"No para ni?os", la campa?a que pide prohibir las bebidas energ¨¦ticas a menores
El chef Jamie Oliver promueve con 'Not for children' la prohibici¨®n de los refrescos con cafe¨ªna a los adolescentes. Los expertos denuncian sus "estragos" en la salud y el rendimiento escolar, pero las marcas siguen dirigiendo su mercadotecnia a los j¨®venes.
?Le dar¨ªas tres caf¨¦s seguidos con nueve terrones de az¨²car a tu hijo de 12 a?os? No es una pregunta acusatoria, es el interrogante que lanza el nutricionista Juan Revenga ante la campa?a iniciada en Reino Unido por Jamie Oliver. El popular chef ingl¨¦s ha solicitado al Secretario de Estado de Salud de Reino Unido, Jeremy Hunt, que proh¨ªba la venta de las llamadas ¡®bebidas energ¨¦ticas¡¯ a menores de 16 a?os. ?Por qu¨¦? Contesta el propio Revenga: ¡°Son latas de agua carbonatada, az¨²car y estimulantes. Una barbaridad¡±.
Una barbaridad que no parece considerarse tal si damos un paseo por nuestras calles. En las puertas de tiendas de alimentaci¨®n o en los bancos de los parques es habitual encontrar grupos de adolescentes sorbiendo latas de Red Bull, Monster, Eneryeti, Burn o cualquiera de las otras que oferta el mercado. Muchos desconocen la composici¨®n de lo que est¨¢n tomando, pero les espabila y les gusta su sabor dulz¨®n. De aterrizaje no tan tard¨ªo, pero tendencia reciente, estas gaseosas cargadas de cafe¨ªna son un refresco habitual entre los j¨®venes, que a veces ocultan su consumo y otras tienen padres que creen que es inocuo.
Un problema para los j¨®venes
A ra¨ªz de esta peligrosa tendencia, Jamie Oliver ha creado la etiqueta #NotForChildren, y ha denunciado la incitaci¨®n al consumo debido a su bajo precio y la atractiva publicidad. Adem¨¢s, en un texto de su web asegura que tiene ¡°relaci¨®n con el bajo rendimiento en la escuela¡± y que ¡°un consumo regular de bebidas azucaradas y con cafe¨ªna puede causar obesidad o enfermedades en enc¨ªas o caries dentales¡±. La petici¨®n lleg¨® poco despu¨¦s de que los supermercados Waitrose restringieran la venta de estos brebajes a menores de 16 a?os, amparados por un estudio de la publicaci¨®n cient¨ªfica Plos One. En dicha investigaci¨®n se apunta, entre otras cosas, que un 69% de ni?os en Reino Unido entre 10 y 19 a?os toma bebidas energ¨¦ticas habitualmente y que pueden llegar a ingerir hasta un litro de una sola vez.
En nuestro pa¨ªs, la preocupaci¨®n por estos h¨¢bitos se ha concretado gracias a movimientos virtuales como #STOPBebidasEnerg¨¦ticas, iniciado desde el Instituto de Educaci¨®n Secundaria Jes¨²s Planes de Murcia. All¨ª, las profesoras Margarita Tortosa, de qu¨ªmica, y Juana Mar¨ªa Madrid, de biolog¨ªa, dedicaron el curso 2012/2013 a concienciar sobre los efectos de estas sustancias. No han parado desde entonces, consiguiendo la adhesi¨®n de varios centros y el sello Vida Saludable otorgado por el ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte en 2015. ¡°Nos preocupa, y mucho, el consumo abusivo e irresponsable de bebidas energ¨¦ticas¡±, contesta Tortosa. ¡°Estas c¨¢ndidas bebidas azucaradas y cafeinadas, totalmente legales y al alcance de cualquier ni?o, est¨¢n causando estragos en la salud de nuestros j¨®venes estudiantes. Desde el ¨¢mbito pedag¨®gico es nuestra responsabilidad educar y formar en h¨¢bitos de vida saludable que formen ciudadanos comprometidos con su bienestar¡±, afirman.
La batalla contra este tipo de refresco es relativamente reciente, pero no las advertencias de profesionales. Revenga, por ejemplo, ampl¨ªa esta lucha a todos los denominados "refrescos". ¡°Hablamos de gaseosas edulcoradas con az¨²cares libres -no intr¨ªnsecos a la fruta o las legumbres- que no tienen ning¨²n valor nutricional¡±, comenta, y ¡° solo aportan calor¨ªas vac¨ªas, con el consecuente riesgo cardiovascular¡±. Para ¨¦l, no hay mayor refresco que el agua ni mejor impulso energ¨¦tico que una dieta equilibrada. ¡°Con una alimentaci¨®n sana nos basta. No hace falta a?adirle nada¡±, arguye refiri¨¦ndose al supuesto papel de ¡®suplemento¡¯ o ¡®vigorizante¡¯ que acompa?a a estos productos.
De hecho, es com¨²n encontrar alusiones a las vitaminas o minerales que contiene la bebida: ¡°Con niacina, ¨¢cido pantot¨¦nico, B6, B2 y B12¡±, destaca una de ellas. Lo que no ponen de relieve es que, si tragamos los 500 mililitros del tama?o de algunas latas, estamos meti¨¦ndonos el equivalente a entre dos y cuatro tazas de caf¨¦ (seg¨²n el tipo y la forma de prepararlo). Con, atenci¨®n, hasta 50 gramos de az¨²car, unas 12 cucharitas colmadas: el tope diario que recomienda la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en una sola bebida.
De nuevo, el az¨²car
¡°Sus efectos, al tratarse de estimulantes y az¨²cares, van dirigidos a problemas de obesidad y cardiopat¨ªas¡±, subraya ?lex P¨¦rez, dietista-nutricionista del Centro de Atenci¨®n Primaria Vallarca-Sant Gervasi y autor del blog ?Salud y piernas! de la revista Runners. ¡°Los hidratos de carbono que no se sintetizan pasan a convertirse en grasa. Y un consumo muy elevado de cafe¨ªna puede acarrear nerviosismo, arritmias, taquicardias o hasta estados de ansiedad¡±, declara el experto en nutrici¨®n deportiva de la Cl¨ªnica Ergon¨®mica Barcelona. P¨¦rez ve en estas bebidas otro gran inconveniente: su forma de publicitarse. ¡°Suelen promocionarse como algo que ¡®da alas¡¯ o recupera del cansancio, y adem¨¢s patrocina torneos deportivos, dando una imagen saludable y atractiva, que engancha a los adolescentes¡±, expone.
Juan Revenga tambi¨¦n critica el uso enga?oso que se hace de otro ingrediente de estas bebidas: la taurina. ¡°Es un amino¨¢cido que no hace nada. Ya lo tenemos en nuestro organismo. Lo producimos nosotros solos. Y no por inyectar m¨¢s se genera m¨¢s¡±, aduce. ¡°Solo sirve para llamar la atenci¨®n, como cuando leemos ¡®extracto de baobab¡¯. Puro m¨¢rquetin. Es la perversidad de las marcas¡±, teoriza el dietista con una situaci¨®n que, el pasado mes de mayo, se materializ¨® con una v¨ªctima de 16 a?os en Estados Unidos.
Y la publicidad agresiva
¡°La publicidad que rodea a las bebidas energ¨¦ticas debe regularse mucho m¨¢s. Desde el punto de vista sanitario, es escandaloso que se permitan esl¨®ganes en los envases que resalten los efectos particulares de un ingrediente, sin tener en cuenta los efectos adversos de otros compuestos presentes en estas bebidas¡±, razona por su parte Jos¨¦ Manuel L¨®pez Nicol¨¢s, licenciado en Ciencias Qu¨ªmicas por la Universidad de Murcia, donde ejerce como profesor e investigador. ¡°El ciudadano es el claro perjudicado¡±, asegura alguien que ya habl¨® sobre estos refrescos en su blog Scientia y en el programa de televisi¨®n Dame Veneno.
Una de las pegas para regularizarlas es la nomenclatura. Como bebidas refrescantes se entienden, seg¨²n el Real Decreto 650/2011, las ¡°bebidas analcoh¨®licas, carbonatadas o no, preparadas con agua de consumo humano -aguas preparadas, agua mineral natural o de manantial- que contengan uno o m¨¢s de los siguientes ingredientes: anh¨ªdrido carb¨®nico, az¨²cares, zumos, pur¨¦s, disgregados de frutas y/o vegetales, extractos vegetales, vitaminas y minerales, aromas, aditivos autorizados u otros ingredientes alimenticios¡±. Entre los aditivos se encuentran la cafe¨ªna y la quinina, por lo que estos productos est¨¢n incluidos en la ley.
Y la industria, ?qu¨¦ dice?
¡°Apostamos por el consumo informado y moderado dentro de un estilo de vida saludable¡±, explican desde la Agrupaci¨®n de Bebidas Refrescantes Anfabra, que engloba a la mayor¨ªa de empresas del sector. ¡°Por ello, trabajamos desde hace a?os en acciones voluntarias relacionadas con informaci¨®n al consumidor, la comercializaci¨®n y el m¨¢rquetin¡±, sostienen, remitiendo a varios enlaces en los que muestran su suscripci¨®n a un c¨®digo europeo de etiquetado o unas animaciones informativas sobre este tipo de refrescos. ¡°La European Food Safety Authority (EFSA), m¨¢xima autoridad europea de seguridad alimentaria, reafirm¨® que un adulto sano puede consumir hasta 400 mg de cafe¨ªna al d¨ªa de forma segura (el equivalente a 5 latas de bebida energ¨¦tica de 250 ml) y que esta no interact¨²a con el alcohol (en dosis de 200 ml). Es igual de segura cuando se consume junto con cualquier otro de los componentes presentes en las bebidas energ¨¦ticas, como la taurina o las vitaminas¡±, agregan.
Red Bull, una de las insignias del gremio, no facilita entrevistas si no son para hablar exclusivamente de su marca. Pero aporta una cifra de la EFSA: las bebidas energ¨¦ticas representan el 1,96% de consumo dentro de las bebidas no alc¨®holicas. ¡°Somos un sector muy nicho¡±, valoran. En ese mismo informe ¨Cque el Ministerio de Sanidad public¨® en 2013 en espa?ol- se detalla que ¡°aproximadamente el 68% de los entrevistados en edades comprendidas entre los 10 y los 18 a?os son consumidores de bebidas ¡®energ¨¦ticas¡¯. Entre estos, el 12% presentan consumo ¡®cr¨®nico alto¡¯ (de 7 litros al mes) y el 12% consumo ¡®agudo alto¡¯ (menos de un litro en una sola sesi¨®n)¡±.
?Existe en Espa?a alg¨²n movimiento parecido al de Jamie Oliver? De momento, no tan encauzado como el suyo. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad arguye que no existe una norma espec¨ªfica m¨¢s que la resoluci¨®n mencionada sobre ¡°bebidas refrescantes¡± y que ¡°ya se tiene en cuenta la necesidad de realizar advertencias de seguridad en el caso de las que contienen un contenido elevado de cafe¨ªna¡±. ?Cu¨¢les? Se eximen las fabricadas a base de caf¨¦, t¨¦ o de extractos de t¨¦ o caf¨¦, con la palabra en cuesti¨®n presente en su nombre y que est¨¦n destinadas al consumo sin modificaci¨®n alguna. Pero cualquiera con una proporci¨®n superior a 150 miligramos por litro, debe incluir la menci¨®n ¡®Contenido elevado de cafe¨ªna: No recomendado para ni?os ni mujeres embarazadas o en per¨ªodo de lactancia¡¯ en el mismo campo visual que la denominaci¨®n de la bebida¡±, seguida de una referencia -entre par¨¦ntesis y cumpliendo con un tama?o m¨ªnimo de letra-, al contenido de cafe¨ªna expresado en miligramos por cada 100 mililitros.
¡°Las autodenominadas ¡®bebidas energ¨¦ticas¡¯ fueron objeto de evaluaci¨®n en los a?os 1999 y 2003 por parte del Comit¨¦ Cient¨ªfico para Alimentos de la Comisi¨®n Europea (SCF) y en 2009 fue la EFSA quien valor¨® la seguridad de taurina y glucuronolactona como ingredientes de las bebidas conocidas como energ¨¦ticas y concluy¨® que la exposici¨®n a estas dos sustancias, considerando las concentraciones habituales en este tipo de bebidas (4,0 gramos por litro en el caso de Taurina y 2,4 gramos en el caso de D-glucuronolactona), no constitu¨ªa un motivo de preocupaci¨®n para la salud¡±, argumentan. Tambi¨¦n se?alan como improbable que ¡°la D-glucuronolactona presentase ninguna interacci¨®n con la cafe¨ªna, con la taurina, con el alcohol o con los efectos del ejercicio¡±. No hacen referencias a los posibles efectos de la cafe¨ªna y el exceso de az¨²car en menores de 16 a?os, los problemas dentales y la obesidad a los que se refieren las campa?as #NotForChildren y #STOPBebidasEnerg¨¦ticas. Lo que nos lleva de nuevo a la primera pregunta: ?qui¨¦n le dar¨ªa a un ni?o de esa edad tres caf¨¦s seguidos y nueve terrones de az¨²car?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.