?Son fiables las ¡®apps¡¯ para analizar productos de supermercado?

Cada vez es m¨¢s frecuente ver a la gente en los supermercados con el tel¨¦fono en la mano, escaneando los c¨®digos de barras de los productos antes de comprarlos (o no). Para ello usan diferentes apps que, al leer el c¨®digo, ¡°traducen¡± los ingredientes de los alimentos seg¨²n sus ingredientes e informan de los mismos, o directamente emiten una puntuaci¨®n o veredicto sobre c¨®mo de saludables son.

Las tres m¨¢s exitosas del momento son Yuka -que lleg¨® a Espa?a en junio desde Francia, donde cuenta con 10 millones de usuarios-, El CoCo, que toma su nombre de ¡°el Consumidor Consciente¡±, una start-up asesorada por el nutricionista y colaborador comidista Juan Revenga y la especialista en Salud P¨²blica y Medicina Preventiva Maira Bes-Rastrollo y MyRealFood, con el nutricionista, divulgador y creador del movimiento Realfooding, Carlos R¨ªos, al frente.

En los tres casos se trata de proyectos colaborativos en los que el propio usuario hace crecer el cat¨¢logo: si el producto del que buscas informaci¨®n no est¨¢ incluido, puedes ayudar fotografiando el c¨®digo, el producto en s¨ª y la lista de ingredientes. Los equipos de cada app confirman que los datos son correctos e introducen el producto, generalmente sacando el resto de datos de Open Food Facts, una base independiente de datos de productos alimentarios. Veamos c¨®mo funciona cada una de ellas.

EL COCO

?Qu¨¦ ¡°lee¡±? Comestibles y bebidas.

?Qu¨¦ criterios sigue? Muestra las clasificaciones Nova y Nutriscore. La primera califica el grado de procesamiento de los alimentos entre 1 -no procesados o m¨ªnimamente procesados- y 4 (ultraprocesados). La segunda mide la calidad nutricional en funci¨®n de los nutrientes y simplifica el etiquetado con un c¨®digo de 5 letras que van de A (excelente) a E (muy mala), usando colores que van del verde al rojo para facilitar su reconocimiento visual. La app recomienda mirar siempre primero el grado de procesamiento para descartar ultraprocesados y, a partir de ah¨ª, usar Nutriscore para encontrar las mejores opciones dentro de cada grupo.

?C¨®mo punt¨²a o recomienda? No lo hace, solo da la informaci¨®n (sacada de OpenFoodFacts). Est¨¢n trabajando en un sistema de calificaci¨®n en una de las 17 categor¨ªas que establece la OMS atribuy¨¦ndoles un nivel m¨¢ximo de calor¨ªas, sal, az¨²car o grasas, cruzado con el sistema Nova y con el sistema de advertencias chileno como a?adido.

?Qu¨¦ premia y qu¨¦ penaliza? De momento, sufre los escollos del sistema de clasificaci¨®n que utilizan, por ejemplo Nutriscore punt¨²a con una D el aceite de oliva virgen extra por ser una grasa, y punt¨²a bien a los refrescos cero.

?Qu¨¦ extras ofrece? Guarda un historial de productos escaneados.

?C¨®mo se financia? Habr¨¢ planes y suscripciones premium.

YUKA

?Qu¨¦ ¡°lee¡±? Comestibles, bebidas y cosm¨¦tica.

?Qu¨¦ criterios sigue? Para comida y bebida, tres: su calidad nutricional seg¨²n Nutriscore (60% de la puntuaci¨®n), la presencia de aditivos (30%) y si el producto es ecol¨®gico (10%).

?C¨®mo punt¨²a o recomienda? Del 1 al 100, y como excelente, bueno, malo o mediocre. Tambi¨¦n muestran una ficha con los componentes positivos y negativos del producto para facilitar la evaluaci¨®n. Sacando la informaci¨®n de OpenFoodFacts.

?Qu¨¦ premia y qu¨¦ penaliza? Penaliza mucho los aditivos, y premia lo mismo que Nutriscore: que contengan frutas, verduras, frutos secos, fibra y prote¨ªnas.

?Qu¨¦ extras ofrece? Recomendaciones alternativas m¨¢s saludables para los productos que considera que no lo son (muchas veces versiones ¡°eco¡±).

?C¨®mo se financia? Con la versi¨®n Premium, que cuenta con una barra de b¨²squeda, un modo offline y un historial de b¨²squedas ilimitado, adem¨¢s un programa online que permite adquirir las bases de una alimentaci¨®n sana en 10 semanas (de momento, solo en franc¨¦s).

MY REAL FOOD

?Qu¨¦ ¡°lee¡±? Productos alimenticios.

?Qu¨¦ criterios sigue? Una versi¨®n adaptada del sistema Nova, y el sistema de sellos negros chileno para los indicadores informativos.

?C¨®mo punt¨²a o recomienda? Divide los productos en tres categor¨ªas: comida real, buen procesado y ultraprocesado, dejando aparte los ingredientes culinarios, dif¨ªciles de valorar correctamente con el sistema Nova. A?aden indicadores informativos de ¡°alto en¡± az¨²car, sal, grasas saturadas o calor¨ªas, adem¨¢s de marcar si hay aditivos inocuos o los que llaman ¡°controvertidos¡±, basados en las opiniones de la EFSA y estudios independientes. No revelan si OpenFoodFacts es su base de datos. Dan consejos para comer mejor, versiones m¨¢s saludables del producto si este tiene una mala valoraci¨®n y la posibilidad de comentarlos y puntuarlos.

?Qu¨¦ premia y qu¨¦ penaliza? Premia los productos poco o nada procesados con buenos perfiles nutricionales, penaliza ultraprocesados y aditivos ¡°controvertidos¡±.

?Qu¨¦ extras ofrece? Much¨ªsimos, ya que funciona como red social para la comunidad Realfooder. Hay grupos en los que compartir recetas, consejos de estilo de vida, familia o motivaci¨®n, un foro donde emiten comunicados sobre desarrollo y mejoras -la app tiene apenas una semana de vida-, un diario para hacer seguimiento de lo que se come y del peso. Adem¨¢s del lector de c¨®digos, tambi¨¦n tiene un buscador por categor¨ªas en el que marca los productos como ¡°comida real¡± o ultraprocesados.

?C¨®mo se financia? Todav¨ªa no ofrecen planes premium.

El problema de la ¡®quimifobia¡¯

Que los aditivos formen parte de las valoraciones nutricionales de un producto es, para Daniel Urs¨²a, dietista-nutricionista en Nutrihabits, desviarse de lo que de verdad importa. ¡°Todo lo que sea poner el foco y el protagonismo en los aditivos, es dar ventas y r¨¦ditos a lo eco, dando m¨¢s valor a lo que no lo tiene¡±. Si te centras en los aditivos, los consumidores se fijar¨¢n en estos y percibir¨¢n que, entre dos producto igual de mal formulados nutricionalmente, uno es mejor que el otro; si lo haces en los otros ingredientes, no se da esta falacia, que puede acabar en una trampa potencial. Teniendo en cuenta que lo menos importante de un ultraprocesado son los aditivos, Urs¨²a apunta que ¡°es un error centrarse en eso, y hablar de aditivos inocuos y controvertidos potencia esa quimifobia¡±.

Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecn¨®loga de alimentos, coincide en que estas valoraciones no contribuyen a educar nutricionalmente al consumidor, ¡°adem¨¢s de potenciar el miedo o, lo que ser¨ªa m¨¢s grave, lo utilizan para mostrar un pretendido compromiso informativo que, contradictoriamente, contribuye al ruido y a la desinformaci¨®n¡±. En Yuka califican los aditivos en cuatro categor¨ªas que van desde ¡°sin riesgo¡± a ¡°riesgo elevado¡±. Si hablamos de MyRealFood, se clasifican como ¡°inocuos¡± o ¡°controvertidos¡±. En ambos casos aluden a que se basan en las opiniones de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y en las de ¡°estudios independientes¡± que no identifican. Si siguen las directrices de la EFSA, que es la que ha evaluado, reevaluado y aprobado el uso de estos aditivos, no deber¨ªa haber lugar para juicios.

¡°?Cu¨¢nto ¡°vale¡± cada opini¨®n cient¨ªfica?¡± se pregunta Robles. ¡°El consumidor desconoce el peso que se le otorga a cada fuente, as¨ª como la calidad y el rigor de esos estudios independientes, tambi¨¦n de origen desconocido¡±. Si se considera que un aditivo tiene un ¡°riesgo alto¡± o es ¡°controvertido¡±, ?se supone que hay productos inseguros o peligrosos en el mercado? La respuesta es un rotundo ¡°no¡±: todos los aditivos que se usan en alimentaci¨®n han pasado los respectivos controles, y son seguros. Juan Revenga apunta a una posible excepci¨®n: alguno que se haya retirado del mercado ¡°y a la vez siga a la venta o en tu alacena porque est¨¢ en un producto de larga caducidad, por ejemplo una conserva de pescado¡±.

Hay que preguntarse, adem¨¢s, qu¨¦ criterios se siguen para decidir que los aditivos pueden suponer un 30% de la nota final al valorar el producto en el caso de Yuka. ¡°?Por qu¨¦ valen hasta un 30%? ?Por qu¨¦ no un 50% o un 10%? La aplicaci¨®n no lo aclara¡±, se pregunta Robles. Este tipo de penalizaciones tambi¨¦n hacen que la industria, que no es tonta, busque un plan B. Por ejemplo, Yuka penaliza incluso el ¨¢cido asc¨®rbico, que no es otra cosa que vitamina C, as¨ª que muchos fabricantes est¨¢n a?adiendo vitamina C a sus productos por la funci¨®n antioxidante. ¡°As¨ª pueden venderlos como ¡®sin aditivos¡¯ en el frontal¡±, aclara Revenga. ¡°Pero en realidad est¨¢n a?adiendo esta vitamina con una funci¨®n tecnol¨®gica, y esto pasa por culpa de la quimifobia¡±.

La importancia de la transparencia

Otro error que cometen desde la m¨¢s popular de estas apps, Yuka, es la falta de transparencia en sus criterios, algo que la tecn¨®loga de los alimentos Beatriz Robles descubri¨® cuando cambiaron la puntuaci¨®n de los garbanzos cocidos despu¨¦s de un aluvi¨®n de cr¨ªticas y sin explicar por qu¨¦.

¡°Precisamente porque no son transparentes las calificaciones de los productos pueden variar arbitrariamente¡±, aclara Robles. ¡°La transparencia consiste en decir de d¨®nde sacas los datos; qu¨¦ peso tienen en tu valoraci¨®n; por qu¨¦, en un momento dado, cambias un criterio; o las razones por las que un producto mejora o empeora en tu clasificaci¨®n (que puede pasar por mil motivos, por ejemplo, que el algoritmo no contemple todas las variables y lo mejores para que se ajuste mejor, pero lo leal es informar de ello)¡±.

El problema es que, si los criterios no son cient¨ªficos e introducen variables que no est¨¢n relacionadas con la calidad nutricional del producto, los consumidores pueden rechazar productos perfectamente saludables, solo porque la aplicaci¨®n les aconseja evitarlos. Revenga, como nutricionista beligerante y a la vez implicado en El CoCo cree que es ¡°important¨ªsimo ser claro y meridiano con los criterios que se siguen, y anunciar cada cambio en ellos por peque?o que sea: solo as¨ª sabremos si esa app vale la pena o no¡±.

El caso contrario, lejos de contribuir a educar al consumidor, le genera todav¨ªa m¨¢s incertidumbre y potencia la desinformaci¨®n. ¡°Y la desinformaci¨®n potencia la duda, que es un terreno abonado para que el consumidor que quiere comer saludable tire la toalla¡±, razona Robles. Un consumidor que acaba pensando que los mensajes son contradictorios, no sabe a qu¨¦ atenerse, y ¡°deja que el valor nutricional del alimento pierda peso frente a otros factores que condicionan su compra, como el emplazamiento en el punto de venta, la publicidad o la palatabilidad¡±.

Detr¨¢s de una compra hay una persona

A Daniel Urs¨²a, de entrada, no le gusta cualquier aplicaci¨®n que d¨¦ un valor X a un alimento. ¡°Primero, porque no deja de ser subjetiva, y no la informaci¨®n neutra que deber¨ªa ser. En el momento en el que est¨¢s valorando un alimento, est¨¢s haci¨¦ndolo tambi¨¦n con la persona que lo compra, algo que puede afectar a las personas que sufren o son vulnerables a sufrir trastornos alimentarios (que es un punto que no se est¨¢ teniendo en cuenta)¡±. Detr¨¢s de la compra de un alimento hay una persona, y juzgando ese alimento la persona que lo consume se va a sentir juzgada. ¡°Hay que dar informaci¨®n neutra, objetiva y completamente transparente con sus criterios, porque si metes subjetividad, cada uno tiene la suya¡±, reflexiona Urs¨²a. .

Dando mejor puntuaci¨®n a los alimentos bio, normalmente bastante m¨¢s caros que los que no lo son y con absolutamente ninguna diferencia nutricional con los de producci¨®n convencional, penalizas a quien no puede pagar m¨¢s por la misma comida, haci¨¦ndoles sentir responsables por ello y potenciando la sensaci¨®n de que comer sano es m¨¢s caro (cosa que no es cierta, siempre hay muchos m¨¢s factores en juego aparte del econ¨®mico cuando alguien se alimenta mal). El hecho de que en MyRealFood las sardinas en aceite de girasol est¨¦n calificadas como ultraprocesado y las que se conservan en aceite de oliva como procesado saludable tambi¨¦n puede ir en la misma direcci¨®n.

El factor pedag¨®gico

En un mundo ideal, todo el mundo tendr¨ªa informaci¨®n, criterio, energ¨ªa y tiempo para poder tomar decisiones alimentarias conscientes, pero eso es tan ut¨®pico como la paz mundial: ni siquiera todos los nutricionistas y otros expertos en la materia dar¨ªan la misma opini¨®n sobre el mismo producto. Pero formarse un criterio propio con informaci¨®n rigurosa es importante, por eso Beatriz Robles cree que ¡°las aplicaciones que son rigurosas y aplican criterios cient¨ªficos validados s¨ª pueden ser ¨²tiles para el consumidor interesado en mejorar sus elecciones alimentarias, porque le ayudan en un primer momento a identificar productos saludables y, sobre todo, a reconocer los que no lo son¡±. A partir de ese momento no ser¨¢ necesario escanear productos que compramos de forma recurrente, pero s¨ª muy ¨²til para destripar nuevos productos sobre los que tengamos dudas.

¡°Prefiero que una persona elija una app que tenga detr¨¢s a un profesional de la nutrici¨®n asesorando con un criterio objetivo y basado en la ciencia, porque le dar¨¢ un criterio de mayor fiabilidad, pero prefiero a¨²n m¨¢s un consumidor informado y formado, para que no haya influencias¡±, reflexiona Daniel Urs¨²a. ¡°En general me parece que deber¨ªamos volver a poner el foco en empoderar al consumidor para que no depende de ninguna herramienta, y no en mejorar un algoritmo o que se descarguen m¨¢s una app u otra¡±. El consumidor no necesita un mensaje directo que le diga "compra" o "no compres" ni "bueno" o "malo", sino un asistente que le ayude a traducir lo que las etiquetas cuentan. Porque si no al final la industria de los ultraprocesados acabar¨¢ metiendo mano tambi¨¦n en esto, y todav¨ªa va a ser m¨¢s dif¨ªcil: contra la mala alimentaci¨®n, informaci¨®n y formaci¨®n.