Adi¨®s al bocata cutre: ideas para comer sano y seguro en la playa
Nos gusta ir a la playa cargados de comida. Grasas, hidratos, az¨²car, alcohol y neveras defectuosas quieren desintegrar nuestro aparato digestivo. ?Hay alternativas a la ensaladilla rusa radioactiva?
No te olvides la toalla cuando vayas a la playa. Y tampoco la fiambrera con torreznos y huevos rellenos: son muchas las im¨¢genes ic¨®nicas que definen nuestras costas en ¨¦poca vacacional, pero ninguna posee la fuerza de la familia espa?ola devorando cubos de ensaladilla rusa y bocatas de lomo en la arena, con 40 grados de can¨ªcula abrasando sus coronillas como la furia de Dios.
Por aqu¨ª todav¨ªa se estila la jornada completa en la playa, una pr¨¢ctica propia de grupos numerosos, especialmente esos llamados "familias". Hablamos de los Delta Force del domingueo, gente de pellejo duro, sometida a una penitencia bajo el sol que va desde primera hora de la ma?ana hasta bien entrada la tarde. La familia patria ha entendido que tanta hostilidad clim¨¢tica debe combatirse con la misma contundencia a la hora de comer. Como si los estragos de tirarse 8 horas en la playa (voluntariamente) justificaran los despliegues ¨¦picos de grasa, az¨²car, alcohol, hidratos y todo tipo de pasto hipercal¨®rico.
La fiambrera espa?ola de playa ¨Cme cuenta un amigo que sus abuelos se llevaban directamente la olla del cocido- no ha variado mucho en los ¨²ltimos 30 a?os; por alguna raz¨®n, seguimos asociando la playa a comer mal y pesado. Digestiones de anaconda a 35 grados a la sombra, en muchas ocasiones jugando con ingredientes que pueden proporcionarte una maravillosa intoxicaci¨®n y destrozarte las vacaciones, golpecito de calor mediante. Mucho cuidado con mezclar alimentos cocinados y crudos en el mismo recipiente y el mismo tiento a la hora de preparar la comida: algo tan sencillo como cortar carne cruda y pan con el mismo cuchillo puede convertir un inocente bocata en un pepito de polonio.
T¨¢peres en la arena
La playa es un espacio de libertad alimentaria, y cada casa se expresa como quiere en su Tupperware. El bibliotecario Jorge Alcaraz Pedrosa tiene m¨¢s arena en la chepa que Mitch Buchanan. Despu¨¦s de a?os de probaturas, confiesa haber encontrado una f¨®rmula que nunca cambia: "Ensalada de pasta, tortilla de patatas, fruta troceada, termo de caf¨¦, botella de gazpacho casero, latas de cerveza y bote de aceitunas", dice Alcaraz. Y es un agente minucioso. Si toca playa, toca ritual. La noche anterior, cuando la ciudad duerme, el tipo se pone a trabajar. "Lo primero es poner la botella de agua en el congelador, para llev¨¢rtela cual bloque de hielo al d¨ªa siguiente. Y la comida importante, los preparativos gordos, tambi¨¦n se hacen la noche anterior", comenta Alcaraz. Como para que se ponga a llover al d¨ªa siguiente.
Mar¨ªa de la Fuente, trabajadora en Primavera Sound, sigue otro ritual muy distinto cuando va a O Grove, Galicia. "Aparte de la nevera con aguas y sand¨ªa, siempre nos llevamos a la playa una empanada gallega de berberechos o zamburi?as", afirma de la Fuente. ?Y qu¨¦ pasa si no comes carne? Chiara Bombardi, vegetariana y propietaria del restaurante barcelon¨¦s Rasoterra, me transporta a una playa ut¨®pica sin mahonesas radioactivas ni tocino pocho. "Un termo con gazpacho o ajoblanco con mel¨®n; ensalada de arroz o tabul¨¦; bocadillo mediterr¨¢neo con olivada, queso fresco, tomates secos; mucha fruta y un buen queso¡ La tortilla de patatas la prefiero preparar para p¨ªcnics, no para la playa", asegura la restauradora italiana.
Cuando calienta el sol¡
De todo hay en la playa del Se?or, pero admit¨¢moslo, cuando vamos a la arena seguimos cargando la nevera como si tuvi¨¦ramos que nutrir a las hordas de Sauron. Alguien nos ha metido en la cabeza la idea de que necesitamos alimentarnos como triatletas, cuando el grueso de nuestra actividad f¨ªsica consiste en consultar los stories de la gente que odiamos y espantar moscas desde la toalla. "M¨¢s all¨¢ de si ingerimos demasiadas calor¨ªas, la verdad es que en la playa solemos recurrir a alimentos que se alejan de unos h¨¢bitos saludables. Y no somos conscientes de que algunos podr¨ªan representar un riesgo para la salud", asegura la nutricionista Susana Hern¨¢ndez.
Esas latas de cerveza parecen inofensivas, ?verdad? Cuando lleves seis, mejor p¨¢sate a la manzanilla o el Pinky. "El alcohol es lo primero que habr¨ªa que cambiar, ya que favorece la deshidrataci¨®n, no nos hace ning¨²n bien en un entorno como la playa. Adem¨¢s, es una irresponsabilidad tomar bebidas alcoh¨®licas si luego vamos a entrar en el mar. Las bebidas azucaradas y las patatas fritas, otro par de cl¨¢sicos, tampoco son recomendables en t¨¦rminos de hidrataci¨®n", dice Hern¨¢ndez.
Y seguimos con dos iconos de la fiambrera playera: la tortilla y la ensaladilla rusa. ?Escuch¨¢is tambi¨¦n las sirenas de alarma anti colitis? "Para evitar cualquier riesgo, descartar¨ªa llevar a la playa alimentos a base de huevo, especialmente si no los podemos mantener todo el rato en fr¨ªo: revoltillos, tortillas, salsas como la mahonesa¡ Hay otras opciones m¨¢s seguras, puedes arriesgarte a sufrir una intoxicaci¨®n¡±, comenta Hern¨¢ndez.
Es curioso, el huevo y la playa son como el agua y los Mogwai, pero le hemos perdido el respeto y seguimos atiborrando de tortillas y mahonesas nuestras fiambreras. Unas fiambreras que, en caso de albergar este elemento inestable, deber¨ªamos vigilar como si contuvieran un Euromill¨®n premiado. Que nunca escapen del abrazo del hielo, y si lo hacen, que sea en lugares a la sombra, frescos. Recipiente herm¨¦tico de calidad. Ese viaje de 40 minutos en un coche recalentado donde se podr¨ªa hornear un lech¨®n, mejor hacerlo con la tortilla puesta en la salida del aire acondicionado. Y a rezar.
Esta playa est¨¢ muy viva
Evidentemente, cu¨¢nta m¨¢s fruta, vegetales y frutos secos haya en tu selecci¨®n playera, mejor para tu porvenir. Para Susana Hern¨¢ndez este ser¨ªa el men¨² ideal: "Bastoncillos de zanahoria bien lavados; bocadillo de at¨²n con aceite de oliva; frutos secos y semillas al natural o tostadas sin sal; fruta fresca bien lavada; fruta desecada sin az¨²car y agua". En una playa ut¨®pica, la fruta y verdura deber¨ªan ser los actores principales, y las carnes y embutidos los apuntadores. En este sentido, las ensaladas de pasta y arroz son opciones muy sensatas y populares. Son f¨¢ciles de preparar, se conservan bien y sacian. Eso s¨ª, el ali?o siempre separado y al final. Afortunadamente, las cremas untables, como el hummus, est¨¢n subiendo en las listas de ¨¦xitos.?Sopas fr¨ªas, gazpachos? Cada vez m¨¢s fuertes, siempre bienvenidas y altamente recomendables para los rigores de la playa.
Sin embargo, en terreno blando, nunca mejor dicho, encontramos el bocata dominguero, un must playero a cuyo sex appeal y funcionalidad parece dif¨ªcil que renunciemos. Inconvenientes: la mayonesa puede convertirlo en una arma qu¨ªmica, el tomate puede volverse bilis, y el pan, por muy bueno que sea, perder¨¢ la partida contra la can¨ªcula, convirti¨¦ndose en un chapapote palpitante rebozado de arena.
Si no quieres hacer globos con el bocadillo, la jefa de redacci¨®n de El Comidista, M¨°nica Escudero, propone alternativas. "Las tartas saladas pueden ser casi una comida completa, no requieren una infraestructura especial y, como van cocidas del todo, no hay riesgo de seguridad alimentaria. Esta de manzana, bacon e idiaz¨¢bal es deliciosa, y la spanak¨®pita de espinacas tampoco tiene nada que envidiarle. Las empanadas al horno cumplen una funci¨®n muy parecida: admiten rellenos casi infinitos y recogen la comida dentro hasta el ¨²ltimo bocado", comenta Escudero.
La carne es otro objeto de poder playero, a ver c¨®mo le explicas al abuelo,despu¨¦s de quemarse las paletillas y llevarse dos pelotazos, que en lugar de zamparse su pollo rebozado a dos carrillos, se tendr¨¢ que conformar con un hummus y crudit¨¦s. La carne en la playa, mejor rebozada que embutida. Es un placer que M¨°nica Escudero defiende. "Hay algo de rom¨¢ntico en el pollo o el lomo rebozados y ligeramente blanditos en la playa, y adem¨¢s pueden comerse con los dedos, as¨ª que yo les doy un s¨ª rotundo". Y es una receta que con un m¨ªnimo esfuerzo se puede elevar. "Para que est¨¦n realmente buenos, propondr¨ªa rebozar filetes de contramuslo si hablamos de pollo, y a?adir unos cacahuetes picados y un poco de curry al rebozado. Si vamos de lomo, que los trozos no sean muy finos. Si hay lomo de dos colores, ser¨¢ a¨²n m¨¢s tierno. Y tambi¨¦n podemos dar una vuelta al empanado con alguna hierba seca, especias o un poco de queso rallado", dice Escudero.
?S¨ª, se puede! Se puede comer en la arena sin invocar al c¨®lico. Las playas espa?olas est¨¢n preparadas para dejar atr¨¢s la ensaladilla rusa, el bocata de lomo con pimientos, la tortilla de patatas, los embutidos, las chips, las cervezas... Coge toda esa comida nociva y arroj¨¢rsela a las gaviotas; seguro que te la devolver¨¢n. Coge tambi¨¦n ese melocot¨®n y c¨®metelo antes de que pase el tipo de los helados y acabes con un Cornetto entre los dientes: con la playa no se juega.
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