Este gallego vende los mejores huevos de Espa?a

¡°Vendo el huevo m¨¢s caro del mundo¡±. Con esta frase no se presentaba ante el mundo un comerciante de huevos de Faberg¨¦, sino David Sueiro, uno de los granjeros de esta temporada del reality de Cuatro Granjero busca esposa. La declaraci¨®n -y, por motivos menos gastron¨®micos, su posterior paso por el programa- fueron suficientes para llamar nuestra atenci¨®n. Nos pusimos en contacto con David para que nos explicara, v¨ªa telef¨®nica, c¨®mo es posible que media docena de huevos de gallina cuesten 4,95 euros. Y, lo que es m¨¢s importante, que lo valgan.

Galo Celta es el nombre de la explotaci¨®n av¨ªcola de David, situada en Vila de Cruces, Pontevedra. All¨ª cr¨ªa gallinas ponedoras -3000 repartidas en distintas explotaciones-, gallinas y gallos para carne (tambi¨¦n unas 3000 piezas sacrificadas al a?o) y embutidos como fuet, chorizo y pechuga curada, adem¨¢s de preparados como hamburguesas. Todo con la garant¨ªa de ser un producto artesano, exclusivo, de lujo y respetuoso con la tradici¨®n. Lo curioso es que la empresa -que hoy tiene tanto ¨¦xito que no puede cubrir toda la demanda-, naci¨® de las cenizas de un fracaso empresarial previo.

¡°El proyecto empez¨® hace cinco a?os¡±, nos cuenta David. ¡°Yo era funcionario y trabajaba en Vila de Cruces revalorizando el inter¨¦s tur¨ªstico del patrimonio gastron¨®mico. Con un programa de emprendimiento de la Fundaci¨®n Juana de Vega, puse en marcha una cooperativa para crear una renta complementaria agraria. Pero aquello no sali¨® adelante; tal vez fracas¨® porque yo no ten¨ªa esta mentalidad empresarial. Me di cuenta de que el hueco era hacer productos de lujo y cosas diferentes. Ah¨ª me siento c¨®modo; las empresas viven de la facturaci¨®n pero hay una parte de satisfacci¨®n personal que no se paga con dinero¡±. Del recuerdo del 'gallo de a?o' de su infancia -que se consum¨ªa de forma tradicional en la Festa de San Ram¨®n-, surgi¨® la idea de reivindicar ese producto, con las t¨¦cnicas y posibilidades de hoy.

Desde hace tres a?os, Galo Celta cr¨ªa el gallo de Mos, una raza aut¨®ctona gallega recuperada, aunque, como especifica David, no en exclusiva. ¡°Siempre trabajamos con razas de crecimiento lento pero no vendemos solo raza de Mos. Ofrecemos un gallo que ya es maduro sexualmente, algo que ocurre a los seis meses de vida, y nosotros los sacrificamos con nueve meses¡±. El precio y la calidad del producto no es solo por la edad que alcanzan, sino por las condiciones en las que las aves pasan ese tiempo: ¡°El sistema de cr¨ªa es muy parecido al del ib¨¦rico, son criados en libertad como si fuesen aves de caza. La combinaci¨®n de ejercicio y gen¨¦tica consigue enriquecer a nuestros animales, y a ra¨ªz de la mezcla de pastos, cereales y pastoreo verde -que les da matices y sabor-, son musculosos y jugosos, nada grasientos.¡±

Las gallinas ponedoras viven en las mismas condiciones que los gallos que se cr¨ªan para carne, pero durante dos a?os y medio, momento en el que se sacrifican y se vende su carne como ¡°gallina vieja¡± para hacer embutidos, hamburguesas o guisos. Viven en libertad, la alimentaci¨®n es igual que la de los gallos y no se fuerza su puesta con luz artificial. El nivel de producci¨®n es mucho m¨¢s escaso que en otras explotaciones, claro: ¡°Las gallinas industriales son m¨¢quinas de producir huevos, las nuestras ponen un 40% menos¡±, aclara David.

?El resultado? Tienen menos agua y son m¨¢s melosos. Aunque al principio a?ad¨ªan en su dieta harina de casta?a, la abandonaron porque les daba a las aves un h¨ªgado muy graso, cambi¨¢ndolo por la de oliva. Adem¨¢s trabajan con el centro tecnol¨®gico de la carne de Galicia, que les asiste y asesora con los nuevos productos que sacan, como la pularda o un pollo peque?o de crecimiento lento.

¡°El huevo m¨¢s caro del mundo¡± ha logrado encandilar a cocineros como Mart¨ªn Berasategui, Pepe Solla o Iv¨¢n Dom¨ªnguez. Est¨¢ presente en cartas de temporada de sus establecimientos, como Alabaster, Atl¨¢ntico, La Tasquer¨ªa o el hom¨®nimo Mart¨ªn Berasategui. Sobre este cocinero David solo tiene buenas palabras al haber sido clave para introducirse en la alta cocina: ¡°Conoc¨ª a Berasategui en una feria, me acerqu¨¦ a ¨¦l, le di una muestra y a la semana me estaba llamando. Ha sido una especie de mentor. Nos ayud¨® a nivel empresarial a dar a conocer el producto; compraba y nos asesoraba, nos dedic¨® tiempo y conocimientos sin tener ning¨²n inter¨¦s econ¨®mico o comercial¡±.

No hace falta irse a alguna mesa tan reconocida para encontrar Galo Celta. En el club del Gourmet del Corte Ingl¨¦s se vende la citada media docena de huevos a 4,95 euros, y est¨¢ previsto que este a?o se distribuyan en otras tiendas de delicatessen. Las peticiones de distribuidoras e interesados en trabajar con ellos es tan alta que no dan abasto. Por eso, David es optimista: ¡±Todo aquel que tiene una idea en la cabeza, que luche por sacarla adelante. Habr¨¢ gente que se mofe y se r¨ªa, pero yo no vivo de lo que piensan los dem¨¢s. Y a nosotros nos est¨¢ dando resultado¡±.

Claro que tiene motivos para serlo. Si en uno de los videos de presentaci¨®n del programa Granjero busca esposa sus amigos le preguntaban con retranca ¡°?T¨² crees que con tus huevos puedes conquistar a una mujer?¡±, el tiempo les ha dado la raz¨®n, pero con un giro inesperado. Los espectadores del programa asistieron encantados a la aparici¨®n de un romance pero no de David con una de sus candidatas a pareja, sino con otra de las granjeras, la toledana Patricia Lorenzo.

Tras conocerse en la grabaci¨®n del primer programa, en el que todos los granjeros departen juntos y hacen un casting de sus pretendientes, qued¨® claro que el prop¨®sito del programa se hab¨ªa cumplido pero de una manera un poco rocambolesca. Despu¨¦s darles puerta a sus respectivos candidatos, David y Patricia volvieron a verse y confirmaron ante las c¨¢maras y el inefable presentador Carlos Lozano que s¨ª, iban a intentar mantener una relaci¨®n, una de las m¨¢s reales surgidas del show.

Su historia pasa adem¨¢s por Vila de Cruces y por ampliar Galo Celta. Nos explica David: ¡°Conoc¨ª a gente de la organizaci¨®n del programa, me propusieron participar, medio me liaron y acab¨¦ en Granjero no s¨¦ c¨®mo. Tuve la suerte de que hab¨ªa una chica en medio, me llev¨¦ una sorpresa (y ella otra)¡±. Fue la sorpresa del programa y, adem¨¢s de ser su pareja actualmente, Lorenzo se muda a Galicia y se ha involucrado en el proyecto. ¡°Adem¨¢s de ser ganadera tambi¨¦n tiene formaci¨®n como formadora, as¨ª que abriremos una granja escuela con la que llevo en mente varios a?os. Estar¨¢ dirigida a colegios, colectivos desfavorecidos y a todo tipo de personas que est¨¦n interesados en visitarla¡±. Juntos sacar¨¢n la granja escuela adelante, sin dejar de ponerles huevos a los mejores restaurantes de Espa?a.