La inspiraci¨®n musical de Diego Guerrero
El chef del premiado DSTAgE nos habla sobre su estrecha relaci¨®n con la m¨²sica, sobre las similitudes entre cocinar y tocar un instrumento y sobre el d¨ªa que le hizo la cena a Bruno Mars (y acabaron todos bailando)
¡°Desde que me levanto estoy escuchando m¨²sica, trabajo siempre con m¨²sica y cuando no estoy cocinando es f¨¢cil que est¨¦ tocando la guitarra¡ Ya no puedo concebir la vida sin una banda sonora¡±, asegura con una pasi¨®n imposible de disimular el chef Diego Guerrero, al frente de DSTAgE Concept (2 estrellas Michelin).
Guerrero es uno de los protagonistas de la nueva serie documental de Ron Zacapa, The Art of Slow, que se estrena hoy y en la que cuatro chefs de fama mundial hablan con Kamilla Seidler (Mejor Chef Latinoamericana en 2016) sobre la importancia de tomarse un tiempo para inspirarse y reconectar, y el peso que tiene ese proceso para tener ¨¦xito en la alta cocina.
Seidler est¨¢ precisamente inmersa en ese momento, tom¨¢ndose un respiro de Gustu ¨Csu galardonado restaurante en La Paz¨C, para viajar y visitar a diferentes colegas, entre los que se encuentran Guillermo Gonz¨¢lez Berista¨ªn (M¨¦xico, restaurante Pangea), Diego Rossi al frente de Trippa, en Mil¨¢n y Cesar Zapata chef en Phuc Yea! (Miami, EE.UU.), adem¨¢s del chef de DSTAgE.
M¨¢s all¨¢ de t¨¦cnicas o ingredientes, durante las conversaciones con cada uno de los chefs, Seidler investiga qu¨¦ les inspira y a qu¨¦ dedican sus momentos de desconexi¨®n al final del turno, y descubre que Zapata es un apasionado de la bicicleta, Rossi conecta con su Italia natal, a Gonz¨¢lez Berist¨¢in le dan la vida la naturaleza y las monta?as y Guerrero no puede vivir sin m¨²sica. Para entender mejor de qu¨¦ manera afectan las melod¨ªas, letras y acordes a Diego Guerrero, hemos dibujado con ¨¦l diferentes escenarios en los que la m¨²sica ha servido como inspiraci¨®n a su cocina.
Para trabajar
¡°Mientras cocinamos en DSTAgE podr¨ªa estar sonando Manu Chao, Ike & Tina Turner o Tito Puente entre muchos, much¨ªsimos otros: somos tremendamente ecl¨¦cticos con esto, y nos encanta¡±. Aunque asegura que no hay una m¨²sica que inspire un tipo de cocina concreta, hace un gui?o diciendo que puede que al ceviche de carabineros que preparan le podr¨ªa ir bien como acompa?amiento ¡°la canci¨®n ¡®Camar?o que dorme a onda leva¡¯, de Zeca Pagodinho¡±.
¡°Cocinar y tocar un instrumento profesionalmente se parecen much¨ªsimo¡± reflexiona el chef. Y no le falta raz¨®n: en DSTAgE tienen una cocina abierta, que sin problema podr¨ªa hacer las veces de escenario. ¡°All¨ª actuamos cada d¨ªa frente a un p¨²blico diferente. Solo que nuestro repertorio, en lugar de canciones, son platos. No ser¨ªamos una gran banda de rock, porque tenemos relaci¨®n directa con el p¨²blico, m¨¢s bien un grupo que toca cada noche en el mismo club y disfruta del contacto con la gente, sale a hablar con ellos y recibe su feedback¡±.
Para comer
¡°La m¨²sica est¨¢ muy presente en la sala de DSTAgE. Forma parte del restaurante, de su identidad. Por ejemplo, no es habitual estar comiendo alta cocina mientras escuchas a m¨²sicos como Bruce Springsteen o Bob Marley¡±, asegura Guerrero, convencido de que sin la m¨²sica que les inspira DSTAgE no ser¨ªa ¡°tan natural y cercano como es ahora, y como nos gusta y queremos que sea¡±.
Para cocinar en casa
Para Guerrero cocinar en DSTAgE y hacerlo en casa son dos cosas diferentes, y por tanto le inspiran diferentes inquietudes musicales. ¡°Cocinar un domingo para la familia o amigos entra en mi tiempo de ocio, y ah¨ª suelo ponerme bastante surfero. Por ejemplo, me puede apetecer escuchar a Jack Johnson, Joshua Radin o Ray Lamontagne. Tambi¨¦n hay un punto de jam session, porque hay una parte de improvisaci¨®n, de creaci¨®n constante, que igual podr¨ªa estar sucediendo en la cocina que en un club de jazz¡±.
Para imaginar
Puestos a fantasear con que los d¨ªas tienen 40 horas y la vida del chef de DSTAgE le da para montar otro local -algo que de momento ve como imposible, pero so?ar no solo es gratis sino tambi¨¦n divertido-, a Guerrero le encantar¨ªa que fuera ¡°una cocteler¨ªa clandestina en la que tambi¨¦n servir¨ªamos comida: lo que se conoce como un speakeasy. All¨ª sonar¨ªa blues del antes, m¨²sica negra de ra¨ªz, por ejemplo Woodo Child de Jimmy Hendrix¡±.
Cuando no estuvieran tocando bandas en directo -asegura que las habr¨ªa a menudo- la selecci¨®n musical pasar¨ªa por Muddy Waters, Lightnin' Hopkins y otros cl¨¢sicos inolvidables del g¨¦nero. ¡°Creo que le pega mucho m¨¢s a la cocteler¨ªa que otra m¨²sica m¨¢s contempor¨¢nea¡±, remata.
Para cambiar los papeles
¡°Cocinar para m¨²sicos que te gustan es una responsabilidad, porque aunque no son expertos en gastronom¨ªa, como les admiras mucho te importa su opini¨®n: igual que a m¨ª me gusta lo que ellos hacen, me gustar¨ªa que les gustara lo que yo hago¡±. El chef encuentra un paralelismo con una visita de su madre a DSTAgE: ¡°no va a ser determinante en mi carrera, pero si no le gusta me lo va a decir sin cortarse¡±.
¡°Hace poco estuvo en DSTAgE Bruno Mars, que me gusta porque me recuerda mucho a Michael Jackson, me parece un poco su heredero musical contempor¨¢neo. Vinieron ¨¦l y toda su banda, cerramos el restaurante y fue un momento brutal. Mientras cocinaba tambi¨¦n iba poniendo canciones, y acabamos bailando todos¡±. Tambi¨¦n ha cocinado para Pancho Varona, a quien admira mucho, o Leiva. ¡°Han pasado unos cuantos por aqu¨ª. ?Y algunos vuelven!¡± termina entre risas, feliz de poder dar algo de su talento a los m¨²sicos de los que tanto ha recibido.
Puedes ver los otros tres episodios de The Art of Slow en la p¨¢gina web de ron Zacapa.
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