La salsa picante espa?ola que m¨¢s se vende en internet
ESpicy es un aderezo similar a la sriracha, elaborado en un lugar tan poco dado al pique como Espa?a. Lo que empez¨® como una apuesta arriesgada se ha convertido en una de las salsas m¨¢s populares en Amazon.
Al picante le pasa en Espa?a lo mismo que al intermitente: est¨¢ ah¨ª, pero da la impresi¨®n de que nadie lo usa en su d¨ªa a d¨ªa. Este sabor apenas aparece en el recetario patrio tradicional, tal y como explic¨® la comidister Rosa Molinero, sin embargo, parece que de forma progresiva el picor se est¨¢ afianzando en los calmados paladares espa?oles. La prueba est¨¢ en el ¨¦xito de proyectos como ESpicy, una salsa picante similar a la sriracha creada en Madrid, producida en Murcia y lanzada al mercado en mayo de 2018.
Porque es parecida al popular aderezo originario del sudeste asi¨¢tico, pero no igual. Los hermanos Juan y Andr¨¦s Casanova, fundadores de ESpicy, se cuidaron de adaptar su creaci¨®n a los gustos t¨ªpicos de Espa?a, al mezclar los jalape?os rojos con ingredientes como la naranja o la zanahoria. ¡°Partimos de una f¨®rmula de sriracha porque era la salsa id¨®nea para replicarla con los sabores de aqu¨ª. Incluso al principio pusimos 'sriracha espa?ola' como una manera de facilitar el acercamiento, pero lo cierto es que el sabor es distinto y no tiene aditivos ni conservantes¡±, afirma Juan, encargado de la parte alimentaria.
?A qui¨¦n se le ocurre elaborar picante en un pa¨ªs sin tradici¨®n?
Ser¨ªa la pregunta l¨®gica que se har¨ªa cualquier espa?ol o espa?ola al que le pique hasta la mayonesa. Pero los hermanos Casanova, oriundos de Venezuela, vieron ah¨ª una oportunidad de negocio: ¡°Nos parec¨ªa que hacer un producto picante en Espa?a era un nicho de mercado. Este mundo estaba creciendo mucho, y que llegara a aqu¨ª era solo cuesti¨®n de tiempo¡±, comenta de nuevo Juan. Una idea que dio su primer paso cuando Andr¨¦s esboz¨® hace ya tres a?os el dise?o de la botella con el que ser¨ªa el nombre de la marca, ESpicy (un juego de palabras formado por la ES de Espa?a y la palabra spicy, picante en ingl¨¦s). ¡°Una vez que ten¨ªamos esto, todo empez¨® a tener sentido y a coger forma¡±, cuenta Andr¨¦s.
Con el dise?o y el nombre definidos, faltaba lo esencial: la salsa. A ello se puso Juan, responsable del apartado gastron¨®mico, que prob¨® decenas de combinaciones hasta dar con una compuesta por seis ingredientes: jalape?os rojos, naranja, zanahoria, ajo, az¨²car y vinagre. El resultado, un color reconocible, un sabor diferente aunque familiar y un toque picante algo m¨¢s fuerte que el de las srirachas. ¡°Cuando empec¨¦ a dise?ar la f¨®rmula ten¨ªa m¨¢s de 100 botes, despu¨¦s me qued¨¦ con cinco, m¨¢s tarde pas¨¦ a doce¡ Son muchas pruebas hasta llegar a la ¨²ltima antes de comenzar con el proceso industrial¡±, confiesa este antiguo cocinero. Porque claro, no es lo mismo preparar un cuenquito en casa, para que la pruebe alg¨²n coleguilla adicto al Tabasco, que elaborarla en una cadena de producci¨®n a gran escala. Un verdadero problema. Aunque hab¨ªa otro incluso antes: ?qui¨¦n ofrece su f¨¢brica para hacer picante en Espa?a?
De Madrid a Murcia
Cuando tienes que poner tu maquinaria al servicio de una idea a priori nada rentable, te lo piensas. Los Casanova lo sab¨ªan, por eso tuvieron que buscar por distintas regiones espa?olas hasta dar con una f¨¢brica que confiase en su proyecto. La soluci¨®n, gloria bendita, estaba en Murcia. ¡°Tuvimos suerte de encontrar a este fabricante, crey¨® en nosotros desde el principio a pesar de ser una apuesta a ciegas¡±, admite Andr¨¦s, que lleva la parte econ¨®mica y log¨ªstica de la empresa.
Esta industria murciana, adem¨¢s de poner al servicio de ESpicy su maquinaria, les ayud¨® a encontrar proveedores locales para la materia prima necesaria, con excepci¨®n de los jalape?os. El cultivo de estos pimientos, seg¨²n aseguran los hermanos, no est¨¢ muy extendido en Espa?a, as¨ª que hasta hace bien poco los importaban de Marruecos. ¡°Ahora hemos empezado a trabajar con un productor californiano, que consideramos uno de los mejores del mundo. La calidad del pimiento no tiene comparaci¨®n, y en breve vamos a hacer ya la primera producci¨®n con estos jalape?os¡±, informan.
Resuelto los problemas de encontrar fabricante y proveedores, quedaba adaptar la receta y embotellar el producto. Spoiler: trajo m¨¢s fatiguitas que una gastroenteritis. La primera de ellas en noviembre de 2017, cuando tuvieron que desechar tres tanques de una tonelada cada uno porque la f¨¢brica us¨® la tercera receta adaptada al proceso industrial, cuando, seg¨²n Juan Casanova, la versi¨®n definitiva era la n¨²mero 22. Tras este chasco volvieron a producir, ya con la f¨®rmula correcta, en febrero de 2018 unos 30.000 botes. Con el coche cargado volvieron a Madrid para d¨¢rselos a los distribuidores. Una semana despu¨¦s los botes se hincharon y empezaron a explotar. Genial.
En marzo lo intentaron por tercera vez tras dos completos desastres. Solo quedaban 70.000 botellas de pl¨¢stico, as¨ª que no hab¨ªa margen de error, pero por suerte esta vez s¨ª sali¨® todo bien. Los dejaron reposando de marzo a mayo, no fuera a ser que hubiera otra masclet¨¢; no ocurri¨® y comenzaron a distribuirlos dos meses despu¨¦s de fabricarlos. Un a?o despu¨¦s de la gestaci¨®n de la idea, el primer lote de ESpicy estaba listo para la venta al p¨²blico.
Un ¨¦xito temprano en internet
Esta primera producci¨®n se vendi¨® a trav¨¦s de Amazon. ¡°Para entrar en las grandes cadenas de supermercado tienes que pasar por un proceso de aceptaci¨®n y evaluaci¨®n, y nosotros busc¨¢bamos primero la validaci¨®n del p¨²blico y que esa fuerza nos llevara ya a otros lugares¡±, explica Andr¨¦s Casanova. Y sin invertir en publicidad, solo gracias al boca a boca, las tiradas de producci¨®n que hac¨ªan se agotaban todas en esta web y en las tiendas f¨ªsicas a las que distribu¨ªan.
Aunque el momento clave, cuando verdaderamente pega un boom la empresa -y no, no ocurri¨® cuando explotaron los botes-, fue con la publicaci¨®n de un reportaje sobre ESpicy en el peri¨®dico econ¨®mico Cinco D¨ªas en septiembre de 2019. ¡°En seis horas se agotaron todos los productos. Hicimos un producci¨®n peque?a, y tambi¨¦n se vendi¨®. Nos pasamos dos meses sin producto porque no hab¨ªa c¨®mo atender la demanda. Fue una megalocura¡±, comenta Juan Casanova. Este gran crecimiento en las demandas hizo que, seg¨²n afirman estos hermanos de origen venezolano, la ESpicy se colocara como la salsa m¨¢s vendida en Amazon. Un tendencia que parece que contin¨²a: ¡°En esta plataforma somos la primera salsa en n¨²mero de ventas. Hemos superado incluso a marcas muy conocidas y asentadas en el mercado¡±, asegura Andr¨¦s.
Este ¨¦xito ha hecho posible que sus salsas hayan viajado a pa¨ªses como Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos. ¡°Son gente que paga lo que sea para que le llegue all¨¢. Es supergratificante ver c¨®mo recurren a tu producto de nuevo, c¨®mo te escriben... Esta es la se?al que te dice que lo est¨¢s haciendo bien¡±, afirma satisfecho Juan.
Las salsas que llegaron y llegar¨¢n despu¨¦s de la ESpicy
La aceptaci¨®n que tuvo desde el principio su heterodoxa sriracha anim¨® a estos emprendedores a ampliar el cat¨¢logo en 2019 con la ESpicy Mayo, la ESpicy Ketchup y la ESpicy Honey. Todas elaboradas con recetas originales y con un punto de su aderezo primigenio para aportarles el sabor picante. ?Que no sabr¨ªas por d¨®nde empezar para incluirlas en tus platos? La editora comidista, M¨°nica Escudero, te da unas pistas al respecto: "Puedes usar la mayonesa para preparar huevos rellenos de gambas, su propia yema y encurtidos picados, preparar una pasta de relleno para s¨¢ndwiches con bonito, un chorro de zumo de lima, cilantro fresco y cebolla dulce o darles ca?a a unos aros de cebolla, patatas o calamares a la romana".
El ketchup, adem¨¢s de para salsear cosas ya cocinadas, puede usarse para marinar carne o aves ¡ªen unas costillas de cerdo mezclado con un poco de zumo de naranja queda ideal; deja resposar al menos cuatro horas¡ª, y la de miel es una aut¨¦ntica joya que, seg¨²n nuestra Escudero, "sirve igual para lacar unos frutos secos con especias al gusto que para a?adir a estofados oto?ales -calabaza, chiriv¨ªa, zanahoria y alcachofa, por ejemplo- con carne o tofu, una picada de frutos secos y un chorro de caldo, vino o cerveza". Con la salsa base puedes "tunear mayonesa y ketchup nomales si se te terminan los otros, usarla en sopas, vinagretas para mojar empanadillas o dim sum, rematar unos boquerones en vinagre de arroz o una bomba de estilo asi¨¢tico, con un relleno a base de cerdo, col china, jengibre, ajo y zanahoria hecho en la sart¨¦n".
Pero estos emprendedores no se van a quedar solo en estas cuatro salsas. El pasado febrero abrieron su propia tienda online, lo que les ha proporcionado, en sus palabras, ¡°un contacto m¨¢s directo con el cliente¡±. La idea es colgar ah¨ª los nuevos productos que desarrolle el laboratorio ESpicy que pretenden montar, para que de esta forma sus clientes m¨¢s fieles puedan darles sus opiniones. ¡°Esto nos permitir¨¢ comprobar la aceptaci¨®n que ha tenido para lanzarlo al resto de canales de venta. Esa cercan¨ªa con el consumidor es muy importante¡±, comenta Andr¨¦s.
Hace tres a?os la apuesta de estos dos hermanos gemelos parec¨ªa una temeridad, casi como montar un kiosco de Calippos en Groenlandia. Hoy, su negocio crece a buen ritmo y el futuro del picante espa?ol, seg¨²n cuentan, tiene mucho recorrido: ¡°Antes t¨² ve¨ªas los picantes en la secci¨®n del s¨²per de comida ¨¦tnica, en una esquina apartada. Pero desde que comenzamos en 2017 parece que este tipo de salsas hubieran caminado por el lineal hasta ponerse al lado del ketchup Heinz. Sin duda, la gente est¨¢ buscando picante¡±, concluyen. Vayamos, pues, entrenando los paladares: nos esperan a?os de picor.
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