El pantagru¨¦lico exceso de las bodas gallegas
Men¨²s de 30 platos, carros de marisco, kilos de carne despu¨¦s del pescado... en Galicia la gente se casa por amor y por comer. ?ste es nuestro informe sobre los enlaces m¨¢s orgi¨¢sticos de Espa?a.
Existe un homenaje gastron¨®mico de tal calibre que terminas pagando la comida en masajes abdominales, una velada digna de Pantagruel en la que en el ba?o en vez de toallitas se trafica con cajas de sal de frutas Eno: la boda gallega. Yo tengo la teor¨ªa de que la gente en Galicia no solo se casa por amor ¨Cque tambi¨¦n¨C, la gente en Galicia se casa por comer, porque all¨ª Cupido lanza directamente centollos.
Las bodas gallegas son Reserva Natural de la Biosfera. La repoblaci¨®n de las especies marinas empez¨® en las bodas gallegas. Por mucho menos que una boda gallega se retiraron las tropas napole¨®nicas. Como dice el periodista Rafa Cabeleira: ¡°Los gallegos tenemos algo de sicilianos o viceversa y, como para ellos, las bodas son aut¨¦nticos asuntos de honor, algo m¨¢s importante que la vida o la muerte¡±.
O si no mirad. Miguel Angel L¨®pez, conocido como El Hematocr¨ªtico, pidi¨® a trav¨¦s de su cuenta de Twitter ejemplos de men¨²s de bodas gallegas, o lo que ¨¦l vino a llamar acertadamente #GaliciaCanibal y #bodagallegaextreme, que podr¨ªa ser una categor¨ªa propia de Ironman (no lo descartemos). Y este fue parte del resultado:
Voy a recopilar una galer¨ªa de MEN?S DE BODA GALLEGOS BRUTALES. Si ten¨¦is alguno, mand¨¢dmelo. QUEREMOS QUE FLIPEN #galiciacanibal pic.twitter.com/ASGbC8o6K5
— El Hematocr¨ªtico (@hematocritico) November 30, 2016
A la vista est¨¢ que el banquete suele empezar con varios aperitivos. Como escrib¨ªa Cervantes en El Quijote, all¨ª est¨¢n ¡°los quesos, puestos como ladrillos enrejados, en una muralla, y dos calderas de aceite mayores que las de un tinte¡±.
Sobre las 15:00 horas, cuando la pulpeira todav¨ªa est¨¢ empezando a remangarse ¨Cac¨¦rcate siempre a la pulper¨ªa¨C, sale el marisco en procesi¨®n arropado por los costaleros. Este es el primer punto clave de una boda gallega tradicional. Y ver¨¦is que hay varios.
Primero: Marisco
D¨ªcese del animal marino invertebrado, especialmente los crust¨¢ceos y moluscos comestibles, que en una boda gallega sale en fuentes de acero redondo pulido. Las fuentes tambi¨¦n pueden ser arcones, cofres o directamente bateas. Para el periodista de EL PA?S, Nacho Carretero, el marisco es el gran requisito del enlace galaico: ¡°Lo resumir¨¦ en una detalle real que experiment¨¦ hace cuatro o cinco a?os. Me invitaron a una boda en Madrid. El primer plato era bogavante: una exquisita aunque min¨²scula porci¨®n de bogavante en un gran plato con una salsa a un lado. Se degustaba de un par de bocados. La semana siguiente tuve otra boda, esta vez de un amigo en Galicia. El primer plato era bogavante: uno por cabeza¡±.
Son las seis y media de la tarde y estamos a¨²n con los primeros platos. Si ven¨ªs a una boda en Galicia, los dos d¨ªas anteriores no com¨¢is.
— Manuel de Lorenzo (@manu_delorenzo) July 30, 2016
Coincide El Hematrocr¨ªtico, que nos detalla una experiencia cercana al Nirvana g¨¢strico que tuvo en una boda de Santiago: ¡°Tras una serie de pinchos locos nos pusieron algo que solo se le puede haber ocurrido a un especialista en torturas psicol¨®gicas de la CIA. Era una fuente redonda de marisco de tres pisos: cigalas, n¨¦coras, centollas, todo tipo de marisco¡ Pero los camareros la rellenaban constantemente y te vaciaban el plato, as¨ª que por mucho que com¨ªas cada dos minutos ten¨ªas el plato vac¨ªo y la fuente llena otra vez. Cuando llegu¨¦ al hotel por la noche apenas me pod¨ªa mover. Las fuentes son una trampa (en la que no estar¨ªa mal caer de nuevo ahora que lo pienso)¡±.
Si sobrevives al marisco, y tras limpiarte las manos con toallas de playa en lugar de toallitas, llega el segundo punto clave de una boda tradicional gallega:
Segundo: El sorbete de lim¨®n (o suced¨¢neo)
D¨ªcese del refresco de zumo de frutas con az¨²car, o de agua, leche o yemas de huevo azucaradas y aromatizadas con esencias u otras sustancias agradables, que en una boda gallega es una maniobra de distracci¨®n. El sorbete es un caballo de Troya en forma de jugo de fruta. Te conf¨ªas, crees que los postres est¨¢n cerca y boom. Este digestivo no es m¨¢s que una brev¨ªsima parada en boxes.
Tercero: El pescado y la carne
Tienen que entrar los dos. Un rape y un chulet¨®n. Un rodaballo y un cabrito. Y si te despistas te meten otra vieira gratinada entre plato y plato. No importa que mires alrededor tratando de inspirar conmiseraci¨®n porque los camareros lo mismo te responden con un: ¡°?Te quedaste con hambre? Te fre¨ªmos un huevo¡±. As¨ª que para cuando llega la hora de la reposter¨ªa a discreci¨®n tu camisa ya es una sopa y tu est¨®mago recita pasajes de Rosal¨ªa de Castro.
Cuarto punto (y clave): El licor caf¨¦.
El santo refrigerio. Aqu¨ª no hay debate.
De boda #gallega. pic.twitter.com/0v7oa4TELA
— Cristina Ayala (@cris_ayala_) December 17, 2016
Hasta aqu¨ª las caracter¨ªsticas de la ¡°boda gallega gallega¡±, que tiene su propio distintivo de homologaci¨®n. ¡°En la boda gallega gallega aparec¨ªa el padre de la novia, se sentaba frente a mi abuelo, o mi padre, y dec¨ªa; "Otilio, que no falte de nada". Ni siquiera se presupuestaba. Y, claro, no faltaba de nada: aperitivos para casar a medio Madrid, seis o siete mariscos fr¨ªos, uno caliente, dos pescados, dos carnes, tarta, helado, pasteles... Todo a repetir sin l¨ªmite de ning¨²n tipo. Y al d¨ªa siguiente, reboda¡±, relata Rafa Cabeleira, que sirvi¨® como camarero en el restaurante de su familia. Antonio G¨®mez, encargado del Restaurante Novai?o, nos confirma que en sus salones de casi cincuenta a?os sigue triunfando esta tendencia. Un men¨² t¨ªpico todav¨ªa ¡°incluye entrantes abundantes. Tres o cuatro clases de marisco distintos: un par de ellos cocidos como bogavante y cigalas, y otros a la plancha como vieiras o langostinos. Pescado y carne. Y postres t¨ªpicos¡±. Pero no solo se basa en la cantidad, ¡°s¨ª, la boda est¨¢ asociada a comer en abundancia. Pero tambi¨¦n se busca calidad¡±. Vamos, que en una boda gallega-gallega se cumple una verdad irrefutable: ¡°si no sobra, falta¡±.
Sin embargo, algo se mueve en las bodas gallegas en los ¨²ltimos a?os. ¡°Por alguna raz¨®n, las bodas actuales de la gente bien tienden a celebraciones normales, de menos de dos d¨ªas¡±, opina Carretero. Preguntamos a los expertos. F¨¢tima Gonz¨¢lez, wedding planner desde hace una d¨¦cada, nos confirma esta inclinaci¨®n m¨¢s limitada: ¡°Lo cierto es que el banquete exagerado poco a poco va quedando atr¨¢s y aunque a¨²n existe, la mentalidad de las parejas de hoy en d¨ªa va cambiando. La tendencia es que el marisco est¨¦ pero de una forma m¨¢s c¨®moda, como en ensaladas, o en cantidades m¨¢s razonables. Hoy en d¨ªa podemos hacer una boda gallega con marisco, pero dando un toque al servicio y presentaci¨®n del mismo que le da una vuelta de tuerca a la boda gallega tradicional¡±, nos cuenta.
Tambi¨¦n han notado un cambio desde hace tres o cuatro a?os en el Pazo Casa Grande, que en el 2016 acogi¨® unas 25 bodas. Paula V¨¢zquez, su encargada, nos cuenta que ¡°nos siguen pidiendo producto gallego pero en menor cantidad. La tendencia real ahora es a tres platos, cuando antes era cinco o seis. Nuestra propuesta ahora va encaminada a la calidad en los platos y una presentaci¨®n diferente¡±. As¨ª que bueno, a¨²n en ensaladas o en food trucks, el marisco est¨¢ a salvo.
Minimalistas o maximalistas, a granel o exiguas, de tres o siete horas, con bogavante por cabeza o no, a las bodas gallegas les hubiese recitado Jos¨¦ Mart¨ª, cuando dijo eso de que hay que hacer tres cosas en esta vida: ¡°plantar un ¨¢rbol, escribir un libro, tener un hijo¡±. Ya sab¨¦is cu¨¢l es la cuarta.
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