me propuse guiarme por los mensajes de las galletas de la fortuna durante una semana:
Lunes: ¡°La estrella de la riqueza brilla en ti¡±. No te creas, que el fin de semana ha sido duro. No obstante, es esperanzador comenzar la semana con un mensaje tan optimista. Con el fr¨ªo ya instalado, lo interpreto como la se?al de que podr¨ªa encontrarme con un obsequio econ¨®mico en el bolsillo de alg¨²n abrigo. No es el caso.
Martes: ¡°No solo pienses, act¨²a¡±. S¨ª, tengo que ir al gimnasio. ?Crees que no lo s¨¦? Maldita sea, no me presiones.
Mi¨¦rcoles: ¡°Nunca te arrepientas, expliques o pidas perd¨®n¡±. Este mensaje lo podr¨ªa haber escrito el mism¨ªsimo Rajoy. No lo termino de ver en pos de la reconciliaci¨®n y entendimiento, la verdad.
Jueves: ¡°Deber¨ªas ser capaz de completar cualquier cosa¡±. La presi¨®n para ir al gimnasio empieza a ser insostenible. PONME UNA GESTORA SI QUIERES TERMINAR CONMIGO, GALLETA, PERO D?JAME VIVIR.
Viernes: ¡°Tienes una personalidad ¨²nica¡±. Tampoco es esta una revelaci¨®n que merezca un aplauso de los ingenieros la NASA, es como decir que mis huellas dactilares son ¨²nicas. Pero gracias.
S¨¢bado: ¡°Quien sabe que tiene lo suficiente es rico¡±. Vaya, vaya, c¨®mo ha cambiado la cosa desde el lunes.
Domingo: ¡°Un viejo deseo se har¨¢ realidad pronto¡±. ?Significa esto que conseguir¨¦ ir al gimnasio la semana que viene?
No saco en nada en claro de mi experimento, al margen de que no estoy amortizando nada la matr¨ªcula del gimnasio. Todos mis mensajes podr¨ªan haber sido extra¨ªdos de tazas de Mr.Wonderful o de p¨¢ginas al azar en libros de Paulo Coelho. Pero una cosa os digo: la emoci¨®n al abrir esa especie de Pac-Man azucarado y sacar el mensajito, eso no te lo quita nadie.
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