Manual de supervivencia si tienes invitados maxi y cocina mini
Cocinar para muchos no es tarea f¨¢cil, y menos si el tama?o de tu cocina no ayuda. Encuentra aqu¨ª algunos consejos para preparar un banquete en tu cocina liliputiense.
Un escalofr¨ªo te recorre la espalda. Crees recordar que ayer, despu¨¦s de la cena de Navidad, cantaste en un karaoke, pero no podr¨ªas apostar por ning¨²n local en concreto ni que le fuera la vida a tu perro en ello. Consultas tu cuenta bancaria y el terror se apodera de ti.?Qu¨¦ compraste a las 3:39 que costara 79 euros? Sin saber por qu¨¦ empiezas a cantar el estribillo de Como una ola y entonces te acuerdas.
Blandiendo un gin tonic en el que flotaban ya solo medio cubito de hielo y algunos restos de quicos lo hiciste, lo dijiste: ¡°Comamos todos ma?ana en casa, que yo cocino¡±. Si te identificas con esta escena o te has venido arriba en alguna otra ocasi¨®n invitando a todos tus primos a comer, sin calcular que tu vitrocer¨¢mica tiene solo dos fuegos y que hay que hacer turnos para entrar en tu cocina no desesperes, estamos aqu¨ª para ayudarte y ofrecerte algunos consejos con los que salir airoso de este reto.
No podemos librarte del amigo invisible del trabajo, ni de los mazapanes de tu t¨ªa la del pueblo, pero sabemos que estos d¨ªas de cuerpo a cuerpo con los excesos navide?os se presentan complicados. Si tienes suerte, te invitar¨¢n a todos los saraos y no tendr¨¢s que fregar ni un plato. Pero si te toca recibir a la familia en tu sal¨®n o te ofreciste para organizar la comida de A?o Nuevo, te lanzamos algunos salvavidas y te deseamos mucha suerte.
El tama?o importa
Pide una olla al bar de abajo, a tu padre o a tus vecinos, a quien sea. Pero no cocines una laconada para diecis¨¦is en tres ollas distintas. Te pondr¨¢s de los nervios, cocer¨¢n a tiempos y temperaturas distintas y acabar¨¢s ingresado en la L¨®pez Ibor. Antes de empezar, calcula bien las cantidades que vas a necesitar y echa un ojo al armario. Si normalmente cocinas para menos comensales que jugadores tiene un equipo de f¨²tbol, es probable que vayas a necesitar menaje de dimensiones m¨¢s grandes.
Si no tienes ollas o sartenes de gran tama?o, como casi todo el mundo, no inventes. La cuesti¨®n es quitarse trabajo de encima, no a?adirlo. Busca quien te pueda prestar los apechusques que necesites, y sobre todo aseg¨²rate de que caben c¨®modamente en tu cocina. Si te liaste y prometiste un arroz como el que hacen en Castell¨®n, tienes dos opciones: le pides a la virgen que te aparezca a Miquel Pardo y al equipo de Cruix, en cuyo caso saldr¨¢s a hombros de tu sal¨®n, o bajas a la calle y le pides al restaurante de abajo que te preste lo que necesites. Haz un poco de gasto y estar¨¢n encantados de echarte una mano.
Guar-ni-cio-nes
El ¨²nico fruto del amor es la patata. Si te pirras por las que acompa?an el pollo asado de los domingos, las que te ponen con tu hamburguesa grasienta favorita o crees que el mejor amigo de unas carrilleras es buen parmentier -y sabes prepararlos-, ya puedes hacer felices a muchos de tus invitados. Acompa?an divinamente todas las prote¨ªnas que quieras imaginar y son un alimento barato y muy result¨®n. Las patatas gajo de nuestra compa?era Ana Vega se cocinan al horno con poco aceite y no dejar¨¢n tu cocina oliendo a churrer¨ªa, que es de agradecer.
Pero no te limites a las patatas. Pocos platos hay m¨¢s sencillos de elaborar que una escalivada, para la que solo necesitar¨¢s berenjenas, tomates, pimientos y cebollas (bueno, y una cabeza de ajos). Pincha las berenjenas con un tenedor, a?ade las cebollas y el ajo, ¨¦chale un chorrito de aceite de oliva virgen extra y m¨¦telo todo en el horno, excepto los tomates, una hora a 170?. Pasado ese tiempo, incorpora los tomates y ¨¢salo todo 30 minutos m¨¢s. Voil¨¤. Solo te quedar¨¢ pelar las verduras, hacerlas tiras, mezclar, ali?ar al gusto y dejarlas reposar un rato para que se impregnen del ali?o.
Que trabajen los dem¨¢s
Si la patata es la m¨¢s socorrida, el queso le sigue muy de cerca. M¨°nica Escudero, coordinadora de esta casa ofrece un briconsejo que puede sacarte de m¨¢s de un apuro: una buena tabla de quesos. Tan sencillo y tan maravilloso como eso. ¡°Cuela perfectamente como entrante y no ocupa lugar. En tu queser¨ªa de confianza te la pueden preparar lista para comer, cortada y bonita¡±. Puedes adaptarla a todos los tama?os y presupuestos y ampliarla con embutidos, pat¨¦s o mermeladas.
Siempre te quedar¨¢ la tortilla de patatas de tu madre, pero si no quieres entrar en debates concebollistas o sincebollistas, y lo m¨¢s importante, si no quieres joderle el domingo a tu madre, una buena alternativa son los torreznos. En el Claxon Bar, en Madrid, puedes pedir la pieza entera por encargo, y te aseguramos que vas a estar chup¨¢ndote los dedos hasta el lunes por la ma?ana. Los hacen a baja temperatura, dejando que se cocinen en su propia grasa y no haga falta fre¨ªrlos. Tampoco te dejar¨¢s la dentadura, porque la corteza queda crujiente pero son muy jugosos.
Uso y abuso de la nevera
Hay platos que requieren inmediatez. Muchos arroces y pescados, pero tambi¨¦n algunas recetas reposteras, se pasan, se secan o desinflan con tremenda facilidad. Si no quieres perderte tu propia fiesta mientras est¨¢s pendiente del fuego (nunca jam¨¢s admitas en un grupo que sabes cocinar paella o que tus barbacoas son legendarias, porque de ah¨ª no se sale) y no quieres servir pescado m¨¢s seco que un polvor¨®n, ay¨²date planeando men¨²s que puedan cocinarse con calma y antelaci¨®n. Y con planes B por si los A te salen rana. Estofados, potajes, sopas y currys ganan sabor y textura con unas horas de reposo.
Cuando una carne estofada se enfr¨ªa, el col¨¢geno y los tendones que se han derretido durante la cocci¨®n se empiezan a coagular en torno a los pedazos de carne, atrapando muchos sabores. Con la carne picada este fen¨®meno se acent¨²a a¨²n m¨¢s, porque hay m¨¢s superficie a la que este sabor gelatinoso puede adherirse. Este proceso tambi¨¦n influye en la textura de las comidas. La salsa de un curry, por ejemplo, se volver¨¢ m¨¢s gruesa y cremosa, y los trozos de patata o verdura que haya en la olla estar¨¢n cargados de sabor al d¨ªa siguiente.
Si tu cita es en verano y el asfalto te derrite las suelas de los zapatos agradecer¨¢s esta receta de tarta de lima que requiere solo 15 minutos de horno y por lo menos 6 horas de refrigeraci¨®n. Est¨¢ m¨¢s rica al d¨ªa siguiente y es tan sencilla que aunque quieras, no podr¨¢s hacerlo mal.
M¨¦tete en jardines
Si tienes barbacoa puedes asar patatas o verduras en la terraza sin manchar un cent¨ªmetro de tu cocina. Solo tienes que calcular bien los tiempos y no olvidarte de que est¨¢n ah¨ª. Si te gusta el pepino puedes prepararlo a la parrilla en menos de un minuto cort¨¢ndolo en gajos, a?adiendo sal y pimienta y pint¨¢ndolo con aceite antes de pasarlo por la parrilla durante 45 segundos. Lo mismo para la fruta: a sand¨ªas, pl¨¢tanos y melocotones les ir¨¢n muy bien un toque de piment¨®n para potenciar el sabor. Hasta puedes hacer limonada con limones que hayan pasado por la parrilla, cortados por la mitad y al fuego unos diez minutos para que empiecen a caramelizar.
No cocines
Tal cual. Que hayan venido a comer no significa que tengas que cocinar. Una buena raclette puede cambiarte la vida, sobre todo porque puede h¨¢certela mucho m¨¢s sencilla. El truco est¨¢ en disponer del aparato, porque en origen, los pastores suizos acercaban media rueda de queso a una hoguera o unas brasas hasta derretirlo y despu¨¦s lo raspaban (de ah¨ª racler, de raspar) directamente de la rueda para que fuera cayendo sobre una patata cocida. Si bien puedes prepararlo a la antigua usanza, que ser¨ªa toda una experiencia, te recomendamos una racletera el¨¦ctrica. Y que te hagas con los siguientes ingredientes: queso raclette, unas buenas patatas para cocer (que no se deshagan, como la Monalisa o la Kennebec), jam¨®n cocido u otros embutidos como salchich¨®n o beicon y si quieres carne cortada a tiras. Tambi¨¦n se acompa?a de encurtidos, fundamentalmente pepinillos y cebolletas.
Si tu nivel de vagancia es ya superlativo o recibes a m¨¢s gente de la que puedes sentar a la mesa, l¨¢vate las manos ofreciendo un buf¨¦. Escoge productos de calidad y que necesiten poca o ninguna producci¨®n, como un buen tomate ali?ado, anchoas en su aceite o mejillones en escabeche. Tira de latas y conservas, o de preparaciones que puedas comprar ya terminadas y por Dios, no te olvides del pan. Las patatas gruesas de Morro Fi con aceitunas, mejillones y salsa Espinaler han causado m¨¢s de uno y de dos desmayos.
Una ¡°sena¡± de picoteo
Como ¨²ltimo recurso, y si nada de lo mencionado anteriormente funciona, te ofrecemos otras alternativas de ¨²ltima hora, un poco m¨¢s chuscas. Saca la artiller¨ªa pesada y confunde a tus invitados. Que vean tanta comida en la mesa que no sepan por donde atacar. Es el momento de asaltar la cesta de navidad y servir con una vinagreta digna -mejor con huevo duro- esos esp¨¢rragos con precinto que no quisiste zamparte con mayonesa de bote. Atempera el foie que guardas como el T¨ªo Gilito dej¨¢ndolo por lo menos media hora fuera de la nevera para que adquiera una consistencia untuosa; si lo comemos demasiado caliente potenciaremos el punto amargo del h¨ªgado y si est¨¢ demasiado fr¨ªo no se apreciar¨¢n la mayor¨ªa de contrastes de su sabor.
Hazte con una burrata decente -en este caso, el tama?o s¨ª importa, como con Godzilla- y acomp¨¢?ala con r¨²cula y saroni, con uvas y pistachos o con tomate seco y aceitunas. Mueve el culo hasta una buena panader¨ªa como Mamia, en Vitoria, Panic en Madrid, Cloudstreet Bakery, en Barcelona o el sitio que conozcas bien y donde sepas que no te van a dar gato por liebre para comprar un buen pan; porque comer cualquier cosa rica con pan de gasolinera es como beberse un Pingus mezclado con Coca-Cola. Y, por favor, contr¨®late la pr¨®xima vez que se te enamore el alma con aderezos et¨ªlicos: si tu pr¨®xima mala decisi¨®n en horario de after es un tatuaje en la cara, tal vez no podamos ayudarte.
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