El d¨ªa de las cursiladas en los restaurantes
San Valent¨ªn pone tontitos a algunos hosteleros: poes¨ªa en el men¨², sushis en formas de coraz¨®n, "filetes de presa ardiente con el chipir¨®n fogoso"... Salimos a la caza de horteradas sin miedo a morir de empalago.
![D¨ªselo con manzanas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CDP54BQTRFPOPO5MEJ2ME2XWGA.jpg?auth=57b1d7599f5ff3ebdb9b6643b73f8936ff66b13def2b734b4d09eeb477fac054&width=414)
El amor, qu¨¦ bonito es. Soy fan del amor, desde siempre. Desde que Rick le dijo a Ilsa que los alemanes iban de gris, pero ella iba de azul. Desde que Richard Gere le pidi¨® a Julia Roberts que se quedara a pasar una noche por la cara, y no porque le pagara. Es escuchar ¡°Oh, my love, my darling¡¡± e imaginarme a Patrick Swayze como Pedro por mi casa. Pero a lo que vamos, que son las cosas del comer: me fascina la parafernalia de las cajas de bombones, especialmente si vienen con un lazo; el esnobismo de las fresas ba?adas en chocolate y regadas con champ¨¢n; hasta me derrite que el tenedor trinche un p¨¦talo cuando en realidad est¨¢ buscando una patata.
Porque el sector de la restauraci¨®n no se queda atr¨¢s en eso de tocar corazoncitos. Llega el d¨ªa de San Valent¨ªn y hay que rentabilizar la pel¨ªcula: seg¨²n datos de la Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa y Restauraci¨®n (Fehr), el volumen de negocio aumenta en torno a un 30% alrededor del 14 de febrero. ¡°Es una tendencia al alza en los ¨²ltimos a?os. La gente quiere darse una alegr¨ªa despu¨¦s de la cuesta de enero¡±, explica Emilio Gallego, secretario general de la agrupaci¨®n profesional. Y con esa misma alegr¨ªa, los hosteleros se meten en el papel de guionistas, dispuestos a escribir las cenas m¨¢s rom¨¢nticas y, de paso, elevar sutilmente el precio del men¨² (como m¨ªnimo, un 10%).
Que si velas y elefantes, que si manteles con brilli-brilli o un ramo entero de rosas sacrificado por la causa. Los nombres de los platos se vuelven c¨®micos, las presentaciones se tornan ¨¦picas y, cuando te vienes a dar cuenta, est¨¢s envuelto en el drama de pelar las gambas a media luz intentando aparentar normalidad. Todo sea por contentar al ser amado, o al menos evitar que te plante. A continuaci¨®n un repaso de lo ya visto, y todav¨ªa por ver, con motivo del D¨ªa del Amor.
![Mi coraz¨®n palpita como una patata frita](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GZ4UEAKUIFMNFM5NYWVW6FKEWQ.jpg?auth=c13e4e13e77842260763f36c09f4f87edd9b0b31aee34777fbc48bdf87553453&width=414)
Un men¨² para Cor¨ªn Tellado
Corr¨ªa 2018 cuando me top¨¦ de sopet¨®n con las gambas Cupido. Estaban incluidas dentro de la secci¨®n ¡®Suspiros de amor¡¯ de un restaurante mexicano y se presentaban aromatizadas con leche de coco, cacahuete y chile. Que suena apetecible, pero como a continuaci¨®n ven¨ªan los entrantes Abrazos y los principales B¨¦same mucho, me sobrevino el baj¨®n. Dentro del cat¨¢logo de Men¨²s de San Valent¨ªn editado por la Federaci¨®n Empresarial de Hosteler¨ªa de Valencia (Fehv), hab¨ªa otras propuestas gloriosas: la ostra valenciana con cava valenciano -jugamos en casa-, el sorbete de mora con aire de rosas o la sinfon¨ªa de corazones (nunca llegu¨¦ a saber qu¨¦ era).
Ya entonces me sent¨ª completamente fuera del circuito, pero este a?o me ha vuelto a suceder. Estaba navegando por Internet cuando me sorprend¨ª con el men¨² de San Valent¨ªn de El Mes¨®n de Despe?aperros. Deben de ser espectaculares las vistas al Parque Natural de Ja¨¦n, porque el leitmotiv de la cena da un poquito de susto: Amor es comer juntos. Con el transcurso de los platos, la cosa evoluciona hacia eres el refrescante b¨¢lsamo que llena mi existencia (entrantes); con los pies en la tierra y mi coraz¨®n en tus manos (principales) o lo dulce que son tus besos (postre). A partir de ese momento, todo fueron descubrimientos gloriosos.
Top¨¦ con el anuncio de nuevo restaurante Los Habaneros, en Cartagena, que alardea de un dise?o gr¨¢fico igual de actualizado y adem¨¢s se atreve a emparejar los ingredientes. Matrimonio de fresas con anchoas para empezar, la pareja perfecta del bacalao con el Bloody Mary para seguir y el insuperable encuentro del filete de presa ib¨¦rica ardiente con el chipir¨®n fogoso rematando. Guau. Del Grupo Pasi¨®n, que cuenta con tres restaurantes en Logro?o, no se pod¨ªa esperar menos. En Kabanova ofrecen el men¨² Amor Amor y en Pasi¨®n Por Ti -nombre gustoso donde los haya- se vienen arriba con el fardelejo apasionado, bollo de Arnedo muy tontorr¨®n.
![Lo que cuenta es la intenci¨®n](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UNOLGCUG2JLVBOUWS7UKYD3ORQ.jpg?auth=0878064b113dba93350c8b587a938bc32b698da7429ddccb5c0731aff3fd125c&width=414)
Nada que deje atr¨¢s al restaurante Abadengo, en Burgos, donde arrancan con esa tentaci¨®n de amor, tienen un pinchito de capricho, pescados de "perfume y romance¡± y carnes de "sue?o y ternura". A saber. En esto de ir subiendo la intensidad, los hay tan elegantes y panor¨¢micos como ?tic Palau Alameda, en Val¨¨ncia, que empieza con los aperitivos Enamoramiento; sigue con el pescado Convivencia, la carne Autoafirmaci¨®n, el chocolate Crecimiento y el postre Cl¨ªmax. Para mi gusto, se les olvida la fase Celos, Ruptura y Quiero revolcarme en mi v¨®mito (si Rosal¨ªa acaba sacando un disco con esto, por favor, que por lo menos nos mande un besito).
Literatura en estado puro. La nouvelle cuisine, que dir¨ªan algunos (nouvelle curs¨ªn, lo llamamos otros).
Shakespeare VS Quevedo
As¨ª como cada escritor se funde con una ret¨®rica, los cocineros de renombre y los empresarios de la hosteler¨ªa se postulan en cuanto a la fecha del amor. Los hay poetas, que lo ven todo muy bien: es el caso de Gonzalo Calvo, fundador del Grupo Saona, cuya expansi¨®n bajo distintos nombres y en diferentes ciudades es imparable. ¡°Este a?o estamos en medio de otras dos aperturas, y no s¨¦ si vamos a llegar, pero siempre intentamos preparar un men¨² especial. Sabemos que es un d¨ªa se?alado, con m¨¢s afluencia, y el men¨² funciona bien. Normalmente es un poquito m¨¢s caro, pero porque se ponen platos m¨¢s especiales, el vino y el cava. Intentamos bajar luz, poner m¨¢s velas¡ Que las parejas disfruten¡±, explica. Una opini¨®n compartida por Emilio Gallego, de la Fehr, que considera ¡°muy l¨ªcito¡± que los hosteleros saquen rentabilidad econ¨®mica del 14 de febrero.
![De tu coraz¨®n al p¨¢ncreas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZJV5JUT7RJI25IZBRLCCGVLAIM.jpg?auth=068505d4403d95fb8f225da041c566a63d646712617d6f60dd2031179efdc5b1&width=414)
¡°L¨ªcito es, pero no va con nuestro establecimiento¡±, arranca Quique Valent¨ª, cocinero madrile?o en Barcelona, al frente del restaurante de pescados a la brasa Marea Alta. ¡°No hacemos men¨² especial porque somos lo suficientemente rom¨¢nticos los otros 365 d¨ªas del a?o. Ni entiendo ni entender¨¦ que adoptemos costumbres anglosajonas como el Black Friday o Halloween¡±, increpa, para a continuaci¨®n cargar contra los men¨²s tem¨¢ticos: ¡°Serviremos una tarta de fresas cuando estemos en temporada, no porque sea el D¨ªa de los Enamorados. Si por lo menos se hiciesen propuestas buenas, pero lo que ves por ah¨ª es terror¨ªfico¡±. En este sentido, relaciona la cita con el restaurante de consumo y el comensal menos exigente. ¡°El hostelero que forma parte de un sector alto de la restauraci¨®n es atemporal, y vive igual el 14 de febrero que el 5 de agosto¡±, zanja.
M¨¢s moderado se muestra Vicente Pati?o, al frente de Saiti, en Val¨¨ncia, que precisamente se inaugur¨® un 14 de febrero de 2014. Este a?o cierra el restaurante para un evento, pero por lo general, no prepara ning¨²n men¨² especial ni aumenta el precio cuando llega la fecha. ¡°Antes pon¨ªa alguna vela; ahora como mucho les doy una rosa¡±, afirma. Tampoco es partidario Pepe Solla, que en su Casa de Estrella Michelin mantiene el mismo men¨² el 14 que el 15. ¡°Por parte del restaurante, me parece genial que se aproveche el tir¨®n. Es m¨¢s triste que haya gente necesitada de una raz¨®n para salir a cenar con su pareja. ?Que lo hagan un martes!¡±, dice. Y encima deja aviso para tortolitos: ¡°Disfruta cuantas veces puedas, que a lo mejor ma?ana ya no es tu pareja¡±.
Presentaciones de flechazo
Hablaba Valent¨ª, que no hace ning¨²n honor a a su apellido, sobre las propuestas melindrosas. M¨¢s all¨¢ del juego con los nombres, la epidemia del amor tiene otros s¨ªntomas, que se manifiestan de manera inesperada. Como un flechazo, un aparte se merece la presentaci¨®n de los platos, que cede su vertiente gastron¨®mica en favor del mundo de las hadas. Con p¨¦talos de rosas, flechas de Cupido y toda la parafernalia; aunque el rey siempre ha sido y ser¨¢ el coraz¨®n: hace a?os que Telepizza puso de moda la masa con esta forma, y desde entonces son pocos los restaurantes italianos que se resisten a jugar con los bordes.
![La pesadilla de un vegano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CI7F42ERIJNJZJ26E5P3LTK7AU.jpg?auth=4b2813ec425cac73387987bca0ef80a58850845daa898f05483e76fd77cdb7b0&width=414)
Me llama la atenci¨®n el caso de il Rosso, en Val¨¨ncia, cuyo men¨² del d¨ªa es de 10¡¯50 euros y ese d¨ªa asciende a 48¡¯50 a costa de entrantes, una carne y el tunning correspondiente. Tambi¨¦n me consta que m¨¢s de un italiano saltar¨ªa al vac¨ªo si le sirvieran la cuore-pizza de Grosso Napoletano, en Madrid, con mucha Nutella y fresas glaseadas. Pero mucho m¨¢s noqueada me deja la propagaci¨®n de esta corriente a la cocina asi¨¢tica: el d¨ªa que me top¨¦ con el primer sushi en forma de coraz¨®n casi suelto los palillos del pasmo, y me soplan que lo ¨²ltimo es el dimsum y los mochi esponjosos en color rosa.
Si en lugar de rascarse el bolsillo tu pareja elige ensuciar la cocina, reza por que no tropiece con ninguna de las ¡®recetas de amor¡¯ que circulan por las mazmorras de Google. Me preocupa mucho el buen posicionamiento del art¨ªculo C¨®mo hacer huevos duros de coraz¨®n para San Valent¨ªn; y a¨²n tengo pesadillas al pensar en este entrante de flores de jam¨®n york y pimiento verde. Pero nada puede superar al huevo frito con salchicha coraz¨®n de Sanwichita, que recibe el aplauso de los comentaristas. ¡°Qu¨¦ chuli¡±, dice uno, mientras una estrella muere en el cielo.
El para¨ªso de todo lo dem¨¢s
Me estoy sintiendo cruel, porque los peque?os negocios tiran de lo que pueden para aprovechar las fechas destacadas, y hacen muy bien. Los hornos de toda la vida hunden las manos en las masas para moldearlas con amor, y eso es oficio, y debe preservarse. No me entusiasma el ¡®te quiero¡¯ encima del glaseado, ni eso de ¡°Jordi y Ana, siempre, forever¡±, ?pero qui¨¦n soy yo para juzgar a la gente que es feliz imprimiendo fotograf¨ªas del ser amado entre el merengue? Podr¨ªa hablar de los escaparates con molinillos de viento, nubes de tutti frutti trenzadas y los macarons disecados. Hay un mundo en los manteles con borlas y terciopelo; en las botellas de champ¨¢n, ¡°pero que sea baratito¡±; en la banda sonora, que va de Luis Miguel a ?lex Ubago; y hasta en las ofertas de ¡°paga 60 euros y te regalaremos una rosa roja s¨²per especial¡±. Pero creo que ya, ?no?
A estas alturas, supongo que ya me hab¨¦is desenmascarado. Soy el Grinch, la madrastra de Blancanieves, una hater del amor. Ese tipo de persona que no comprende el sacrificio de Leonardo DiCaprio con Kate Winslet porque no sabe nada del compromiso. Que nunca se hubiese subido al coche como Holly Golightly en Desayuno en Tiffany¡¯s (un final que, por cierto, destroza la esencia del libro). A m¨ª es que se me atraganta tanta dosis de az¨²car, soy m¨¢s de chocolate amargo. Si estuviera en mi mano, solo pedir¨ªa una cosa a los restauradores del mundo por San Valent¨ªn: haced mucho dinero, pero con un poco de buen gusto, que al fin y al cabo el men¨² se paga doble.
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