La supervivencia de las servilletas que no limpian
Aunque no lo parezca, esas servilletas de bar que no limpian sino que m¨¢s bien restriegan la suciedad de tus manos tienen su historia y su raz¨®n de existir.
Te est¨¢s pringando pero bien comiendo jam¨®n. Y aceitunas. Y croquetas. Y gambas. La cerveza empieza a condensar y te deja un charco de agua en la mesa. Pero por m¨¢s servilletas que sacas, ninguna te soluciona este estropicio. Lo peor es que tienes frente a ti una monta?a de papelillos arrugados con los que no tienes ni idea de qu¨¦ hacer. Sabes de qui¨¦n es la culpa: de esas servilletas in¨²tiles que no absorben nada. ?Por qu¨¦ siguen existiendo en Espa?a las servilletas que son antiservilletas?
No s¨¦ si existe alg¨²n espa?ol que no se haya topado con estas servilletas infernales. As¨ª que vamos a ponerles nombre. Desde el gremio servilletero se las conoce como "servilletas de papel sulfito satinado por una cara". Cuando te las encuentras en los servilleteros planos, se llaman servilletas zigzag, ya que salen entrelazadas con la que viene justo debajo. Y cuando las sacas de ese servilletero vertical -del que tanto salen una como treinta servilletas- se llaman "miniservis", igual que este recipiente a muelles que las contiene.
Todo esto no lo s¨¦ yo de ir por la vida y los bares embadurn¨¢ndome de grasa sin remedio, sino que me lo cuenta Pablo Aguilella, de la empresa Caricias, que fabrica servilletas, manteles, posavasos y m¨¢s, entre ellas, las miniservis. ¡°Directamente, no entiendo por qu¨¦ las compran¡±, dice Aguilella. ¡°Hay alternativas m¨¢s econ¨®micas, como el tissue de celulosa, que secan y limpian de verdad¡±. Su precio medio de venta al distribuidor es de unos 25 euros por cada 12.000 servilletas, lo que significa que cada una de estas antiservilletas cuesta 0,002 euros. As¨ª que seg¨²n Aguilella, no es cuesti¨®n de precio, sino de est¨¦tica: ¡°Cada bar las personaliza con su logotipo, que se ve m¨¢s bonito sobre el papel satinado¡±.
Para ¨¦l, el producto que sustituye a estas servilletas de sulfito satinadas por una cara son las servilletas de dos capas de 20 x 20 cent¨ªmetros, que son las t¨ªpicas servilletas que nos ponen bajo la copa de un c¨®ctel para no dejar un cerco de agua sobre la barra o mesa. ¡°Estas tienen ese toque ¨¢spero, que al final es lo que limpia¡±.
Por suerte o por desgracia, Aguilella me cuenta que apenas quedan fabricantes en el mundo que produzcan las llamadas de zigzag, con ese ribete tan particular de cenefas que son aviones, cadenas u otros motivos. Porque, ahora, lo que se lleva, es lo ecol¨®gico: ¡°Hemos experimentado un crecimiento de m¨¢s del 300% en estos productos¡±, confirma este fabricante.
En Comercial El Ma?o, suministradores de material de hosteler¨ªa, Jos¨¦ Antonio Montol¨ªo me confirma que la venta de estas antiservilletas se ha reducido mucho. ¡°Apenas las vendo y solo las compran negocios antiguos, a pesar de que les aconsejemos otras. Estas ya est¨¢n en desuso¡±. Tambi¨¦n aclara que, desde su punto de vista, a pesar de que las recicladas se est¨¦n vendiendo m¨¢s, siempre ha existido la servilleta de celulosa reciclada, aparte de la de celulosa virgen. ¡°Ahora viene en color marr¨®n, sin el tratamiento de clorado que las blanquea¡±.
A estas alturas, tal vez te est¨¦s preguntando qu¨¦ nos pasa en Espa?a para seguir manteniendo estas antiservilletas en circulaci¨®n. Pero no estamos solos. En este art¨ªculo del peri¨®dico argentino La Naci¨®n tambi¨¦n se quejaban de que la plaga de antiservilletas era com¨²n en pizzer¨ªas y bares de Argentina. Lo mismo ocurre en Polonia, seg¨²n se quejaba el bloguero Pepe Mansilla con mucha raz¨®n.
M¨¢s all¨¢ de su funcionalidad, hay alguien que ha visto en estas servilletas un potencial. Se trata del fot¨®grafo madrile?o Felipe Hern¨¢ndez, que alimenta la cuenta de instagram @servilletas_ desde hace dos a?os. A pesar de que le gu¨ªa una motivaci¨®n est¨¦tica, afirma lo siguiente: ¡°En esas servilletas se aprecia la cultura gastron¨®mica espa?ola, las diferencias entre los territorios, la identidad gr¨¢fica de Espa?a, en definitiva¡±.
No hay amante de esa cultura gastron¨®mica espa?ola que resista al vaiv¨¦n de las modas como Alberto Garc¨ªa Moyano (@enocasionesveobares). Abogado, copropietario de la Bodega Carol y Sants Es Crema, fundador de la Bodega Montferry y sabelocasitodo en cuestiones bariles, opina lo siguiente sobre las dichosas servilletas: ¡°Me parecen una de las cosas que tal vez sean lo m¨¢s in¨²til del mundo. Pero, a la vez, les tengo un cari?o especial: me vuelve loco verlas, me parece un detallazo tenerlas. Seguramente tiene que ver con la nostalgia¡±.
Precisamente, sobre estas servilletas y la nostalgia tengo una teor¨ªa que comparto con Garc¨ªa Moyano: hace algunos a?os que pienso que pueden ser una buena se?al, un indicativo de que en aquel bar se hace algo bien. ¡°Ver un bar que tenga servilletas de este tipo, creo que es una llamada. Tengo estas servilletas y las tengo por algo: s¨¦ que hay algo aqu¨ª dentro que te puede molar. Y no me refiero al postureo, sino una llamada al que sea m¨¢s proclive de ir a este tipo de bares¡±, dice este m¨¢ster de los bares.
Sin embargo, Garc¨ªa Moyano rompe una lanza a favor de las antiservilletas. ¡°Ese material es m¨¢s ¨²til de lo que parece. El hecho de que sean algo impermeables significa que, como hacemos en la Bodega Montferry, tienes un 99,99% de posibilidades de que si envuelves tu bocadillo en ese papel, una salsa como el fricand¨® no lo traspase (s¨ª, amigos, en la Montferry hacen bocadillos de fricand¨® y de muchas otras maravillas). A m¨ª me da mucha rabia cuando a un bocata le caen churretones de grasa o salsa y va envuelto en una servilleta que absorbe mucho: ?siento como si se tragase comida que me apetece comerme! La satinada, lo que hace es que lo devuelve, y as¨ª se puede comer. Eso es una maravilla, porque acabas de rentabilizar al 100% tu inversi¨®n en un se?or bocadillo churretoso. En realidad, deber¨ªamos hacer un agradecimiento mundial, toda la civilizaci¨®n, a estas servilletas¡±.
?En tu pa¨ªs tambi¨¦n existen la antiservilletas? Cu¨¦ntanos tu drama higi¨¦nico en los comentarios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.